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El rey y el tigre acto 3
Durante toda esa noche, Yuri no pudo cerrar los ojos. La música estaba en el nivel más alto, Sin embargo, el olor a sangre seguía ahí, la imagen destrozada de JJ en el Grand Prix siendo consolado por Isabelle lo ahorcaba.
Yuri se sentó en la cama y confirmo el reloj que marcaban la cinco de la mañana. Yuri chasqueo la lengua, salió de la cama, se puso su sudadera y alejo el recuerdo de Isabelle de su mente.
Se dirijo al hotel. Toco tres veces la puerta con fuerza. Se acercó con cuidado a la puerta y espero a que JJ abriera, estaba seguro que en cuando JJ lo viera se dispondría a cerrarle la puerta, tomo ventaja.
La puerta se abrió un poco, dejando ver un poco de la habitación. El rostro de JJ se asomó. Yuri dio un fuerte empujón a la puerta y entro a la fuerza.
Un sonoro suspiro salió de la boca de Yuri, vio a su alrededor encontrándose con una típica habitación de hotel, se dio la vuelta y se encontró con un agitado JJ; estaba sudoroso y su pecho subía y baja descontroladamente.
—¿Qué hacías? —pregunto Yuri distraído, por su estado
—La piscina del hotel tiene agua fresca…—murmuró desconcertado
Yuri escondió sus manos en los bolsillos de su sudadera y como se tratará de su casa, comenzó a pasear, abrió los ojos muy bien para ver cualquier cosa que le pareciera sospecho. Lo que pasaba era que no sabía que era lo que buscaba.
—¿Qué haces aquí tan temprano? —escucho preguntar a JJ
Desinteresado, Yuri dio la vuelta. Lo observo, extendió las manos y de dejo caer sobre la cama.
No respondió
—¡Tengo fiebre! —grito Yuri
JJ se cruzó de brazo y se acercó a él, le extendió la mano para tocar la frente, pero antes de que se estableciera contacto, Yuri sujeto su brazo y alzo la manga de su camisa negra. Lo sabía.
Todo el brazo de JJ tenía cortadas hinchadas e irritadas. JJ alejo el brazo y la mirada de lamento.
—Creo que deberías marcharte Yuri
Yuri se puso de pie y se dirijo a la mesa de noche, el reviso los frascos que se encontraban ahí, escucho un grito de JJ pero lo ignoro.
Amitriptilina, nortriptilina, clomipramina
Antidepresivos
Yuri no pudo evitar soltar una risa
—Entonces lo de tu depresión va enserio. No puede ser, te comportas…—la mano de Yuri apretó el frasco con rabia—… ¡Peor que el maldito cerdo! —le lanzo el fármaco. Con la mirada puesta en el suelo, JJ lo esquivo.
—¡Eres un estúpido, JJ! ¡Eres un perdedor! ¡Solo hiciste mal tu programa estúpido y mira como terminas! ¡En un maldito hotel, retirado, sin novia y metiéndote estas basuras! —le lanzo otro frasco, nuevamente, JJ lo esquivo.
Frustrado, JJ restregó su rostro y espero unos segundos para responder
—Déjame solo
—Te dejare solo hasta que te largues de San Petersburgo
—¡Entonces me iré mañana! ¡¿Contento, feliz!? ¡¿Mueres de felicidad?! —le grito JJ
Yuri frunció el ceño. Era muy extraño ver que JJ explotara, siempre portaba esa sonrisa ganadora y su mirada al frente lleno de seguridad. Siempre lo molestaba…
¿Por qué se sentía triste?
Yuri bajo la mirada y se acercó a él, JJ espero.
—Tus cortadas son un chiste, yo me hacía profundas. Después de bañarte corta la vena, tu piel es más blanda
Se dio la vuelta y el brazo de JJ lo detuvo. Yuri tuvo la esperanza que el dijera algo, sin embargo, no hablo.
—¿Qué te pasa, JJ?
—Quédate conmigo
Con brusquedad, Yuri se liberó del agarre y salió del cuarto.
¿Quedarse con él? ¿pasar por el mismo infierno otra vez?
Yuri fallo todos sus giros, no se pudo concentrar en toda la práctica, en su mente seguía ensañando conversaciones con JJ. Otabek comenzó a preocuparse, pero se contuvo a preguntar. Yuri lo agradeció.
En la noche, Yuri fui hipnotizado a volver al hotel de JJ. Cuando se encontró a si mismo delante de la habitación, noto que sus piernas y labios temblaban. Dio un paso adelante. La puerta se encontraba abierta.
Miro a ambos lados, el pasillo se hallaba desierto. Asomo la cabeza, todo se veía oscuro. A lo lejos, podía escuchar una especie de música fantasmagórica. Yuri decidió entrar con cuidado, el chillido de la puerta no le ayudo a encubrir su llegada. En pequeños pasos sigilosos, se fue adentrando en la habitación. La música fantasmagórica le resultaba familiar, la letra y el sonido…rápidamente, Yuri se llevó la mano a la boca, el olor a alcohol le enveneno el olfato.
La música se dejó de sonar. Con la ayuda de la tenue luz de la lámpara de noche, Yuri alcanzo a visualizar la silueta de JJ sentado en un sofá, dándole la espalda y mirando hacia afuere. Botella en mano. Logro ver como JJ extendía el brazo y repetía la canción.
Las primeras palabras de la canción, estaban tatuadas en la mente de Yuri. Sin discusión alguna, el conocía esa canción.
—Ágape…—el susurro se le escapó de los labios.
JJ salto de golpe, se puso de pie y se encontró la asustada mirada de Yuri. Los dos intercambiaron miradas y esperaron a que Agape acabara.
JJ le dio un trago a su botella, no aparto la mirada.
—Es como la primera vez que te vi...sigues pareciendo un ángel…—murmuró JJ. El rostro de JJ se quebró, dejo caer la botella al piso, se tapó el rostro y se puso en cuclillas.
El sonido de sus sollozos invadía la habitación.
Yuri desvió su mirada y vio que la mesa de noche estaba repleta de botellas de alcohol. Yuri apretó sus temblorosos labios y golpeo el sofá.
—¿Por qué estas deprimido, JJ? Dímelo
JJ no respondió
—¡Dímelo, maldita escoria!
Los sollozos dejaron de escucharse, fueron remplazados por una sorpresiva risa burlona. JJ se puso de pie y destapo su desastre. Dejo libre su sonrisa de burla y dolor.
—Siempre eres tan cruel, siempre, siempre. Una mirada directa de odio, de esas que siempre me das, me hubiera sido suficiente para haberme sentido mejor ese desastroso día, pero mira que cruel eres, ni siquiera me miraste con odio, ni con lastima, solo me ignoraste
JJ apretó sus puños para que dejaran de temblar, pero era inútil, todo su cuerpo parecía temblar.
—Desde que conociste a ese kazajo me has hecho a un lado—JJ volvió a reír con dolor—. Bueno, no es como si alguna vez te hubiera importado, por favor, discúlpame eh bebido demasiado, nada de lo que digo debe tener sentido para ti, tómalo como los delirios de un emborrachado
El cuerpo de Yuri comenzó a temblar, una sacudida de odio se extendió por todo su cuerpo. Yuri atrapo se rasgó en rostro con sus uñas y comenzó a reír con el mismo dolor.
—¿Qué no me has importado? ¡¿Qué no me has importado?! No me hagas reír; desde que te acercabas más y más a mí no has dejado de aparecer en mi mente. Como…Cómo se supone que iba a acercarme a ti en el Grand Prix—Yuri dejo de rasgarse el rostro y lo miro directo a los ojos— ¡Cuando tenías a tu maldita prometida ahogada en llanto dándote todo el apoyo ¿era yo más importante que ella? ¡NO!
De los templados ojos azules de JJ, largas y pesadas lagrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas
—Quieres saber porque estoy aquí. Bueno, ¡es que perdí al amor de mi vida! —rio por bajo—. No hablo de Isabelle—JJ junto las manos y se arrodillo en el sofá—, tu eres el amor de mi vida, Yuri…—entrecerró los ojos, el alcohol le nublaba la mirada
Yuri negó ansioso
—No es cierto…
—Yuri… estoy luchando…por controlar mis palabras…
—Tu no me amas…no es cierto…tu no me amas…
JJ trato de sujetarle las manos, sin embrago, Yuri se apresuró a alejarse.
Poniendo toda su fuerza en mantenerse recto, Yuri señalo a JJ
—Si me amaras ¿Por qué me te comprometiste con esa vieja bruja? —Yuri bajo la mirada, sus lágrimas se escaparon, el corazón le dolía, su pecho no lo dejaba respirar, las imágenes volvían y él no lo soportaba, no era tan fuerte—…yo estaba a casi nada de ti, ese día…si tanto me amabas ¿Por qué no me lo dijiste? ...¡¿Por qué?! —le exigió con la mirada
—¿Cómo podía? —JJ parpadeo con dolor, sus ojos se estaban hinchando por el llanto—, sabía que me rechazarías
—¡Lo hubieras hecho, maldita sea! ¡Yo lo iba a hacer el mismo día en el que se te ocurrió ponerle un anillo de compromiso a esa bruja! ¡En tu genial día para decirle a esa mujer que querías pasar el resto de tus días con ella! —se secó las lagrima y ahogo sus sollozos—. ¡Ese día tu nombre dejo de hacerme feliz!