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Inevitable por Leynturles3380

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Notas del fanfic:

T: ¿Por qué putas estas publicando esto si no actualizas los otros fics? >:U

L: Porque YOLO! Además, si tanto te molesta porque no actualizas tu >:V

T: :vvvv

 

Bueno Lectores aqui Leyn y Turles reportandoce (T: No me inbolucres no quiero se apedreado/ L: kyc) Con una nueva serie y un nuevo shot :v esta vez de lo que vemos en DBS.

Pero bueno, nunca fui buena con las notas asike los dejo :v

Notas del capitulo:

Lo que esta en cursiva son pensamientos, dialogos y recuerdos :v

T: me voy al baño menes y menas :v

L: como si a alguien le importara :U

vale lean.

La lluvia golpeaba fuertemente contra los cristales de la ventana, los truenos hacían vibrar los cristales por pocos segundos y los relámpagos iluminaban cada pasillo de la casa. No podía sentirse más solo, justo en aquel día diluvio so su esposa tuvo la ocurrencia de viajar a otro lugar por unas vacaciones y un clima más adecuado quizás, no óbstate él estuvo en desacuerdo prefiriendo permanecer en la vivienda.

La completa soledad le hacía sentirse extraño, jamás vivió tanto silencio y tanto frio en su vida como saiyajin. Intento dormir. Creyó que podría Dormir, pero el timbre de la casa sonó, quiso ignorar y no pudo. Era insistente. Refunfuñando entre dientes se levanto de la cama y tomo camino hacia los extensos pasillos, se encontraba bajando las escaleras cuando el timbre seso dejando en su lugar un insistente golpeteo que parecía derrumbaría las puertas de su Hogar.

Acelero el paso, un poco más enojado y pre dispuesto a asesinar al sujeto que se encontrara tras la puerta principal.

Una vez en el primer piso exclamo un molesto - ¡Ya voy! – con un ligero tono de amenaza para proseguir a quitar el seguro y girar el picaporte, su semblante cambio de forma radical y un escalofrió le recorrió toda la espina dorsal.

Contemplo. Observo con minucia el cabello mojado y la sonrisa triste, algo faltaba y ese simple hecho logro perturbarlo, trago de forma sonora y titubeante indago - ¿Qué ocurrió? – no recibió respuesta más que una ligera risilla en tono apagado, se atrevió a invitarlo a pasar y poso su mano sobre el rostro frio solo para confirmarlo. Se veía demasiado pálido. Maldijo internamente porque acababa de meter problemas a su casa…

-¿Te sientes mejor? – pregunto tras encender la calefacción.

-Un poco, vaya, desde que nació Trunks si que ha mejorado tu actitud – destaco ante los gestos que tuvo con él.

- Si lo dices porque te deje entrar, solo fui cortes – trato de aclarar, un pequeño pitido se oyó desde la cocina y abandono su puesto para ir a la misma. Algo de chocolate caliente a cualquiera le vendría bien y más en una noche tan tormentosa como esa, sirvió la bebida en dos tasas y tomando las mismas volvió a la sala donde se encontraba su “invitado”. Entrego una de las tasas y prosiguió – Espera Aquí, te traeré una toalla y algo de ropa seca –

Volvió a abandonar al invitado para ir por dichos objetos, obtuvo la toalla pero la ropa le fue un objetivo más difícil. Consiguió un par de pantalones que al bien y le quedaban algo grandes, supuso que el torso seria lo de menos asi que volvió con la prendas hacia la sala.

…l seguía ahí, seguía con el rostro frio y apagado a pesar del chocolate caliente y la calefacción… ¿En qué momento su relación se había vuelto cercana? Quizás había algo que paso por desapercibido.

-Kakarotto… ten – no dudo en arrojarle las ropas al más alto conociendo de los reflejos de este, a Goku le fue fácil recibir.

-Gracias, Vegeta – mascullo con una sonrisa forzada, que el príncipe obviamente noto.

Tomo asiento con su tasa de chocolate mientras observaba al otro desvestirse y secarse, en algún momento vagos pensamientos rondaron su mente sonrojándole levemente. Era inevitable. Intento apartar la vista del espectáculo frente a sus ojos pero le fue imposible, y de nuevo el carmín volvía a sus mejillas con ello.

Goku restaba importancia a la insistente mirada de Vegeta, ya se le había hecho costumbre recibir ese tipo de mirada por parte del príncipe, sin embargo, percibía algo diferente.  Observo el par de pantalones un segundo y se los coloco, se percato de que no había más prendas de vestir y regresando la toalla a su cabellera, pregunto – No me trajiste camiseta –

-Ni que hiciera tanto frio, además, no tengo nada de tu talla – excuso y termino de beber de aquella taza.

Esta vez era el menor quien le contemplaba con ojos insistentes, como si hurgaran en su cuerpo y es qué, hasta el momento Goku se había percatado de cómo iba vestido Vegeta haciéndole bastante peculiar esas vestimentas.

Quizás eran shorts ajustados, quizás su bóxer, una remera de mangas cortas del mismo color y el resto para ser devorado por sus ojos…

Tras aquella mirada una pregunta se apareció ¿Qué hacia Goku ahí? El tenia su casa, su familia, además ¿qué persona en sano juicio sale con semejante tormenta?

-¿A qué viniste?- aquello pareció despertar el dormido ambiente, un segundo de silencio y la habitación pareció llenarse de tensión. El menor parecía estar eligiendo sus palabras con cuidado.

- Vegeta – alcanzo a pronunciar cuando un fuerte trueno hizo los cristales vibrar una vez más, se estremeció porque por algún motivo pensaba que el mundo trataba de decirle algo pero siguió escuchando – Escape de casa – siguió el menor – me disguste con Chichi – informo como algo normal, pero no se oía como una razón real para llegar a su vivienda en semejante tormenta.

- Tu rostro aun se ve pálido, no sabes mentir – resalto como si de aquello dependiera el hecho de decir la verdad o no.

- Tienes razón, pero es que… ya no lo resisto – de nuevo esa sonrisa triste acompañada de la risilla apagada. La luz se fue junto con su confianza, de nuevo un escalofrió le invadió y un estremecimiento lo enderezo tras escuchar los pasos del menor.

Se estaba acercando.

Cuando menos se lo espero lo percibió junto a él, helado completamente, sintió como un par de fornidas manos lo apresaban por las muñecas y lo jalaban. Trato de separarse pero para cuando se dio cuenta estaba atrapado bajo el menor.

Todo estaba demasiado oscuro, no podía más que sentir y eso se le hacia tormentoso. Un relámpago brillo y algo de visión le dio, aquella sonrisa triste había cambiado por una dulce. Volvió de nuevo a la oscuridad y en ella pudo sentir un par de labios posarse sobre los suyos, se sintió mal a pesar de que no era la primera vez que pasaba…

 

Kakarotto y …l había escrito su historia, tras el triunfo de Majin Buu y la llegada de Bills consiguieron unirse un poco más, aprendió a tomarle más paciencia al menor y sin querer se encariño.

Quizás le daba demasiada atención, se tomaba la molestia de explicarle todo con lujo de detalle como si le hablara a un riño, había tomado la costumbre de regañarle e incluso de darle algunos mimos…

Prefería llamarle Desliz, al encuentro que tuvieron en el planeta de Bills, todo había empezado como un simple entrenamiento. Los golpes se convirtieron en roses, los insultos y gritos en risas y piropos, inevitablemente la lejanía se fue acortando hasta el punto de fundirse el uno con el otro, hasta el punto en que los suspiros atascados en su garganta no parecían ser suficientes para desahogarse.

Quiso arrepentirse pero ya estaba hecho, lo contemplaba desde su lecho y no podía quejarse u objetar puesto lo habían disfrutado ambos por igual, desde ese entonces todo cambio y la cercanía entre ambos aumento. Intento mantenerse al margen con el menor pero era inútil puesto el contrario siempre hallaba un momento para ambos; cuando Black apareció fue el único momento en que pudieron intimar correctamente durante la fusión.

 Vegetto, no se separo porque el tiempo se haya agotado, Vegetto se separo porque ellos se habían disgustado y mantener la fusión se hizo imposible. Con ambos incapaces de volverse a unir todo apuntaba al futuro perdido.

 

El recuerdo lo remontaba al presente, al beso ardiente que estaba recibiendo y que se había intensificado durante su recuerdo. Otro relámpago y pudo ver el rostro ajeno tan cercano al suyo.

De nuevo esa sensación apareció en su pecho ¿Por qué le estaba doliendo? Y sin querer gimoteo entre el beso antes de soltar una lagrima, el menor no demoro en separase para volver a contemplar el rostro del príncipe. Sonrió, porque se sentía bien con Vegeta, con su dedo pulgar quito la lagrima traicionera y se aproximo a susurrarle al oído – Todo va a estar bien – antes de seguir.

Sus labios se volvieron a unir, esta vez Goku era completamente correspondido, incluso el peli flama había rodeado su cuello con sus brazos para apegarlo más y mantener el beso.  Quería mantenerse unidos, adheridos cuanto tiempo fuera posible.

Este era una manifestación de su lazo a ojos de Vegeta.

 

Había momentos en los que sentía miedo, no lo podía negar; Había momentos en los que su orgullo debía ser apartado por mucho que doliera; Había momentos en los que no podía evitar tener sentimientos como un ser humano normal, y es que, eso era algo que el planeta tierra le había enseñado.

Se detenía por milésimas de segundo en su vida solo para contemplar a lo inevitable, y en esos segundos envidiaba al saiyajin más fuerte. Envidiaba que fuera tan abierto cariñoso, su inocencia y valentía… envidiaba la falta de orgullo y odio prepotente en su cuerpo, Goku parecía ser todo lo que el odiaba pero realmente Goku era quien el desearía ser.

La vez que se vieron obligados a fusionarse se repetía frente a sus ojos, pero algo era diferente, esta vez no era el orgullo quien se interponía sino un confuso sentimiento cual no lograba identificar; sus cuerpos unidos sacaban a relucir un nuevo saiyajin más fuerte, sin embargo fuera de la apariencia y ajeno a la batalla dentro se encontraban ellos. Dos almas en un mismo cuerpo, ya se había acostumbrado a la idea de estar junto al menor pero esta vez las sensaciones eran distintas para su cuerpo.

Vegetto luchaba y reía victorioso por fuera, Goku y Vegeta discutían por dentro - ¡¿Qué paso?! – fue la interrogante que los invadió tras verse separados…

 

El príncipe suspiro a penas porque le daba pena ser escuchado, y muy a pesar que la tormenta de fuera hacia el suficiente ruido aun asi temía ser oído. Goku se deleitaba probando la piel bronceada, había pasado algo de tiempo desde su último encuentro pero prefería no echar leña al fuego en cuanto a duros recuerdos.

El sonido de las prendas cayendo al suelo y el golpe de las gotas de lluvia contra el cristal, vegeta quito la toalla y sintió el húmedo cabello de Goku rosar su cuello. Ligeros roses de piel daban paso a suspiros, los besos y mordiscos causaban estremecimientos y gemidos, el menor meneaba sus caderas contra las de vegeta simulando envestidas aumentando la erección en ambos. Despojados del bóxer el más alto se mostraba ardiente, el peli flama impaciente, hacia demasiado tiempo desde que unieron sus cuerpos y un cosquilleo llegaba al vientre del príncipe.

Una vez más Vegeta contemplaba lo inevitable, hasta donde habían llegado ahora no había marcha atrás. Lo deseaba más que cualquier cosa.

Un par de dedos pidieron ser lubricados antes de acercarse a invadir su entrada, poco a poco eran empujados penetrando el esfínter. La preparación se vio apañada por apasionados besos, el dolor no era tanto y a pesar de que nada de lo que estaban haciendo era correcto no quiso darle importancia, si algo había aprendido era que el tiempo es demasiado corto para dejar los placeres de tu vida a un lado.

 

[…]

 

No, esta vez no pensaba arrepentirse.

Bajo la vista solo para ver como aquel miembro desaparecía poco a poco en su interior le dolía pero a la vez le causaba placer y llegaba a sentir algo de morbo por tener los ojos fijados en el acto, suspiro cuando sintió la pelvis del menor completamente pegada a sus glúteos y se atrevió a jalarlo para que este le volviera a besar.

Goku paseo una de sus manos hasta el pecho de vegeta donde comenzó a estrujar y masajear uno de sus pectorales, su otra mano se paso a la cintura y se perdió tras esta acariciando la espalda baja. Pronto iniciaron las primeras estocadas.

 La lluvia se intensifico.

Vegeta arqueo la espalda y abrió un poco más la piernas sintiendo como el miembro viril acariciaba sus paredes internas. Se sentía tan bien que no podía evitar demostrar su gozo con pequeños gemidos.

-Lo extrañaba – mascullo sin darse cuenta que aquello no solo paso por su mente.

-Yo también te extrañaba – respondió sonriente logrando captar la atención del azabache.

El rojo carmín descansaba en las mejillas de ambos. Las estocadas de Goku aumentaban al ritmo de la lluvia, entrando un poco más profundo con cada penetración, buscando ese punto que lleve a su príncipe directo a tocar el cielo.

Los truenos se oían demasiado distantes o quizás era porque el sonido de sus pieles chocando era más fuerte. El sofá rechinaba hasta el punto en que Vegeta pensó que se rompería. Sus pieles aperladas de sudor brillaban con los relámpagos, entonces lo hayo. Un alarido de placer emergió desde la garganta y sus piernas se flexionaron abrazando fuerte las caderas del más joven, otra vez una estocada en el mismo lugar y sintió como si su miembro fuese a explotar.

-Kakarotto… No… más…- suplico.

Goku dirigió sus orbes directo al rostro de Vegeta, se veía tan dócil que no podía resistir las enormes ganas de hacerlo suyo hasta el fin de los tiempos. Completamente contrariado al pedido del peli flama aumento aun más el ritmo de sus estocadas, esta vez el sofá se rompió trayendo a la realidad el temor del príncipe, bajo ambas manos a sus glúteos y los masajeo con frenesí viendo llegar al orgasmo por las expresiones faciales del príncipe saiyajin.

Sentía tanto placer, adoraba sentir las paredes internas de Vegeta apretar su miembro. Era tan estrecho y caliente.

-Ah! ~ Vegeta – oculto su rostro en el hombro del mayor y sintió como una descarga eléctrica recorría su espina, sintió como chorros de líquido caliente abandonaban su cuerpo y eran depositados en el interior del príncipe.

Vegeta también se había corrido manchando los abdómenes de ambos, todavía dejaba salir algunos gemidos con el vaivén de caderas que mantenía su pareja. Goku no se había detenido.

-Ka~h Kakarotto, ya es suficiente – esta vez no dudo en empujar un poco al menor, acariciando ligeramente la pálida pero ardiente piel. El aludido salió de su interior dejándole en su lugar la sensación de estar vacio, separo su rostro del hombro para dedicarse a posar un casto beso en los labios y tras ello sonrió.

 

Cuando Vegeta había llegado por primera vez a la tierra, lo último que se hubiera pensado era llegar a forjar algún lazo con el saiyajin Kakarotto.

Trato de siempre verse duro, fue cruel y se comporto como un completo animal. Por encima de haber perdido la batalla dejo una promesa al viento, una promesa que jamás pudo cumplir.

Ya no importaba cuantas veces tuviera la suerte de una mano a mano contra Goku, le había tomado demasiado cariño como para ser capaz de matarle. Lo comprobó cuando se dejo controlar por Babidi y ni siquiera con eso se pudo resistir al menor, termino sacrificándose por él y los demás…

 

Ahora que lo pensaba todo era mucho mejor que antes, admitía que aun quería el mano a mano con él menor pero se aseguraba a si mismo que ya no sería capaz de matarle.

Sonrió y decidió detener sus pensamientos para entregarse a los brazos de Morfeo, a diferencia de él que se había quedado pensando, Goku ya hacia un roto permanecía dormido aun sobre el roto sofá. Vegeta acaricio un poco el cabello del menor y acomodo mejor la cabeza de este sobre su pecho antes de quedarse dormido…

Notas finales:

dejenos sus piedras, insultos y criticas poco constructivas en los rw :D

T: a mi no me jodan o les parto la madre :D

saiyo gente bonita


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