Se puede decir que con el paso del tiempo las personas dejan de sentir aquello que más le duele, un corazón roto, la molestia de su tobillo, una palabra dolorosa dirigida a una persona y los golpes dirigidos por personas que solo saben comunicarse así o, el simple hecho de hacerlo por gusto. Tiempo que cuando estas a oscuras no sabes cuanto a pasado si son segundos, minutos, horas, días, meses o años, tal vez esa fracción de segundo que se mueve tan dolorosamente lento es como un año, no ese mísero segundo, más cuando tu cuerpo no ha comido o esta tan roto que ni sabes si está unido de alguna forma, solo se siente suelo a la deriva como una ola en medio de un océano sin fin.
El tiempo que llevaba ahí no lo recordaba, solo sabía que estaba en un lugar, no sabía en qué lugar exacto, ni sabía quién era, solo había oscuridad desde que despertó, en su cabeza zumbaba un dolor tan agonizante parte de una milésima de todo su cuerpo. Sabia una cosa que estaba sentado y encadenado, su cuerpo se sentía inerte, pero era su cuerpo, tenía que ser capaz de moverse, aunque fuera un poco, trato de moverse solo la acción fue tan sordamente dolorosa que se rindió al instante; sus cadenas eran lo suficientemente pesadas para evitarle moverse un milímetro.
De repente una puerta fue abierta frente a él, segado al instante por la brillante luz que entro a la habitación incremento su dolor de cabeza, su cuerpo siguió quieto aparentando que seguía dormido así que no trato de moverse, aunque sus ojos querían llorar por la luz que entraba por la puerta, su cabeza seguía en la posición inicial recostada sobre la pared de concreto, trato de respirar lentamente a pesar del miedo que carcomía su ser, pero tenía que ser inteligente, debía descubrir quién era su captor primero.
La persona que abrió la puerta solo se quedó un segundo bajo el marco y bajo unas escaleras que la madera cuyo crujido bajo los pies del captor eran ensordecedores para él. Este al fin llego donde él, pero sin saber que iba hacer dejo de respirar y súbitamente el individuo tomo su cara en su mano con tanta fuerza que sus dientes crujieron, abrió los ojos por el dolor y sintió el sabor a cobrizo en su lengua, lentamente fijo su mirada en unos ojos grises que parecían muertos, un gris que presagiaba solo cosas malas, muy malas, el tipo le sonrió como si fuera un niño que acaba de encontrar su juguete favorito; esa sonrisa no era buena tenía toda la maldad escrita en ella, mejor dicho en toda su cara estaba escrito el mal reencarnado en solo él.
Si se quedaba en ese lugar con este tipo, sabía que no iba a vivir, sería completamente destruido por él y no iba a quedar nada de él, no para peor no sabía si tenía alguien buscándolo, y si tenía familia quería luchar hasta lo último por ella; y por su vida, no iba a darse por vencido se dijo así mismo.
El tipo por fin hablo, sin dejar de mirarlo.
- Ryota- saboreó alargando cada silaba del nombre- por fin te tengo pequeño Ryota-chupando su dedo gordo con deseo-el tiempo paso demasiado bien en ti Ryota y quiero todo de ti ahora que te tengo. - dijo con malicia.
Ryota no sabía que quería decir, pero por lo menos ahora sabia su nombre pensó.
- ¿Vamos Ryota no te acuerdas de mí? - le pregunto – claro que no lo haces, deje que el doctor te drogara con un medicamente especial para hacer olvidar tu vida por completo, aunque puedo decirte que es solo es un prototipo y por lo que veo funciona de sobre manera- le dijo con satisfacción al saber que había funcionado ahora el plan que tenía para él sería más fácil.
No tendría que usar los instrumentos que había pedido a su subordinado ahora sería más fácil, solo tenía que hacerle entender el por qué estaba aquí de esa forma, el porqué de estar encadenado, reía internamente se le estaba poniendo muy fácil todo.
Él estaba confuso porque este extraño lo había drogado, para que quería borrar su memoria, que quería de él, se dijo, será por venganza, que le habré hecho pensó.
- Vamos Ryota háblame y te contare todo lo que quieras saber-le dijo quería que cayera en su trampa, lo quería solo para él, solo para él, se dijo con deseo de poder tomarlo ya, pero esperaría solo para que el mismo se entregara, aunque no sería satisfactorio de esa forma.
Ryota no dijo nada no iba a hacerlo, no confiaba en el tipo, su corazón y su cuerpo se lo decía, el escalofrió que subía por su espalda lo confirmaba, las nausea eran otras que se lo decía, todo el completo lo rechazaba. Lo observo detenidamente quería guardarse todo, analizarlo bien quería tener ventaja, aunque fuera poca. Calculando su estatura era de un metro ochenta y cuatro, y el cabello negro largo y tres aretes en su oreja derecha que pudo ver, tenía un cuerpo proporcionado como si hiciera o hiciera ejercicio, su vestimenta era toda de negro.
- Que piensas Ryota, no me vas a responder mi Ryota y yo que quería jugar limpio y tú no me dejas, bueno ya que no quieres saber te dejare solo para que reflexiones- se levantó, se iría por ahora lo iba a quebrar si era necesario, no le importaba si tenía que usar la fuerza más bien le gustaba así domarlo le divertía más.
Ryota solo lo siguió mirando no quería hacer nada mal por el momento, pero ya lo había hecho al no contestarle, se fijó de tras él en busca de una salida, se iría de ahí a como fuera, aunque no sabía a dónde, pero lo único que sabía era por el momento tenía que huir de ese lugar y por lo visto era un sótano y solo se veía un pasadizo de concreto, por donde mirase no lograba ver una salida tenía que hacer algo, tenía que pensar en algo, fue cuando se dio cuenta que el tipo no se había ido todavía ni siquiera había apartado su mano de él no había hecho movimiento alguno, solo lo miraba fijamente devorándolo, cuando lo miro mejor su cuerpo tembló sin querer y ver como que algo se encendió en él. No sintió lo siguiente que hizo el tipo, en una velocidad inusual se colocó de pie y tiro una patada directamente a su cara tan fuerte que su cara se dio vuelta hasta chocar contra la pared, su cabeza dolió, su mejilla se rompió por el golpe y el choque de sus dientes contra la mejilla, la sangre salía de la comisura de su boca, sentía completamente sus ojos llorosos por el dolor, su cuerpo se estremecía, quería correr y nunca mirar atrás, pero estaba encadenado como perro a la pared. El tipo solo rio y Ryota lo sintió frio, todo estaba condenado, el tipo volvió a tomar su mentón y apretó más, sintió salir más sangre de su boca y el solo la miro con alegría era totalmente repulsivo y Ryota había caído en sus manos.
Satisfecho por lo que había hecho dio la vuelta y salió de ese pequeño sótano, ahora él tenía que hacer un plan para disfrutar de someter al gran Kise Ryota, como le había costado encontrarlo en primer lugar lo estuvo persiguiendo por un largo tiempo, empezó como admirador de él, cuando salió por primera vez en una revista lo había visto y le gusto lo que miro, así desde ese momento lo había estado acosando levemente, Ryota ni se dio cuenta, así que contrato a un agente para buscar todo de Ryota sin que sospechara y se dio cuenta de que este no tenía pasado alguno por lo menos no a la vista todo estaba bien enterrado sobre mucha, pero mucha tierra, cuando al fin le habían entregado la investigación de Ryota le agrado lo que encontró, este había escapado de la misma mierda, eso no le importo a él, más bien le dio algo para degradarlo y volverlo completamente lo que él era y de donde el realmente era. Feliz salió de sótano teniendo presente al ser que tenía capturado y el sabroso plan formándose en su cabeza.
Ryota estaba sollozando quedamente en el sótano en el momento que ese tipo salió, acurrucándose, su cuerpo había estado con mucha presión cerca de ese tipo, no le quedaba fuerzas y su estómago se quejaba ruidosamente eso lo materia despierto, además de que no quería cerrar sus ojos ya que si lo hacía no sabía qué era lo próximo a pasarle. Aunque quiso estar despierto su cuerpo ya había tenido suficiente así que simplemente se cerraron sus ojos y cayó en un doloroso sueño.
Su vida había sido una cuerda de tire y afloje, pero le encantaba el trabajo que eligió era su vida. Moriría ejerciendo su trabajo sin arrepentirse de nada. Salió de su oficina con ese pensamiento, le habían asignado un nuevo trabajo. Esa mañana su jefe lo había llamado a la oficina, ya que él se encontraba en descanso de su última asignación; Akashi le hablo de una misión especial, él y otros dos agentes serían los únicos en saberlo, en el FBI todo se maneja así. La misión era averiguar qué había pasado con una persona en particular era una misión nivel alfa y además Akashi había añadido que era importante para el averiguar que paso con esa persona. El no pregunto el porqué, solo haría su trabajo como siempre, órdenes eran ordenes más las de Akashi.
Kise Ryota es su objetivo ahora, su paradero era desconocido, la ultimas vez que fue visto fue en una sesión de modelaje en Tokio para una de las compañías más importantes del país, al salir de su trabajo según algunas fuentes se subió a un taxi y no se supo más de él, se investigó el taxi pero según en el archivo no había nada ni la placa concedía según aparecía que era un vehículo liviano, no un taxi inscrito igualmente el vehículo estaba inscrito a nombre de un coreano que por el momento no residía en Tokio y este se encontraba en corea según me dijo Akashi no era él, solo una persona que normal que no sabía nada del asunto porque el mismo había hablado con dicha persona. Así que el caso estaba en una encrucijada no se sabía de su paradero y no tenía más información.
Sabia por el archivo que le dieron con la información que no tenía familia y que solo trabaja, era muy poca la información que encontraron según Akashi, aunque él tenía una duda Akashi le pidió que lo investigara también como un favor personal , entonces Akashi lo conocía, pero no iba a preguntar por el momento, tenía que investigar más afondo y ver algunas persona allegados de Ryota, aunque eran muy pocos y tras de eso no se sabía nada del pasado del susodicho no había nada y eso le interesaba mucho.
No había visto ninguna foto de dicho chico, pero él nunca sabía nada de modelaje, lo veía tonto y soso así que no le gustaba, aunque le gustaba ver a su revista ídolos, eso sí le gustaba.
Bueno su primera persona en investigar era a un chico que trabaja como enfermero en el hospital central de Tokio, según es el mejor amigo Kise, en el archivo había una foto del chico, su altura era baja tez clara sin llegar a ser pálida, tiene el cabello azabache, ojos grisáceos, nariz pequeña y delgado. Nada fuera de lo común según él. Aunque el chico no era para nada feo, esas cosas a él no le importaban. Se veía fastidioso para él, pero ese era su trabajo así que iba
hacerlo, salió del edificio hacia su carro que estaba parqueado cerca, su nena un Chevrolet Camaro 327 del 66 modificado, negro, con un motor v8, que suena a gloria cada vez que lo enciende, su bebe y nadie además de él lo toca, con sillones de cuero negro, con una radio nueva, completamente limpio. Moriría aquel que llegara a rayarlo si quiera. Subió a su precioso bebe y se encamino directo hacia donde trabajaba el chico. Quería que terminar este trabajo rápido así volvería a sus vacaciones. Saco la cajetilla de cigarrillos de su chaqueta de cuero negra, tomo uno mientras miraba el tráfico, y lo encendió sabía que eran malos, pero necesitaba uno o dos al día para poder sobre llevarlo bien, toco su cabellera azul eléctrico tenía que llegar y con la presa que se formó no llegaba ahorita. Dio un suspiro esto iba para largo, al terminar de fumar el cigarrillo logro llegar al hospital, lo parqueo en el área pública, salió, se encamino al edificio antiguo, ese hospital es parte de la universidad de Tokio, donde estudiaban los más verdes pensaba él. Se dirigió al área de información esperaba que este se encontrara trabajando el día de hoy, Akashi le dijo que él iba a estar aquí pero nunca se sabe. Entro se guio por las señalizaciones al área de información, se encontró en un lugar amplio con algunas enfermeras alrededor, ese olor característico de hospital le molestaba un poco, vio una chica baja con el auricular del teléfono hablando con alguien y las otras enfermeras asiendo apuntes, cuando la pequeña dejo el teléfono se adelantó. La chica de una vez alzo la mira y conecto con la de él. Sabía muy bien que él no era feo, le gustaba cuando las chicas quedaban embobadas con él y eso que no era vanidoso, así que hablo para que la chica saliera de su transe, su sonrisa característica de chico malo salto a la vista.
- Buenas señoritas, me preguntaba si me puede decir si se encuentra por aquí este muchacho- le mostro la foto con el chico plasmado en ella – vengo aquí por un asunto de importancia me gustaría saber si me ayudaría- le dio su mejor sonrisa y esta hizo su magia.
No conocía el nombre del chico, Akashi no se lo había proporcionado y a él no le dio tiempo de meter la foto a la base de datos, se había dirigido directamente hasta aquí como Akashi le había ordenado.
- C-cla-claro- tartamudeo la chica- Takao- kun se encuentra terminando de ayudar a un sensei y ya viene, si gusta lo puede esperar aquí – le respondió la chica, muy colorada, ella en su vida había visto un chico tan guapo, era un moreno muy guapo y alto. Pero también parecía malo, era un total, pecado andante, suspiro sin poder evitarlo. Qué suerte la suya.
- Gracias, lo esperare aquí mismo entonces cariño- le dijo suavemente y le guiño.
La chica casi se desmaya, divertido se dio vuelta para encaminarse hacia los asientos disponibles. Pero antes de poder sentarse apareció la peli azabache, saludando a las chicas.
- Hola chicas que hay nuevo-dijo con una sonrisa. La chica de una vez se dirigió hacia el – taka-chan te buscan – y señalo al moreno caminando hacia ellos. Los ojos de Takao saltaron un poco, pero se le paso rápido, parecía un policía se dijo Takao, será por ki-chan. Tenía que saber si era por su mejor amigo, estaba muy preocupado porque él llevaba mucho tiempo sin contactarlo y lo había ido a ver a su apartamento, pero este no había estado. Y no había encontrado nada que fuera que este salió del país. Y este siempre le avisaba si eso pasaba, le había llamado a la policía el día que fue al departamento, pero este solo dijo que tenía que ser por una razón mayor, esos tipos no hacían nada, pero tal vez alguien si lo había tomado en serio.
El moreno solo lo saludo con un asimiento de cabeza. Y luego con un movimiento de cabeza para que lo siguiera, se dirigieron así donde pudieran hablar.
- Solo quería ver si podía hacerle unas preguntas – se dirigió directo al grano no tenía tiempo que perder- sé que eres amigo de Kise Ryota, disculpa cómo te llamas – pregunto toscamente antes de que se le olvidara.
- Takao Kazunari- le dijo con una ceja levantada que raro que no supiera su nombre – me dijiste que eras- pregunto el más bajo, ahora tenía dudas si es que era policía.
- Soy policía, me llamo Aomine Daiki- le respondió el moreno, tenía que decirle que era policía, en parte era cierto, pero también agente del FBI, así era su trabajo todo encubierto.
El azabache lo miro detenidamente, parecía policía, pero como no llevaba su uniforme lo estaba dudando. El moreno volvió hablar.
- Sé que lo dudas, pero es así, si quieres te muestro mi placa – subió la cadena de su cuello y mostro la placa, ahí se encontraba la placa siempre, la mantenía dentro de su camisa- ahora que estas más tranquilo al verla me gustaría saber algunas cosas de Kise Ryota – le dijo moreno serio, había visto la duda en sus ojos cuando le dijo que era policía.
El azabache al escuchar el nombre de su amigo dejo ir la duda, este sujeto sabía algo, donde estaba Kise tal vez, y necesitaba saberlo.
- Sabes donde esta ki-chan, tengo días de no saber de él en realidad – dijo con desespero el más bajo, ahora si estaba angustiado tal vez le había pasado algo.
- La verdad no sé dónde se encuentra, por eso me gustaría hacerle unas preguntas- le respondió el moreno vio angustia en su semblante, así que le iba a decir la verdad.
Takao lo miro, tenía la cara muy seria esas no serían buenas noticias, sentía las lágrimas acercándose, no podía ser, se dijo a su ki-chan no le pudo pasar nada malo, a el de todas las personas no. Miro al moreno.
- Dígame la verdad- le dijo con voz quebrada- a ki-chan le paso algo- estaba a punto de quebrarse.
- La verdad, no lo sabemos todavía, estoy investigando en este momento, pero a lo que veo este lo más probable fue secuestrado, pero no sabes el motivo y no tenemos nada por el momento, el caso apenas comenzó el día de hoy y necesito que me ayudes con unas preguntas- le respondió sinceramente el moreno, aunque algo tosco, necesitaba respuestas para continuar el caso.
- Lo que necesites – le contesto el más bajo- siempre que encuentres a ki-chan – le dio una débil sonrisa.
- Lo haré, así que dude de mi – dijo duramente que hasta hizo retroceder a Takao- perdón, pero es que no me gusta que duden de mi- le dijo para que no retrocediera más ni para asustarlo.
- Pues si es así, bien, pero le digo una cosa trate de mejorar su temperamento un poco - Takao se había asustado un poco y obviamente no quiso decirlo de esa forma solo quería saber que ki-chan estaba bien. - discúlpeme entonces por la duda, pero quiero saber que mi mejor amigo está bien y estoy demasiado preocupado ahora – contesto el más bajo.
- Lo sé- suspiro el moreno si no hacia las preguntas no iban a llegar a ningún lado. – cuando fue que vio o hablo con Kise la última vez? - pregunto el más alto.
Takao se quedó pensativo, la última vez que había sabido del rubio había sido cuando este le dijo que iba a una sesión de fotos cerca de su departamento así que cuando terminara pasaría a quedarse con él unos días ya que por el trabajo y por los estudios no habían tenido tiempo para verse. Y luego no supo más, aunque este le había llamado para hacerle saber que ya venía a su departamento y nunca llego, por eso había ido a ver que había sido él y no encontró nada.
- Fue hace unos días – suspiro con tristeza- cuando me llamo me dijo que iba hacer una sesión de fotos por trabajo y luego venía a verme, pero nunca llego, eso sí cuando salió de la sesión me llamo para decirme que ya llegaba – le contesto el más bajo.
Así que era lo mismo que ya sabía, pero no, este se había reportado de ya iba de salida, debió ser en el camino o como sabia el falso taxista. Por ahora necesitaba ver el apartamento de la víctima.
- Me dijiste que estuviste en apartamento de Kise verdad – le menciono en más alto.
- ¿Si así fue, porque que necesita? – le contesto con curiosidad el más bajo, no había visto nada fuera de lo común, cuando fue pero como no era policía tal vez el si podía. – si quieres te llevo, estoy por salir de todas formas- le dijo el azabache.
- Si eso sería perfecto- sonrió eso le quitaba el peso de pedir permisos. – vamos yo te llevo si no tiene carro o me sigues -le dijo el moreno.
- Ah me llevas, está bien – le sonrió débilmente el azabache. - vamos entonces solo recojo mi bolso, espérame aquí ya vuelvo. - le respondió el más bajo
- Aquí te espero entonces- el moreno vio alejarse al más bajo, por lo menos este chico le ayudaría y veía que este realmente estaba preocupado por su amigo, se dijo que debería pedirle una foto del modelo.
- Aquí estoy- le dijo el más bajo.
- Eso fue rápido- le dijo el moreno.
- Así soy jeje- le sonrió al más alto y se encaminaron al parqueo, el moreno con un objetivo en mente y el más bajo con esperanza de encontrar a Ryota.