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TU, MI ALMA GEMELA. por Loraine Ishmouth

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Notas del capitulo:

Hoooooola!!!!

que largo que se me ha ido el tiempo ¿no? jejejej, lamento muchisimo la tardanza con el capitulo, pero lentamente lo he estado escribiendo. 

en este capitulo nos centraremos mas en los encuentros entre las parejas que en el desarrollo de su relacion.

¿por que?

bueno, eso es porque si a ti te tienen secuestrado y torturado, no has sanado mental ni fisicamente y te encuentras a tu alma gemela, no hay un desarrollo de relacion si no que habria  como una especie de idolatria. algo así como que llegó su "salvador" 

el proximo capitulo (y el final de esta historia) si se centrara en como se desarrollaron sus relaciones cuando ya se han curado y han convivido tranquilamente. 

de una ve advierto que no concordará con el resto de la historia. ya que la tension y la tortura habrá desaparecido, pienso que estaría bien algo de humor, picardia y (yaoi) si eso no les agrada, pueden hacermelo saber en los comentarios, pues el proximo capitulo podria ser considerado un extra.

bueno, quiero agradecerles a todas su apoyo, sin ustedes esto seria aburrido y ya lo hubiera dejado, sus comentarios alentadores y sus visitas son increibles y las quiero y los quiero mucho a todos!

gracias y a leer.

El mar se puso dorado y todo el mundo sabía lo que significaba.

El otro señor demonio salió sonriente, como si fuera una estrella de la música ante su público. Tronó los dedos y los primeros desafortunados soldados que se cruzaron en el camino de sus lanzas de oro cayeron inmediatamente muertos.

Un hombre al azar emitió un grito de dolor.  Sus entrañas comenzaron a derretirse volviéndose un rio apestoso de fluidos.

Luego otro y otro.

¿¡Dos señores demonios!?

¡Que el orden los ampare!

- no era nuestra intención involucrarnos en esta batalla- Tesoro dijo con seriedad – pero ha terminado y hemos venido a detenerlos.

Aquellas muertes eran una promesa aterradora para aquellos que aun deseaban seguir peleando.

- todos los marines y perros del gobierno mundial- el segundo señor demonio dijo sonando jovialmente amenazante– salgan de esta isla ahora. Todo lo que hay en ella es nuestro.

Sabían muy bien que se referían a los prisioneros en que habían escapado y actualmente se refugiaban en los bosques así como a los desafortunados sujetos de pruebas que estaban congelados en esos gigantescos bloques de hielo.

Los marines miraron a Sengoku. Ninguno de ellos quería seguir peleando, pero si no daba la orden de retirada…

- vámonos- el arcángel dijo- vámonos ahora.

Todo el mundo suspiro de alivio y los pocos barcos marines comenzaron a llenarse con los supervivientes del exterminio. Finalmente la isla quedó llena solo con las criaturas demoniacas y mágicas que tenían asuntos en la isla.

La princesa serpiente se levantó en toda su gloria dirigiendo a sus guerreras a los bosques para rescatar a los prisioneros escondidos de los enemigos y las bestias salvajes. Las sirenas se asomaron por encima del agua, escalando hasta unos metros en la playa, sin importar su estado vulnerable en la tierra ya que se encontraban rodeados de aliados.

Esta vez. Su canción era de celebración. Ninguna criatura se sentía atraída hacia el agua, nada más relajándose ante el suave ritmo que la música que sanaba sus corazones cansados.

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Un lastimado hombre lobo herido camino cojeando hasta la sala más profunda, sellada detrás de una puerta negra ahora rota, donde un dragón azul se arrodillaba frente a una estatua de hielo de una mujer elegante que se descongelaba poco a poco.

- había usado mi magia para descongelar al niño en el andamio- confeso- por lo cual  me quedan pocas reservas. Tendrás que esperar que mi dama despierte si quieres obtener lo que es tuyo.

Luffy se transformó en humano y asintió.

- te lo agradezco, Franky- sonrió- por fin esta pesadilla se ha terminado.

El dragón asintió, sentándose en el suelo. Su ropa consistía en una relajada camisa hawaiana y una tanga roja.

Luffy olfateo las estatuas hasta que encontró la que buscaba.

Una figura endeble de un niño.

Su cuerpo ardió en la ira y las ganas de realizar la persecución contra sus verdugos, pero se detuvo a tiempo. Todo había terminado y aunque no de la manera en que él hubiera querido (aplastando y exterminando por completo a sus enemigos) ya no había nada más que hacer.

La estatua pertenecía a su alma gemela.

Un niño joven, con un gorro de felpa sobre su cabeza. No podía distinguir el color de su pelo o de su piel al haber sido convertido en una pieza de hielo semitransparente, pero lo que fuera, seria hermoso.

Tenía que llevarlo lejos de ahí. Protegerlo por siempre en su manada, proporcionarle una buena comida y un lugar acogedor donde dormir.

Un pequeño “crack” le llamó la atención y vio como la bruja terminaba de descongelarse, dando un pequeño respiro y mirando al dragón frente a ella con una suave sonrisa.

- buenas tardes, preciosa- dijo Franky- perdona la tardanza-

La sonrisa que le dio a la mujer era triste, y hablaba de años y años de búsqueda y desesperación, tal como todos los demás.

- justo a tiempo, mi dragón- dijo ella acariciando con su dedo índice la mandíbula  y ahuecando con su pulgar la mejilla- ¿Cómo ha terminado la batalla?

- interrumpida- respondió Luffy ya que Franky no había estado ahí para ver el final- el orden ha detenido la frenta.

-oh… ya veo- la mujer le agradeció- ¿buscas a alguien, también?

- mi alma gemela, es el. Fue congelado en la forma de un niño  hace mucho, mucho tiempo.

- permíteme ayudarte.

La mujer comenzó sus oraciones místicas, mientras las demás estatuas de hielo crujían y se descongelaban rápidamente. Pronto llegarían los demás y Luffy necesitaba algo de tiempo mientras nerviosamente se transformaba en un lobo.

Se echó a los pies del niño, dejando que su cuerpo cansado cayera sobre su felpuda piel.  El cabello del niño era negro con un extraño brillo azulado y su piel era morena. Ni bien abrió los ojos, pudo deleitarse con el bello color dorado de sus pupilas.

Solo quería protegerlo.

Sabía que era descuidado y que normalmente no le daba tres vueltas a nada, pero ahora, rodeado del hedor de la sangre y la muerte, su único deseo era defender esa vida por siempre.

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Marco caminó hacia Garp a paso lento y cansado. Había perdido el control y casi lo había echado todo a perder. Su cuerpo y mente estaban en un frenesí entre la calma y la destrucción y solo quería… solo quería que todo terminara.

En su muy larga vida nunca se había sentido tan cansado.

Su propio descuido casi había llevado a la muerte a su alma gemela, a la única cosa que realmente le importaba de entre todo lo existente. El momento para ver finalmente de frente a Ace.

Podía sentir atrás de él la mirada insistente de Tesoro y de Satch  y sabía que las cosas con ellos serían difíciles una vez todo volviera a la normalidad. Pero le valía muy poco.

Extendió la mano hacia el anciano, donde acunaba el cuerpo descongelado de su alma gemela. Un poco, muy poco realmente de su magia demoniaca se dirigió hacia él, curando esas heridas molestas que podía observar y regresándole algo de energía para que pudiera despertar.

Se arrodilló ante el niño.

Ace parpadeo dolorosamente, tratando de acostumbrarse al brillo suave del sol y sentir el aire fresco inundando sus pulmones. Se levantó poco a poco, sorprendido por la presencia del abuelo, que susurraba una y otra vez disculpas.

Los restos de la batalla inundaron su visión y se dio cuenta de la enorme masacre. Los cuerpos ya habían sido limpiados con magia y fuego, pero el área, llena de destrucción y desprovista de vida era más que suficiente para demostrarle lo que había pasado.

- abuelo…- susurro mientras pasaba una mano por los hombros del viejo hombre y lo abrazaba

Garp se mordió el labio pero respondió suavemente el abrazo. La culpa por haber estado trabajando para quien había hecho esto a su propia sangre le carcomía las entrañas. El aun creía que lo correcto era que los demonios se quedaran siempre ocultos en lo profundo de la oscuridad de la tierra, pero, mirando los resultados a su alrededor, donde podía ver a todos encontrándose con sus preciadas almas gemelas en medio de llantos y dolor, le hacía pensar.

¿Quién mantendría a esas criaturas a raya, si no eran ellos? Habían ido tan lejos en el mundo humano como nunca antes, debido a que habían sido arrebatados de su otra parte.

Ayudo a su nieto a levantarse, dejándolo tomar un vistazo de quien se encontraba frente a ellos, observando en silencio su despertar. El adolescente abrió sus ojos con sorpresa comenzando a respirar de forma acelerada.

La ansiedad, el desconcierto, la felicidad, todos esos sentimientos le inundaban el corazón y la cabeza. Con inseguridad, se levantó separándose de su abuelo (que inmediatamente retrocedió hasta desaparecer entre algunos escombros y marcharse) y se acercó lentamente hacia el ser arrodillado suavemente ante él.

- lo lamento- dijo Marco, inclinándose hasta tomar una de las maltratadas manos de Ace para besar sus nudillos- lamento tanto lo que has tenido que sufrir.

- gracias por venir por mí- el niño avanzó a paso decidió y le abrazó.

Las almas gemelas no sienten amor a primera vista. Lo que sienten, es una forma de ser completados, como si siempre hubiese faltado algo en su persona, un espacio vacío que se llena cuando se encuentran. La evolución en su relación es diferente para cada caso y puede terminar desde una relación romántica a una relación amistosa de apoyo, una especie de relación platónica. Algunos de ellos no sienten ni siquiera  la necesidad de permanecer juntos.

 Marco se levantó del suelo comenzando a caminar con él. Ace miró que su abuelo había desaparecido.

- no es necesario, los veras después, te llevaré conmigo. Estarás seguro -

- estas muy lastimado ¿seguro que estas bien?- Ace pregunto y recibió una sonrisa por parte del demonio-

- no te preocupes por mí, Ace. Estaré bien muy pronto.

Ace protestó un poco avergonzado cuando le cargo en brazos, sin embargo se rindió en su protesta al poco tiempo, dejando que el cansancio reclamara su cuerpo y con un ademan a los líderes de las demás razas, Marco desapareció.

Todo el mundo sabía que la alianza había terminado, cada quien se retiraría y volvería a su patria, con su gente, habiendo ganado la lucha.  Probablemente, una unión como aquella nunca volvería a darse.

No es que le importara, realmente.

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Zoro aterrizó junto a la playa, en su espalda, los bultos inmóviles de Sanji y el otro chico rubio. Las sirenas en la playa ni se inmutaron, y un gyojin (Fisher Tiger si no recordaba mal) se acercó a paso decidido, sintiendo al chico en su espalda.

- entregádnoslo, por favor, dragón.

Zoro no tenía ninguna intención de pelear o mantener una carga que no le pertenecía. Con tranquilidad se agachó, dejando que su lomo estuviera a nivel de los brazos de Tiger que con cuidado ayudó al chico cubierto con una capa raída a ponerse de pie y cojear hasta la playa con los demás.

Luego de eso el dragón verde alzó vuelo y se marchó.

Una vez se hubo alzado por encima de las nubes, un movimiento inquieto llamó su atención, Sanji, su alma gemela, se movía tímidamente por su lomo tratando de asomarse y mirar el paisaje diminuto y los túmulos de nubes.

Puedes hacerlo, no te dejaré caer.

El vampiro le miró con tranquilidad, acariciando sus escamas. No debería ser capaz de sentir nada puesto que la dureza de su piel le hace insensible a muchas cosas, pero ahora podía sentir un suave y cálido toque recorriendo su casi impenetrable piel.

- aun no puedo creer que estés aquí… que yo esté aquí- Sanji dijo, señalando el cielo- desde que mi familia me abandonó en esa isla yo sabía que no debía tener ninguna esperanza.

Zoro sabe que más tarde escuchará la historia completa. El rubio solo quiere estar relajado, recostado en las escamas de su espalda, sintiendo como el viento le acaricia el pelo.

- Mihawk el rey dragón me ha dado refugio en su castillo- dijo Zoro- ahí es a donde iremos. Por supuesto, primero debemos ir a por él…

-¿mm?

Sanji asiente y da un suave beso a la espalda de Zoro antes de quedarse dormido. El dragón siente que se derrite, pero no lo admitirá.

Zoro no quiere explicar que seguir al dragón dorado es su única forma de llegar al castillo.

 

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El agua le rodea por todas partes, azul sin fin nubla su visión y Sabo se da cuenta de que no se está ahogando. Alguien lo lleva en su espalda, la piel de la criatura es roja y hay un abundante pelo negro sobre su cabeza, flotando en ondulaciones extrañas con la fuerza del agua.

Su único ojo funcional le permite ver solo una limitada parte de lo que hay a su alrededor y como es de esperar, siente ansiedad sobre lo que oculta el otro lado de su rostro.

La marca en su mano brilla con una tenue luz naranja y sabe que su alma gemela está cerca, si no es que va nadando detrás de él. Él sabe que la persona que lo lleva en brazos  no es ni de cerca su otra mitad, pero siente que hay una aceptación de esta persona también.

Deja salir burbujas con su aliento. Las  ve flotar hacia una superficie que por ahora se encuentra fuera de su alcance y sabe que se dirigen a la ciudad marina gyojin. La magia que le permite respirar bajo el agua es sencilla y si él hubiera tenido la oportunidad de estudiar mejor, pues en su aislamiento, solo tenía acceso a lo que pudiera robar de los guardias y lo que descubriera por sí mismo, hubiera podido hacerlo mejor. Sin embargo Estaba agradecido con todo su corazón.

Sabía todo sobre las sirenas y tritones.

Monstruos, comedores de hombres, criaturas parasitarias que habían crecido desde tiempos inmemorables aferrados a las profundidades del océano, como las únicas criaturas inteligentes ahí. Con todo un océano para expandirse y conquistar.

A él no le importaba nada de eso. Había llegado a una conciliación hacia años, cuando descubrió lo que era su alma gemela, y supo que no le importaría. Ellos eran magníficos, tenían sus propias necesidades y ¿Quién era Sabo para juzgarlos?´

Una cara hermosísima entró en su campo de visión. Su cabello naranja corto y sus profundos ojos azules eran sus características más llamativas, no estaba hablando, estaba cantado.

Cantando para Sabo.

Era dulce, reconfortante y sabía que no estaba convirtiéndose en una presa. Estaba a salvo y por siempre permanecería junto a la hermosa sirena que lo arrullaba con canciones mientras viajaba en la espalda del enorme gyojin.

Ni siquiera supo en qué momento se quedó dormido de nuevo.

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Monkey D. Luffy miró insistentemente al rey dragón que se paraba frente a él y a su alma gemela, Law.

A pesar de haber sido congelado en la forma de un niño por muchísimos años, no estaba nada cerca de ser ingenuo o desinformado. Sabía lo que había pasado a su familia, sabía lo que el gobierno mundial había hecho mediante teorías que hizo mientras era transportado a la isla y antes de ser congelado. No había acertado al 100%, pero había estado muy cerca y Luffy no podía sino mirar boquiabierto la voluntad de sobrevivir en esos ojos dorados.

Por el contrario a ellos, Mihawk se veía como si fuera a caer muerto en cualquier instante. Su rostro estaba lleno de purpura y negro y su camisa no era más que un harapo manchado de rojo, mientras se sostenía los intestinos para que no salieran. Si no fuera un dragón, hacia bastante que debía haber muerto.

-¡¿Qué es lo que buscas, eh?!- Luffy gruñó, obviamente a la defensiva. Mihawk podía estar casi muerto, pero no era ni de lejos alguien que debía ser tomado a la ligera.

- quiero una audiencia con tu compañero.

El lobo fue parado en sus pistas, como un siervo que atrapan con los faros de un coche. Pudo escuchar una burla a su expresión de su pequeño compañero.

-¿realmente pensabas que iba a pelear conmigo, mugiwara-ya?- el niño dijo, acariciando lo que podía alcanzar del enorme cuerpo de Luffy- nunca he conocido al rey de los dragones, pero no creo que me mate así no más, sin yo haberle retado primero.

Ambos compañeros miraron al dragón, expectantes.

- ahora mismo me temo que no puedo inclinarme sin que mis intestinos salgan de mi estómago, pero estoy aquí para hacerte una humilde suplica.

-¿Qué sería, dragón-ya?

- no me importa el tiempo que tenga que esperar, ni lo que quieras pedir a cambio, pero te suplico con humildad tu ayuda. La ayuda de tu magia única.

- lo sabía- dice Law, y lo único que piensa Luffy es que un niño no debería tener esa expresión tan oscura- usarme, eso es lo que quieres.

- quiero usarte, no lo negaré, necesito tu poder. Pero te estoy ofreciendo un trato justo.

Al menos era honesto, pensó Luffy.

-¿y si me niego?

- no te obligaré, pero insistiré en ello por el tiempo que vivas o que yo viva.

Luffy observo a Torao analizar la situación y con suavidad revolvió el cabello de Law con su hocico.

- vuelve a vernos en 10 años. Tal vez entonces te ayude, por un precio, claro.

- eso es más que suficiente para mí. Te estoy agradecido.

Justo cuando dijo eso, otro enorme dragón verde aterrizó junto a ellos.

- no necesitaba tu ayuda, Roronoa-

- ¡hey  anciano! parece que vas a dar tu último aliento en cualquier momento. ¡Claro que necesitas la ayuda de Zoro!- un vampiro rubio sobre el lomo del dragón, gritó.

- siempre sospeché que tu alma gemela sería igual de grosera- el dragón suspiró-

Zoro dejó que Mihawk subiera a su lomo antes de salir volando.

Law y Luffy los miraron hasta desaparecer entre las nubes.

- bueno, ¿vamos a casa, Torao?- sonrió el hombre lobo-

- ¿casa?... suena como un buen lugar- el niño asintió- quiero ir sobre tu lomo.

-¡todo lo que quieras! Shishishishi

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Franky y Robin se despidieron de Luffy y Law mientras los vieron partir. El niño podía ser un poco espeluznante pero era agradable verlo montar suavemente el lomo del lobo, como si no hubiera otra cosa en el mundo que quisiera hacer.

-¿A dónde quieres ir ahora, Robin?- Franky preguntó, aun impresionado de la belleza y elegancia de Robin.

- me gustaría reconstruir esta isla- ella dijo, pensativa- construir un lugar adecuado para el descanso de mis camaradas y plantar una nueva semilla del árbol del mundo.

- estoy a tu lado princesa, en lo que quieras hacer.

- lo sé, ahora vamos.

- ¿A dónde, nena?

- vamos a cualquier isla cercana, tomaremos un baño y luego a la cama. No precisamente a dormir.

-¡súper!

La guerra había terminado y el mundo como se conocía cambiaria. El gobierno mundial perdería mucho apoyo, las islas se independizarían, revoluciones aparecerían por todo el mapa.

Sin embargo, pasarían algunos años antes de que pudiera considerarse todo resuelto, pero eso no importaba ya. Su principal objetivo estaba completo y cualquiera que se atreviera a intentarlo de nuevo, no se le permitiría vivir ni un minuto más.

Pasaría un tiempo antes de que los amigos pudieran reencontrase de nuevo, sin embargo.

 

 

 

Notas finales:

esto puede contarse como el final de la historia, (sin la parte xxx que será en el proximo capitulo) ya que quedaria como un bl.

el extra sera desarrollado cuando ya todos esten bien. espero que eso no les moleste.

robin es un poco atrevida ¿no? jejejej pues ella es una adulta hecha y derecha, asi que el libido cuenta XD

bueno espero que les haya gustado.

¿me meresco un review?

bye bye! 


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