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7 Días por candy_sugar01

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Notas del capitulo:

Mí primer fic de BTS dfghjk

Espero que les guste♥

(no pregunten porqué salió esto de mí cabeza)

Un joven alto meció unos pocos segundos más al pequeño que lleva en brazos, el cual luego de una disputa bastante pesada, llena de lloriqueos y quejas, pudo dormirse con el chupete entre labios.


 


Jin recostó a su bebé en la cuna, viendo en silencio como se estiraba y acomodaba, y sonrió curvando sus labios ligeramente.


 


Aún recuerda aquellos hermosos y horribles 9 meses...


 


.


.


.


 


 


Al comienzo por suerte no tuvo que sufrir por cambios en su cuerpo; a lo mucho algún mareo o malestar, pero no pasaba de eso. La tortura comenzó a los cincos meses, cuando a su pequeño frijolito se le ocurrió comenzar a hacerse notar. Tanto Jin como su esposo y resto de la familia estaban felices de poder sentir al varoncito en camino patear y moverse, pero llegó un punto en el que ya no tenía filtro y se hizo insoportable.


 


 


—Tendremos un buen jugador de fútbol. — Le había dicho Namjoon en ese momento. Seokjin solamente giró los ojos; claro, no era él quien cargaba con el bebé.


 


 


Llegó hasta el punto de dejar ojeroso al pobre chico que cargaba con él en su vientre. Jin tenía el autoestima por el piso y se sentía adolorido todo el tiempo. Claro, esa fue la parte difícil para su esposo: sus cambios de humor.


 


 


—Nunca me entiendes. —


 


—A estas alturas realmente ya no lo hago... —


 


 


Y ese era un rumbo corto para ganarse un lugar para dormir en el sofá.


 


 


 


Luego siguieron las ligeras discuciones sobre qué nombre ponerle al pequeño; estaba algo grande como para seguir diciéndole frijolito.


 


 


—Deberían llamarlo como yo. —Dijo el hermano menor de Jin, Jimin. — Kim Jimin, ¿no suena lindo? —


 


—No, tienes nombre de puto. —Dijo Yoongi, el cuñado de Jin y, obviamente, pareja de Jimin. El más bajito de todos hizo un puchero y golpeó con algo de fuerza el brazo del gruñón al que solía decirle "cariño".


 


—Lamento no tener un nombre tan varonil como lo es “Yoongi”, cariño. —


 


—¿Qué tal Hoseok? —Propuso el hermano menor de Namjoon, Taehyung.


 


—Taehyung también es un lindo nombre, amor. —Respondió el que poseía el nombre dicho anteriormente. Los dos se sonrieron como la pareja joven y tórtola que eran, y comenzaron a hacerse mimos entre ellos... De nuevo.


 


—Todos sus nombres son horribles. —Se quejó Jin haciendo una mueca. Estaba en esos pocos momentos del día en que podía disfrutar no sentir las patadas del bebé ya que éste dormía; esos momentos en los que debería estar feliz, pero su familia simplemente lo ahogaba.


 


—¿Entonces? —Preguntó Yoongi con desinterés.


 


— Mí bebé va a llamarse Baekhyun. —Dijo Jin claramente, cruzando los brazos como podía sobre su abultado vientre.


 


—Otro nombre de puto. —Volvió a quejarse su cuñado. —No puede ser tan difícil ponerle un nombre al mocoso. —


 


— Insisto con Jimin. — Puchereó el dueño del nombre.


 


— Dios, ¿por qué tuve que casarme?


 


—Pongamosle Jungkook entonces. —Habló Namjoon por primera vez en toda la discución. Por alguna razón toda aquella loca familia vivía en la misma casa; probablemente porque el presupuesto entre seis personas era menos, pero claramente no valía todos los infiernos que ocurían allí dentro.


 


—No. —Negó Jin. — No voy a ponerle ese nombre raro a mí hijo. —


 


 


Y, como era de esperarse, pocos meses después llegó el pequeño Jungkook a la familia. Namjoon podrá ser un dominado por Seokjin, pero parece que aún queda algo de su escencia de macho alfa en aquella casa.


 


 


 


Y ni hablar hace casi dos años atrás...


 


 


 


La primera vez que el pequeño Kookie se enfermó, fue cuando comenzó la revolución en la casa.


 


Los padres primerizos apenas sabían lo que era un pañal, así que mejor ni hablar sobre los tíos. Entre medio de la desesperación por no saber qué le ocurría al bebé, el menos esperado, el tío Yoongi, fue quien lo llevó al hospital aún conservando la calma y las ojeras por no dormir en noches -precisamente desde que el recién nacido llegó a casa-.


 


Y todo por un simple dolor de estómago que pasó al día siguiente.


 


 


A los pocos meses de nacido, Jungkook se transformó en el tipo de bebé que lloraba por todo; todo.


 


Si quería atención de mamá Jin, lloraba.


 


Si quería un cambio de pañal, lloraba.


 


Si quería comida, lloraba, y si no era lo que le gustaba, lloraba también.


 


Si quería su osito, lloraba.


 


Si quería que tío Jimin deje de besarle los cachetes, lloraba.


 


Si quería ser acunado para dormir, volvía a llorar.


 


No había otro sonido que no sea el llanto del bebé. A veces Namjoon se preguntaba porqué accedió a tener un hijo. Como siempre, los más tranquilos eran Hoseok y Taehyung.


 


—¿¡Por qué no se calla!? — Se había quejado una noche Yoongi tapándose la cara con la almohada, intentando amortiguar los ruidos molestos que venían de la habitación de enfrente.


 


Realmente ya no lo soportaba y estaba muy seguro de que no tendría hijos, al menos no bebés.


 


Jimin encantado con su sobrino, obviamente.


 


 


 


 


—Vamos, Kookie... —Insistió Seokjin por décima vez en cinco minutos. — Dí mamá, maaa-maaa— Continuó, alargando las sílabas. — ¿Y papá? ¿Puedes decir papá? —


 


Jungkook claramente no le estaba prestando atención, era mucho mejor ver a sus tíos Yoongi y Jimin discutir detrás de su querida mami. Para sus pocos meses de edad ya sabía balbucear alguna que otra cosa cuando quería algo, pero no necesariamente formaba palabras con sentido.


 


—Me rindo. —Suspiró el mayor. Se levantó de su lugar y volvió a la cocina, dejando al bebé sentado dentro de su corralito en la sala.


 


Jimin volvió para la sala pasándose una mano por los cabellos mientras suspiraba, y Yoongi subía las escaleras a su habitación, cerrando de un portazo.


 


—¡Cuidado con las cosas que tú no las pagas! —Gritó Jin desde su lugar. Yoongi trabaja, así que sí, en realidad aporta bastante en la casa.


 


El bajito que quedó abajo se acercó al corralito y sonrió en cuanto vio a su pequeño sobrino. Lo cargó en brazos e intentó hacerle cosquillas, pero Jungkook simplemente lo quitó. Volvió a suspirar viendo al bebé que ahora se llevaba el puñito a la boca.


 


—Tu otro tío... —Murmuró haciendo un puchero; podría ir a quejarse con Taehyung acerca de su matrimonio, pero no quiere ni pensar en que puede estar haciendo la otra pareja ahora. —Tío Yoongi es un tonto. A veces realmente puede ser bastante idiota. —


 


Tío Tunti... í-iota. —Repitió el menor. Jimin lo miró con una expresión de sorpresa y luego, pánico. ¡Esas no podían ser las primeras palabras de su sobrino! Oh Dios, su hermano y cuñado iban a matarlo.


 


—¡No! ¡Por favor, no digas eso! —


 


Í-iota. —Balbuceó Kookie y rió, aplaudiendo para sí mismo. La expresión de horror de Jimin en cuanto Jin salió de la cocina secándose las manos fue digna de encuadrar.


 


—¿De qué tanto hablaban? —El padre primerizo se acercó a su hijo y lo tomó en brazos. Jungkook se abrazó como pudo a sus hombros y luego recostó la cabezita entre su cuello.


 


—B-bueno, nosotros... —


 


Tío Tunti, tomto, í-iota. —Volvió a repetir el bebé, aún riéndose.


 


...


 


—¡¡PARK JIMIN DE MIN!! —


 


—¡En mí defensa, el “tonto” es nuevo! —


 


 


 


 


Luego de llevar varios meses gateando, a su ya tierna edad de un añito, Jungkook quería aprender a caminar.


 


Claramente alertó a la familia.


 


—No quiero que aprenda a caminar. —Dijo Namjoon. Todos, menos Jin quien fue de compras, observaban al pequeño sostenerse de las cosas que tenía a su paso para mantener el equilibrio aunque apenas podia manterse en pie.


 


Menos mal que habían mandado a alfombrar el suelo. Seokjin no se pone muy feliz al ver raspones en el cuerpito de su bebé.


 


—Si ya es un desastre para hablar, ¿se imaginan cuando camine? —Se quejó Taehyung. —¡correrá por todos lados y romperá todo! —


 


— Justamente por eso no quiero que lo haga. Jin ya tiene bastante conmigo y con que haya roto su vajilla tres veces, no quiero que a mí bebé le caiga aquella maldición también. —


 


—No es como si no hubiese roto nada aún. —Volvió a hablar Taehyung, quien lo único que hace es quejarse cada que puede de todo.


 


—De hecho, no lo hizo. —Confesó Jimin. Jungkook parecía un bebé inquieto y atrevido, pero es verdad sobre lo de no haberse mandado ninguna aún.


 


—Recemos para que siga así... —Murmuró Hoseok.


 


Todos saben que Jin no tendría piedad ni de su propio hijo.


 


.


.


.


 


—Listo, ya se durmió. —Dijo el mayor de todos una vez llegó abajo con sus maletas.


 


—¿Por qué vas a irte, Jin-hyung? —Preguntó Jimin, actualmente de cabello naranja, con deje triste. —Nos vas a hacer falta. —


 


—Ya no los soporto y pienso que necesito un tiempo para mí. —Respondió con simpleza. Se acercó a dejar un pequeño beso en los labios de su esposo, quien estaba algo enfurruñado porque ahora debería cuidar de Jungkook, y sacó una hoja de su bolsillo. —Bien, ya saben que a Kookie no le gusta despertar solo o se enojará, debe comer cuatro veces al día y ¡nada! De dulces, si ustedes realmente aprecian sus vidas les recomiendo no perder su osito y recuerden trabar bien la barandilla de su cuna. —


 


— ¿Sólo eso? — Preguntó asombrado Taehyung.


 


Jin frunció el ceño y Yoongi se golpeó la frente con una mano.


 


—Kookie tiene casi dos años y vive aquí, con nosotros. Ya deberías saber cual es la rutina de tu sobrino. —


 


El castaño pasó saliva con dificultad y observó las señas que le hacía Namjoon desde atrás de la mami enojona.


 


—¡C-claro que conozco su rutina! E-es que parecía ser mucho más... —


 


Namjoon hizo como si nada en cuanto su esposo volteó a verlo, este último entrecerrando los ojos con sospecha.


 


—Bien... —Murmuró.—Cuiden muy bien de mí bebé, cualquier cosa pueden preguntarle a mí lindo esposo. — El alto de cabello rosado dejó un meloso beso en la mejilla del rubio a quién tenía por esposo. Todos los demás se aguantaron las ganas de reír; es obvio que Namjoon aún no sabe siquiera cambiar un pañal. —¡Nos vemos en siete días! —


 


Y salió en cuanto llegó el taxi para llevarlo quien sabe a donde.


 


Todos en la sala soltaron un suspiro profundo.


 


—¿Realmente nadie sabe a dónde se fue? —Preguntó Yoongi. No es algo que le importe, pero la curiosidad le puede. Todos niegan y lo miran raro. —Yo creo que se fue al Caribe con algún latino y nos dejó al mocoso y a su esposo para mantenerlos. —


 


—¡Hey! —Se quejó Namjoon. —Yo aporto más del cincuenta porciento aquí. —


 


—Seguro se fue de viaje a Europa con ese Ken. —Le echó leña al fuego Hoseok. Es es simplemente un placer molestar al esposo del dueño de la casa.


 


A pesar de que Namjoon se quejaba, nadie parecía hacerle caso y era mucho más importante debatir sobre a dónde y con quién se había ido su Jin-hyung.


 


El lloriqueo a través del monitor del bebé les puso los pelos de punta a todos.


 


Bien, que empiece el juego.


 


 


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