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Razonamiento Equivocado por kina_chan

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Ese día, fue muy tranquilo, hicieron varias actividades y juegos, todo se sacaban fotos, fueron al centro del pueblo para hacer un recorrido en una reserva de vinos, donde, por razones obvias, no les permitieron beber ni una sola gota de nada, aunque pudieron comprar varios recuerdos. También tuvieron señal para comunicarse con sus parientes y hablarles un poco sobre como la estaban pasando, al parecer su pequeña hermanita quería que le llevara algo dulce de allí.


Esa noche los hicieron hacer juegos nocturnos en grupos, paseando por todo el amplio lugar donde se hospedaban con linternas. La noche era preciosa, se podía apreciar la gran cantidad de estrellas que había en el cielo, no como en la cuidad, donde apenas si se veían algunas.


“Es mi oportunidad.” Pensó, al ver como todos los grupos y profesores se sentaban a un lado del rio para ver las estrellas en silencio. Los profesores les pidieron que apagaran las linternas, que no hablar y que, si prestaban atención, hasta podían ver estrellas fugaces. Adrián observo atentamente el cielo. Justo en ese momento vio pasar una y pidió un deseo. “Deseo que Daniel acepte mi amor hacia él.”


Estaba decidido, sin importar qué, aprovecharía esa noche a decirle la verdad a Daniel. Estuvo esperando pacientemente mientras miraba el cielo hasta tener la oportunidad de estar a solas con él. Durante ese tiempo, se dedicó a tranquilizarse un poco, estaba un poco nerviosos y sentía que en cualquier momento su corazón estallaría.


Luego de una media horas después, los profesores comenzaron a decirles a todos los chicos que, si querían, ya podían irse a los baños una vez más y luego que fueran a dormir, para el día siguiente, poder comenzar temprano con las actividades. Adrián observo a Daniel, él estaba a punto de irse junto con el resto. En ese momento, Adrián se levantó del suelo en donde se encontraba y camino hacia Daniel lo más rápido posible para tomarlo del brazo y detenerlo.


- Dani… - Lo llamo por su nombre para poder llamar su atención, haciendo que Daniel lo observara un tanto confundido. - ¿Puedes quedarte un rato más contigo? Quiero decirte algo importante a solas. –


- Bueno. – Le respondió. No había ni una sola luz encendida en ese momento, por lo que Adrián agradeció, ya que su cara debía verse completamente roja, o al menos él lo sentía así, por lo muy cálidas que se encontraban.


- Buena suerte. – Escucho a Cecilia susurrarle al pasar por al lado suyo junto Laura para luego ver como ambas se iban de allí.


Esperaron pacientemente a que todos los alumnos se fueran a los baños, y hasta que los profesores se alejaran un poco, obviamente, estaban cerca, porque no podían dejarlos ser tan libres de noche, pero al menos tendrían como máximo unos quince minutos antes de que los echaran a patadas a dormir.


- Bien, ya no hay nadie. ¿Qué querías decirme? – Le pregunto Daniel. Ambos se encontraban sentados uno al lado del otro, observándose mutuamente.


- Yo solo quería… decirte algo importante, que debí haber dicho hace tiempo. – Adrián tomo un poco de aire, suspiro y luego llevo una de sus manos a la mejilla de Daniel, esta vez lo haría, haría lo que tanto miedo le dio haber hecho antes. Se acercó a su rostro y pego sus labios sobre los de Daniel.


“¡Lo hice!” Pensó orgulloso al ver que tuvo el valor suficiente como para poder besarlo. Al ver que Daniel no se separó ni lo empujo, supo que le estaba correspondiendo. Quito su mano de la mejilla de Daniel y lo abrazo, para luego poder profundizar más el beso, chupando un poco de sus labios, reconociendo su textura, su sabor, su calidez, y siento incluso como Daniel trataba de hacer lo mismo con los suyos.


Cuando finalmente el beso se cortó, hubo un minuto de silencio, donde ambos se quedaron observándose, sin saber que decir. Pero al instante, Adrián pudo calmarse un poco y decir las palabras que debía escuchar Daniel.


- Te amo… - Finalmente, Adrián pudo decirle a Daniel cara a cara lo que realmente sentía por él.


- ¡Chicos! Ya es hora de volver a las habitaciones. ¡Rápido! – Escucharon la voz de uno de los profesores llamándolos a lo lejos.


- ¡Ya vamos! – Le grito para que lo escuchara. - Discúlpame por haberte besado sin permiso. - - ¿Sabes? No es necesario que digas nada ahora, esto quizás sea confuso para ti así que puedes hacerlo en otro momento ¿sí? – Adrián le sonrió, tratando de hablar lo suficientemente relajado para no presionarlo y luego se levantó del suelo, sacudiéndose un poco el pasto que había quedado pegado a su pantalón. - Bien, me voy primero, nos vemos en la habitación. – Tras decir eso, comenzó a caminar muy avergonzado, sin poder creer aun lo que había hecho.


*-*-*-*


La mañana siguiente fue bastante tranquila. Desde muy temprano Adrián se encontraba de buen humor, y al parecer Daniel también lo estaba. Ninguno toco el tema de lo sucedido la noche anterior, ambos estaban tranquilos y cómodos al lado del otro, algo que Adrián agradecía de todo corazón, porque si Daniel llegase a actuar incomodo por lo sucedido, comenzaría a preocuparse el mismo también.


Luego de desayunar, los profesores les hablaron a todos los chicos diciéndoles que en media hora irían a la playa, por lo que debían prepararse bien para meterse a nadar en el rio y llevar protector solar, entre otras cosas más. Todos parecían estar bastante emocionados con esa idea.


Durante el viaje a la playa, todos cantaban y hacían juegos junto a los profesores, riéndose de a ratos con lo que ellos decían. Y cuando llegaron, tuvieron que caminar bastante por las montañas que había, Cecilia parecía bastante feliz, llena de energía, mientras que Daniel parecía buscar alguna que otra piedra que tuviera una mezcla bonita de materiales.


Una vez que llegaron al lugar, los hicieron viajar por catamarán a algunos, y a otros en canoa, todos llevando puestos por si las dudas, el chaleco flotador. Cecilia y Laura fueron una de las pocas quienes fueron en canoa. Disfrutaron de la vista mientras escuchaban como los encargados del viaje en catamarán les contaban un poco sobre la historia del lugar.


Cuando al fin llegaron a la playa, algunos se quitaron el chaleco flotador y se sentaron en la arena a conversar. Otros se metieron en el agua, y otros se pusieron a hacer canotaje en grupos.


- ¡Esta helada! – Se quejó Cecilia al entrar al agua. - Voy a morir de hipotermia aquí. – Hablo mientras seguía caminando, adentrándose un poco más al agua.


- Entonces sal de ahí. – Le hablo Daniel, quien aún no se animaba a entrar al agua.


- No quiero, puedo acostumbrarme a esto. – Y tras decir eso, Cecilia se sentó, y dejo que el agua la cubriera hasta la altura de los hombros.


- Bueno, si ella puede, yo también. – Hablo Adrián, comenzando a adentrarse al agua. - ¡Ay! Tiene razón, esta helada. – Se quejó al sentir el frio, sin embargo, siguió adentrándose más y más al agua.


Laura y Daniel al principio se rieron de ambos por quejarse del agua helada pero aun quedándose en ella de todos modos, aunque al final, ellos también se metieron al agua a disfrutar.


- ¿Esa es una montaña de arena? – Pregunto Adrián señalando la montaña de arena que estaba a unos cuantos metros de distancia de ellos.


- Si, me recuerda al fandom. – Respondió Cecilia.


- ¿A cuál? – Pregunto Laura.


- A todos en los que estoy. -  Respondió con una sonrisa. - Quiero escalarla. Vamos a escalarla, hermano. – Propuso Cecilia acercándose a su hermano.


- ¿Qué? no quiero. –


- Bien, iré sola. –


- Esta bien, iré contigo. – Y tras decir eso, ambos hermanos salieron del agua para luego caminar hacia donde se encontraba la montaña de arena.


- Y entonces… ¿Pudiste confesarte? – Le pregunto Laura mientras nadaban sobre el agua.


- Si, lo hice, incluso lo besé. Ahora solo me queda esperar su respuesta. – Le respondió con una gran sonrisa, estaba tan feliz que sonría como idiota y no le importaba.


- Me alegro por ti, estoy segura que todo estará bien. -Laura sonrió y luego metió su mano en el bolsillo de su short para sacar algo de allí y mostrárselo a Adrián. - Yo hace poco encontré esto en la playa. – A simple vista era una piedra, pero cuando la analizabas con detenimiento, se podía ver que tenía forma de corazón.


- Oh, tiene forma de corazón. – Cuando Adrián intento tocarla, Laura lo golpeo en los dedos y este se quejó.


- No la toques, es para Cecilia, se la regalare cuando volvamos, yo no soy mucho de coleccionar piedras ni nada por el estilo. –


- ¿Piensas confesártele a Cecilia con eso? –


- ¿Qué? ¡No! No tengo pensado hacer tal cosa. – Respondido Laura al instante, sonrojándose un poco y bastante avergonzada.


- Pero ella te… -


- Escucha, agradezco que te interese, pero no es necesario ¿sí? Pero a diferencia de ti, es imposible que Cecilia me vea algo más que su amiga. Soy consciente de ello y lo acepto. Además… yo no la merezco. – Confeso eso ultimo con una expresión seria y luego guardo la piedra en su bolsillo nuevamente. Adrián no entendía a que se refería Laura con eso, pero no quiso seguirle dando más vueltas al asunto, sobre todo porque Laura no parecía querer dar más detalles.


*-*-*-*


Cuando volvieron de la playa, tuvieron una hora en la que tenían que bañarse para luego seguir haciendo actividades en grupo. Obviamente, las chicas fueron los primeros en terminar de bañarse, ya que las chicas, al ser mayoría y tomarse la molestia de lavarse bien el cabello para sacarse toda la arena que tenían, tardarían más.


El profesor le dio una hora libre a los chicos para pasear por donde quieran en el camping donde se hospedaban. Así que Adrián aprovecho eso para buscar a Daniel. A todo eso, comenzó a buscarlo por los alrededores del rio, que era donde la mayoría siempre paseaba.


- ¡Adrián! – Escucho como una voz familiar que reconocía lo llamaba detrás suyo. - Al fin te encuentro, te estaba buscando. –  Al voltear, se encontró con Aldana, quien parecía haber salido de bañarse hace muy poco, porque aún tenía su cabello atado y bastante mojado.


- Oh, hola Aldana. –


- ¿Qué estabas haciendo? –


- Buscando a Daniel, quería hablar con él. ¿No lo has visto? –


- Uh, creo que estaba paseando por ahí con un compañero nuestro. – “Ah, creo que ya sé con quién…” Pensó algo molesto, realmente se ponía muy celoso cuando Daniel estaba junto a alguien más. - Oye, Adrián… ¿Podría pedirte un favor? –


- ¿Si? –


- Acercarte. – Adrián se acercó más a ella, inocentemente, hasta que ella lo tomo del rostro con ambas manos y junto sus labios en un beso. Obviamente, Adrián al darse cuenta de eso, la aparto lo más rápido posible, y estaba de más decir que estaba molesto.


- ¿Por qué hiciste eso? –


- Es una broma no tienes que tomártela en serio. – Respondió ella con una risa nerviosa.


- Con los besos no se juega Aldana. A mí solo me gustaría besar a la persona que quiero de esa manera, no a todo el mundo. – Quizás Adrián sonaba bastante exagerado, hablando como un soñador sobre algo tan simple como un beso. Pero después de haber besado a Daniel, pensaba que sus labios quedaron marcados de por vida, queriendo solo ser juntados con los de su amado Daniel.


- Oh, lo siento, no sabía que te lo tomabas tan en serio a eso. – Se disculpó un tanto preocupada. - Yo también quisiera besar a la persona que amo, pero mi ex termino conmigo hace bastante dejándome por otra y ya no me importa realmente besar o no a alguien más con sin sentimientos. –


- Esta bien, no te preocupes, pero no lo vuelvas a hacer, podría ser muy molesto para otros después. – Aldana se veía bastante arrepentida por lo que hizo, así que Adrián decidió no guardarle rencor alguno, perdonándola. Después de todo, lo que había hecho no era nada grave.


- Si, lo siento, no lo volveré a hacer. – Ella le sonrió y luego miro su el reloj de su muñeca. - Al rato nos vemos, ya casi es hora de que mi grupo haga la actividad que nos asignaron, nos vemos luego. – Fue lo último que ella dijo antes de irse. Adrián suspiro y decidió volver a su habitación. “Supongo que tendré que esperar hasta después de la cena para hablar con Daniel.”


*-*-*-*


Daniel estaba tan feliz y de buen humor tras lo sucedido la noche anterior, que no podía ocultar su gran sonrisa. Era tanta su emoción, que Lionel, su compañero de equipo, cada tanto se reía de él cuando lo veía distraído.


- Si vas a estar en las nubes todo el tiempo… ¿Me das tu pastel de papa? Porque se está enfriando. – Al lado suyo se encontraba sentado Lionel Echegaray. El chico era alto, media 1.80, piel blanca, cabello un poco largo de color negro, ojos de color verde. El chico llevaba puesta una camiseta azul oscura y una bermuda de color verde militar.


- Ya deja de molestarme. – Le respondió fingiendo estar molesto para luego reírse. Daniel tenía que admitir algo, y es que, en esos últimos días, y es que ahora se veía más sociable que antes, ya no tan cerrado como siempre a todas las personas que lo rodeaban. Con Lionel agarro confianza al ver que este también tenía algunos gustos frikis sobre videojuegos como él, por lo que le parecía entretenido hacer chistes sobre algunas escenas memorables de videojuegos.


Por unos momentos, Daniel busco a Adrián con la mirada, este estaba sentado en una mesa un poco lejos de la suya propia, este no lo vio porque se encontraba hablando con sus compañeros, pero Daniel estaba feliz de verlo. “Debo decirle que yo también lo amo, esta noche se lo diré.” Si había algo que no podía negar, es que ese viaje estaba siendo más genial de lo que pensó que sería.


- ¡Muy bien, chicos! Es hora de un nuevo anuncio sobre la radio “Chismes amorosos” – Todos comenzaron a gritar emocionados. Al parecer, el profesor nuevamente nombraría ciertas “parejas” en su mayoría inventadas por la cercanía de algunos, para molestarse un rato y obviamente reírse. - Comencemos a nombrar a algunas parejitas que vi por ahí siendo muy acaramelados durante todo este tiempo. – El profesor nombro primero a dos parejas, y en ambas todos pedían lo mismo a gritos, y eso era, que se besaran. Obviamente, por la vergüenza, no lo hicieron, Daniel los comprendía, no todos se besan frente a tanto público, había personas que guardaban ese tipo de cosas para la intimidad. – Bien, ahora tenemos una nueva parejita que se formó hace poco, se los vio besándose y hasta incluso tenemos una foto que lo comprueba. – Todos se emocionaron al escuchar eso. – El primero al que mencionaremos de esta pareja es a Adrián Núñez. – “¿Qué?” En ese momento, Daniel quiso meterse diez metros bajo tierra. “No, no, no, es imposible que nos hayan sacado una foto besándonos ¿o sí?” Mientras que Daniel se quejaba y se avergonzaba más y más, el profesor menciono el siguiente nombre. – Y la siguiente persona que conforma esta parejita de enamorados es… Aldana Rodríguez. – “¿Qué…?”


Tras escuchar ese nombre salir de la boca del profesor, todo en la mente de Daniel se puso en blanco, no podía pensar con claridad. Casi por instinto, lo único que atino a hacer, fue a buscar a Adrián con la mirada, observándose ambos, Daniel con sorpresa, Adrián preocupado, mientras que de fondo se escuchaba como todos pedían un beso por parte de la supuesta parejita que fue nombrada.


Continuara… 

Notas finales:

Hola! Bueno, este cap fue el más largo de todo el fic hasta ahora xD! Espero les haya gustado.

Por cierto, lo que dijo Cecilia sobre la montaña de arena, esta basado en hechos reales(? Recuerdo que cuando vi esa montaña de arena lo primero que pensé fue en el fandom de Free! ._. actualmente la recuerdo y ahora pienso que esa montaña me recuerda más al fandom de Pokémon o el de YOI xD! *Es por eso que Kina no se mete mucho en los fandoms* 

Bien, eso es todo por hoy! Gracias por leer :3 recuerden dejarme un comentario con su opinión del capitulo.

 Bay nee!!! Besos y abrazos! Nos leemos pronto!

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