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Fuegos Artificiales por TamashiChiheisen

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Notas del fanfic:

Death Note no es mío, es propiedad de Tsugumi ōba y Takeshi Obata, por lo tanto los personajes no me pertenecen.

Advertencias y Género: OoC, Romance, AU y un poco de comedia.

Notas del capitulo:

Howdy!♥

¿Tamashi Actualizando dos meses seguidos? ¡Oh my gosh, los milagros existen!

Primero quiero aclarar algo, para las que sabían que iba a publicar un One-Shot, quiero decirles que ese no es el que planeaba subir, iba a ser un MeroNia muy lindo, pero por un misterio de la ciencia un día cuándo iba a abrir el archivo para continuarlo el PC me dijo que no existía, y yo quede como ¡¿QUEEE?! ¡¿SE BORRÓ?! Y sí, lastimosamente mi fic desapareció :'( Así que decidí hacer otro ¿Y porqué no intentarlo con otra pareja además del MeroNia? :D Siempre hay una primera vez, así que opté por hacer un BeyondxMatt :D Espero que les guste!!

Enjoy!♥

Cubrió la mitad de su cara con la bufanda escarlata, el frío aumentaba y la nieve caía en mayores cantidades cada minuto, agradecía llevar consigo un paraguas, aunque no hacía mucha diferencia si la temperatura se desplomaba, al menos el letrero que veía a la distancia lo reconfortaba. Caminó más a prisa esquivando a la gente envuelta en suéteres, sudaderas, chaquetas y abrigos más cálidos que el suyo, se detuvo bajo el letrero de madera azul con la palabra “Cinnabol” escrita en letra blanca, dio media vuelta y cerrando su paraguas entró al establecimiento e inmediatamente todo el calor que su cuerpo había perdido en el exterior se recuperó súbitamente, inhaló todo el aire que sus pulmones pudieron almacenar, el olor a café tostado reconfortaba más su sistema, se sentía más aliviado.

Buscó con la mirada algún puesto vacío y encontró una mesa con dos sillas disponible en un rincón del local, justo al lado de la barra en donde el olor a café y galletas recién hechas abundaba más, “Perfecto” Pensó él.

Se mezcló entre la multitud y se sentó con tranquilidad, relajándose en el espaldar, y efectivamente, el olor a café y repostería recién hechos olían de maravilla en ese lugar. El tintinear de la campana de la puerta le avisó que alguien más entraba, miró a aquella persona y su distintivo cabello azabache lo hacía notar más que el resto de la gente.

El pelinegro miraba a los alrededores como si buscara algo, y lo encontró, en una mesa con dos asientos al rincón cerca de la barra en donde el olor de café y galletas se percibía con más facilidad. Distinguió el también muy notable cabello rojo en aquella mesa y sonrió abiertamente, caminó entre la gente y se sentó en la silla disponible justo al frente del joven, ambos parecían eufóricos tanto por verse como por el ambiente.

— Cuanto tiempo, Matt —Dijo el del cabello negro, el pelirrojo sonrió.

—Han pasado… ¿Cuánto? ¿Dos años? —Preguntó el pelirrojo.

—No soy bueno recordando las fechas —Respondió.

—Parece que algunas cosas nunca cambian, Beyond —Dijo el otro, el pelinegro soltó una carcajada.

Después de eso ambos se quedaron en silencio y observaron las opciones que ofrecía el menú. Al final Matt pidió un Roll de canela con un cappuccino y Beyond un Bite con mermelada de frutos rojos y un cappuccino también, el silencio volvió a reinar mientras esperaban sus pedidos, que afortunadamente llegaron rápido, pues se notaba que ninguno de los dos soportaba ese momento de omisión. La comida olía de maravilla, mucho mejor que lo que se alcanzaba a sentir de la vitrina.

— ¿Vienes a este lugar con frecuencia? —Se animó a preguntar Beyond, dándole un sorbo a su bebida.

—Seguro, hacen los mejores Roles de canela de la vía láctea —Respondió con una sonrisa —, además hay Wi-Fi gratis.

Beyond soltó una breve risa, no recordaba lo interesante que era Matt, y suponía que durante los dos últimos años tendría muchas cosas nuevas para contar.

Matt miró a Beyond, al parecer él no era el único que había cambiado desde la última vez que se habían visto, aquella noche, con la vista limitada por las luces de colores intermitentes. Vaya que el tiempo volaba, los ojos de Beyond brillaban más que aquel entonces, y eso no podía hacer que el pelirrojo evitara sonreír.

Y él no era el único que dejaba de pensar en eso, Beyond nunca olvidaría la época en la que el de ojos verdes solía tener el cabello castaño y la mirada más perdida, un cosquilleo le erizó los bellos de la nuca y trató de ignorarlos dándole otro sorbo al cappuccino.

Terminaron el resto de su comida en silencio, pues Beyond tenía miedo de atragantarse con cualquier cosa que Matt llegara a decir.

Al terminar pagaron y se retiraron, ya pronto comenzaba a atardecer, la tormenta de nieve ya había amainado y las actividades nocturnas de la ciudad ya habían comenzado, Matt sentía que se olvidaba de algo, y no, no era que había dejado su consola en la mesa del café, era algo más, algo más importante.

— ¿Y ahora qué hacemos? —Preguntó Beyond. Matt lo miró pensativo, aun tratando de recordar aquel detalle que había olvidado.

— ¿Qué te gustaría hacer? —Dijo Matt, Beyond se colocó una mano en el mentón y miró al cielo, muchas posibilidades se presentaban, pero ninguna que le interesara lo suficiente como para sugerirla.

—No lo sé, tú conoces mejor la ciudad, elige qué sería mejor hacer —Respondió Beyond.

Esta vez fue Matt quien se colocó una mano en el mentón y se quedó en silencio durante unos segundos, después su rostro se iluminó y miró a Beyond con una sonrisa.

— ¿Se te ocurre algo? —Preguntó el pelinegro al notar la expresión del chico.

— Sígueme —Dijo Matt dando media vuelta.

El pelirrojo se sentía inquieto, y no solo porque ya había recordado aquella cosa importante, sino que era que se hacía tarde para llegar al lugar en el que pensaba.

— ¿Matt? —Beyond miraba al pelirrojo con una ceja levantada ¿adónde lo llevaba? Era otra de las cosas que recordaba de Matt, siempre adoraba dar sorpresas.

Matt no dijo nada en todo el camino, se detuvieron en una parada y subieron a un autobús, Londres es una ciudad lo suficientemente grande como para que al pelirrojo se le ocurriera ir a algún lugar verdaderamente apartado de su ubicación actual, pero no quedaba tan lejos por lo visto puesto que se bajaron cuatro estaciones después, y como era de esperarse, era un barrio que Beyond no conocía, pronto anochecería y la vista sería más limitada, claro que las farolas y luces de los automóviles ayudarían un poco, pero igualmente Beyond nunca ha tenido una buena vista, por lo que tendría que ser guiado por el pelirrojo casi a ciegas, lo que le daba una ventaja a Matt si lo que pretendía era darle una sorpresa.

— ¿Matt? ¿Hacia dónde vamos? —Preguntó el del cabello azabache, dándose cuenta que durante la mayoría del camino el pelirrojo lo había sujetado de la muñeca.

Matt sonrió sin mirar a Beyond. “Solo tres cuadras más” Se dijo mentalmente, no pudo evitarlo y miró hacia el cielo nocturno, iluminado por las luces de la gran ciudad y la magnífica naturaleza de los astros, Beyond siguió la mirada hacia arriba de Matt, y debía admitirlo, un cielo como esos no se veían muy a menudo, y mucho menos si tienes ceguera nocturna. Pero eso no era exactamente lo que Matt miraba, más adelante, más allá de los árboles se veían luces mucho más estridentes que las farolas de las calles, y antes de que Beyond se diese cuenta ambos se encontraban frente al río Támesis, y más allá se veía el Palacio de Westminster, y el Big Ben, el cual brillaba maravillosamente  con fuertes tonos de amarillo, combinando perfectamente con el morado y azul oscuro del cielo y las pequeñas manchas blancas brillantes de estrellas, pero Matt no miraba ese lugar, Beyond siguió su mirada hacia el ojo de Londres, el cual brillaba con luces azuladas esta noche, Matt volvió a sonreír sin que el pelinegro se diera cuenta, volvió a sujetar la muñeca de su acompañante y caminó con más prisa hacia el ojo de Londres.

Así que ese era el plan de Matt. Caminaron unos cuántos metros hasta llegar a la larga fila para subirse, pero Matt parecía con intenciones de esperar todo lo necesario hasta que llegara su turno, cosa que a Beyond le impacientaba un poco, pero si era la decisión del pelirrojo, Beyond no la cambiaría. Miró hacia arriba y debía admitir que el ojo era enorme, y cada cabina tenía la capacidad de llevar a 25 personas, pero al hacerse tarde, al parecer ya no muchos visitantes hacían fila para entrar, puesto que detrás de Beyond no había ni una sola persona haciendo cola.

Después de unos cuántos minutos su turno finalmente había llegado, el vigilante se inclinó hacia atrás para mirar mejor detrás de Beyond.

—Parece que ustedes dos son los últimos clientes de la noche —Dijo con una sonrisa que demostraba satisfacción, posiblemente habrá tenido buena clientela este día.

Le cedió el paso a Matt y a Beyond y ambos entraron a una cabina vacía, una cabina para solo ellos dos, Matt sonrió recordando lo divertido que sería algún día alquilar una para hacer una pequeña celebración como dicen en la página web.

Apenas subieron el hombre aseguró la puerta y la noria comenzó a moverse pero increíblemente lento.

—Tarda media hora en dar una vuelta completa —Agregó Matt.

Beyond asintió y se sentó en la banca que había en medio, mientras que Matt estaba de pie apoyado contra es cristal admirando el paisaje. Después de aproximadamente quince minutos la cabina ya casi estaba en la punta más alta, Matt seguía mirando hacia afuera y Beyond seguía sentado en la banca, mirando a Matt.

Matt miraba hacia el río, asombrado por los colores que éste reflejaba, de repente, un barco, un barco mediano pasaba por el río, eso no le hubiera parecido raro a Matt solo por el hecho de que tenía unas cosas extrañas encima, como unos tubos de colores opacos, de repente, unos cuántos de ellos comenzaron a brillar por debajo y repentinamente unos salieron disparados hacia el cielo explotando en hermosos y brillantes colores, Matt se sorprendió y sonrió, no recordaba cuándo fue la última vez que había visto fuegos artificiales, y mucho menos tan cerca, desde la altura en la que se encontraban se sentía casi como si los pudiera tocar.

— Oye Beyond, ven a ver estos fuegos artificiales, se ven de-…

El pelirrojo fue interrumpido porque su boca fue callada, callada por los labios de Beyond, el pelirrojo abrió los ojos desmesuradamente, pues eso nunca se lo esperó, Beyond se separó lentamente, y soltó una risita al ver la expresión del pelirrojo, y en ese instante más fuegos artificiales fueron lanzados, explotando en mil colores, los colores se reflejaban en el cabello de Matt, haciendo que se viera más hermoso para los ojos de Beyond.

— ¿Por qué hiciste eso? —Preguntó Matt tembloroso.

— ¿Por qué no debería? —Contraatacó Beyond rodeando al pelirrojo con sus brazos, no parecía tener intenciones de dejarlo ir.

Matt se quedó sin palabras, y sintió como si sus mejillas estuvieran a punto de estallar al ver que Beyond se acercaba de nuevo, pero no se movió ni un centímetro, y cuando Beyond unió su boca con la suya de nuevo lo único que podía hacer era corresponder el beso al cerrar sus ojos, los fuegos pirotécnicos seguían estallando, en aquel momento Matt no podía recordar siquiera por qué los estarían lanzando, puesto que no recordaba que alguna fecha importante se celebraba, pero ahora mismo no le importaba mucho.

Ambos se separaron unos segundos después, y no lo habían notado, pero la cabina se había vuelto más fría, y la razón era que la nieve volvía a caer, bajando la temperatura de sus cuerpos, de la cabina, del agua del río Támesis, pero era asombrosa, la blancura de la nieve cayente del cielo y la iluminación de la pirotecnia, Matt y Beyond sentían como si estuvieran en otro mundo, en un palacio de hielo como en los videojuegos de Matt, o en el polo norte mirando la aurora boreal como en los libros de Beyond.

Después de aproximadamente otros quince minutos regresaron a la entrada y decidieron marcharse, poco después de que estuvieran alejados del vigilante se miraron el uno al otro y Beyond tomó a Matt de la mano.

— ¿A dónde quieres ir ahora? —Preguntó Matt, sin despegar sus ojos de Beyond, los cuales se veían más hermosos que nunca, realmente ese tono carmesí le sentaba muy bien.

Beyond nunca respondió a esa pregunta con palabras, simplemente le dedicó su mejor sonrisa y Matt pudo jurar que en ese momento en una milésima de segundo los ojos de Beyond brillaron aún más, y estaba seguro, de que sería el primero y último en ver ese extraño brillo, así que apretó los dedos que estaban entrelazados con los suyos y le correspondió a su sonrisa, su mejor sonrisa…

Notas finales:

Les juro que no entiendo por qué aún no me muero de diabetes después de escribir todas estas cosas, ah cierto, ya estoy muerta.

Ah por cierto, si no saben que es un Bite, yo tampoco sé que es exactamente XD la tienda de Cinnabol si existe ¡Y hacen los mejores roles de canela del Universo! Aunque solo he ido una vez XD El Bite me pareció que era una especie de rol largo cubierto de salsa, en el menú vi tres opciones de sabores, pero solo recuerdo el de frutos rojos y el de canela XD

En fin, emm... Espero que no me maten si sienten que no debió terminar así, por que ya me imagino que ustedes quisieran saber que pasó después de que se bajaran de la noria eh? ( v5;° v0;b2; v5;°) ¡Pues será un misterio para siempre! ¡Muajajajajaja!

Bueno, intentaré rehacer mi One-Shot perdido y actualizar mis otros fics, así que espero leerlas en Enero!! Ah por cierto, ¡Feliz navidad a todas! ¡Y próspero Año nuevo!

Adiós!♥


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