Cuando llegaron, lo primero que hicieron fue emocionarse al ver la hermosa naturaleza que los rodeaba. Las bellas montaneas, el rio, el aire fresco y muchísimas piedras llenas de minerales. Los profesores les iban contando durante todo el camino lo muy cuidadosos que eran las personas que vivían por ese pueblo con el agua y lo mucho que dependían de la agricultura.
Al bajar del micro, lo primero que debían hacer era bajar los equipajes y las cajas con comida y demás cosas para llevarlas a la casa donde se hospedarían. Luego de llevar todas las cosas, la dueña del lugar les conto un poco de la historia de la casa, del pueblo y sobre la provincia en general.
Después de la charla, colocaron a chicas y chicos por separado para luego hacer que estos se separan en grupos de diez para cada habitación. Todo estaba yendo muy rápido, tanto que no le había dado tiempo de hablar con su hermana o Adrián. Luego de colocar todas las valijas en sus correspondientes habitaciones y conocerse con sus demás compañeros, los profesores llamaron a los alumnos a el comedor.
Los hicieron presentarse ante todos mencionando sus nombres y luego los profesores hicieron cuatro grupos de doce. Adrián le toco estar junto a Cecilia, a Laura le toco estar junto con otras personas que no conocía, y para su propia desgracia, a él le había tocado estar junto con Aldana. “Dios ¿Por qué me odias tanto?”
Era de suponerse que al final los profesores harían que cada grupo hicieran una tarea distinta, tales como ayudar a limpiar, cocinar, entre otras más. Por suerte la diva de Aldana no lo molestaba, era algo que agradecía bastante. Lo primero que hicieron fue bañarse, obviamente las chicas se tomaron muchísimo más tiempo en terminar de hacerlo, sobre todo porque había más chicas que chicos en el viaje.
Por otra parte, tuvieron como una hora donde pudieron tomarse el tiempo de ver el rio y buscar piedras. Estaba junto con Cecilia y Adrián durante ese tiempo.
- Yo no me voy de aquí sin encontrar una. – Hablo Cecilia mientras caminaba sobre las piedras, observando con suma atención el suelo, tratando de buscar algo en específico.
- ¿De qué hablas? – Le pregunto Adrián, quien también estaba recolectando alguna que otra piedra que tuviera una mezcla interesante de colores o, mejor dicho, minerales.
- Una piedra en forma de corazón, debe de haber una y la quiero. – Respondió y luego suspiro. - ¿No sería romántico que tu amado te regale una? –
- ¿Amado? – Pregunto Daniel un poco molesto, era un hermano mayor celoso y no se molestaba en ocultarlo. Cecilia se rio nerviosa y hablo.
- Solo digo, no es como si realmente esperara eso. – Tras decir eso miro el cielo por unos momentos. - Este lugar debe ser un lugar romántico en general, creo que sería muy hermoso una confesión de amor bajo la luna y sus estrellas, al lado del rio. ¿No sería bello? – Cecilia soltó una pequeña risa y Adrián aparto la mirada.
- Pues, seria lindo una atmosfera así y no como la de ahora donde está todo húmedo, casi no hay sol y parece que volverá a llover en la noche. – Comento al ver la cantidad de nubes que había en el cielo. Hacia tanto frio que los tres estaban bastante abrigados con suéteres, Daniel se arrepintió un poco de haber agregado más ropa de verano en su valija que ropa de invierno.
- ¿Aquí hay alguien del grupo b? Necesitamos que vayan al comedor a ayudar en la cocina. – Escucharon a una chica que se encontraba a tan solo cinco metros de distancia preguntándole a ellos. Daniel suspiro y levanto la mano.
- ¡Voy! – Le contesto. - Los dejo, nada de caerse al rio ¿sí? –
- No somos tan tontos ¿Sabes? – Le hablo Cecilia un poco ofendida y luego Daniel levanto una ceja, sin poder creer lo que decía su hermana. - Bueno, si lo somos, pero no tanto. –
- Bien, bien, confió en ustedes. – Fue lo último que les dijo Daniel antes de retirarse de allí.
*-*-*-*
- ¿Qué diablos pasa contigo? – Le pregunto Adrián entre avergonzado y molesto.
- No me digas que en serio querías confesarte en ese tipo de escena ¿verdad? – El silencio incomodo de Adrián lo había dicho todo, realmente tenía en mente confesarle sus sentimientos a Daniel en ese tipo de escenario romántico.
Era definitivo, Adrián no volvería a casa hasta no haberle confesado sus sentimientos a Daniel en ese lugar, era su oportunidad de oro. No iba a seguir ocultando lo que ya era bastante obvio, quería hacerle saber a Daniel que lo quería más allá de una simple amistad, que lo quería solo para él en el sentido más romántico posible.
- ¿Es muy típico de manga BL? – Pregunto un poco avergonzado.
- No, lo típico de manga BL sería que violaras a Daniel en los baños mientras le dices tus sentimientos. – Contesto como si nada, haciendo que Adrián se pusiera nervioso.
- ¡Eso no es nada romántico ni mucho menos bueno! –
- Oye, no es mi culpa que la mayoría de historias BL sean así. – Hizo una pausa y luego rio. - Como sea, te ayudare en todo lo posible. –
- Gracias. – Ambos se rieron y chocaron sus puños como buenos amigos que eran. Adrián estaba feliz de tener el apoyo de Cecilia durante todo ese tiempo.
Durante ese primer día no hicieron la gran cosa. Comieron, hicieron alguna que otra actividad en grupo luego de haber terminado de comer. Todo podría haber ido relativamente bien, de no ser porque Daniel se la pasaba riendo al lado de otro chico que era compañero suyo de grupo.
Y lo peor de todo, fue que los hicieron hacer cierta actividad donde cada uno tenía que juntar parte de su cuerpo con la del otro que les toco según la tarjera, tener dicha tarjeta ente ambas extremidades y no soltarse ni moverse para que esta no se cayera. Estaba de más decir que se murió de celos cuando a ese chico le toco pegar su mentón a la espalda de Daniel.
Todos se reían y hacían chiste de gay, mientras que Adrián no podía evitar estar bastante molesto. Y la molestia aumento cuando les toco a ambos tener juntar mano con mano. “¡No es justo!” Pensó en sus adentros mientras seguía mirado la escena con rabia.
Llego a pensar que lo que paso en el comedor solo pasaría esa vez, pero incluso cuando terminaron de hacer las actividades, ellos se fueron juntos conversando y riendo hacia la habitación, mientras que Adrián se quedó con su grupo lavando los cubiertos, ollas y platos que usaron en la cena. “Esto no está saliendo como esperaba.”
Al siguiente día, las cosas estaban casi igual. En la mañana fueron a una bodega de vinos donde les contaba la historia del lugar, la preparación de los mismos y luego compraron un par de botellas que, obviamente, no los dejarían abrirlas durante todo el viaje. La hora del almuerzo les toco a su grupo ayudar a la cocina y al de Laura limpiar los cubiertos.
El profesor les había dicho que harían algunas actividades durante la tarde. Razón por la cual tuvo muy poco tiempo para estar con Daniel, sobre todo porque no lo había encontrado durante todo ese momento de descanso.
La actividad que harían esa tarde en grupos, seria de buscar a los profesores para que les dieran las letras que formaban el nombre del lugar en orden y hacer las prendas que les pedían los mismo para obtenerlas. Las prendas eran cosas como cantar alguna canción conocida, bailar, actuar una mini parte de algo, hacer ruidos de animales entre otras. Sin embargo, la última prenda.
- Dos integrantes del grupo, uno femenino y otro masculino, deberán vestirse como si fueran del sexo opuesto. – Termino de leer la tarjeta una de las chicas del grupo.
- ¡Yo y Adrián lo haremos! – Hablo Cecilia muy emocionada, dejando a Adrián confundido.
- ¿Qué? ¿Qué yo que? -
- ¡Perfecto! Nosotras te vestiremos Adrián. – Hablaron las tres chicas del grupo tomando a Adrián del brazo para comenzar a arrástralo.
- Yo iré a la habitación de los chicos a buscar la ropa de mi hermano para usarla y me cambiare en el baño, no creo que le moleste. – Hablo Cecilia mientras comenzaba a correr hacia la habitación de los hombres.
- ¡Vamos, rápido! – Comentaron las chicas que arrastraban a Adrián a su habitación.
Al entrar a la habitación, la más grande de todas las chicas les presto un vestido azul que era al cuerpo y unos zapatos negros. La más bajita le presto un collar y la última lo estuvo maquillando, desde delineador hasta lápiz labial. Obviamente tuvo que cambiarse de ropa en tiempo record para llegar a tiempo, ya que era cuestión de que grupo llegara primero.
Ni bien terminaron de cambiarse tanto Cecilia como Adrián, salieron corriendo con los demás integrantes de su grupo hasta la orilla del rio donde se tenían que encontrar. Incluso los demás grupos estaban corriendo a la par con ellos. Los primeros en llegar fueron el grupo A.
- Bien chicos, es hora de la verdad. Ahora nos toca a nosotros los profesores decidir quiénes fueron los mejores vestidos de los cuatro grupos. – Hablo el profesor principal encargado del viaje.
Cecilia literalmente se parecía bastante a su hermano. Se había colocado una de las bermudas beige de Daniel, sus zapatos marrones, una camiseta roja, tenía puesto el collar de lobo de su hermano y se había atado el cabello con una colita baja, la cual oculto por debajo de la camiseta, simulando así que realmente tenía cabello corto.
Adrián cruzo su mirada con la de Daniel por unos momentos, y noto como este tapaba su cara. “¿Qué? ¿Por qué hizo eso? ¿Acaso le doy vergüenza por estar vestido así?”
- Bueno, todos los profesores calificamos a nuestras bellas y bellos alumnos tras ver el esmero que pusieron en sus disfraces y decidimos que todos se ven geniales. – Comenzó a hablar una de las profesoras, la cual parecía un esqueleto con piel. - Pero, la pareja ganadora sin duda es Cecilia y Adrián. –
- ¡Si! – Gritaron ambos de la emoción, junto con su grupo que los abrazo a ambos por ganar. Ganaron aplausos por todos los alumnos y profesores.
- Muy bien, ahora posen todos para las fotos. – Les hablo el profesor a todas las parejas que se travistieron.
Tras sacar la foto, algunos chicos comenzaron a sacarse fotos con sus compañeros vestidos de esa forma.
- Debo admitir que vestida así te pareces un poco a Daniel. – Le hablo Laura a Cecilia.
- ¿Y a ti que te paso Laura? Parece que eres un Brayan cualquiera. – Le hablo Cecilia entre risas. Laura estaba vestida con la típica ropa deportiva de hombre de un club de futbol, la cual le quedaba muy grande, unas zapatillas blancas y una gorra negra.
- Vuelve a decir eso y saco la navaja. – Le amenazo en broma. Por otra parte, Adrián se acercó a Daniel para hablar con él.
- Daniel… - Al llamarlo por su nombre este lo observo. - ¿Me veo bonita? – Le pregunto un tanto tímido. Daniel se avergonzó un poco y desvió la mirada.
- Si… supongo que te ves muy linda. – Adrián sonrió y se emocionó tanto por su respuesta que al ínstate salto hacia Daniel para abrazarlo. - ¡Hey! ¿Qué haces? – Le pregunto Daniel un poco nervioso.
- Solo te daré un beso en la mejilla como toda chica linda que soy. – Se acercó peligrosamente hacia su mejilla para besarlo.
- ¡No lo hagas! – Ni bien Adrián lo beso, ambos chicos sintieron el flash de la cámara. Al instante ambos observaron a Laura con celular en mano, apuntando a ambos chicos. - ¿Sacaron una foto? ¡Bórrenla ahora mismo! –
- ¿Por qué? Si se ven tan lindos. – Hablo Cecilia.
- ¡Por supuesto que no! – Respondió Daniel mientras trataba de sacarse con la mano el labial que le dejo Adrián en la mejilla.
“Nota mental: Recordar pedirle la foto a Laura más tarde.” Pensó y luego soltó una pequeña risa, definitivamente se divertiría lo más que podía en ese viaje.
Continuara…