Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No tocar por FireBlueFlames

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ya vine al fin, disculpen por haberme tardado la eternidad en actualizar, estuve ocupada estos días, además de triste porque ya terminó Yuri on ice :'( Pero bueno? Vamos a seguir ^^ Por cierto también quería darles una tardía felicitación navideña jeje :3 Espero que se la hayan pasado bien y hayan disfrutado de la cena ^^

===> El rincón yaoi de FireBlueFlames

En fin, les dejo leer :'3

Me coloco el abrigo el abrigo y salgo del consultorio de mi madre, dirigiéndome hacia la recepción, donde está con Lami, y ambos nos despedimos de ella, asegurándole que estaremos bien, antes de que se marche a otra consulta. No vemos a papá, pues está ocupado con otros pacientes, así que ambos salimos de la clínica. Mi hermana y yo caminamos hacia el supermercado mientras intentamos decidir qué cocinaremos para la cena. Será otra de las muchas noches que pasamos solos en casa, pues nuestros padres están demasiado ocupados en el trabajo. Ahora que ambos tenemos una semana libre venimos por las tardes a ayudar en lo que podemos, pero nunca nos permiten quedarnos hasta tarde.
Caminamos por las calles de la ciudad, con los últimos rayos del sol tiñendo todo de un cálido anaranjado, mientras las hojas de los árboles se arremolinan a nuestros pies con el viento. Lami me habla sobre lo que ha hecho hoy, pues apenas tuvimos tiempo de vernos desde que llegamos a la clínica, y me rio con su manera de contar las cosas.
En cuanto entramos al supermercado recorremos los pasillos, agregamos algunos dulces a la lista de compra y unas cuantas cosas más que mamá nos ha pedido llevar. Mientras mi hermana intenta decidirse por qué cereal llevar mi celular suena, y no puedo evitar dar un respingo antes de apresurarme a tomarlo y leer el mensaje que ha llegado, a lo que intento ocultar la sorpresa y la ligera decepción que me embarga cuando miro el nombre de quién me ha escrito. Lami pone al fin una caja de cereal en el carro de compras y seguimos caminando, yo tecleo una respuesta cuando de repente alguien me toma del hombro y me giro a ver quién es.
Sonrío un poco al ver a Zoro frente a mí, y el corresponde mi gesto. Agradezco el que mi hermana haya ido a buscar algunos de los encargos de mamá, pero mi alivio no dura mucho cuando la veo aproximarse.
-Creo que nunca podré esconderme de ti-le digo al peliverde en una pequeña broma para disipar la tensión que se está haciendo de mí.
-Eso es bueno-contesta él, siguiéndome el juego-No pensé encontrarte por aquí.
-He venido a comprar algunas cosas con mi hermana-me giro despreocupado, como si me sorprendiera ver que ha vuelto-Ella es Lami. Lami, él es Zoro, un amigo del colegio.
Ambos se saludan amablemente, y él se despide, pues su padre está esperándole, así que puedo permitirme respirar un poco y seguir a mi hermana mientras elige las cosas que faltan.
Me rio de mí mismo por haber pensado que después de uno días de estar lejos de Kid mi ansiedad por él disminuiría, pues me encuentro con que no ha pasado un día en que no quiera saber de él, en que no revise el celular deseando ver un mensaje suyo, incluso cuando sé que sería la última persona en el mundo que me escribiría, a no ser que me necesitara en su casa. Es demasiado patético darme cuenta de que no he dejado de pensarle, pero causa más dolor del que creí. A veces todavía me pregunto cuándo fue que imaginarle dejó de ser suficiente, cuando comencé a necesitarle, incluso si sólo obtendría silencio por su parte, o algo de buen sexo.
-Hermano, por lo menos intenta fingir que no esperabas a alguien más.
La voz de Lami me saca de mis pensamientos y me sorprendo cuando la veo apuntándome con una hogaza de pan integral.
-¿Qué te hace pensar que esperaba a alguien más?-pregunto con un poco de indignación, tratando de ocultar el rubor que siento ocupar mi rostro.
-No sabía que había dos chicos detrás de ti-me dice mientras examina la lista de compra y marca lo que ya tenemos en el carro de compra-Pero sea como sea, él no es el responsable de las marcas en tu cuello.
Me ahogo mientras trago saliva e intento recuperar el aliento luego de toser un poco. Mi hermana se ríe y parece estarla pasando muy bien mientras niega con la cabeza, entonces me mira con un toque de seriedad, convirtiéndose en esa chica suspicaz e inexplicablemente madura que a veces me hace dudar de si mi hermana sufre de doble personalidad o algo por el estilo. Tal vez sería buena idea hacer que nuestros padres la examinen.
-Entonces ¿cómo es él?-pregunta mientras continua marcando las cosas que hemos tomado ya cuando ha terminado de burlarse de mí.
Casi podría reírme de esto, pues no esperaba tener una plática sobre muchachos con mi hermana menor, pero sólo puedo suspirar y sentir esa pequeña desolación que me provoca el pelirrojo siempre que llega a mi mente.
-No podría decírtelo, y tampoco quiero hablar de eso en este momento. Sólo debes saber que él no está detrás, de mí, soy yo quién está detrás de él, pero creo que está siendo en vano, así que intento encontrar en alguien más todo lo que él no es, pero no puedo decidir si debería dejarlo y corresponder a Zoro, o continuar con esto-y entonces tengo que tomar valor para preguntar-¿Tú qué harías?
Si esperaba que mi hermana se riera o algo por el estilo estaba equivocado, pues ella me mira seria, y entonces se gira a tomar dos hogazas más, una de pan con fibra y otra de pan blanco.
-Pongámoslo así, ¿cuál te gusta más?-comienza ella mientras acerca el pan hacía mí y yo pongo mala cara, odiándola un poco. Ella vuelve a reír y deja el pan en el carro de compras-Bueno, no es un buen ejemplo, pero ¿qué es lo que tú quieres? Si sabes que ya hay alguien ¿por qué intentar buscar a otra persona que por más que te dé todo lo que buscas nunca será suficiente? Supongo que deberías pensar en eso antes de seguir.
Ella golpea justo en el blanco, y no puedo hacer más que encoger los hombros y darle la razón. Es verdad que sé que no hay nadie más que no sea ese demonio de cabellos rojos, pero el pensar que sólo es algo pasajero duele tanto que no puedo afrontar la idea de que algún día no estará más, que tendré que continuar solo mientras él conoce a alguien más y se olvida de mí; y entonces surge la necesidad de tener un sitio seguro en el que resguardarme cuando la anunciada tormenta llegue. ¿Es egoísta? Claro que sí, pero no puedo negar que una parte de mí también quiere a Zoro, incluso si no es completamente de la misma forma en que quiero a Kid.
En cuanto llegamos a casa nos ponemos a cocinar mientras compartimos una bolsa de papas fritas. Lo que mi hermana dijo no deja de rondar por mi cabeza, y a eso se suma que he acordado salir con el peliverde el sábado, así que en este momento un mar embravecido es mucho más calmo que mis pensamientos.
El teléfono suena y mi hermana se apresura a contestar, es mamá, quien acostumbra llamarnos algunas veces durante la noche para asegurarse de que estamos bien. En cuanto Lami vuelve a la cocina dejo de revolver la sopa para mirarla, pero ella ya me escruta detenidamente mientras sonríe.
-¿Qué?-cuestiono con un poco de fastidio.
-Nada, es que en verdad pareces preocupado, no me gusta verte así. Casi prefiero tu rostro inexpresivo.
No puedo evitar sonreírle y disculparme por perderme entre mis pensamientos.
-¿Qué ha dicho mamá?-le pregunto mientras ponemos la mesa.
-Quería saber si estamos bien, si ya hemos cenado y si no tenemos a mil personas en casa en una de las mejores fiestas del siglo-bromea mientras me arroja una migaja de pan.
Le rio la broma y me dispongo a continuar en lo mío en silencio, y he de reconocer que soy bastante ingenuo si pienso que podré pasar una noche tranquila con esta chica.
-Entonces, ¿cómo es él?-pregunta mi hermana cuando nos sentamos a cenar. Yo la miro con odio fingido y ella se encoge de hombros-es eso o que comas pan, tú decides.
Pongo los ojos en blanco y hago un gesto universal de rendición con las manos. Sé que no me la quitaré de encima a menos que llene su voraz necesidad de detalles sobre mi muy caótica vida amorosa.
-Cinco preguntas-sentencio antes de centrarme en comer.
-Es suficiente-dice ella con orgullo y piensa un momento antes de mirarme de nuevo-¿es guapo?
Enarco una ceja y mastico lentamente la comida para darme tiempo de pensar, aunque más bien me preparo, pues no creo poder hablar de él sin que un poco de lo mucho que siento asome en mi rostro.
-Sí, lo es.
Lami no parece en absoluto feliz con mi respuesta y suspiro, ligeramente frustrado. Está claro que no me voy a librar de esta contestando con monosílabos. 
-Es bastante guapo en realidad. Tiene el cabello rojo, sus ojos son ámbar, pero si los miras detenidamente casi pareciera que hay fuego en ellos. También tiene la piel muy pálida, puedes ver sus venas a simple vista, es más alto que yo y bastante fuerte. No sé, simplemente quita el hipo cuando lo ves-sin darme cuenta el tono monótono de mi voz ha pasado a ser el de una chica enamorada con todas sus letras.
Mi hermana me mira como si yo fuera un loco, y doy un resoplido antes de tomar el móvil y mostrarle la foto que tengo de Kid. Entonces ella traga el bocado que estaba masticando y se queda mirando la pantalla del celular durante un buen rato.
-Vaya, creo que te has quedado algo corto describiéndolo hermano-dice cuando por fin es capaz de despegar los ojos de la imagen.
Yo le quito el móvil de las manos y lo vuelvo a guardar en uno de mis bolsillos.
-¿Y cómo es tu relación con él?
-¿Si fuera algo digno de contar crees que estaría dividido entre él y otro chico?
-¡Ey! Yo hago las preguntas aquí. Me refiero a si se llevan bien o simplemente sirve para morderte en lugares que no debería.
-¿No crees que eres demasiado menor para preguntarme estas cosas?-le cuestiono con diversión.
Ella niega con la cabeza mientras continúa comiendo. Sé que ya no es una pequeña de diez años, pero a veces no puedo evitar pensar que para mí siempre será esa chiquilla impaciente por conocer todo lo que se le atravesara en el camino. Al final me rindo, pues es mejor terminar con este interrogatorio de una vez.
-No tenemos ninguna relación en especial fuera de lo que supongo que ya sabes.
Lami asiente y se apresura a tragar para continuar con sus preguntas.
-¿Por qué te gusta tanto? Dejando de lado que no es un chico común.
No puedo evitar encogerme ligeramente ante sus palabras, enfrentándome una vez más a esa pregunta que no he podido contestar luego de casi un año.
-Eso es algo que en verdad no puedo contestar-admito con la vista fija en mi plato.
Por primera vez ella parece aceptar mi negativa a hablar, más por no saber qué responder que por no querer hacerlo, y no insiste.
-¿Y qué sabes de él? ¿Qué le gusta, qué suele hacer?
Un pinchazo de dolor aparece en mi pecho, pues desde hace tiempo que yo busco cómo llenar el vacío que esa pregunta genera.
-No mucho en realidad-digo con voz calma-Sé que le gusta beber, que fuma. Nunca se despide y es muy malhumorado. Siempre viste de negro y tiene pocos amigos, no me sorprendería si alguna vez hubiera asesinado a alguien, pero realmente eso es lo único que sé de él.
Mi hermana suspira y se levanta de la mesa, llevando su plato hacía la cocina y yo la sigo.
-Y si él te dijera que no quiere estar contigo ¿qué harías?
Está vez me está mirando fijamente, analizando mis movimientos, y no me molesto en ocultar lo que siento, pues si alguien va a verme sufrir por un idiota prefiero que sea mi hermana y no un desconocido. Esbozo una sonrisa que lastima y dejo escapar un suspiro inaudible.
-¿Puedo imaginar, al menos por ahora, que eso no sucederá?
Lami me abraza y correspondo, pues en este momento necesito saber que no estaré solo si todo este intento de cuento de hadas se desmorona. 
Yo lavo los platos mientras ella los seca y los acomoda en los estantes. Una vez que hemos terminado nos dirigimos hacía la sala de estar para nuestra acostumbrada película nocturna. Es su turno de elegir, y casi dejo escapar una expresión de frustración cuando me doy cuenta de que estoy por ver una tragedia romántica.
-Dime qué te he hecho para que me odies tanto Lami.
Ella se ríe a carcajadas y pone el tazón de palomitas entre ambos.
-Mira el lado bueno, puedes aprender algo ¿no?
Yo tomo el empaque de la película y leo el resumen de la trama antes de reírme.
-A menos que alguno de los dos muera dudo que pueda sacar alguna lección de esto-me burlo mientras me dejo caer en el sofá principal.
Mientras miro la película y me divierto un poco viendo a mi hermana emocionándose por cada escena me pongo a pensar en que no es necesario que la vida de alguien se acabe para que una historia sea trágica, basta con saber que ese alguien no será tuyo jamás para sufrir como si alguien hubiese muerto.
Encontrar al amor de tu vida, conocerle, vivir un montón de cosas juntos y ser felices no es algo que podamos decidir como si nada. Ojalá dependiera de nosotros el hacer que alguien nos ame, pero la realidad es muy diferente. La verdad es que muy probablemente debamos vivir sabiendo que la persona que amamos está enamorada de alguien más. Es curioso como luchamos toda la vida por encontrar a alguien especial, para quien sólo seremos una persona más.
 

Notas finales:

Baia baia esto se está descontrolando UuUr Cualquier opinión es siempre bienvenida :3 

Besos y nos leemos luego <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).