Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Por amor a vos. (HunHan) por SweetPororo

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola~

Soy nueva escribiendo y eso /.

Espero que esta historia que salio de mi cabezita pueda llegar a gustarles.

En realidad, esta historia la había empezado pero era una historia hetero, en ese tiempo no me animaba a escribir yaoi.

Pero ahora, lo hago. (?) Y que mejor que la pareja principal sea HunHan. (¡El HunHan es religion!)

En fin, hace dos o tres meses creo que la publique en Fanfic.es ahi ya esta adelantado unos 7 capitulos, aunque en ese tiempo escribia del asco, ahora mejore un poco.(?)

Les aviso pa' que vean que es mi historia y no robo de nadie.

Pero aqui la adapto de otra forma, solo en algunas cosas es parecida.

Acepto criticas, ya sean buenas o malas. Prometo mejorar.

Como sea, espero que les guste y bueno.. :3

Sin más, ¡A leer!

 

-En.. donde.. estoy?-Todo a su alrededor era escuridad, no podia ver ni escuchar nada.-P-por fa-favor..-susurró con la voz quebrada mientras estiraba sus manos tratando de encontrar algo, entonces una luz aparecio a lo lejos, en medio de toda esa oscuridad. Despacio y con temor de que esa pequeña luz desapareciera se puso de pie y empezo a seguirla.

 

Con cada paso que daba no conseguia acercarse ni siquiera un poco a esa luz y con desesperacion empezo a apresurar el paso pero el resultado era el mismo.

 

Corrio, corrio con todas sus fuerzas pero seguia tan lejana.

 

-N-no te muev-vas- pedia entre sollozos y con miedo en su voz. Pero no sirvio de nada sus pedidos y su unica esperanza desaparecio dejandolo nuevamente que la oscuridad lo redeara.

 

 

 

Sus rodillas temblaron y sus piernas sedieron haciendolo caer con sus manos apoyadas en el frio suelo y la cabeza gacha.

 

 

 

-Abre tus alas...-Escucho una voz detras de el. Rapidamente levanto su mirada buscando por todas direcciones, pero la oscuridad le impedia ver.

 

-Abre tus alas...- volvio a esa misma voz dulce. Trato de levantarse, pero sus piernas simplemente no reaccionaban, lagrimas empezaron a caer por su rostro, mientras volvia a bajar la cabeza. Tenia miedo y el lugar cada vez estaba más frio, nunca le había gustado la oscuridad, era como estar en una pesadilla. Solo queria despertar, pero todo era real que ya no estaba seguro.

 

.Abre tus alas..- Otra vez esa voz que solo lograba desesperarlo, era tan tranquila y dulce que hasta daba miedo. Cerro sus ojos con fuerzas, tratando de ubicar esa voz. Sintio como algo calido tocaba sus mejillas, asi como los primeros rayos de sol de todas las mañanas.

 

Despacio abrio sus ojos mientras levantaba su mirada al mismo tiempo.

 

Su boca se abrio al igual que sus ojos de una manera casi exagerada, no podia creer lo que veia.

 

 

 

Una mujer, vestida con un hemoso vestido blanco, que se confundia con su blanca piel como la nieve, con un cabello castaño oscuro que hacia contraste con sus delicadas facciones, una nariz pequeña, labios color cereza, pestañas largas y negras que encajaban perfectamente en esos pares de ojos de un hermoso color dorado, que si los veias por mucho tiempo podias perderte en ellos..

 

 

 

-Abre tus alas, es hora de venir conmigo..- hablo la desconocida sacandolo de su pequeño trance.

 

-¿Que?- fue lo unico que alcanzo a decir todavia en estado de shock.

 

-Abre tus alas, ven conmigo- repitio mientras un par de alas blancas se extendian atras de esa preciosa mujer, dandole un aura de fantasia.

 

El simplemente miraba esas preciosas alas, sin poder articular cualquier tipo de palabra o de movimiento, sintiendo como su boca empezaba a secarse.

 

-Ven conmigo, abre tus alas, te ayudare..- Tendio su mano en su dirección.

 

 

 

Pero entonces, el empezo a sentir un cosquilleo en su espalda.

 

Miro sus pies y se encontraba descalzo. Miro su ropa y traia un pantalon holgado junto con una camisa del mismo color con toques dorados en el pecho que formaban un simbolo.

 

Levanto su vista asustado y se encontro de frente con su reflejo.

 

Su cabello peinado, ahora se encontraba desordenado, sus uñas se tiñeron de negro, su piel estaba más blanca y más suave.

 

Cuando subio la mirada, se encontro con unos ojos de color rojo como el fuego que lo asusto, pero no fue nada comparado con unas hermosas alas blancas que se extendian detrás de el.

 

 

 

-Vamos, es hora de volver mi pequeño angel..- la mujer lo miro con una hermosa sonrisa.

 

-Y-y-y-y-yo..- su voz no salia. Veia la mano de la desconocida, pero no podia moverse..

 

 

 

 

 

¡BEEEPP! ¡BEEEPP!

 

 

 

Lo que se escucho despues fue un golpe seco y un gemido.

 

Sintio algo frio chocar con su mejilla. Parpadeo un par de veces y abrio sus ojos encontrandose con el piso de su habitacion dandole los buenos dias.

 

 

 

Con movimientos torpes volvio a sentarse su cama, mientras su mirada se perdia en el infinito. Cuando salio de su profunda pereza, se coloco sus hermosas pantuflas de panda que hacia juego con su pijama, camino a paso de caracol viejo hasta la puerta de su habitacion para abrirla y despues cerrarla detras de el mientras soltaba un bostezo. Bajo las escaleras una por una para dirigirse al gran comedor, apenas paso el umbral de la puerta podia ver como su desayuno ya estaba servido.

 

Un rico pastel de chocolate adornado con tiernos panditas, que tambien eran de chocolate lo esperaban junto con su rico jugo de mandarina. Sip, ese pastel era todito para el.

 

 

 

Antes el se cepillaba los dientes y despues desayunaba. Pero un dia al tener una profunda meditacion se dio cuenta que primero tenia que desayunar y luego cepillarse.

 

¿Porque? Simple. Porque si lo hacia antes, desayunaria y volveria a ensuciar sus dientes. Entonces, ¿Que sentido tenía el lavarse los dientes para luego ensuciarlos? Por lo menos eso es lo que su logica le decia.

 

 

 

Al terminar, agradecio su desayuno a su nana o que se llamaba Miryo pero no era una mujer adulta, apenas y la semana pasada había cumplido sus 35 años.

 

Despues de conversar como todos los dias con ella, subio las escaleras para ir a su habitación.

 

Al entrar, tomo lo primero que encontro en el armario y se metio a la ducha que le tomo por lo menos 20 minutos.

 

Al terminar ya salio completamente vestido con un pantalon deportivo negro holgado, una remera gris dos talles mas grande y con un estampado de un gracioso panda con el pulgar hacia arriba. Busco unas zapatillas con detalles de panda y se los puso. Peino su cabello azabache, que todavia seguia humedo pero no se preocupaba ya que de seguro en unos minutos se secaba.

 

El color de su cabello contrastaba perfectamente con su palida piel y sus labios color rosa pastel, tenia una bonita nariz pequeña y respingona. Sus facciones eran definidas pero finas y delicadas, unas pestañas largas y negras, que adornaban unos ojos color chocolate que tenian detalles rojizos dandole una belleza unica.

 

 

 

Arreglo un poco su habitacion antes de salir poniendo en su lugar las sabanas y frazadas con la imagen de un tierno panda que estaban por todo el piso de su habitacion.

 

Una vez la cama ya echa acomodo sus almoadas que hacian juego con sus frazadas, tomo el peluche de panda de un metro que estaba a la par de a mesita de noche y lo coloco en el medio.

 

 

 

Sip, el ama a los pandas.

 

 

 

Antes desalir de su habitacion, tomo un libro. Bajo las escaleras y se dirigio a la cocina.

 

De la heladera agarro su jugo de mandaria recién exprimido que seguramente le habia dejado su nana antes de ir a mercado por lo que faltaba en su preciada cocina.

 

Saco la pequeña jarra de vidrio que contenia el jugo y un vaso que estaba en la mesada, se sirvio hasta el borde del vaso y de un solo trago tomo el liquido.

 

 

 

¿Ya había mensionado que el jugo de mandarina era su favorito?

 

 

 

Satisfecho con su panzita llena de jugo, salio de la cocina directamente al jardin del patio trasero, con la mirada busco uno de los comodos sillones que se encontraban cerca de la hermosa piscina, dio unos pasos hasta llegar y tomo asiento.

 

Tenia el libro en sus manos, para ser especificos era un libro de fantasia. Era su genero favorito y cada día la curiosidad despertaba en el.

 

Por un momento levanto la vista y se encontro con el gran laberinto que su bis abuelo habia mandado a construir que estaba ubicado a varios metros bastante alejado de la casa.

 

No podia dejar de verlo, algo lo tenia inquieto y eso le disgustaba.

 

 

 

El peli-negro bajo el libro a su regazo, para despues dejarlo a un costado en una pequeña mesita de madera, se puso de pie y empezo a caminar.

 

Rodeo a piscina para despues seguir el camino con piedras a sus costados hasta quedar en frente de la entrada que era adornada por un gran arco de rosas blancas.

 

Dudo un poco si debia entrar o no. Nunca tuvo miedo al estar ahí, de echo conocia ese laberinto como la palma de su mano y sabia perfectamente en donde se encontraba la salida.

 

Sin dar más vuelta se adentro en el, camino un poco, dando vuelta en la primera esquina, entonces una peculiar rosa blanca que estaba marchitandose llamo su atencion.

 

Con cuidado se acerco mientras se agachaba un poco y tomaba a la pequeña planta.

 

Pudo observar como los petalos de color blanco estaban manchados de negro, de a poco vio los petalos se desprendian y caian uno a uno.

 

Un escalofrio recorrio su cuerpo y la imagen de la mujer de su sueños volvio como un flash en su mente.

 

 

 

Hace dos semanas que venia soñando una y otra y otra vez con esa mujer que pedia que vaya con ella, siempre era el mismo sueño y siempre terminaba de la misma forma. Y eso le frustraba.

 

Un puchero se formo en sus labios y un suspiro abandono.

 

 

 

-Necesito chocolate..- dijo mientras dio media vuelta y salia del laberinto.

 

 

 

*****

 

 

 

-Y uno, y dos, y tres, y cuatro, ¡va!- se escuchaba en los pasillos vacio del instituto al igual que la melodia de Perfect Man de Shinhwa a todo volumen.- Cinco, seis, siete y ocho. Y uno, dos y tres, ¡Más fuerza! ¡Quiero esos movimientos marcados!.- marcaba lo que faltaba en el baile mientras los veia con ojo de alcon.-.. cinco y seis y.. Vamos Sehun, más fuerza. ¡Jongin tus barzos!.- el peli-rubio suspiro frustado, ¿Acaso no podian hacerlo como el les pedia?.- ¡NO NO NO!- grito al borde de un ataque de nervios el portador de esa voz. Con enojo camino en direccion del sonido y lo apago.-¡Asi no es chicos!- repetia Kibum cuando se apoyo de esaldas en el espejo de el salón de baile.-

 

 

 

-¡Key Hyung! -protesto de una forma demasiada infantil el de piel canela mientras caminaba en dirección de las bancas que se se encontraban al fondo del lugar.- Tomare un descanzo.- dijo y ocupo lugar en un asiento vacio mientras tomaba su bolso y sacaba una botella de agua.

 

 

 

-También necesito descansar.- hablo Sehun mientras llegaba a la par de su amigo para tomar de su botella de agua y sentarse en el suelo.-

 

 

 

Kibum respiro tratando de calmarse.-Chicos, las competencias es dentro de dos semanas. ¡Dos!. Tiene que salir perfecto, la reputacion del instituto esta en juego, mi reputacion.- explico afligido mientras recordaba que no podia dejarse vencer por el estupido profesor de canto Jonghyun, el resaltaria más y después le restregaria en su cara de dinosaurio que sus chicos son mejores.

 

 

 

-Lo sabemos hyung- respondio Sehun mientras se rocostaba por completo en el suelo mientras cerraba sus ojos y su respiración volvia a ser pausada.

 

 

 

-Por algo somos los mejores- acoto JongIn con una sonrisa arrogante y orgullosa. Pues, no mentia ni exageraba, de verdad ellos eran los mejores en su instituto, de echo siempre ganaban en todas las competencias en las que se veian involucrados. Pero Kibum o Key como se lo conocian en el circulo, queria que todo quedara más que perfecto.

 

 

 

El mayor iba a volver a protestar para que levantaran sus traseros del suelo y se pusieran de pie para seguir ensayando su coreografia, pero al ver el intento de puchero que hacia Jongin y la cara de asesino de Sehun, desistio de la idea.- Como digan.. Mocosos creidos-Murmuro mientras tomaba sus cosas y se dirigia a la salida- Nos vemos el viernes.- se despidio y levanto su mano agitandola a cada lado.

 

 

 

-Adios hyung.- respondieron al unisono los dos menores con una pequeña sonrisa. Los dos soltaron un suspiro cuando escucharon las puertas cerrarse. Estuvieron unos minutos en silencio hasta que Jongin lo rompio.

 

 

 

- Oye..- empezo a hablar del moreno- ¿Iras a la fiesta de esta noche?- pregunto mientras se sentaba a su lado y miraba el perfil del contrario.

 

 

 

Sehun miro hacia el frente y fruncio su ceño en señal de confunción.- ¿Eh?- contesto para girar su rostro y verlo.

 

 

 

Jongin suspiro- Ayer todo el instituto hablaba sobre la fiesta de cumpleaños de Taemin. Corre el rumor que hoy se te va a declarar.

 

 

 

-Oh..-cambio su mirada al frente. Eso no se lo esperaba la verdad. Conocia a Taemin, piel blanca, labios bonitos, cabello castaño y linda sonrisa. De echo, era un amigo.. No, más bien conocido. Solia tener pequeñas conversaciones cuando se encontraban en la sala de ensayo.- Solo son rumores.- contesto con un tono de incomodidad.

 

 

 

-Esta bien, digamos que son rumores, pero.. ¿Que tal si se te confiesa?-

 

 

 

-Hum..- penso un poco antes de responder.- Lo rechazaria.- dijo seguro.

 

 

 

-¿QUE?-

 

 

 

-Lo rechazaria, ya sabes.. no es mi tipo de chico Jongin- respondio con simpleza.- A demas, creo que a Minho hyung le gusta.

 

 

 

El moreno rodo los ojos.- Yo creo que tu no quieres aceptarlo porque todavia sigues con la tonta idea de que el vuelva.

 

 

 

Su cara se endurecio y nego con la cabeza.-No es asi.

 

 

 

Jongin estaba por volver a refutar, no le gustaba discutir con su amigo, pero mierda, de verdad que ya estaba cansado de escuchar a Sehun lamentarse y llorar por su "primer amor".

 

Pero antes de que su mejor amigo siguiera para poder reclamarle, su celular sono.

 

Se levanto del suelo para ir hacia su mochia de gimnasia, lo abrio, tomo su telefono y contesto la llamada.

 

 

 

-¿Hola?

 

 

 

- Hijo, necesito que vengas a casa.

 

 

 

-Si, bien. ¿Y tú?- pregunto con sarcasmo.-Padre, no puedo. Quede en ir a una fiesta con unos amigos.- respondio un poco molesto.

 

 

 

La voz al otro lado de la linea solto una pequeña carcajada-Lo siento hijo. ¿Como estas?.

 

 

 

-Ya dejalo.- dijo y sonrio.- ¿Para que me necesitas?

 

 

 

-Hoy habrá una cena en casa de un viejo amigo que vivia en China, pero por cuestiones de trabajo se quedará por un tiempo en Corea. ¿Sabes? Hace mucho tiempo que no estoy en contacto con el, y de verdad quisiera verlo..

 

 

 

-¿Porque no se lo pides a mis hyung? Ellos estaran más encantado con la idea de ir a esa cena. Ademas, abes que no soy bueno socializando con otras personas.- murmuró.

 

 

 

-Ellos no estan, sabes como son. Por favor, ven. Prometo compensartelo.

 

 

 

-Esta bien- Sehun suspiro derrotado.- En media hora estoy.- Dicho eso, colgo. Dio media vuelta mientras cerraba su mochila y se colaba una de las correas por el hombro.

 

 

 

-¿Tu padre?- pregunto Jongin mientras lo veia de arriba.

 

 

 

-Si-suspiro- Me necesita para una cena con un viejo amigo, o algo asi.- respondio mientras hacia una mueca de disgusto. De verdad que queria ir a esa fiesta, necesitaba relajarse y distraerse.

 

 

 

-Entonces, no iras conmigo esta noche.- más que pregutar, afirmo recibiendo un asentimiento de cabeza departe de Sehun.- Esta bien..

 

 

 

-Lo siento, de verdad prometo que para la proxima saldremos.- dijo mientras se colocaba a su altura y ponia una mano en su hombro.

 

 

 

- Lo se, lo se. Ya vete.-

 

 

 

-¿Acaso, no iras a casa?- pregunto un poco curioso.

 

 

 

-Nop, mi Soosie esta en clases de canto con Jonghyun hyung, ire a esperarlo..- dijo con una sonrisa de tonto enamorado. Sehun solto una risita antes de dar media vuelta y despedirse.

 

 

 

Ahh, de verdad que Jongin era increible. Por más que Kyungsoo o el pequeño enano con complejo de búo satanico -como lo llamaba el- lo rechazaba de las mil y una formas, el no se daba por vencido, de echo, el aseguraba que su pequeño solo era timido y las cosas que hacía solo era porque se encontraba avergonzado.

 

Que te peguen en la cabeza con un borrador de pizarra o que te avienten café caliente, entra en el diccionario de Kim Jongin como tierno.

 

 

 

 

 

Sehun salio de la sala de ensayos y se dirigio al estacionamiento mientras sacaba sus llaves, para abrir el auto y se meterse

 

Dejo su mochila en el asiento del copilo para volver a soltar el decimo cuerto suspiro que dio en los anteriores 30 segundos.

 

Al sentarse en el asiento y cerrar la puerta tras el, cerro sus ojos para ehar su cabeza hacia atrás. Ultimamente estaba muy cansado por sus ensayos, los examenes, y ahora tendria que ir a una estupida cena, pero ya no podia retractarse.

 

Lo unico que podia hacer era resignarse, abrio sus ojos, y se acomodo en su asiento para encendio el auto mientras lo ponia en marcha rumbo a la mansión.

Notas finales:

Gracias por leer~ 

Espero que le den una oportunidad. :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).