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Ni nube ni algodón de azúcar. Caramelo. por Kurara Whisper

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Notas del fanfic:

Título del fanfic: Ni nube, ni algodón de azúcar. Caramelo.

Parejas: Wonkyu

Tipo: Yaoi.

Género: Romántico y fluff .

Clasificación: {G}

Advertencias: Ninguna.

 

Notas del capitulo:

 

Comentario de la Autora: Este One-shot es el decimonoveno de la serie de la familia ChoiCho que estoy escribiendo. Se pueden leer independientemente, lo único que necesitáis saber es que Siwon y Kyuhyun se han hecho cargo de Suho, el hijo de la hermana de Kyuhyun, tras la muerte de esta. Pero si queréis leerlos todos, los encontrareis ordenados en mi perfil de autora:

 

Originalmente, este fic iba a ser el número 18 y tuve un gran bloqueo con él. La idea la tenía más o menos clara, pero a la hora de escribir, me bloqueaba y no había manera de sacar nada decente. Cuando lo terminé, de repente surgió otra idas muy alocada y me tuve que poner a escribir lo que acabó siendo el verdadero fic número 18 XD Así que dejé este como el 19. Espero que os guste ^^

Estoy tratando de ponerme a escribir más seguido sobre esta family, pero me cuesta un poco encontrar inspiración estos días así que probablemente estas actualizaciones vayan un poco lentas, lo siento, pero la diosa inspiración me esquiva T_T

Ni  nube, ni algodón de azúcar. Caramelo

 

Kyuhyun observaba parado en el pasillo, apoyado contra el marco de la puerta, como una escena conocida se repetía ante sus ojos. Suho, dando vueltas de un lado para otro en el recibidor, esperaba ansioso la llegada de un invitado.

 

Suspiró. Había venido a buscarlo para darle su merienda, pero visto lo visto y conociendo los antecedentes del pequeño, iba a ser imposible hacerle ir a la cocina a comer. Aún así lo intentó:

 

ㅡSuho, ven a merendar a la cocina.

 

ㅡNo tengo hambre ㅡnegó el niño sin detener su paseo.

 

Kyuhyun rodó los ojos antes de meterse en la cocina a por la merienda del pequeño. Agarró el plato y regresó al recibidor.

 

ㅡAnda, toma ㅡdijo parándose a su lado tendiéndole el plato con su merienda.

 

Suho le miró y agarró el plato empezando a comer regresando a sus vueltas en el recibidor.

 

ㅡAún falta un rato para que llegue, Suho. Estarás más cómodo si te sientas.

 

El niño detuvo su caminata y le miró otra vez. Asintió y se sentó en el escalón de la entrada.

 

ㅡMe refería a sentarte en la mesa ㅡexplicó Kyuhyun divertido por la actitud del pequeño.

 

ㅡEs igual, aquí estoy bien ㅡaseguró.

 

Kyuhyun rodó los ojos y se dio por vencido. Le acarició el pelo suavemente y regresó a sus tareas. Sabía que el niño era un cabezota, iba a ser incapaz de hacerle cambiar de opinión, así que prefirió dejarlo sentado en el recibidor.

 

Unos veinte minutos más tarde, llamaron a la puerta. Se levantó del asiento del despacho de Siwon, pues últimamente tenía más trabajo en la oficina y habían empezado a compartir el lugar, aunque igualmente Siwon no llegaba de su viaje hasta la noche, así que no importaba mucho. Salió de la habitación a tiempo de oír como el pequeño abría la puerta.

 

—Suho, espera. No puedes abrir la puerta sin preguntar quién es —le reprendió llegando al final de pasillo.

 

Pero ya era demasiado tarde, el niño pasó por su lado corriendo con un pequeño cachorro blanco en brazos hasta esconderse en su habitación con él.

 

—¡Suho! ¡Tienes que saludar primero! —le regañó antes de que cerrara la puerta.

 

—No importa, Kyuhyun. Al menos me ha dicho hola antes de llevarse al perro —rió el invitado parado en el recibidor.

 

—Pasa, hyung, pasa —le invitó acercándose a la entrada—. De verdad que este niño ve un animalito y pierde la cabeza...

 

El invitado rió.

 

—Me recuerda a ti —comentó.

 

—¿Qué dices, Yesung? A mí nunca me has visto corretear detrás de un animal.

 

—No, qué va —ironizó—. ¿Recuerdas a Bobby?

 

—Bueno —aceptó el menor—, pero es diferente. Bobby era mi perro, Suho se encariña de las mascotas de cualquiera.

 

—Sí, ya. Ya lo he visto esta mañana...

 

 

-------------------Flashback-------------------

 

Suho y Kyuhyun estaban de compras esa mañana de sábado. Siwon se había tenido que marchar esa mañana en un viaje relámpago a Hong Kong y regresaría ese mismo día por la noche.

 

—Appa, ¿vamos a mirar la tienda de animales? —le pidió Suho.

 

—Primero tenemos que ir a comprarte ropa —le contradijo appa Kyu—, se te está quedando todo pequeño, creces demasiado rápido.

 

—Vaaaaa, porfaaaaa. Miramos ropa luego —le rogó haciéndole un pucherito.

 

Y Kyuhyun desistió.

 

—Está bien, pero sólo un rato —aceptó—. Pero no voy a comprarte una mascota por mucho que insistas —le advirtió.

 

—Jo —el pequeño se quejó, pero echó a andar de todos modos hacia la tienda de mascotas del centro comercial.

 

Kyuhyun fue tras él. Tuvo que acelerar un poco el paso, pues casi pierde de vista al pequeño una vez éste se metió en la tienda de animales. Suho se quedó prendido del cristal de los expositores de los perritos. Parecía que habían traído una nueva camada, pues en uno de los cubículos había seis lindos perritos blancos de pocas semanas.

 

Kyuhyun se arrepintió de dejar al niño entrar en la tienda de mascotas, iba a ser imposible sacarle de allí. Suspiró.

 

—¡Mira appa! —exclamó el niño.

 

—¿Qué pasa? —preguntó Kyuhyun acercándose a él.

 

—¡Se llevan a uno! —explicó señalando el cubículo de los perritos blancos, dónde un empleado de la tienda estaba cogiendo a uno de ellos en brazos.

 

—Alguien debe haberlo comprado —le explicó Kyuhyun.

 

Suho siguió con la mirada el movimiento del empleado de la tienda por el pasillo que separaba los espacios dónde los perritos jugueteaban hasta que lo vio salir por una puerta al otro lado. Despegó las manos del cristal y echó a correr para alcanzar al hombre con el perrito en brazos. Kyuhyun le siguió hasta que le vio detenerse junto al chico de la tienda que le tendía el perrito a otro hombre.

 

—Suho, no puedes escaparte de mi lado —le regañó Kyuhyun llegando a su lado.

 

—Pero appa... el perrito... —trató de explicarse el niño.

 

—Ni el perrito ni nada —le contestó—. No puedes alejarte de mi vista, ¿entendido?

 

El niño bajó los ojos apenado, poniendo morros, no le gustaba que le regañaran.

 

—¿Kyuhyun...? —su nombre sonó con un tono algo inseguro, como si alguien no estuviera muy convencido de si era él o no.

 

El nombrado alzó el rostro, viendo al dueño del perrito blanco observarle con curiosidad.

 

—Sí, eres tú —afirmó acercándose a él—. ¿Me recuerdas?

 

—¿Yesung hyung? —preguntó el menor entrecerrando un poco sus ojos.

 

—El mismo —aseguró el nombrado sonriendo.

 

—Hyung... Cuánto tiempo —le saludó Kyuhyun sonriendo, hacía años que no veía a Yesung.

 

—Sí... Hacía muchísimo que no sabía nada de ti... Madre mía estás muy cambiado...

 

—Hombre es normal... Han pasado casi... quince años, ¿no?

 

—Buff, ¿tanto tiempo? —cuestionó.

 

Kyuhyun asintió con una sonrisa.

 

—Appa... —la vocecita de Suho vino acompañada de un adorable tirón a su manga.

 

Kyuhyun dirigió la mirada al niño y Yesung le imitó.

 

—¿Appa? —preguntó el mayor—. ¿Es tu hijo? ¿Te has casado?

 

—Algo así —respondió el menor, mejor no dar muchas explicaciones con el pequeño delante—. ¿Qué pasa Suho? —preguntó.

 

—¿Es tu amigo? —preguntó.

 

—Sí, es un hyung de cuando iba al instituto —le explicó.

 

—Entonces... —murmuró el niño estirando de manga, obligándole a agacharse para hablarle al oído—. ¿Le pides que me deje acariciar al perrito?

 

Kyuhyun rió y Yesung le miró con curiosidad.

 

—Quiere que le dejes acariciar al cachorro —le explicó.

 

Yesung sonrió divertido y Suho se escondió un poco tras las piernas de su appa.

 

—Mira... ¿qué te parece si hacemos un trato? —le propuso al niño agachándose para quedar a su altura—. Tú convences a tu appa de que me invite a tu casa esta tarde y yo te dejo jugar con él todo el rato que esté ahí.

 

A Suho le brillaron tanto los ojos que parecía un dibujo animado.

 

—Appa, ¿puede venir? Porfa, porfa, porfa, porfa... —le rogó el niño dando tirones a su manga y pequeños saltitos.

 

Kyuhyun resopló.

 

—No vas a poder marcharte de mi casa, hyung. Suho no te dejará —sentenció y el mayor se echó a reír.

 

-------------------Fin del Flashback-------------------

 

—Y bueno, cuéntame, ¿qué es de tu vida? —preguntó el mayor una vez ya sentados en el sofá del salón, con un par de tazas de té sobre la mesita del café.

 

—Bueno, no mucho...

 

—Hombre, algo habrá pasado en tu vida en quince años, ¿no? —bromeó Yesung—. Por ejemplo, tienes un niño de qué... ¿cinco años? —dedujo.

 

—Seis ya —corrigió Kyuhyun.

 

—Guau, seis... En el vecindario se oían cosas sobre ti después de que te mudaras, pero no me había enterado de que te habías casado. ¿No me presentarás a tu mujer?

 

Kyuhyun rodó los ojos.

 

—Hyung, sabes perfectamente que no me van las mujeres...

 

—Ya, bueno pero todo el mundo puede cambiar, ¿no? Además Suho...

 

—Suho es... —echó un vistazo al pasillo asegurándose que la puerta de la habitación del niño siguiera cerrada—. Suho es el hijo de Ahra —explicó.

 

—¿Ahra? —preguntó Yesung sorprendido—. Pero... ¿Ahra no había...?

 

—Sí —afirmó Kyuhyun sin dejarle terminar la pregunta—. Ahra murió a los cuatro días de tener a Suho —explicó.

 

Yesung abrió los ojos sorprendido y boqueó un par de veces sin saber qué decir.

 

—Yo... Kyu... Lo siento mucho...

 

Kyuhyun le sonrió en respuesta, restándole importancia, sabía que Yesung se sentía culpable por hacérselo recordar.

 

—Suho es mi hijo legalmente —le explicó—, pero él no sabe nada todavía, así que... no menciones nada, ¿sí?

 

—Claro —aceptó el mayor.

 

Un silencio algo incómodo se apoderó de la estancia unos segundos hasta que Yesung al final se animó a hablar:

 

—Y... esto... Bueno... ¿Vives con alguien?

 

Kyuhyun asintió y le señaló la foto que permanecía apoyada en la mesita junto al televisor. Una fotografía de hacía ya varios años en la que se veía a Siwon, Kyuhyun y Suho en el zoo.

 

—Se llama Siwon —le informó—. Le conocí en la universidad.

 

—¿En la universidad? —preguntó el mayor—. Lleváis mucho tiempo juntos entonces, ¿no?

 

—Bastante —afirmó Kyuhyun.

 

—¿Quién iba a decirme a mí que aquel chaval que me tiraba los trastos de manera descarada en el instituto acabaría asentando la cabeza de esta manera? —comentó Yesung divertido.

 

—¿Así que lo sabías? —preguntó sorprendido Kyuhyun.

 

—Eras muy obvio Kyuhyun —respondió el mayor.

 

—Puede ser —aceptó Kyuhyun, realmente con dieciséis años era un chico muy descarado—. Pero tú siempre me ignoraste...

 

—Bueno... No me parecía correcto —confesó—, tu madre y la mía eran muy amigas pero a tu padre nunca le gusté demasiado. Me creía una mala influencia.

 

—Hombre... Es que tú y tu banda dabais bastante miedo —confirmó el menor.

 

Yesung rió.

 

—Pues bien que te gustaba el líder de la banda, ¿no? —bromeó.

 

—Siempre me gustó el peligro —respondió Kyuhyun sonriendo.

 

Y ambos se echaron a reír.

 

Yesung y Kyuhyun se pasaron largo rato charlando en el salón, recordando viejos tiempos. A Kyuhyun le alegraba haber vuelto a encontrar a Yesung. Cuando sus padres murieron, Ahra y él se cambiaron de casa y de vecindario, por lo que Kyuhyun tuvo que cambiar de escuela y perdió el contacto con todos sus compañeros, incluido su vecino de entonces y su hyung del instituto, Yesung, el líder de la banda de la escuela, un tipo peligroso que le llamó la atención desde el día que lo vio morrearse con un chico de su clase en el callejón que separaba sus casas. Sí, en aquella época Kyuhyun era un poco rebelde y las hormonas adolescentes le controlaban, pero él sabía que Yesung no era tan malo como quería hacer creer. El chico tenía una reputación que no quería perder, pero en el fondo era un blandito que adoraba los cachorritos blancos.

 

Después de una larga plática, Kyuhyun se dio cuenta de lo tarde que era y se levantó para meterse en la cocina a preparar la cena, invitando al mayor a quedarse. Yesung aceptó y le ayudó con la cena. Cuando estuvo lista, Kyuhyun fue a buscar a Suho, que seguía encerrado en el cuarto con el cachorrito. Le costó sudor y lágrimas sentar al niño a la mesa, pero al final lo consiguió, aunque el pequeño perrito se mantuvo en el regazo del crío toda la cena.

 

Yesung veía divertido la escena. Le sorprendía mucho ver a Kyuhyun en ese papel, pero en el fondo se alegraba por él, la última vez que le había visto, quince años atrás, parecía que jamás iba a poder volver a recuperar la sonrisa tras la muerte de sus padres, y sin embargo, incluso después de haber perdido también a su hermana, el chico sonreía y se deshacía en mimos con ese pequeño y adorable niño, que por capricho de la naturaleza, se parecía muchísimo a él. Yesung estaba feliz por él.

 

Cuando Suho estaba a punto de terminar su cena, el perrito emitió un ladrido y se revolvió en los brazos del niño. Los tres a la mesa le miraron curioso, pues el perrito no había ladrado en toda la tarde y Suho atinó a dejarlo en el suelo antes de que al pequeño animal se le ocurriese la genial idea de saltar desde su regazo y romperse una pata al llegar al suelo. En cuanto el animal sintió sus patitas tocar tierra firme, echó a correr sin dejar de ladrar.

 

—¡¿Adónde vas?! —exclamó Suho asustado, bajando de un salto de la silla para seguirle.

 

Kyuhyun se puso en pie cuando vio al niño desaparecer tras la puerta de la cocina, dispuesto a seguirle y Yesung le imitó.

 

—¡Appa!

 

—¡Hola pequeño! ¿Qué es eso? ¿Appa Kyu por fin te ha comprado un perro? —la voz de Siwon llegó hasta la cocina y Kyuhyun salió de ella con una sonrisa.

 

—Ah, no. De eso nada —negó el menor llegando al recibidor.

 

Siwon le sonrió con el niño en brazos, que sostenía al cachorrito y le tendió una mano.

 

—¿Entonces? —preguntó curioso sobre el animalito mientras tiraba un poco de él para rodear su cintura con el brazo libre.

 

—Tenemos un invitado —explicó Kyuhyun.

 

Siwon le miró con curiosidad alzando sus cejas y Kyuhyun le hizo un gesto hacia la puerta de la cocina, dónde Yesung se había quedado de pie.

 

—Te presento a Kim Jong Woon. Es un antiguo amigo mío, me lo he encontrado esta mañana en el centro comercial y Suho se ha enamorado de su cachorro.

 

—Ah. Hola —saludó Siwon haciendo una ligera inclinación de cabeza hacia el recién presentado—. Un placer.

 

—Lo mismo digo —respondió Yesung imitando el gesto.

 

—¿Has cenado? —le preguntó Kyuhyun—. Nosotros estábamos cenando ahora.

 

—Sí, he cenado en el avión —respondió Siwon.

 

—Bueno —aceptó el menor—. Entonces, ¿porqué no dejas la maleta en la habitación y te sientas con nosotros a charlar un rato?

 

Siwon asintió y dejó al pequeño con su cachorrito en el suelo antes de entrar en el piso arrastrando la maleta en dirección a su cuarto. Kyuhyun y Suho le siguieron, pero se metieron en la cocina, acompañando a Yesung al interior de la habitación para regresar a sentarse a la mesa a continuar con su cena.

 

Yesung y Kyuhyun habían regresado a su charla cuando Siwon entró en la cocina, vistiendo únicamente su vaquero medio desabrochado. Kyuhyun abrió los ojos sorprendido. ¿Cómo se le ocurría pasearse así por la casa cuando había un invitado?

 

ㅡKyu, ¿dónde me has dejado el pijama? ㅡpreguntó apoyándose contra el marco de la puerta.

 

ㅡ–¿Dónde voy a dejarlo, hyung? En el armario ㅡrespondió Kyuhyun a la innecesaria pregunta.

 

Siwon asintió y volvió a salir al pasillo, Kyuhyun le siguió con la vista extrañado y Yesung regresó la vista a su plato con una divertida sonrisa.

 

ㅡAppa ya he terminado ㅡinformó el niño bajándose de la silla con el cachorrito.

 

ㅡSuho, es de mala educación dejar la mesa cuando los demás todavía están comiendo ㅡle regañó Kyuhyun.

 

ㅡPero... pero... yo quiero jugar con Melo....

 

ㅡ¿Melo? ㅡpreguntó Kyuhyun.

 

ㅡLo he bautizado ㅡconfesó el niñoㅡ. Se llama Melo porque me recuerda a un caramelo...

 

ㅡ¿Un caramelo? ㅡpreguntó Yesung divertidoㅡ. ¿No te recuerda más al algodón de azúcar?

 

ㅡNoooo ㅡnegó el niñoㅡ. El algodón de azúcar es rosa y Melo es blanco.

 

ㅡEntonces, ¿no se parece más a una nube que a un caramelo? ㅡpreguntó Kyuhyun.

 

Suho miró a su appa, parpadeando un par de veces y después dirigió su vista al perrito.

 

ㅡPero... El nombre de Nube es un poco tonto, ¿no? ㅡcuestionó el niño mirando a Kyuhyun.

 

Y Yesung soltó una carcajada.

 

ㅡNo ㅡnegó el pequeñoㅡ. Se llamará Melo ㅡaseveró.

 

ㅡSuho, es el perrito de Yesung hyung, no el tuyo ㅡtrató de hacerle comprender Kyuhyun, el niño no podía andar por ahí bautizado a los perros de los demás.

 

ㅡEs igual ㅡintervino Yesungㅡ. No importa, Melo me gusta ㅡaseguró revolviéndole el pelo al niño cariñosamente.

 

ㅡ¿Ves appa? Se llama Melo ㅡsentenció Suho con una sonrisa.

 

Kyuhyun rió y rodó los ojos, no había quién se resistiera a los caprichos del pequeño.

 

Suho salió de la cocina, haciendo oídos sordos a los reclamos de su appa, y Kyuhyun y Yesung terminaron de cenar.

 

ㅡKyu.. Creo que me voy a marchar ya ㅡinformó el mayor cuando ayudó a recoger la mesaㅡ. Se me está haciendo tarde y mañana trabajo.

 

ㅡ¿Te vas, hyung? ㅡla vocecita de Suho se escuchó desde la puerta de la cocina.

 

ㅡMe tengo que ir ㅡle respondió el mayor algo pesaroso, le daba pena tener que llevarse al perrito ahora que el niño se había encariñado tanto de él.

 

Suho bajó los ojos triste y Yesung miró a Kyuhyun pidiéndole ayuda. Kyuhyun suspiró y se agachó junto al pequeño.

 

ㅡSuho, Yesung hyung tiene que marcharse, pero volverá otro día para que puedas jugar más con Melo, ¿vale?

 

Suho alzó los ojos mirando a Yesung.

 

ㅡ¿De verdad? ㅡpreguntó emocionado.

 

Yesung sonrió y asintió revolviéndole el pelo cariñosamente.

 

ㅡDe verdad ㅡafirmó.

 

ㅡVenga, Suho, devuélvele el perrito ㅡle pidió Kyuhyun.

 

Suho miró al animalito entre sus manos y se lo tendió al mayor con un poco de reticencia.

 

ㅡ¿Porqué no vas a buscar a appa Won para que venga a despedirse? ㅡle pidió Kyuhyun al niño, poniéndose en pie.

 

Suho asintió y salió de la cocina en busca de Siwon.

 

ㅡEste niño es adorable ㅡcomentó Yesung siguiendo a Kyuhyun hacia el recibidor.

 

ㅡPues menos mal que te gusta, porque te vas a pasar bastante tiempo en esta casa a partir de ahora ㅡapuntó el menorㅡ. Hasta que no le regales a Melo, no te va a dejar tranquilo ㅡbromeó.

 

Yesung rió.

 

Kyuhyun cogió en brazos al cachorrito mientras Yesung se calzaba y Suho llegó a su lado de repente.

 

ㅡAppa dice que tiene mucho trabajo y no puede venir ㅡdijo el niño mirando a Kyuhyun.

 

Kyuhyun le miró sorprendido y Yesung lanzó una pequeña risita, Kyuhyun le miró.

 

ㅡNo te preocupes ㅡnegó el mayor cogiendo al animalito de sus brazosㅡ. Ni me ofendo ni me enfado ㅡaseguró.

 

ㅡLo siento, hyung ㅡse disculpó el menorㅡ. Siwon a veces es un poco...

 

ㅡ¿Celoso? ㅡterminó el mayor con una sonrisa.

 

Kyuhyun resopló y asintió.

 

ㅡNo te preocupes ㅡnegóㅡ. Lo entiendo ㅡaseguró.

 

ㅡGracias.

 

Yesung le sonrió y se agachó para quedar a la altura de Suho.

 

ㅡNos veremos pronto, ¿vale, pequeño? ㅡle dijo.

 

Suho le sonrió y asintió. Yesung le revolvió el pelo con una mano y se puso en pie.

 

ㅡNos vemos, Kyuhyun ㅡse despidió el mayor.

 

ㅡAdiós hyung ㅡse despidió el menor viéndole entrar en el ascensor.

 

Cuando Yesung desapareció de su vista, Kyuhyun volvió a entrar en casa y llevó a Suho al lavabo a lavarse los dientes y después lo acostó. Esperó a que el niño se durmiera después de leerle un cuento y regresó al pasillo. Observó la puerta abierta del despacho de Siwon y, al ver que no se encontraba dentro, se dirigió a su habitación.

 

Abrió la puerta y vio a Siwon de pie en medio de la habitación, el cuál detuvo su caminar al verle entrar.

 

ㅡ¿Eso ha sido un poco desconsiderado no crees? ㅡle dijo Kyuhyun cerrando la puerta a su espalda.

 

ㅡ¿Desconsiderado? ㅡpreguntó el mayor alucinadoㅡ. Desconsiderado es que mi novio se traiga un tío a casa cuando yo no estoy ㅡreplicó enfadado.

 

Kyuhyun rodó los ojos.

 

ㅡNo es un tío, hyung ㅡnegóㅡ. Es un antiguo amigo mío.

 

ㅡEse quiere ser algo más que un amigo tuyo, Kyuhyun ㅡsentenció el mayor.

 

ㅡSi no lo fue hace quince años cuando yo andaba loco por él, no lo será ahora ㅡnegó el menor rodando los ojos de nuevo.

 

Siwon abrió los ojos alucinado.

 

Vale, eso ha sido una mala idea, pensó el menor.

 

ㅡ¿Que tú que? ㅡpreguntó el mayor flipando.

 

ㅡHyung, eran cosas de críos... ㅡtrató de explicarseㅡ. Yo tenía dieciséis años entonces y él era mi vecino...

 

ㅡLo estás arreglando Kyuhyun ㅡironizó el mayorㅡ. Lo estás arreglando.

 

ㅡHyung, no hay para tanto ㅡaseguró el menor acercándose a élㅡ. Es un amigo con el que perdí el contacto después de mudarme tras la muerte de mis padres ㅡexplicóㅡ. Me lo he encontrado en el centro comercial y Suho se ha encariñado tanto de su perrito que he terminado invitándole para que pudiese jugar con él... Y ya está, eso es todo.

 

Siwon le miró poco convencido, pero no dijo nada, siempre que salía a coalición el tema de los padres de Kyuhyun, no sabía cómo actuar.

 

ㅡVa... No te enfades ㅡle pidió acercándose a él.

 

ㅡNo, sí me enfado ㅡreplicó, aunque el tono de su voz sugería que sus palabras eran más por cabezonería que por un enfado real.

 

Kyuhyun sonrió divertido y se paró frente a él.

 

ㅡ¿Sabes que te pones muy sexy cuando estás celoso? ㅡapuntó pasando un dedo por su pecho, pues, por alguna razón que él desconocía, Siwon seguía sin camiseta y con sus vaqueros a medio desabrochar.

 

ㅡNo intentes distraerme, Kyuhyun ㅡrespondió el mayor. Sí, sólo por pura cabezonería.

 

ㅡNo intento distraerte ㅡnegó el menorㅡ, pero es que ni siquiera me has saludado como Dios manda ㅡsusurró subiendo de nuevo el dedo por los abdominales del mayor.

 

ㅡLo habría hecho si no hubieras metido a... ㅡpero sus palabras quedaron cortadas ante el fogoso beso que el menor le plantó en plena boca.

 

Siwon parpadeó sorprendido unos segundos antes de envolver el cuerpo del menor con sus brazos, atrayéndolo hacia él para devolverle el beso con ganas. Kyuhyun sonrió sutilmente en el beso al saberse vencedor.

 

ㅡ¿Porque no dejamos la discusión para más tarde y empleas ahora tu boca en algo más productivo, eh hyung? ㅡpreguntó el menor empujando un poco su cintura para hacerle andar de espaldas.

 

ㅡSi no quieres discutir, más vale que seas tú el que use su boca en algo más productivo ㅡcontraatacó el mayor dejándose empujar hacia la cama.

 

ㅡBueno... ㅡsusurró el menor sonriendo de lado, obligándole a tumbarse de espaldasㅡ. Tampoco eso me parece mala idea...

 

Y el enfado de Siwon desapareció como por arte de magia pocos minutos después.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Jojojojo. ¿Os he dejado con las ganas, eh? 

Espero que os haya gustado de todos modos!!

 


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