Lo observó desde lejos, como siempre lo hacía —al menos durante los últimos dos años, desde que lo vio cruzar la puerta de la cafetería a toda prisa y hecho un desastre, cargando unos cuadernos contra su pecho y hablando histérico en dirección a un muchacho con una estatura menor a la suya—, y ahora se le veía tan tranquilo, tan alegre que incluso llegó a contagiarle de su felicidad. Ya ni siquiera recordaba porqué había comenzado a mirarlo desde lejos como un obseso. Bueno,en realidad sí lo recordaba, pero se sentía tan avergonzado que prefería llamarlo "Destino", aunque su mejor amigo al comienzo le había dicho que ya se le pasaría y, que todo volvería a la normalidad en un abrir y cerrar de ojos, pero la realidad era que ese "No pierdas el tiempo en ello,Hope. Sólo tuviste una demasiada buena impresión, se te olvidará luego" ya se había transformado en un "enamoramiento permanente" y aquello, bueno, no era un problema precisamente, pero al menos le solía atormentar el no hablarle, por mucho que quisiera.
—Lo único que vas a lograr es atravesarlo con tu constante mirada y de un momento a otro va a aparecer un hoyo en su bello y perfecto rostro.
Escuchó que su amigo le llamó la atención en un tono serio,aunque con un deje de diversión que no se le pasó por alto, así que, resignado al verse atrapado con las manos en la masa ,se giró hacia Min YoonGi, su mejor amigo. Este lo observaba con una mirada acusatoria y una sonrisa pícara. Era de aquellas raras ocasiones en que YoonGi tenía muy buena cara, es decir, se había levantado con el pie derecho, bueno, con todo el cuerpo del lado derecho si se era preciso. Su amigo ya había terminado de comer así que la charola ya estaba vacía mientras que la suya aún tenía un plato con una ensalada a medio terminar.
—Lo siento, lo siento—se disculpó sonriente mientras picaba la lechuga y un pedazo de pechuga de pollo con el tenedor, llevándolo a la boca. Su amigo negó levemente con la cabeza.
—¿No crees que esto ya es demasiado?. Hope, sólo piénsalo,¿está bien?
Jung HoSeok, mejor conocido como J-Hope,por su sonrisa tan brillante como un rayo de sol y su amabilidad hacia todo el mundo, era un estudiante modelo de baile. Por lo que la mayor parte del tiempo se la pasaba muy bien alineado, con su siempre imagen impecable (por no decir que era un amante de la limpieza y el orden) así que era un poco comica la forma en que le respondía a su amigo con un "¿Qué dijiste?" con las mejillas regordetas por haberse llevado demasiado a la boca, mirándolo hacia arriba porque estaba encorvado sobre su asiento y sus ojos bien abiertos para no perder detalle. Eran en esas ocasiones en que YoonGi creía estar cuidando de un niño pequeño al cual enseñarle modales. YoonGi inspiró hondo, tratando de no perder su buen humor, se acomodó sus cabellos azabache con la punta de los dedos y decidió plantarse de forma seria a su amigo. Apoyó los codos en la mesa y entrelazó los dedos frente a si. HoSeok se apresuró en tragarse todo lo que se había metido a la boca, sabiendo que aquella mirada felina sólo significaba un "Tenemos que hablar sobre esto" —pero no como aquella vez en que HoSeok se había colocado calcetines diferentes porque alguien había revuelto su ropa o como cuando HoSeok, debido a su excesiva amabilidad e increíbles valores morales, se había perdido un día entero de clases por ayudar a un par de estudiantes de primer año que, al final del día, sólo fueron unos desagradecidos y Min YoonGi, en su papel de mejor amigo, lo había sermoneado por al menos dos días enteros—.
—Esto no te está llevando a nada, Jung HoSeok—y el aludido supo que su amigo ya había entrado en esa etapa paternal que no solía gustarle mucho—. No has hablado con él jamás en tu vida, pero aquí estás, suspirando como una colegiala de instituto por alguien que no sabe que existes.
Hope ,que gracias a su amigo ya no tenía ni una pizca de alegría ni esperanzas,agachó la cabeza y dejó su comida de lado. Todo el día había estado esperando el timbre que les diera salida a comer, pero ahora toda esa hambre voraz de minutos antes se había esfumado gracias a YoonGi.
—Lo digo por tu bien—prosiguió el azabache. Se levantó de su asiento mientras sacaba la cajetilla de cigarillos, volviéndola a guardar luego y dejando uno fuera—.Al menos finge que piensas en ello.
Antes de que pudiera quejarse, Min YoonGi, su mejor amigo y especie de consejero, se marchó con cigarrillo en mano diez minutos antes de que sonara el timbre que anunciara el final de la comida. Inspiró hondo y volvió a girarse hacia la mesa en la que se encontraba el dueño de sus constantes suspiros. YoonGi tenía razón —pero no era de extrañarse porque él siempre la tenía—, se estaba comportando como una colegiala de instituto y eso ya lo hacía demasiado problemático.
Kim Taehyung le sonreía a Park Jimin por alguna razón desconocida y luego, por la misma razón desconocida, ambos soltaban una carcajada sin que les importara las miradas extrañadas que se posaban en ellos. Kim Taehyung era estudiante de música —por lo que era compañero de YoonGi en cuanto a carrera respectaba,al menos —, y, por lo que sabía, no sólo era destacado en la clase de canto sino que la mayoría de las personas ,ya sea que estuvieran matriculadas en la misma carrera o en otra, hacían fila para llegar a salir con Kim Taehyung, todo él sonrisa ancha —que era tan extrañamente rectangular que resultaba adorable. Por supuesto, había tenido la oportunidad de verla en primera fila cuando chocaron una vez por coincidencia, o al menos eso se había dicho así mismo cuando se encontró siguiéndolo por todas partes durante sus horas libres—, cabello negro y ojos grandes pero con un rasgado sutíl, su rostro perfectamente proporcionado y su voz de tipo barítono le habían dado el título de: Príncipe del coro. Por supuesto, su encantadora personalidad no hacía más que volverlo popular cada día hasta que simplemente la gente prácticamente sacaba cita para hablar con él, exceptuando a Park Jimin (este siendo su mejor amigo de toda la vida no tendría porque hacerlo de cualquier forma). Y se preguntaba en ocasiones —en sus ratos libres cuando no tenía que concentrarse al cienporcien en la danza o en los sermones que YoonGi le daba casi como si fuera obligatorio cada tercer día a la hora del almuerzo—:¿cómo es que no se hacía su amigo?. HoSeok, quien era un año mayor que él, sabía de sobra ,porque de todas formas no era un secreto, que el carisma del muchacho lo hacía salir con un amigo incluso del baño. Para Taehyung ya era normal el entrar solo y salir acompañado. "Así que lo único que tienes que hacer es entrar al baño y decirle "Hola, ¿cómo estás?", él se encargará del resto"; le había dicho YoonGi una vez, pero él quería que su primer encuentro fuera especial, distinto —y esa era la razón principal por la que continuó mirándolo de lejos durante los últimos dos años como un obseso—, aunque se sentía como un acosador a ratos, pero aquella molesta sensación se iba cuando se obligaba a pensar en que aquello no era tan extraño ni demasiado exagerado.
Park Jimin ,quien era técnicamente lo opuesto a Taehyung, era más bajo que el Príncipe del coro y con una piel acanelada que le daba una apariencia sensual sobre la tarima; él era el claro ejemplo del "efecto sorpresa", ya que durante su vida diaria tenía un aspecto adorable, alguien con excesiva amabilidad, pero sin llamar especialmente la atención. En cambio, en el escenario, cuando Jimin, con quien compartía una clase, subía a la tarima sufría una especie de transformación ya que sus movimientos se volvían ágiles y elegantes de una manera tan natural que prácticamente parecía haber nacido para ello. Así que Jimin había sido una opción viable para acercarse a Taehyung,pero no tardó mucho en darse cuenta de que ellos dos venían en paquete (a donde sea que fuese uno, iba el otro. Eran uña y mugre, técnicamente),por lo que no podía simplemente llegar de la nada, además, cuando no estaba con Taehyung, Jimin siempre estaba con Lee Taemin, con quien hacía el dúo principal de baile y cuya unidad llevaba por nombre Two Min, y HoSeok se había dado cuenta de que por alguna extraña razón él no era del agrado de Taemin —aunque, por supuesto, tal vez se debería al hecho de que en una ocasión lo golpeó con un bate al momento de ensayar una coreografía en el cual utilizaban uno y Taemin tuvo que ir a la enfermería de emergencia porque tenía la nariz rota y el rostro ensangrentado. Luego del incidente, sólo dos días después, HoSeok terminó por estamparle la puerta en la cara, por supuesto por accidente, y Taemin tuvo que volver a ir a la enfermería. Y ,sólo para agrandar su desgracia, para rematar, aquel mismo día, como si el destino se empecinara a unirlo con Taemin en desgracia, HoSeok se topó con Taemin en las escaleras que daban a la azotea de uno de los edificios para ir a hablar con YoonGi, quien acostumbraba a fumar allí junto al mejor amigo de su compañero, y, por una extraña razón o fuerza desconocida, resbaló de un peldaño así que Taemin se inclinó para jalarlo por el pulso y darle estabilidad ,pero al final Taemin fue quien verdaderamente resvaló en los últimos dos peldaños antes de llegar a la puerta de la azotea—, por lo que Lee Taemin era un gran impedimento cuando este solía alejarse con Jimin de inmediato en cuanto lo veía acercarse o le lanzaba ciertas miradas poco amigables a su persona.
Se levantó de su asiento luego de terminar y dio un vistazo rápido a la hora en su reloj de muñeca, dándose cuenta de que faltaban cinco minutos antes de que el timbre sonara para devolverlos a sus respectivas actividades. Había varias puertas en la cafetería de tamaño colosal pero una de ellas daba directamente en dirección a Taehyung, así que dejó que sus piernas comenzaran a caminar directo a aquella salida, incluso cuando tenía otra más cerca. Y justo cuando decidió que tenía que olvidarse de todo aquello alguien le llamó:
—¡Hope-hyung!
La voz aguda del tipo masculina logró llegar a sus oídos tan claramente como si no existiera bullicio dentro del lugar. Se detuvo de inmediato, girándose con nerviosismo porque sabía de donde provenía el sonido.
Park Jimin sonreía en su dirección saludándolo con la mano; todo él sonrisa dulce, ojos pequeños, piel acanelada y adorables mejillas que le daban una imágen de niño pequeño. Devolvió la sonrisa y se acercó a la mesa.
—Hola, Jimin-ssi.
Taehyung, quien en ese momento se encontraba leyendo un cuaderno de pasta dura, el cual siempre llevaba a todos lados y cuidaba con recelo, alzó la mirada segundos después. HoSeok sintió que el corazón comenzaba a bombear sangre más rápido y que la cafetería de pronto se sentía más caliente que de costumbre. Taehyung dibujó una delicada sonrisa sobre sus labios antes de saludarlo con la mano.
—Hyung—prosiguió Jimin—. Debido a que nuestra universidad es la cede de este año para el festival de talento...
La voz de Jimin comenzó a perderse entre un silencio hueco que se formó tan pronto como reparó en los grandes y destellantes ojos de Taehyung, y su amigable sonrisa. Intentó por todos los medios posibles mantener su atención en Jimin, pero por el rabillo del ojo podía ver la forma en que Taehyung lo observaba con curiosidad. Las manos comenzaron a sudarle. Las piernas empezaron a temblarle como si fuera gelatina, era como haber corrido una distancia exagerada en un tiempo record. De pronto, y para su sorpresa, Taehyung se levantó de su asiento ,seguido de Jimin, y posó una mano en su hombro antes de dirigirle la palabra con un semblante notablemente animado:
—¿Entonces es un: sí?
Y HoSeok no tuvo tiempo para registrar por completo las palabras del menor cuando ya se encontraba asintiendo ligeramente la cabeza. Se sentía confundido porque no tenía idea de lo que había aceptado, pero, de nuevo, la sonrisa ancha y la tierna mirada de Taehyung hizo que nada más importara.
—Gracias, hyung—.Esta vez fue Jimin quien habló. El chico de piel canela tomó a su mejor amigo por el pulso antes de jalarlo sutilmente consigo, despidiéndose de HoSeok.—¡Recuerde, mañana en el teatro de la universidad después de clases!
Ambos menores se fueron alejando por el pasillo sin voltear atrás.
"¡Me tocó!.No puedo creerlo,¡me tocó!"; pensó HoSeok con tanta alegría como si hubiera ganado la lotería nacional. Inspiró hondo y esbozó una sonrisa triunfal que prácticamente le partía la cara a la mitad mostrando toda su blanca dentadura.
...
Después de terminar las clases se dirigió a la azotea de la biblioteca sin perder tiempo, ya que sólo allí encontraría a la persona a la que tanto estaba buscando. Subió los escalones de dos en dos hasta que llegó a su destino. Se detuvo para descansar un poco y esperar a que la respiración se le regularizada, y todo aquello sin perder la sonrisa que ya le estaba ocasionando un severo dolor en el rostro, aunque no podía evitarlo. Acomodó la mochila sobre su espalda antes de abrir la puerta.
YoonGi y Kai se encontraban recargados al barandal mientras fumaban viendo pasar a las personas del otro lado. Ambos le daban la espalda así que no se percataron de su presencia hasta que los llamó para saludarlos a ambos. Kai dejó escapar el humo por sus labios, mostrando una delgada y fina capa de humo gris blanquizco con un fuerte olor a nicotina, y sonrió, sosteniendo el cigarrillo entre sus dedos para no dejarlo caer.
—Buenas tardes—respondió Kai—. Por cierto, felicidades, Hope.
—¿Felicidades?—preguntó YoonGi con curiosidad antes de dar una nueva calada a su cigarrillo a medio terminar—.¿A qué te refieres?
—Supongo que venía a decirte sobre ello. Lamento arruinar la sorpresa pero Taemin me vino a avisar que...—pausó. Kai aplastó la punta del cigarrillo sobre el barandal para apagarlo, ensanchando una sonrisa sardónica mientras lo hacía. Luego volvió la mirada a HoSeok, quien se limitaba a escucharlo sin mucha expresión en el rostro—bailarás con el dúo más importante de la universidad y Taemin está tan emocionado por tenerte en el equipo.
YoonGi miró a su compañero por el rabillo del ojo y casi pudo percibir claramente el sarcasmo por parte de este. YoonGi hubiera soltado una carcajada ante el comentario en una situación diferente, pero no estaba tan seguro de que fuera una gran idea cuando vio que su mejor amigo casi palidecía ante lo dicho por Kai; todo él cuerpo perfecto, cabello rubio cenizo y popularidad por los cielos. Kim JongIn, conocido como Kai, era uno de los mejores bailarines de la universidad, junto a Hope y el dúo Two Min, pero, aunque solía ser una persona agradable la mayor parte del tiempo, cuando no tenía a las chicas encima de él, a Kai le gustaba atormentar a HoSeok con pequeño comentarios sutíles y eso en ocasiones ponía de muy mal humor a Min YoonGi, aunque, por supuesto, la mayor parte del tiempo se reía y se limitaba a fumar o a beber, dependiendo de la actividad que estubieran desarrollando en el momento. Pero ese día era especialmente diferente.
—Piérdete, Kai.
El aludido giró a ver a su interlocutor con cierto deje de sorpresa. YoonGi dio una última calada a su cigarrillo antes de aplastarlo con la punta del zapato, liberando el humo en dirección a su compañero como una flecha.
—Ahora que lo pienso, Kyungsoo estará esperando por ti para esas clases extras que realmente no necesitas, pero que insistes en tener con él—. El semblante de YoonGi era oscuro y malicioso, como pocas veces se le veía, así que Kai no pudo evitar temblar.—¿Imaginas cómo reaccionaría si se entera que le estás quitando su tan valioso tiempo por un capricho tuyo?. El ángel del coro no será precisamente un ángel contigo después de eso—dijo, haciendo referencia a KyungSoo.
—¡Mierda!—exclamó Kai, cuya piel trigueña de pronto palideció. Agarró la mochila que había dejado junto al barandal en el suelo y la cruzó por el hombro antes de salir corriendo sin mirar atrás.
Después de eso HoSeok pudo respirar tranquilo, sonriendo en dirección a YoonGi de manera agradecida.
—Lamento hacer que corrieras a tu amigo así.
—Se le pasará—respondió el azabache sin tomarle importancia—. Después de todo somos amigos de azotea, ¿entiendes?—HoSeok asintió sonriendo—.Entonces,¿es cierto eso?,¿harás una colaboración con Two Min?
—Creo que eso tiene sentido...En realidad agradezco que Kai lo dijera porque sino no me hubiera enterado hasta mañana—inspiró hondo y se recargó de espalda al barandal—.Jimin me llamó en la cafetería y empezó a decir algo, pero le perdí la pista luego de...
—Luego de ver los bonitos ojos del Príncipe del coro—completó YoonGi, revoloteando los ojos casi con fastidio. HoSeok asintió avergonzado, pero sin poder ocultar su felicidad—.¿Se puede saber qué demonios te tiene tan hechizado,Hope?. Núnca han hablado pero lo idealizas como alguien perfecto.
—Te equivocas. Sí hablamos...hoy, al menos.
YoonGi se encorvó y lo jaló por la oreja con el ceño notablemente fruncido. El bailarín se quejó, tratando de ahogar los chillidos de dolor en su garganta.
—¡¿Cuándo es que piensas darme tranquilidad?!—le reclamó, como una madre a un hijo descarrilado o una abuela malhumorada gritándole a los niños escandalosos de la calle—.Ahora me vas a prometer algo y me lo vas a jurar por tu vida.¿Entendido?—.Sin embargo,Hope no estaba en condiciones de responder, ya que continuaba siendo jalado ,aunque se las apañó para emitir un gemido de dolor que podía traducirse como un "sí"—.Mañana, si ves a Kim Taehyung, te dirigirás a él, no me interesa que alguien más te haya saludado antes,tu sólo vas a verlo a él y le dirás lo mucho que quisieras ser su amigo. ¿Lo comprendes?
Finalmente lo soltó, cruzándose de brazos y el ceño fruncido en su dirección. No era la primera vez que YoonGi le hacía lo mismo —conciderando que el azabache solía tomarse demasiado enserio su papel de protector. Como cuando tuvo miedo de desarrollar mal su papel principal en un musical como el líder de bailarines. Min YoonGi lo había jalado sin piedad hasta los dormitorios (ya que la universidad es internado y no hay otra manera de hablar en privado) para que nadie más los escuchara discutir (al menos a YoonGi siempre le había gustado hacerlo). YoonGi lo había obligado a practicar sin parar, una y otra vez, los pasos que sentía se le dificultaban; no sin antes haberlo jalado por la oreja y dejársela tan roja que tuvo que maquillarla para que nadie más lo notara en el escenario—;sin embargo, entendía que sólo se preocupaba por él y pensaba en su bienestar. Aunque le gustaría que fuera un poco más cariñoso, pero pedir aquello era como querer volar como ave por los cielos: simplemente imposible. HoSeok sobó la zona afectada mientras asentía rítmicamente con la cabeza.
—Podrías haberlo pedido de otra manera—lloriqueó molesto. YoonGi resopló y le dio la espalda.
—O podrías superar este asunto y comportarte como un hombre universitario—remató, comenzando a caminar directo a la salida sin esperar por su amigo.
La delgada y delicada silueta de YoonGi desapareció una vez que este cruzara el umbral de la puerta. HoSeok se quedó en silencio, meditando las palabras de su mejor amigo mientras dejaba que la brisa le rosara la cara y le despeinara los cabellos. Inspiró hondo. Entendía lo que YoonGi quería decir con ello, pero no podía evitar comportarse como lo hacía. Kim Taehyung era embriagante y no había podido encontrar la manera de librarse de él en sus pensamientos. Así que, cuando salir con algunas bailarinas no había funcionado, terminó por resignarse, creyendo que amar a Kim Taehyung desde al anonimato era su destino.
...
A la mañana siguiente HoSeok se levantó completamente renovado y con una alegría que sería incapáz de abandonar su cuerpo sin importar lo que sucediera. Se presentó a sus clases y comió con YoonGi en la cafetería como marcaba la rutina. Después, ansioso por mirar el reloj, se dirigió al teatro de la universidad cuando llegó la hora.
HoSeok caminó por los largos pasillo y atravesó cada puerta con un creciente nerviosismo que florecía desde su vientre y se extendía hasta la palma de las manos. Alguno de los estudiantes que lo reconocían lo saludaban y él respondía al saludo de manera natural; sin embargo, dos puertas antes de llegar al teatro, se topó con un par de ojos oscuros que lo paralizaron. No parecía especialmente disgustado de verlo, pero al menos no saltaba de la felicidad. Taemin estaba cruzado de brazos, dejando que su perfecto cabello azabache cayera como cascada hacia los lados de su cabeza. Los labios esponjosos del bailarín se curvearon levemente en lo que parecía una sonrisa de cortecía, así que HoSeok le devolvió el gesto con una sonrisa nerviosa.
—Buenas tardes, Taemin—le saludó con la mano mientras se acercaba a él. El aludido dejó caer los brazos a sus costados y se inclinó levemente, apretando los labios obligándose a sonreír.
—Hope, que gusto verte—respondió, colocando la mano sobre la puerta y abriéndola—.Adelante, después de ti.
HoSeok supuso que se trataba de cortecía, aunque luego recordó el portazo que ya le había dejado marcado en el rostro a su compañero y entendió que sólo era precaución.
—Gracias.
Ambos comenzaron a caminar el uno junto a el otro con una notable tensión al no saber qué decir. Sin embargo, y para el alivio de HoSeok, Taemin tomó la palabra mientras abría la segunda puerta y lo dejaba cruzar. Lo tomó por el hombro antes de que entrara al teatro:
—Entiendo que Jimin te haya pedido unirte a nuestro número, pero...—Taemin inspiró hondo, intentando buscar las palabras adecuadas hasta que las encontró—¿Me harías un favor?—el aludido asintió sin parpadear—,¿podrías mantenerte unos, no sé, cuatro metros lejos de mi?. No lo tomes a mal, Hope. Me agradas. Eres increíble. Cuando bailas brillas sobre el escenario y todos somos una multitud de tus fans completamente vueltas locas—.Taemin dio un par de palmadas en el hombro de su compañero, hablando como si le explicara un detallado plan a un niño de cinco años—. Y yo no quisiera ser opacado por ti,¿me comprendes?—.HoSeok volvió a asentir.—¡Perfecto!, así que recuerda, cuatro metros.
Sin decir nada más, Taemin extendió una sonrisa amigable, sin rastros de fingida cortecía como había hecho anteriormente y se dirigió sin esperar por su compañero hacia la tarima. HoSeok lo siguió segundos después, comprendiendo que las palabras de Taemin habían sido una forma amigable de decirle que era un peligro para su persona, aunque no lo culpaba; él también se alejaría de él mismo si sus encuentros hubieran sido tan físicamente dañínos.
Atravesó por el pasillo pasando por los asientos del teatro hasta que llegó a la tarima, donde ya se encontraba Taemin junto a Jimin, charlando animadamente mientras incluían a Taehyung en la conversación, quien realmente no prestaba atención a nada que no fuera aquel par. YoonGi también se encontraba entre los presentes, junto a uno de sus compañeros de carrera : Kim Namjoon, cuya especialidad era la composición de letras.
En una de las esquinas estaban dos hombres —que pudo reconocer como estudiantes de unos grados más avanzado—. Uno de ellos era increíblemente alto, llevaba el cabello rubio y ropa semi-formal, sosteniendo unas hojas y repasándolas con su compañero, quien también era alto,aunque no llegaba a aquella medida descomunal; este llevaba el cabello castaño y, sus ojos grandes y su imagen de cervatillo le cayó en gracia cuando los comparaba a ambos. No tardó mucho para reconocer a YiFan, el hombre con la estatura ridículamente alta , y a Luhan, ambos del departamento de actuación y,ambos, con las mejores calificaciones de toda la carrera. Sin embargo, se giró hacia su mejor amigo cuando sintió que la nuca se le quemaba como si le hubieran prendido fuego. YoonGi le lanzó una mirada agresiva, recordándole lo que habían hablado.
Tragó grueso.
HoSeok le había prometido a Taemin no acercarse a él demasiado, pero también le había prometido a YoonGi hablarle a Taehyung en cuanto lo viera.
"Ser o no ser"—pensó HoSeok, debatiéndose entre si ir o no hacerlo—."Morir o no morir";sin embargo, cuando vio que su mejor amigo estuvo a punto de abandonar su lugar para dirigirse a él con una mirada capáz de asesinar al mismo Lucifer, HoSeok caminó sin pensarlo en dirección a Taehyung, quien lo saludó al instante en que notó su presencia.
Taemin, por su parte, apretó los puños por detrás de su espalda.
—¡Oh,Jimin!, olvidé que tenía algo importante que decirte—.Taemin jaló a Jimin, pegándolo lo más que se podía a su cuerpo—.¿No te importa si te lo robo unos momentos, verdad?.
Taehyung negó con una sonrisa infantíl. Taemin arrastró a Jimin tan rápido como pudo mientras que este se reía al entender la razón del porqué era jalado así, por lo que se dejó llevar intentando mantener el equilibrio.
Ahora sólo eran ellos dos. El Príncipe del coro y la Esperanza de baile.
—Hola,hyung—saludó de nuevo cuando notó la falta de palabras en el mayor. HoSeok sonrió nervioso con el corazón a punto de atravesarle el pecho.
—Yo venía a decirte que...—.Podía sentir claramente la mirada irancuda de YoonGi sobre su espalda y eso lo ponía todavía más nervioso de lo que ya se encontraba. Metió las manos a los bolsillos del pantalón esperando encontrar la calma que ciertamente jamás llegó,pero se las apañó para simular un estado de paz. —Bueno, tal vez lo escuches todo el tiempo pero creo que tu voz es maravillosa. Ví el recital del año pasado y tu solo fue mágico. No miento.
—Gracias, hyung. Siempre intento dar lo mejor cuando subo al escenario. Espero que puedas pensar lo mismo de mi en este próximo evento.
—Ya eres sensacional—se sinceró, arrancando una risita por parte del menor—.¿Qué te parece si somos amigos?
La sonrisa ancha de Taehyung casi le arranca el aire. El menor asintió ritmicamente un par de veces con la cabeza con notable entusiasmo. Era como todos decían: simplemente adorable.
"¡Estamos teniendo una conversación!. Estamos teniendo una conversación de verdad y estoy despierto" ;pensó HoSeok, sintiendo un vuelco en el estómago similar a cuando le daba una infección por comer algo echado a perder, pero él sabía que se trataba de "mariposas en el estómago" y esperaba que algún día Taehyung sintiera lo mismo, aunque, claro, eso ya era soñar demasiado alto.
YoonGi sonrió al ver la cara de felicidad tatuada en su mejor amigo, pero prefirió no acercarse a él por no sentirse demasiado avergonzado gracias a ello —porque no era la primera vez que HoSeok sonreía de aquella manera, como si quisiera partirse la cara con una sonrisa descomunal e irradiando luz, por supuesto, no de manera literal,claro. Sin embargo, lo que HoSeok catalogaba como "Alegría pura, de esas veces en que alcanzas el infinito y más allá" ; palabras que le había dicho el bailarín un día, muchas personas solían verlo con terror—aunque Min YoonGi estaba feliz, sin duda alguna.
—Bien, vayan acercándose por favor.
La voz potente de YiFan hizo que todos caminaran a su dirección, reuniéndose al rededor de su persona y Luhan.
—Aquí tengo los horarios para cada uno de ustedes—.YiFan alzó el bonche de hojas que había estado repasando con su compañero para que todos lo observaran.—Intentemos cumplir con los límites de tiempo,¿está bien?.
Cada uno fue tomando una hoja, leyendo el contenido atentamente como si sus vidas dependieran de ello; incluso YoonGi, que solía estar con su rostro impacible la mayor parte del tiempo, ya que se trataba de YiFan "El dragón de la carrera de teatro" o como lo llamaban la mayoría de las persona: El demonio YiFan. Así que, luego de darle un pequeño vistazo al horario, continuaron poniendo toda la atención sobre el hombre de cabellos rubios.
—Queremos sobresalir este año—prosiguió—,por lo que Luhan a tenido la idea perfecta.
Esta vez todos pusieron los ojos sobre Luhan; todo él ojos de cervatillo, figura delicada y rostro perfecto como si se tratara de una muñeca de porcelana. El aludido asintió con una sonrisa pequeña, curveando sus labios en media luna.
—La idea consiste en demostrar que somos la mejor opción en cuanto a Artes se trata—comenzó su relato con notable entusiasmo. Inspiró hondo y juntó ambas manos en una palmada única, dando paso a una sonrisa más ancha y resplandeciente como el mismo sol—.Así que haremos una cazería de talento. Por supuesto, tendremos que documentarlo—explicó. Luhan se agachó para sacar de su mochila, la cual había dejado en el suelo junto a sus pies al llegar, un cuaderno de bolsillo forrado de color azul íngido—.Crearemos nuestra propia bitácora personal y, para tener mayor credibilidad, haremos grabaciones de momentos concretos.
—¿Así como las empresas que trabajan con idols?—preguntó Namjoon con los brazos cruzados sobre su pecho y una ceja alzada con incredulidad. Luhan asintió.
—¡Esa es la idea!—admitió aun más entusiasmado—.Que todos vean que incluso los estudiantes, los mejores estudiantes de cada rama,cabe destacar, pueden convertir a un nadie en un alguien.
Todos se observaron entre si, murmurando cosas innentendibles que salían de sus bocas de manera atropeyada. Luhan los observó sin perder la sonrisa, aunque sin aquel brillo en sus ojos que demostraba lo confiado que se encontraba ante su idea. YiFan también los observó lo suficiente —con su típco ceño fruncido y una mueca de disgusto que le daba la imágen de ser alguien frío y que le habían valido para ganar su título como El demonio YiFan—;sin embargo,se cansó rápido de escuchar cuchicheos que no llevaban a ningun lado y que, principalmente, desanimaban a su hermano (Luhan).
—Si van a rechazar la idea sólo díganlo—espetó el más alto.
HoSeok era uno de esos tantos que no se sentían seguros sobre sus propias capacidades, por lo que el tener que salir a buscar a alguien con talento y entrenarlo en poco tiempo lo ponía ansioso.
—Yo creo que es sensacional.
Todos los pares de ojos se centraron en Kim Taehyung, quien sonreía e iluminaba el lugar con su única presencia; al menos era lo que Jung HoSeok pensó al momento de verlo tan genuinamente emocionado. Taehyung tenía ese toque inocente propio de un niño sin malicia. El Príncipe del coro se abrió paso entre la reducida multitud para colocarse junto a Luhan y darle una palmada cariñosa en la espalda, conviritiendo los murmullos de dudas en audibles y animadas exclamaciones de "¡Claro que es sensacional!". Luhan volvió a sonreír con aquel brillo intenso adornando sus grandes ojos.
—Entonces—.YiFan volvió a hablar, pero esta vez con el rostro más relajado. Incluso se podía percibir una tímida sonrisa adornarle los labios como si no qusiera ser vista por nadie y eso lo hacía un poco más aterrador, porque, ¿YiFan sonreía?, así que todo quedó hundido en un silencio sepulcral en un abrir y cerrar de ojos—,cuando tengan a sus estudiantes vendrán conmigo o con mi hermano para archivar los datos de cada uno y sus progresos ante nuestros ojos.
Todos asintieron.
Por supuesto, YiFan sabía que no tendría la visita de nadie, pero como líder tenía que colocarse como primera opción (cortecía de su propio manual de líder emprendedor exitoso).
Después de aclarar un par de cosas extras, todos comenzaron a esparcirse, regresando a sus labores personales. Excepto HoSeok, quien se había quedado estático en su lugar cuando sintió una suave mano ,aún por encima de la ropa, posarse en su hombro derecho. Taehyung le sonreía, de una manera tan electrizante que sintió toda la corriente esparcirse por todo su cuerpo. Era tan frío y tan ardiente que parecía una bomba de tiempo dentro de su cuerpo haciéndolo vibrar bajo el inocente toque. Por sus labios se deslizó una tímida sonrisa.
—Buena suerte,hyung
Taehyung le guiñó un ojo de manera divertida antes de alejarse de él junto a su mejor amigo y Taemin. Two Min ya lo esperaban en el pasillo que daba a la entrada principal al teatro. Ambos sonreían en su dirección, codeando a Taehyung y chillando una especie de burla juguetona una vez que llegó a ellos. El Príncipe del coro se limitó a reír con ellos sin darle importancia, volteando hacia atrás sólo para toparse con la sonrisa bobalicona que se le había dibujado en el rostro al bailarín.
Era como si el tiempo hubiera dejado de existir y sólo fuera Kim Taehyung con su perfecto rostro, sus bellos ojos y su dulce sonrisa. No había nada a su alrededor. Nada.
Ya todos se habían marchado mientras él contemplaba la salida del teatro.
Un aplauso pausado y hueco llegó a sus oídos, sobresaltándolo y haciendo que girase sobre su propio eje. Kai y el Ángel del coro lo observaban desde una esquina donde las cortinas del teatro se ocultaban. Kai sonreía malicioso, con una ceja alzada de manera acusatoria mientras que Do Kyungsoo le lanzaba una mirada reprobatoria a su acompañante —aunque eso no era de extrañarse porque Kyungsoo solía hacer aquello la mayor parte del tiempo, cuando no estaba cantando o comiendo en la cafetería. Era su manera de expresar su repudio a la estupidéz de muchos...específicamente de Kai, si se era sincero. Así que muchos se preguntaban en qué momento aquel par se había vuelto tan cercano, incluso cuando cursaban carreras distintas. Por supuesto, nadie tomaría enserio las respuestas de Kai ni tampoco se atreverían a recibir alguna mirada agresiva por parte de Kyungsoo—;sin embargo, antes de que Kai pudiera continuar con su burla sutíl, HoSeok tomó la palabra:
—¿Qué ocurrió con sus ropas?—preguntó extrañado. Con el índice señaló a Kyungsoo; todo él estatura pequeña, labios acorazonados y, ojos redondos y gigantes, la ropa de este se encontraba totalmente desordenada (algo extraño para alguien cuya vida giraba tras el orden y la limpieza). Kyungsoo se observó a si mismo sólo para toparse con la camisa mal abotonada por las prisas.
La piel trigueña de Kai por poco se tornó pálida cuando Kyungsoo le lanzó una mirada iracunda que destilaba ira contra su persona. Pero todos aquellos sentimientos de terror que comenzaban a nacer en la boca del estómago se desvanecieron al ver la manera en que las regordetas mejillas de Kyungsoo se teñían de un rojo amapola debido a la vergüenza.
"Tan adorable"; pensó Kai, antes de reparar en su propia ropa, que estaba tan o más desordenada que la de su compañero.
—Nada, sólo es la moda—respondió Kai con simpleza y encogiéndose de hombros—.Deberías enterarte sobre ella, Hope.
Kyungsoo revoloteó los ojos ante la respuesta del trigueño, como si estuviera contemplando la idea del suicido después de haber despositado un poco de confianza en él, esperando una respuesta inteligente y no una tan...poco apropiada.
Ahora fue HoSeok quien dibujó una sonrisa maliciosa, clavando la mirada en Kyungsoo para registrarlo como si fuera un especie de interrogatorio mudo que sólo logró poner aún más nervioso a Do Kyungsoo.
—Entonces así es como se le llama ahora.
HoSeok soltó una risa burlona de manera leve, porque no deseaba ganarse el repudio del Ángel del coro. El rostro de Kai había pasado de indignación a avergonzado, luego de pasmado a molesto, y todo en cuestión de segundos. Así que HoSeok no pudo evitar reír más fuerte ante el poema facial que Kai le estaba recitando.
—Nos vemos luego,Kai—se despidió con la mano, pasando de ellos y bajando de la tarima para desaparecer lo antes posible de allí.
—¡Hope!
El grito de Kyungsoo lo hizo girarse sobre su eje de nuevo antes de salir por completo del lugar. Kyungsoo lo observaba de manera tímida, aferrando sus pequeñas manos a su ropa arrugada y mordiéndose el labio inferior con nerviosismo. HoSeok le guiñó el ojo para hacerle saber que lo comprendía todo.
—Gracias.
No dijo nada más.
Salió del lugar feliz porque ahora tendría algo con lo que molestar a su compañero de baile. Ya estaba cansado de ser siempre el objeto de burla por parte del trigueño sólo por amar a alguien desde el anonimato. No era un crimen enamorarse.
"Al menos yo no soy Park Chanyeol"; se dijo a si mismo para sus adentros con un ligero toque de indignación. Park Chanyeol era compañero de Kim Taehyung y del pequeño prodigio del canto llamado : Byun Baehyun; todo él sonrisa brillante, figura delicada e hiperactividad sin control, aunque Byun Baekhyun era más que sólo sonrisas y buen humor. Cuando este se encontraba junto a Chanyeol —lo que era la mayor parte del tiempo, si se tenía en cuenta la constante cercanía de ambos como "los mejores amigos" que eran y la forma en que Park Chanyeol lo seguía como si fuera su sombra, ganándose el apodo de Puppy Yeol, ya que parecía un cachorro triste y abandonado cuando el pequeño prodigio no le prestaba atención—,Byun Baekhyun tenía una personalidad más alegre que cualquier otro ser humano en el mundo, pero si alguien se atrevía a robarle la atención de Puppy Yeol se convertía en una esposa posesiva. Aunque Baekhyun parecía hacerlo de manera inconciente, por lo que no se daba cuenta de lo que era tan obvio para el resto del universo: Park Chanyeol estaba completamente enamorado de su mejor amigo,pero este no parecía corresponder.
"Por supuesto, él al menos tiene a la persona que ama junto a él"; pensó esta vez con tristeza.
Hoseok se detuvo en su trayecto a los dormitorios. Se dio el tiempo de sentarse sobre una de las tantas bancas bajo una sombrilla de jardín que había en los alrededores. Inspiró hondo. Tal vez la situación sí era demasiado patética.
Y como si se tratara de la vida siendo dura con alguien cuyo corazón era tan frágil como el cristal, Byun Baekhyun se detuvo frente a él, haciendo un poco de sombra. Tras Baekhyun venía Chanyeol.
"Ellos dos también vienen en paquete"—pensó al comparar a Taehyung y Jimin, cayendo en la posibilidad de que aquellos dos podrían estar en un noviazgo y que por eso se la pasaban tan juntos. Sólo logró deprimirse más.—Hola, Baek,¿pasa algo?
Pero su voz sonó más floja de lo que se imaginó.
Chanyeol lo miró con una ceja enarcada, pasando un brazo por los hombros del pequeño prodigio —por supuesto, cualquiera junto a Chanyeol era pequeño por su estatura descomunal. Menos YiFan, él era otro nivel de altura...En muchos sentidos,en realidad—. Baekhyun no dejaba de observarlo como si fuera una especie de experimento, así que se mantuvo alerta, sudando prácticamente por lo nervioso que le ponía.
—¿Baek?—probó con llamarlo de nuevo. El aludido negó con la cabeza y los ojos cerrados, alzando la palma de la mano derecha para pedirle sutilmente que callara.
—El radar de felicidad de Yeol bajó de golpe cuando pasamos por aquí—explicó con naturalidad. Una naturalidad que no debería existir—. Cuando te vimos con tantas nubes negras sobre tu cabeza me preocupé—.El bailarín enarcó una ceja. ¿Por qué Byun Baekhyun se preocuparía por él en primer lugar?.—¡Yeol puede entrar en un estado de coma por la amargura y soledad que emana de tu cuerpo!. Deberías sonreír a la vida. Estar triste a ese nivel le hace daño a Yeol y a tu salud.
Chanyeol soltó una carcajada sincera al esuchar a Baekhyun y su genuina cara de preocupación. Pegó el cuerpo de su mejor amigo al suyo.
—Lamento esto—.La gruesa voz de Chanyeol lo sacó de su aturdimiento, dirigiendo su mirada al más alto.—No creí que viniera por esto. Enserio, lo lamento.
HoSeok esbozó una sonrisa forzada, sacando a relucir la más amigable que tenía dentro de su amplio repertorio de sonrisas falsas con aspiración a pasar por reales.
Chanyeol jaló a su amigo por la mano, inclinando la cabeza a modo de disculpa muda en dirección a Hoseok antes de alejarse por completo.
Por supuesto, él no era Park Chanyeol y le gustaría serlo en esos momentos.
...
Finalmente comenzaba el fin de semana. Un sábado lejos de responsabilidades ni horarios apretados que dejarían a cualquiera al punto del colapso. Aunque, quizás, no del todo. HoSeok se había levantado esa mañana con el ánimo de mil días perfectos. Incluso se podría decir que tenía la capacidad de igualar a Park Chanyeol en esos momentos con su radiante sonrisa y alegría desbordante.
Tomó el subterráneo que lo llevaría al centro de la ciudad, llevando consigo un cuaderno de bolsillo en donde realizar las anotaciones pertinentes. HoSeok caminó sin rumbo fijo por los centros comerciales, buscando con la mirada a cualquiera que llenara sus expectativas de talento. Sin embargo, cuando sus piernas se cansaron de llevarlo por todas partes, decidió tomar asiento en una de las bancas cuadradas de madera en medio del pasillo del centro comercial. Observó a la gente pasar, llenas de sonrisas y buen humor por ser finalmente el fin de semana. Ver a los niños con sus padres le hacían extrañar a su familia, pero se convencía de que todo aquel sacrificio era necesario y que en un futuro próximo todo les sería recompenzado.
"No entiendo cómo hacen los caza talento para hacer este trabajo"; pensó, cansado de estar allí desde la mañana. Le hubiera gustado pedirle compañía a su mejor amigo, pero YoonGi era ermitaño por naturaleza y este prefería mil veces quedarse encerrado en su habitación a componer letras que salir a ver la luz de un nuevo día. HoSeok inspiró hondo, resignado al no haber encontrado a nadie que le llamara especialmente la atención.
—¿Hope-hyung?
El bailarín se giró al escuchar que lo llamaban por su mote, sorprendiéndose cuando se topó con Kim Taehyung, quien le sonrió cuando se dio cuenta de que no estaba equivocado. El menor llevaba una pantalonera holgada de color negro con franjas blancas a los costados y una camiseta azul marino con cuello en V; incluso de esa manera Kim Taehyung continuaba viéndose tan atractivo como siempre.
—¡Taehyung!—exclamó al instante, levantándose como resorte de su lugar—,que sorpresa. Pero que bonita sorpresa—.El menor soltó una risita leve que sólo logró ruborizar a su interlocutor. HoSeok quizo agregar más, pero era como si se hubiera quedado mudo ante la perfecta imagen de Taehyung, por lo que solamente abría y entre cerraba la boca como si fuera un pez pero no emitía sonido alguno.
—Lo mismo puedo decir ...¿Viene solo?
—Cre-creo,yo,¿qué?,¡ah!, ya sabes, eso mismo.—"Estás actuando como un estúpido Jung HoSeok. Sólo actúa normal".
Taehyung no pudo evitar reír de nuevo ante un cómico J-Hope, que balbuseaba como si estuviera aprendiendo a hablar y cuyos ojos parecían querer salir de su lugar, casi como un neurótico alterado. Era..."Adorable", según los pensamientos del jóven estudiante de música. Taehyung dejó de sonreír al reparar en su propio pensamiento, dando paso a un tono rojizo que se instaló en sus mejillas de manera tenue al sentirse avergonzado.
—Bueno,Hyung, yo me iré a los dormitorios de la universidad. Creo que hoy no es mi día—.Taehyung comenzó a caminar a paso lento, moviendo la mano de un lado a otro en señal de despedida.—Nos vemos luego,Hyung.
—Claro.—.Pero su respuesta sale en una especie de susurro que no quiere ser escuchado y Taehyung no capta el sonido cuando ya se encuentra caminando a la salida. Se obliga a si mismo a detener al menor antes de que se marche con una mala impresión de su persona. Taehyung es veloz, así que tiene que apretar el paso cuando se da cuenta de que ha estado parado como estatua en exhibición.—¡Taehyung!,¡espera un segundo!
HoSeok casi tropieza contra el suelo cuando Taehyung se giró de golpe si no fuera porque éste lo sostuvo con cierta torpeza. Sorprendido, Taehyung comenzó a inspeccionar al bailarín con la mirada de arriba a abajo, respirando con alivio cuando lo vio totalmente ileso.
—Hyung, debe tener más cuidado.
El aludido intenta ignorar el calor en sus mejillas y se obliga a hablar con serenidad:
—Te invito un café.
...
Tal vez esto fue lo que siempre debió haber hecho. Las sonrisas de Taehyung eran una especie de hechizo contra su persona; tan radiantes, cálidas y perfectas. Los ojos oscuros y brillantes del menor lo hipnotizaban siempre que le sostenía la mirada al charlar, y se sentía tan bien, tan perfecto, que parecía un sueño extraído de un cuento de hadas. Era fácil hablar con el Príncipe del coro.
La primer ronda de café que habían ordenado ya se había acabado hacía varios minutos atrás, olvidándose del mundo entero mientras hablaban de lo primero que les venía a la cabeza. Los temas de conversación rebotaban de un lado a otro, cada uno más extraño que el anterior. HoSeok ordenó dos cafés para llevar antes de marcharse del establecimiento. La mesera que los atendía se sentía aliviada, ya que con una mesa ocupada sólo para charlar le quitaba clientela y eso, por ende, le reducía las propinas.
—Gracias por todo,Hyung.
Taehyung se inclinó haciendo una pequeña reverencia, sosteniendo el vaso de café vacío (y el cual no se había atrevido a tirar antes); le dedicó una sonrisa delicada, llena de satisfacción.
—No hay de que. Gracias a ti.
HoSeok esperó hasta que Taehyung entró a su propio edificio de dormitorios antes de caminar por todo el campus hasta llegar al suyo. El atardecer parecía más precioso y perfecto ahora. Caminó por el delgado sendero iluminado de forma tenue por las lámparas del instituto hasta que llegó a su edificio. Subió las escaleras con una gran sonrisa, recordando todo lo que había vivído durante el día con Taehyung.
Sacó la tarjeta de la habitación para abrir la puerta, ya que no estaba seguro de que Kai estuviera adentro ahora que era sábado por la noche —porque todos los sábados por la noche al bailarín de piel trigueña le gustaba salir con sus amigos a beber al club más cercano—; sin embargo, se llevó una gran sorpresa cuando lo primero que se encontró fue a su compañero de habitación, Chanyeol, Baekhyun y al Ángel del coro adentro, estudiando diligentemente. O al menos daban la impresión de ello con cuadernos y libros desperdigados por el suelo. No era extraño ver a Do Kyungsoo estudiando, aunque no podía opinar sobre Chanyeol y Baekhyun, si no que lo verdaderamente anormal en la situación era ver a Kim JongIn utilizando anteojos ,ya que por lo general utilizaba lentes de contacto, con la vista clavada en un libro forrado de color menta.
—Buenas noches—saludó HoSeok, rodeando a los invitados hasta llegar a su propia cama. Baekhyun alzó la vista de inmediato y le regaló una sonrisa simpática en respuesta.
—Te ves mucho mejor—respondió el prodigioso cantante.
Kyungsoo comenzó a guardar sus cosas en la mochila sin que nadie se lo pidiera, como si la presencia de HoSeok marcara su hora de salida. Kai se levantó como resorte del suelo cuando notó que Kyungsoo se marchaba sin decir adios.
—No hemos terminado—.Kai lo sostuvo por el hombro, pero Kyungsoo se apartó de manera sutíl, por lo que el trigueño no tuvo más opción que quedarse quieto en su lugar. —Kyunggie...
—Nos vemos después—interrumpió el aludido, después miró a HoSeok, quien fingía observar la ventana, que, curiosamente, daba justo a donde ellos estaban—.Buenas noches,Hope.
HoSeok asintió con la cabeza. Esas eran las pocas ocasiones en que podía ver a Kai como una especie de cachorro triste bajo la lluvia y siempre era debido a Do Kyungsoo. ¿Kai no podría ser menos obvio?,no.
Chanyeol ya había guardado sus propias cosas y las de su mejor amigo en la mochila del más bajo, cargándola en su hombro y ayudando a Baekhyun a levantarse del suelo.
El primero en salir fue Do Kyungsoo, perseguido por un Kim JongIn abatido, pero quien tuvo que quedarse bajo el umbral de la puerta cuando el Ángel del coro le lanzó una mirada poco amigable. Después salieron Chanyeol y Baekhyun, despidiéndose de ambos bailarines.
HoSeok sonrió al ver la forma en que Chanyeol trataba a Byun Baekhyun como si fuera su más grande tesoro —y lo era desde que lo había conocido una tarde lluviosa en que ambos llegaban con un severo retraso al último día de inscripciones—, los ojos del más bajo brillaban con intensidad cada vez que Chanyeol lo tomaba de la mano para guiarlo por el pasillo como si fuera a perdecerse mientras que Chanyeol no podía evitar dibujar una sonrisa bobalicona por la mera presencia de Baekhyun.
"No necesito ser Park Chanyeol";pensó HoSeok con bastante ánimo, recordando la sonrisa de Kim Taehyung.
Mañana podría invitarlo denuevo a un café o a desayunar. Podría ofrecerle compañía durante la cazería de talento que tenían como obligatoria. Habían muchas posibilidades para el día siguiente.
HoSeok se recostó sobre la cama, pensando en todas las posibilidades para el día de mañana hasta que se quedó dormido.
Me he estado ocultado todo este tiempo.
Tengo que decirte algo.
Ya no puedo guardar más ésto dentro de mí.
¿Por qué no pude decírtelo antes?
No puedo soportarlo porque está empezando a dolerme.
—STIGMA