La noche caía bajo la tierra Rusa y las luces de neón caían bajo suyo, la gente, la música fuerte, como cada fin de semana a tardes horas se camuflaban entre la oscuridad para ir a una discoteca local, de las favoritas del rubio
Era el típico lugar de mala entraña que dejaba entrar sin identificación, un par de tragos y estaban listos para empezar otra noche
Soltando pasos fuertes, sus respiraciones agitadas y tratar de encontrar sus miradas entre la escasez de luz era divertido para ambos, soltarse y ser ellos mismos, juntos
Entrando la madrugada después de todo el sueño parecía lejano, la adrenalina corriendo por sus venas los obligo a salir por un poco de aire fresco, recostarse en las paredes grafiteadas y sucias, cruzar miradas
Otabek necesitaba estar mas cerca de su peligroso rubio, dio unos pasos hacia el juntando su frente con la contraria, podía sentir la cálida respiración golpear contra la suya, junto sus labios casi en un gesto desesperado, carne con carne jugando algo prohibido, sus manos se fundieron en las caderas sobre ese pantalón de cuero negro que se pegaba a la piel blanquecina de una manera provocativa
" Yo te prefiero
Fuera de foco
Inalcanzable
Yo te prefiero
Irreversible
Casi intocable "
Mientras el menor se aferraba a su cuello, el moreno profundizaba mas el beso, ahí no importaba el lugar en el que se encontraban en esa zona de la ciudad y a esa hora cada uno velaba por si mismo y los demás no importaban, nadie veía nada, nadie oía nada y nadie decía nada
El mayor deshizo el beso lentamente sin alejarse del rostro del rubio y dedicarse una sonrisa cómplice
- Vamos... - el mayor hizo un gesto para indicarle la salida con una mirada demasiado seductora, Yuri se mordió los labios pícaro como el mismo dándole una afirmativa al mayor, no necesitaban mas palabras en ese momento ambos sabían perfectamente a donde y a lo que iban
El frió clásico de la patria los incitaba a juntar sus cuerpos, sus pisadas por todo el departamento del mayor se oían pesadas y no era necesario prender ninguna luz, con la que se colaba por las persianas era mas que suficiente para guiarlos al dormitorio
" Tus ropas caen lentamente
Soy un espía, un espectador
Y el ventilador desgarrándote
Sé que te excita pensar hasta donde llegaré "
Era imposible parar ahora, ya era demasiado tarde necesitaban el calor del otro para sobrevivir, besos ansiosos y húmedos resonaban en las paredes, la ropa caía lentamente dejándolas de lado
El torso descubierto del moreno encendía el rostro del menor como las luces de neón que hace poco estuvieron sobre ellos toda esa noche, el pecho bien formado, su espalda ancha, esa piel algo tostada, todo en el mayor era su debilidad
Al abrir la puerta, beso tras beso el cuello y clavículas del rubio era marcadas como propiedad privada del kazajo, marcas que eran una amenaza de muerte para cualquiera que ose acercarse a él
Las manos que recorrían su cuerpo con la misma pasión y desesperación que el tenia al tocar la piel contraria, cada rose, cada contacto con el otro le decía lo mucho que ambos se necesitaban
El mayor empujo al rubio en la cama, subiéndose sobre el cual león acechando su presa, comiendo la boca de este, mordiendo sus labios uno a uno, mientras que sus manos ávidas desabrochaban esos pantalones apretados, bajándolos y retirándolos de la escena sin mas, dejando al otro solo en ropa interior
Bajo al pecho del rubio para dejar pequeños besos par todo este, dirigiéndose a los pequeños montecitos rosáceos que adornaban esa piel perlada, saboreandolos, jugando con ellos
- Mng~ - sacándole pequeños gemidos de sus labios
Casi imposible dejar ese adictivo sabor que le dejaba en la boca cada que probaba al menor, esas fuertes manos pasaban por su piel casi quemando todo a su paso, pecho, espalda, cintura y muslos, subiendo nuevamente para juguetear con la liga del boxer atigrado
Yurio sentía como la sangre le hervía, las caricias del mayor lo ponían al limite de la cordura, este bajaba lentamente sus boxers por fin liberando el miembro erecto del rubio
La vista del cuerpo desnudo del menor era algo mágico, tan prohibido como exquisito y una vista de la cual nunca se cansaba de saborear con cada uno de sus sentidos
" Es difícil de creer
Creo que nunca lo podré saber
Sólo así yo te veré
A través de mi persiana americana "
El rubio se aferro a la espalda del mayor robandole un profundo beso, era su turno de tomar el control, puso toda su fuerza para intercambiar lugares con el moreno y dejarlo bajo suyo
Se sentó en sus caderas sintiendo algo mas que duro queriendo escapar de los pantalones de su novio, esto puso una sonrisa de satisfacción en su rostro, eran pocas las ocasiones que el podía tener así a Otabek, aunque a él no le molestaba para nada que el menor tome la iniciativa
Este se acerco lentamente al cuello del moreno dejando pequeños besos es el, bajando por su torso palpando todo a su paso, llegando al broche de la prenda que tanto le molestaba y de la cual quería deshacerse
Y así lo hizo con un poco de ayuda de su kazajo, logro quitar los pantalones y boxers de paso, ansioso por tener ese miembro húmedo entre sus labios
- Listo? - quería complacer a su novio que lo observaba atento a cada movimiento, sus manos se posaron entre sus piernas comenzó a masajearlo desde la base hasta la punta
Con una mano deslizó unos mechones rubios detrás de su oreja, se relamió los labios y beso la punta juguetonamente, dando lamidas por toda la extensión
Mientras el moreno jadeaba, el rubio había aprendido rápido y eso le encantaba
El menor al ver la ansiedad, el deseo en los ojos del mayor devoró el trozo de carne de una sola vez sorprendiendo y excitando más a este
De arriba a bajo, chupando y succionando de una manera exquisita, delirante, el moreno tomo el cabello rubio firme y comenzó a guiar la traviesa boca
Poco a poco el rubio aceleraba sus movimientos, lo más profundo que alcanzaba, sacándole unos gemidos roncos al mayor
" Es una condena agradable
El instante previo
Es como un desgaste
Una necesidad
Más que un deseo "
Otabek no podía más, necesitaba estar dentro del menor, sentirlo, poseerlo, devorarlo por completo
Paro las acciones del rubio, ganándose un quejido y una mala cara pero no le importó, lo tomó y lo sentó en su regazo dándole un beso como agradecimiento a su buen trabajo
No quería perder más tiempo, el moreno apretó los glúteos del menor haciéndolo ronronear, este se abrazó a su cuello anhelando por más
Los dedos del kazajo jugaban por fuera de su entrada y sin previo aviso uno de ellos entró para dilatarlo
El rubio mordió el hombro del moreno callando un sonoro quejido, tal dedo entraba y salía atrevido, poco después entró un segundo, saliendo minutos después para ser reemplazados por el miembro palpitante del mayor
Este perfilo el falo en la entrada previamente preparada y lo introdujo de una sola estocada, la intrusión le provocó un dolor placentero al rubio
Las uñas del menor se clavaban en su espalda y el calor al estar dentro de él le producían una corriente eléctrica
El moreno cogió las caderas del menor firmemente y comenzó a moverse lento pero continuó dándole tiempo al otro a que se acostumbrara
Lentamente sus embestidas se volvían más ágiles, más necesitadas para ambos
- Ah~ mng~ - llenado la habitación de los gemidos agudos que salían sin inhibiciones de los labios del rubio
Impulsado con fuerza sus caderas golpeando con los glúteos haciendo estallar los más bajos instintos
Cada oleada de placer era el deseo de que Otabek lo tomará una y mil veces, el éxtasis estaba llenándolos
Yuri estaba meciendo sus caderas en busca de más contacto, las embestidas se volvían más profundas y certeras
Se perdían en la mirada del otro, lo tibio de sus respiraciones era perfecto
- Beka~ - el rubio no podía articular palabra de lo excitado que se sentía
- Yuri~ te amo, te amo
Ambos se fundieron en un beso que les quitó el aliento, el cálido interior lo devoraba deliciosamente, estaban a punto de venirse
" Estamos al borde de la cornisa
Casi a punto de caer
No sientes miedo
Sigues sonriendo
Sé que te excita pensar hasta donde llegaré "
El libido estaba al límite, el estrecho pasaje, las pelvis chocando, el sudor de sus cuerpos los hizo llegar por fin al orgasmo
El rubio entre ambos cuerpos y el mayor llenando la pequeña cavidad que lo había abrigado esa espléndida noche como en otras ocasiones
Tal intensa actividad los había dejado exhaustos, el oxígeno volvía a hacerse presente poco a poco recuperando el aliento
El moreno repartía pequeños besos esporádicos por todo su rostro, su cuello bajando por sus clavículas, entregándole todo el amor que le profesaba
Al ver el reloj sobre la mesa de noche Yuri se dio cuenta que ya eran las 5 de la mañana del día siguiente, habían estado todo la noche amándose, entrenándose el uno al otro, esto lo hizo realmente feliz
Ambos decidieron dormir el resto del día después de todo era sábado y no tenían entrenamiento ese día
Se recostaron sólo con una sabana delgada encima, con el moreno abrazándolo por la espalda el menor veía el sol colarse por las persianas
Se acurrucó entre los fuertes brazos que lo protegían desde ya hace un año, cerró los ojos y poco a poco fue cediendo ante el silencio...