— ¿Ya viste el nuevo vídeo de Víctor? Salió el cerdo ese de administración.
— ¿Katsuki? ¿El de segundo? Ese chico se ve simpático, nunca me imaginé que le partiría la cara a JJ. Fue muy divertido. — Christophe miraba algo distraído su celular, mientras que su amigo Emil miraba el vídeo en el suyo. — Se lo merecía, no es el primero al que molesta.
—Pues digas lo que digas, JJ no es un mal chico. Aunque sí, un cabeza de huevo.
— ¿Sabes? Me llama la atención que alguien tan callado y tímido, se haya hecho amigo de alguien tan popular y escandaloso como Víctor.
—Es muy raro, a veces pienso que son pareja o algo así —Tomó de su soda. —Tú conoces a Víctor, ¿Habrá alguna posibilidad de que así sea?
—No lo dudes, a él no le importaría salir con un chico — Chris revisó su Instagram, sorprendiéndose de varias fotos que el aludido había subido los últimos días. En la mayoría se encontraba en museos, antros, incluso en su departamento con más ni menos que Katsuki, incluso había más con él, que con su primo Yurio, de quien no se separaba. — Aunque, ahora que lo mencionas, no sería mala idea preguntárselo — Sonrió mientras guardaba su celular cuando escuchó el sonido de la campana.
Nikiforov se encontraba editando un vídeo, mientras escuchaba música. Yurio había salido con Otabek, así que tenía la paz suficiente para hacer su trabajo sin preocupaciones.
— ¡Carajo! ¡Tengo que volver a editar esto! — Bueno, tal vez unas cuantas.
Se hizo el cabello hacia atrás, suspirando pesado. Todo el día había estado pensando en cierto chico gordito, que no dejaba de atormentarlo en su mente, mientras sentía un extraño dolor en su pecho. Una extraña mezcla entre excitación y frustración se apoderaba de su ser sin poder controlarse. Se sentía sumamente estresado.
— ¿Qué se supone que haga ahora? — Hundió su rostro entre sus brazos cruzados, mientras se recargaba en el mueble de computadora. En eso el timbre sonó haciendo que pegara un salto de sorpresa. Gruñó y con cierta pereza fue a abrir, encontrándose con quien menos esperaba: Christophe Giacometti. Un amigo cercano que conocía desde hace tiempo. — Chris, qué sorpresa.
—Víctor, qué bueno que te encuentro — Saludó, mientras se metía a la casa como la humedad. —Ya que no hemos hablado desde hace un tiempo — Se sentó en el sofá.
—Oh sí, la universidad nos absorbe por completo —Tomó asiento en el sofá individual. — Pero dime ¿Qué haces aquí? No es normal que vengas a mi casa.
—En realidad, sólo vine a invitarte unos tragos — Sacó su celular y le mostró unas fotos. — Hay un lugar cerca de aquí donde sirven comida muy buena y es bastante agradable. — Víctor vio las fotos. —Tal vez puedas llevar a tu nuevo novio — El otro se sorprendió.
— ¿N-novio?
—Sí. El gordito ese, que aparece últimamente en tus vídeos. No me habías dicho nada sobre él —Sonrió divertido, haciendo que Nikiforov bufara.
—T-te equivocas, él no es mi novio.
—Ajá ¿Por qué subes tantas fotos con él, entonces? Incluso parece que él disfruta estar contigo.
—Ay, no me lo recuerdes — Dijo con pesadez, recargando la cabeza en el sofá.
Yuuri regresaba de una improvisada reunión con Pichit y Leo después de un buen tiempo. Habían preparado un enorme pastel, que terminó siendo devorado por Katsuki debido a que los chicos no aguantaron más de tres rebanadas. Yuuri decidió llevarle un poco a Víctor, después de todo, el ruso amaba los pasteles.
Subió unos escalones hasta llegar a su piso y pudo notar que la puerta de la casa del aludido se encontraba abierta. Con curiosidad, se acercó con la intención de tocar pero la voz de Nikiforov lo detuvo.
—La verdad es que ese chico me agrada bastante pero, no lo sé, me siento empalagado — Yuuri abrió los ojos abrió los ojos de par en par, sorprendido, mientras evitaba hacer algún ruido. — No sé qué pensar ya.
— ¿De qué carajos hablas Víctor? Si no te empalagara como tú dices, ni siquiera seguirías hablándole ¿Acaso estás tratando de ocultar algo? — ¿Hablaban de él?
—Ok, aclaremos algo. Él es el quien está enamorado de mí, me enteré hace un tiempo, debido a que me compuso una canción ¿Sí? — En efecto, estaban hablando de él. —Él es compositor y yo soy una especie de “musa” para él. La mayor parte de sus canciones me las dedica y no sé cómo carajos debo sentirme al respecto. — Nikiforov se oía alterado, Yuuri bajó la cabeza algo triste. Realmente creyó que su amistad con él, era genuina.
—Oye, no te alteres. Sé que es confuso, pero es tu amigo al fin y al cabo.
— ¡Ya sé que es mi amigo! Sólo… —Se detuvo, mientras que Yuuri bajaba la mirada, sintiendo cómo su vista comenzaba a nublarse y el cristal de sus lentes se empapaba. — Sólo que no sé si sea correcto salir con él, no quiero ilusionarlo, aunque cada vez que estoy con él me siento tan… diferente.
—Te gusta.
— ¡¡No me gusta!! — Gritó. — ¡No me gusta, ni me gustará jamás!
— ¡Víctor, cálmate!
—Escucha, el chico no tiene nada que me agrade. Es tímido, torpe, inseguro y un poeta de clóset, ni siquiera tiene un buen aspecto físico. ¿Qué te hace pensar que saldría con alguien que ni siquiera se cuida a sí mismo?
—Víctor, déjame decirte que estás actuando como un pelmazo. ¿Por qué de repente estás a la defensiva? — El otro estaba por responder, cuando Chris lo interrumpió. — Entiendo. Sé que estás estresado y el trabajo te tiene con los pelos de punta, pero déjame decirte, que si realmente piensas eso de Katsuki, es mejor que te alejes de él. Se sentirá peor si cree tener una oportunidad contigo — Se dirigió a la salida, tomando el picaporte de la puerta. — Si aún quieres ir puedes hacerlo. Te serviría para des estresarte. — Al abrir la puerta, pudo notar a Yuuri abrazando una bolsa de papel, sus ojos estaban empapados por lágrimas y su cabeza estaba gacha. Víctor tragó saliva audiblemente sorprendiéndose bastante al ver al chico afuera. — ¡Yuuri! Q-qué sorpresa-
—L-lo siento yo sólo… vine a dejarle esto a Víctor. —Su voz estaba quebrada. Víctor se sintió un verdadero hijo de puta.
—Yu-Yuuri…
—No tienes qué decir nada, f-fue mi culpa por oír a escondidas —Dejó la bolsa en uno de los sofás y corrió rápidamente a su casa.
— ¡Yuuri! — Nikiforov se dirigió a su casa, tocando desesperadamente la puerta, de alguna manera, aquella imagen le había causado un horrible sentimiento. — ¡Por favor, no quise decir eso! Sólo… sólo…
— ¡Vete de aquí, Víctor! ¡Fue mi culpa por ilusionarme contigo! ¡Fue mi culpa por escribirte canciones! por favor, no vuelvas a hablarme nunca. —Un llanto se escuchó del otro lado de la puerta, Nikiforov apretó los puños.
— ¡Bien! ¡Si es así como lo quieres, entonces no volveré a buscarte, ni hablarte! — Se giró para regresar a su apartamento.
Chris al ver la escena no pudo hacer otra cosa que retirarse de ahí.
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Yurio no había tenido días como esos en mucho tiempo.
Otabek lo había invitado a la feria de la ciudad, como premio por haber aumentado su calificación de biología, se subieron a muchos juegos -donde estuvo a punto de vomitar- ganaron premios y comieron dulces de dudosa procedencia. Después fueron a un McDonald’s, donde comieron hamburguesas con doble queso y carne, pay de chocolate y malteada de fresa. Al terminar el día, se dirigieron a una exhibición fuera de la ciudad, donde artistas y músicos callejeros exhibían sus trabajos. Había sido un día muy divertido para ambos, ya que descubrieron que tenían bastantes cosas en común e incluso podían hablar de cualquier cosa sin aburrirse.
En esos momentos Otabek llevaba al pequeño a su departamento.
— ¿Sabes? Amé la pintura que la chica del cabello morado hizo, donde estaba el chico en medio de la ciudad.
—Oh sí. Tenía un toque oscuro y gris, pero aun así no puedes dejar de mirarlo.
—Así es. Aunque su cara estaba borrosa, me pregunto cómo habrá hecho para hacer ese efecto.
—Cara borrosa — Repitió levemente Altin, por alguna razón aquellas palabras acentuaron tanto en su mente.
—Deberíamos salir más seguido.
—Eso sólo pasará, si mejoras tus calificaciones —Yurio sonrió. — Y si volvemos a coincidir con nuestros horarios.
—Veo que la universidad te tiene bastante ocupado.
—Y que lo digas — Suspiró — He estado bastante estresado estos últimos días, fue buena idea haber salido contigo — El otro se sonrojó de repente. — Oh mira, llegamos. Señor, puede parar aquí — Le indicó al chofer, al ver que habían llegado al departamento donde vivía Yurio, este obedeció y se detuvo en la entrada.
—Gracias por esto Otabek.
—No tienes qué agradecer, nos vemos — Se despidió cuando Yurio salió del auto corriendo dentro del edificio. Altin no pudo evitar mirar, cómo sus cabellos rubios se agitaban de un lado a otro, en lo que el conductor se ponía en marcha.
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Una semana había pasado, después de los acontecimientos y Yuuri volvió a su típico comportamiento solitario y melancólico. Se sentía destrozado en todos los aspectos, no sólo porque su ansiedad lo consumía con noches enteras de insomnio, aumento de peso y depresión. Emocionalmente se sentía devastado. Aquél día en que Nikiforov había dicho lo que realmente sentía de él, subió un vídeo llamado desmintiendo rumores donde aclaraba que entre él y Katsuki no había pasado absolutamente nada, ni siquiera amistad. Aclaraba que Yuuri era un simple guía que lo llevaba a varios lugares para conocer, en el vídeo se notaba molesto, ya que afirmaba que había gente la cual creía que eran pareja y eso decía, le molestaba bastante.
Yuuri sabía que estaba en su derecho de enojarse, pero le parecía horrible que negara cualquier relación que hasta entonces habían tenido. Miró los vídeos del canal por segunda vez, observando las miniaturas donde él aparecía junto a Nikiforov. Este no le había vuelto a hablar desde aquél día y no es que Yuuri hiciera mucho por cambiar la situación, simplemente lo evitaba a toda costa, incluso, había cambiado algunas clases para evitar verlo.
En esos momentos, se encontraba solo en una de las mesas de la cafetería del campus. Las clases habían terminado y no quería llegar a su casa, así que decidió adelantar la tarea. Miró el puño de hojas que estaban esparcidas por toda la mesa, sus cuadernos estaban llenos de apuntes, un vaso grande de café acompañaba la escena, junto con unas galletas de nuez y tenía en la mano su libreta especial. Aquella dónde escribía sus canciones.
Asustado de mi propia imagen, asustado de mi propia inmadurez, asustado de mi propio techo, asustado de morir de incertidumbre… Se le ocurrió escribir lo primero que vino a su cabeza, en esos momentos se encontraba sumamente estresado mentalmente. No podía dejar de pensar en Víctor por más que quisiera ¿Las cosas se quedarían así? Si lo pensaba bien, realmente quería volver a ser su amigo, pero no quería que se sintiera incómodo, tal vez las cosas eran mejor como estaban ahora.
Fear might be the death of me, fear leads to anxiety,
Don't know what's inside of me.
Don't forget about me,
Don't forget about me,
Even when I doubt you,
I'm no good without you, no, no…
Comenzó a escribir como si alguna fuerza sobre humana lo estuviera poseyendo, unas lágrimas bajaban de su rostro empañando el cristal de sus lentes, cuando se dio cuenta, una de ellas mojó la hoja de papel en la que escribía, justo en la palabra duda, como si el destino de alguna forma se burlase de él.
— ¡Hey, Katsuki! — Escuchó una voz llamarle. Con cierta rapidez se limpió las lágrimas y miró hacia dónde provenía el llamado. Otabek se acercó y se sentó frente a él. — ¿Qué haces? ¿Por qué tan sólo?
—Hola Otabek, gracias por preocuparte pero, realmente no quiero hablar de eso — Contestó con desánimo mientras garabateaba en su libreta. Altin por su parte, lo miraba con su típica cara de póker.
— ¿Es por lo de Víctor? — El otro lo miró con sorpresa. — Vi el vídeo, no imaginé que fuera tan estúpido — Explicó esculcando algo de su mochila. — Sé que te gusta y comprendo que te sientas mal, pero si pudiste vencer a un pelmazo partiéndole la cara, puedes superar a un niño bonito sin talento — Yuuri lo miró extrañado, realmente no recordaba haberle dicho nada a Otabek acerca de su enamoramiento hacia Víctor, pero conociendo su relación con Yurio, era casi seguro que el muchacho lo hubiera delatado. Tan perdido estaba en sus pensamientos, que el papel frente a su rostro lo espantó un poco.
— ¿Demostración de talentos?
—Sí. Me iba a inscribir y me enteré que tú también lo hiciste. — Yuuri se dio una bofetada mental, ¡Había olvidado por completo el concurso! — Estuve pensando un poco ¿Qué tal si lo hacemos juntos? Escucha. Sé que lo de Víctor te afectó demasiado, pero si hiciéramos un gran performance en la presentación, él se daría cuenta de lo mucho que vales la pena y que fue un imbécil al dejarte ir.
—Tú ¿Lo dices enserio? — Altin asintió. Me había inscrito para poder confesarle mis sentimientos como se debe, pero se enteró antes de tiempo —Suspiró —De cualquier manera, no creo que a él le importe.
—Katsuki, tú tienes el don para transmitir sentimientos con tu voz. Estoy seguro de que Nikiforov se quedará con el ojo cuadrado. —Yuuri sonrió. Otabek tenía la extraña habilidad de motivar a cualquiera con unas palabras, a pesar de su permanente rostro inmutable. — La presentación es dentro de dos semanas, trabajaremos en tu terapia contra el pánico escénico.
Los ánimos de Yuuri subieron, mientras platicaba animadamente con Otabek, sin darse cuenta de que cierto joven de cabellos plateados los miraba desde lejos, triste, con una extraña duda carcomiendo su ser ¿Estaba realmente enamorado de Yuuri Katsuki?
…Want the markings made on my skin
To mean something to me again
Hope you haven't left without me
Hope you haven't left without me, please…