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FELIZ NAVIDAD por chibi fujoshi 374

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Notas del fanfic:

 Los personajes no me pertenecen le pertenecen a masamk kurumada yo los utilizo sin fines de lucro

Notas del capitulo:

 Este one-shot esta basado en el siglo XIX en el cual aun existia en italia la ley "actos libidinosos contra natura" que castigaba a los homosexuales con la prision y trabajo forzado

 

El clima de sicilia era frío en esa época, sin embargo no nevaba, ese dia tan solo estaba nublado, como si el cielo estuviese triste y melancólico, como si guardara lágrimas que pronto caerían en forma de lluvia, las luces parpadeantes de los adornos de navidad,el sonido estruendoso de los villancicos, aquellas sonrisas falsas, y claro no podía faltar el gordo de traje rojo, todo eso era molesto para el peli celeste, con sólo 20 años de edad era sorpresa para muchos que odiara de tal manera aquella celebración, nadie entendía porque y nunca se molestaron en entenderlo,

 

Él era joven, relativamente alto, su cabello era sedoso, celeste y algo largo, siempre de manera rebelde lo dejaba libre y a disposición del viento, su piel nívea y tersa, sus ojos evocaban el hermoso color del cielo, sin embargo, siempre transmitían una profunda rabia y tristeza entremezcladas.

 

-Cambia esa cara Afrodita - ordenó una voz seria, frente a él estaba de pie un hombre adulto y muy parecido a él, su cabello era celeste y lacio, sus ojos azules, su piel nivea, poseía un porte elegante, y a la vez una mirada severa, Afrodita hizo una mueca de desagrado y rodó los ojos.

 

-es la única que tengo, padre - respondió cruzándose de brazos, de manera retadora y sonriendole divertidamente

 

-¡Afrodita!… - alzó la voz debido a la insolencia de su hijo, siempre era lo mismo con Afrodita, no había ni un solo dia en el cual no discutieran por cualquier estupidez.

 

-Albafica.. tranquilo - lo interrumpió una tercera voz, Shion acababa de llegar acompañado de Dohko y como siempre el castaño mostraba una radiante sonrisa que contrastaba con la seriedad de Shion - solo es un chiquillo, sabes lo caprichosos que son - Albafica suspiro pesadamente y luego sonrió más calmado para recibir a sus invitados.

 

-buenas tardes señor Shion, hola Dohko - saludo el menor de los peli celestes esbozando la sonrisa más falsa y casi burlona que podía poner, Albafica se golpeó la frente con la palma de la mano, muchas veces Afrodita llegaba a colmar su paciencia, y lo hacia a proposito.

 

Afrodita se sentó en un rincón, tratando en lo posible de alejarse de todos, observaba la mesa con adornos navideños y velas, las servilletas que tenían plasmada la imagen de Santa, el rojo predominaba en la decoración, el arbolito rebasado de adornos dorados, rojos, plateados y muchos otros colores, pero por la ventana aún veía aquel cielo nublado, gris y sombrío, reflejando perfectamente lo que sentía en ese momento, claro que no estaba feliz en absoluto, el no queria estar ahi, queria estar a lado de su irracional y divertido novio, que lo acompañaba con aquella sonrisa misteriosa y socarrona, sin duda habría hecho de las suyas asustandolo y aprovechando la oscuridad de las calles de italia, o quizá al ver las gotas de lluvia lo había convencido de salir a mojarse alegando que se veía aun mas hermoso bajo la lluvia, o quizá incluso lo habría obligado a quedarse en esa aburrida fiesta y de alguna manera la había vuelto divertida, con ese lunático cualquier cosa podía pasar, y eso siempre era lo divertido, nunca sabía en qué enredo terminaria, nunca sabía cómo finalizaria el día.

 

Los conocidos y desconocidos llegaron, antes de recibir algún castigo Afrodita fue a saludarles y sonreirles a cada uno, con gran educación, con una sonrisa en el rostro, se sentía tan enfermo por fingir cada gesto, por fingir cada palabra, nunca podría ser el mismo frente a los demás, nunca podía expresarse, tampoco era moral hacerlo, al menos no para el.

 

Cuando nadie lo observaba se alejó y salió al patio trasero, las gotas de lluvia caían con suavidad, tan pequeñas y frías que su piel se erizó ante el simple contacto, cerró los ojos sintiendo las gotas recorrer delicadamente su cuerpo, su mente se desconecto del mundo, se desconecto de todo, de todos y sin darse cuenta esbozo una sincera y leve sonrisa, las lágrimas brotaron silenciosamente y se entremezclaban con la lluvia - Death… mask… - musito suavemente, sus labios temblaron, deseaba gritar, deseaba huir pero sabía perfectamente que no podía hacerlo, que no debía hacerlo.

 

-Afrodita… - lo llamó una voz conocida, el nombrado se giró algo alterado y asustado, vio a un pelinegro de ojos oscuros parado en el marco de la puerta, resguardandose de la lluvia, con su inconfundible acento español que aún no podía eliminar del todo, pero siempre mantenía su uniforme limpio e impecable, su placa brillante y su arma siempre lista para usarse.

 

-Shura… - susurro sin moverse, lo miro de pies a cabeza y frunció el ceño con gran enojo y molestia.

 

-feliz navidad… y… lo siento - dijo el pelinegro con una voz suave, dejo una caja en el suelo, la cual no tenía ningún adorno, se marchó con las manos en los bolsillos y aun siendo incapaz de ver a su ex-mejor amigo al rostro, el peli celeste tomó la pequeña caja y la resguardo, limpio sus lagrimas y se esforzó por mostrar una gran sonrisa para poder entrar nuevamente a la fiesta, el tiempo pasó lento, la lluvia no se detuvo al igual que el reloj, que marcaba un continuo y lento tic tac, Afrodita se emocionaba más con cada segundo que pasaba, pues pronto todo acabaría y podría estar solo al fin… 8, 9, 10, 11… la noche avanzada obligó a muchos a despedirse y marcharse a sus casas, su familia y amigos se retiraron lentamente, había mucho por limpiar, cuando él y su padre terminaron todo, se marcharon a dormir, cansados y con sueño, y sobretodo sin dirigirse la palabra, su relación padre-hijo se había quebrado hace mucho.

 

El menor se recostó sobre su cama, descansaría un poco antes de salir a escondidas otra vez, sus ojos se clavaron en aquella pequeña caja que le había dado Shura, la curiosidad lo invadió así que fue a abrirla con fingido desinterés, primero encontró una hoja de papel tenía algo escrito pero no se molestó en leerlo, lo retiro y observo el brillo dorado que resaltaba en el interior de aquella caja, sus ojos se abrieron grandemente, tomó aquel objeto brillante, y no solo era uno, eran dos, era un par de anillos, con leves relieves como adorno pero en su mayoría la superficie era lisa, esta vez la curiosidad lo hizo buscar la nota que había dejado Shura, la leyó y releyó más de tres veces, no sabía si darle las gracias o simplemente matarlo, con más apuro del necesario se cambió de ropa, y salió por la ventana con agilidad y sigilo.



------------Flash back------------

 

La sonrisa alegre del joven peli celeste de tan solo 18 años de edad parecía iluminar cualquier lugar al cual entrará, ¿como no estar feliz? Tenía un amoroso padre, y más que nada tenía a sus dos grandes amigos, Angelo mejor conocido como Death Mask y Shura.

 

Para su suerte, o su desgracia, Albafica trabajaba como juez, era bastante estricto pero muchas veces benevolente, sin embargo también le aterraba el hecho de que hubiera mandado a varias personas a los campos de trabajos forzados y a la cárcel por el delito de “actos libidinosos contra natura”, que no eran nada más que hombres que amaban a otros hombres, o mujeres y otras mujeres, vivir en una sociedad tan opresora y homofóbica era asfixiante.

 

-pst… - ese sonido lo saco de sus cavilaciones, nuevamente estaba en una aburrida cena de navidad, rodeado de gente importante que eran amigos de su padre, pero cuando giró a ver a quién estaba tras la ventana se quedó algo descolocado.

 

-Death… que…

 

-¿que miras Afrodita? - preguntó su padre acercándose a él, el italiano se quedó estático y solo atino a sonreír nerviosamente, para su sorpresa el mayor lo invitó a entrar, se sentó a lado de Afrodita y Shura, su amigo había regresado de españa hace poco, terminando su entrenamiento como militar, de inmediato se había puesto al corriente de la relación secreta que tenían esos dos, claro que prometió no decir nada, aunque aun se sentía algo incómodo cuando los veía juntos.

 

Aquella navidad era la única que recordaba como perfecta, Death logró sacarle varias carcajadas, hizo más amena y divertida aquella cena, donde pronto todos se pusieron a contar anécdotas y experiencias, era fantástico ver a esos hombres tan serios sonreír, ver a su padre sonreir, mas aun, era mejor ver la sonrisa de Death, aquella sonrisa que le dirigía, esa sonrisa cómplice que resguardaba su secreto, su pequeño y hermoso secreto…



-... señor Albafica, tengo algo que decirle… es sobre Afrodita...

 

-----------Fin del flashback----------




La calle estaba vacía, aunque las molestas luces de colores seguían parpadeando, las tiendas, los parques, las casas y todo a su alrededor desapareció de su mente, mientras comenzaba con su apresurada caminata.

 

-ese desgraciado… - susurró entre dientes sin detener su andar, en uno de sus brazos llevaba un ramo de rosas, rosas arrancadas de su propio jardín que ahora estaban siendo bañadas por la lluviosa noche, tenía demasiadas emociones y no podría soportarlo solo, necesitaba verlo una vez más...




-----------Flash back-----------

 

¿cómo podía cambiar tantas cosas?, ¿como soportar que tu propio padre te odie?, ¿porque debían soportar el odio de la sociedad? Jamás se elige de quien enamorarse, simplemente es algo que no se puede controlar, pero… nadie lo entendia asi.

 

El viento agitó sus rebeldes cabellos celestes, el paisaje era algo desértico,las plantas estaban secas, el suelo era rocoso, y la red de metal en la que estaba apoyado no era muy cómoda.

 

-viniste… - Afrodita se giró al oírlo, la piel del italiano estaba algo bronceada por el sol, tenía algunos golpes que por el momento no eran notorios.

 

-... prometí que vendría... - susurro con una leve sonrisa de tristeza, portaba un traje elegante, su cabello había crecido un poco, las facciones de su cuerpo se habían hecho más varoniles, pero aún mantenía aquel cuerpo delgado y aquellas curvas que antes habían sido recorridas en toda su extensión por las manos de Death - lo lamento… - susurró bajando la mirada.

 

-¿que?... no… esto no es tu culpa… ya hablamos de esto… - Death frunció el ceño y su voz parecía regañarlo, fueron descubiertos por Albafica, y también fueron enjuiciados, Death había sido enviado a los campos de trabajo forzado, pero  Albafica se las ingenio para que su hijo quedara como la víctima y pudiera quedar libre, eso era exactamente lo que hacía que el menor se sintiera culpable, lo más justo era que ambos estuvieran ahí… pero no, solo Death debía estar bajo el ardiente sol y Afrodita bajo la mirada vigilante y decepcionada de su padre.

 

Las manos del italiano se abrieron paso entre las rejillas, acarició con suavidad el rostro del peli celeste y lo acercó a su rostro, a pocos centímetros de sus labios, el sonrojo que cubrió el rostro del menor logro hacerlo sonreir.

 

- tengo buenas noticias… saldré en dos semanas,ya sabes por las estupideces esas de buen comportamiento…… huyamos juntos ... - le dijo con una gran sonrisa, los ojos del menor parecían iluminarse, y valió la pena… valio la pena aquella mentira, por esa sonrisa, por esa mirada llena de esperanza, por ese beso lleno de ternura...

 

24 de diciembre...

 

Lo espero en la noche, las luces de colores parpadeaban sin parar, los villancicos se oían como un suave murmullo, el cielo estaba nublado, pero el clima no estaba tan mal, cuando lo vio acercarse dejó caer sus maletas al suelo, lo abrazo, ambos estaban listos para marcharse, sin importar nada, Albafica no se daría cuenta de su ausencia hasta mañana, y Death se había dado a la fuga con otros presos más.

 

El italiano hizo una parada rápida en una joyería, con la excusa de empeñar algunas joyas, que quien sabe de donde saco, ese día se alejaron tanto como pudieron, sin siquiera percatarse de que Shura los había visto y seguido por un largo trecho.

 

Y después… en un pequeño hotel en medio del camino por fin pudo sentirlo de nuevo, pudo tocar esa piel después de casi un año, probó esos labios dulces y húmedos, sintió su cuerpo estremecerse, fundiéndose en uno solo, sintieron tocar el cielo mientras pecaban entregándose a sus más bajos instintos, aquel acto en el cual no solo entregaban su cuerpo, sino también su alma y su corazón.

 

Al día siguiente los despertó el sonido del forcejeo, la puerta fue derribada, entraron varios oficiales, como si ellos fueran peligrosos, Afrodita y Death se sobresaltaron, pero no pudieron hacer mucho más que cubrir su desnudez.

 

-... Shura… - Death frunció el ceño y le dirigio una mirada cargada de odio al ver al español tratando de esconderse tras uno de sus compañeros.

 

-lo siento… - el venido de españa desvió la mirada, los dos jóvenes amantes fueron esposados y arrestados, Shura fue el encargado de revisar el lugar, tan solo encontró las maletas de Afrodita, una pequeña caja y una carta escrita a mano…

 

-----------Fin del flashback------------



“Mi querido muchacho:


Esta carta es para garantizarte mi amor inmortal y eterno por ti. Sí prisión y deshonor fueron mi destino, no me arrepiento, pienso en tu amor, en nuestro amor que me sostuvo en mi desgracia y me hizo capaz de soportarlo todo hasta el dia hoy.


Puesto que la esperanza, o mejor aún, la certeza de una vida junto a ti es mi menta y el estímulo de mi vida, debo continuar viviendo en este mundo precisamente por eso… por ti.


Tu amor me ha abierto las alas. Si el destino nos es adverso, los que no saben lo que es el amor escribirán que yo he ejercido una mala influencia en tu vida, pero tu amado mio sabes que no es así. Nuestro amor siempre ha sido bello y noble, y si yo he sido el blanco de una terrible tragedia, es porque la naturaleza de nuestro amor no ha sido comprendida.


Alargó hacia afuera mis manos buscándote, no se que vaya a suceder desde ahora, pero se que si permanecemos juntos lograremos sobreponernos a todo, ¡Ojala viva para tocar tu pelo y tus manos!, Sé que tu amor cuidara de mi vida y si muriera deseo que vivas una amable y tranquila existencia en algún lugar con flores, cuadros, libros y mucho trabajo.


Queridísimo muchacho, el más dulce entre todos los jóvenes, el más amado y el más amable… aun recuerdo ese instante en que tus labios tocaron los míos, fue como si se paralizase el tiempo, como si el mundo se detuviera para admirar la sinfonia perfecta de nuestro palpitar entrelazado, uno de los muchos besos que aún debemos darnos... te amo.

 

- Deathmask “




Afrodita subió por la pared más baja de aquel lugar, en sus manos llevaba el ramo de rosas que había perdido algunos pétalos por su travesía a través de la ciudad, se sentó en el suelo sin importar el aire húmedo, el suelo mojado ni el ambiente poco acogedor.

 

-eres… ¡eres un estúpido, todo esto es tu culpa!… siempre es tu culpa, me metes en problemas todo el tiempo, y aun ahora… no puedes dejar de hacerlo ¿verdad?, si tan solo… - el nudo en su garganta se hizo presente, su voz no respondió, acomodo su cabello celeste con sus delgadas manos, en la cual ahora resaltaba con brillo propio un pequeño y simple anillo dorado

 

Shura los tenía en su poder desde aquel dia, en el fondo no podía aceptarlo, se viera por donde se viera la relación entre dos hombres era inmoral para el, por mas que fueran sus mejores amigos, por mucho tiempo tanto Death como Afrodita pensaron que el pelinegro los apoyaba, pero él había orquestado en cierta forma esta tragedia, quizá era su sentido fuerte de hacer lo correcto le dijo inmediatamente a Albafica que su hijo planeaba huir, y que Death había escapado, esta vez no había forma de evitar su cruel destino, el italiano fue golpeado hasta dejarlo moribundo, y luego simplemente lo dejaron ahí… esperando que el espectro de la muerte se encargara de el.

 

Pero al menos le había devuelto aquel anillo que Death debía haber entregar hace exactamente un año, al menos tenía ese recuerdo, esa promesa silenciosa, que no podía compartir con nadie.


-Feliz navidad Angelo… - sus manos temblorosas dejaron el ramo de rosas sobre la lápida de mármol, dejó el anillo que hacía juego con el suyo, el cementerio estaba desolado, nadie quería saber de tristezas el día de navidad, pero él no podía sentir más que angustia y tristeza en ese momento - Feliz… navidad.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, gracias por leer hasta aqui n.n,tengan una feliz navidad (^-^)/


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