Capítulo 2
El mundo de media noche.
Son cerca de las 8 cuando Chanyeol llega a casa, adentro todo está completamente oscuro indicándole que tal y como pensaba está en problemas. Cierra la puerta con cuidado a sus espaldas y se dirige a donde sabe que tiene que ir.
La recamara de su madre es la única que tiene las luces encendidas mientras ella teje cómodamente sobre la cama. Al mirarla desde la puerta Chanyeol recuerda cuanto deseaba que exista más que estambre blanco, con 4 años Chanyeol soñaba con un mundo diferente que parecía solo existir en su cabeza.
-¿No hay más colores, mamá? - Su madre lo había visto con preocupación tatuada en el rostro y lo había tomado en brazos antes de decirle que no, no había más que eso.
Chanyeol había dudado de su madre esa vez, pues juraba haber escuchado hablar a su abuelo de otros colores como azulillo y el amazul. Poco después su abuelo se había encargado de corregirle y enseñarle que el amarillo y el azul existían, poco antes de irse para no volver jamás. Sin embargo él nunca habló con su madre de ello.
- Mamá, ya llegué.
Su madre sin despegar la vista de su trabajo asiente.
-¿Estás bien?
El tejido es hecho a un lado por su madre quien se cubre el rostro con las manos, su llanto no es estridente pero es suficiente para hacer retroceder a Chanyeol.
-Lamento no avisar, estaba con mis amigos estudiando para el examen próximo y se me pasó el tiempo.
La mentira queda en el aire, y Yeol sabe que su madre le ha escuchado.
- Sé que te preocupé, por favor, discúlpame por ello.
Chanyeol la mira por unos minutos más antes de decidir que es mejor retirarse. Cierra la puerta con cuidado y se mantiene frente a ella unos segundos más, preguntándose si de verdad hace lo correcto. Antes de retirarse finalmente a su habitación la escucha y su corazón se hace pedazos.
- Descansa, cariño.
***
-El bosque.
Chanyeol mira a su madre extrañado por su comentario, ella está sentada como todos los días a la mesa justo antes de ir a trabajar.
-Solo no vayas ahí. Es peligroso ¿está bien?
Chanyeol asiente y se despide de ella para dirigirse de nuevo a la escuela, afuera de casa en la siguiente esquina Jongdae le espera mirando hacia él.
-Estoy bien, no te preocupes - El chico sonríe a Chanyeol sin que nadie más lo note e inclina la cabeza hacia un lado como diciendo ¿vamos?
De nuevo la rutina se repite justo como antes, día tras día.
***
Pero el tiempo no perdona, nada lo detiene, y Chanyeol puede mirar a través de la ventana como es que sigue su curso, y lo deja atrás.
Mientras Kyungsoo come su sopa, siente la rigidez en el ambiente, los murmullos en la cafetería llenan su cabeza y se pregunta a si mismo que es lo que todos están hablando. Nada es interesante, nada cambia, aún si no son los mismos.
Recuerda el bosque y el color tan opaco y siente la jodida emoción de regresar, porque aunque no haga más que pararse ahí en medio de la nada, el aire en su rostro y el danzar de las hojas de los arboles le recuerdan que está vivo.
Tal vez pueda avanzar más, tal vez pueda correr hasta que sus piernas no puedan más. Y tal vez pueda encontrar eso que tanto necesita.
- Chanyeol - su profesor está justo frente a él, mientras sus amigos no hacen más que mirar a la sopa o cualquier otro punto que no sea él. Comprende entonces que ha estado llamándole por un buen momento, y el hecho de estar distraído no es bueno.
- ¿si?
- Acompáñame un momento.
…
Media hora y una llamada.
Es todo lo que Chanyeol necesita para sentirse más atrapado que nunca, y es que el discurso sobre el gobierno y de ser una persona más responsable para servir a la sociedad le ha llegado hasta los cojones hace mucho tiempo.
“Si no te compones, tendremos que proceder de otra manera. Por el momento llamaré a tu madre.”
Sabe que cuando llegue su madre no va a hablarle, sabe que probablemente esté llorando en su cama con el corazón roto. Y también sabe que él mismo se sentirá una mierda, porque en lugar de prometerle a su madre que será mejor tiene ganas de gritarle que está harto.
Respira.
El aire sale de sus pulmones tranquilizándolo, mueve la cabeza relajándose y mira el tan conocido camino a casa, pero sus pies no se mueven, al contrario, se mantienen estáticos permitiéndole echar apenas un vistazo a su alrededor, encontrándose de nuevo con aquello que le parece tan atractivo.
A donde se supone que no hay más.
Pero no, aún no es el día para ello.
…
12:30 pm
Está a punto de iniciar un nuevo día y el dolor de cabeza no cesa para Chanyeol, los gritos de su madre no son capaces de abandonar su cerebro. Le parece que aún sigue en la sala con ella llorando por su demora.
“¿Quieres que nos separen?” le había dicho, mientras lo miraba con lágrimas en los ojos. Dentro de él, a Chanyeol le hubiera gustado abrazarla y decirle que nada cambiaria y ellos estarían bien, sin embargo no es algo que el pudiera asegurar y el hecho de no poder ni siquiera acercarse a su madre le terminaba de romper el corazón.
Dentro de sí como un placer culpable la idea de regresar a los límites de la ciudad seguía viva. Y aún más la idea de escapar.
1:23 am
Afuera el clima se ha puesto frio, las calles están completamente vacías tanto en las orillas de la ciudad como en el centro. Y JongDae permanece en medio de una de ellas mirando al cielo, la oscuridad parece tomarlo entre sus brazos pues ningún farol le rodea, y es así como debe ser si no quiere ser visto y conseguir problemas con las autoridades de la ciudad. Aunque para el eso no representa mucho problema pues sabe bien como evitarlo.
En medio de un silencio que es más que normal para él, sonríe al cielo a las estrellas que parecieran mostrarse únicamente para él.
-Shhh, no hagas ruido, hoy me toca a mí. - Susurra antes de cerrar los ojos y empezar a cantar.
***
1: 53 am
En algún lugar, él se mantiene frente al espejo.
Byun Baekhyun, mueve la cabeza de lado al lado, rompiendo miles de reglas de ese mundo en menos de un segundo. Él no es parte de ese lugar y es por eso que ha dejado el tiempo correr a su alrededor.
Mientras tararea al son de Fly me to the moon, puede sentir imaginariamente el viento chocar contra su rostro, mientras el bosque se mantiene verde a su alrededor, mientras el mundo gira y él sonríe.
Mientras él está fuera de ese lugar.
No puede mover los brazos, así que cuando cae sabe que pasara la noche en esa posición, hasta que alguien lo levante en la mañana. Piensa en su pequeña caja de música, hermosamente dispuesta sobre su mesa de noche.
Y poco a poco cierra sus ojitos, dejándose llevar por los sueños más hermosos.
2:00
El bosque quiere llorar, pues el tiempo ha regresado en su interior y alguien se ha presentado al mismo lugar de siempre para sonreírle a la luna.