-Aomine. –Se levantó de donde estaba para ir hacía la puerta y girar la manilla dándose cuanta al instante de que estaba sellada. Dio unos cuantos pasos atrás y comenzó a temblar.
-“¿A-Aomine… me encerró?” –Pensó para observar todo algo alterado. El ruido que provocaba el lavarropas no paraba y tampoco ayudaba, si gritaba probablemente el otro no escucharía, y a su vez, Kagami no podía escuchar nada más allá de la puerta. –“Solo espera…” –Se colocó de cuclillas para mirar fijamente la puerta. –“Ya vendrá…”
Se quedo mirando al modelo por unos segundos cuando decidió que ya era hora de que despertara. Lo tomo del cabello para brindarle una bofetada que hizo despertar al rubio.
-¿Q-Qué…? –Giró para mirar por todas partes asustadizo. Su respiración estaba acelerada. Ya dándose cuenta de donde podría estar, miro por último al moreno que lo observaba sonriente. –A-Aominecchi… -Quiso moverse pero las cadenas se lo impidieron y al notar la distorsión de su voz pudo percatarse de que llevaba una mordaza.
Sus lágrimas comenzaron a salir sin intención de detenerse, su respiración y corazón estaban acelerados, sabía lo que significaba.
Extendió la mano para retirar la mordaza de la boca del rubio para lo primero escuchar fuera el llanto de este.
-¡Aomine! ¡Por favor, no me mates! ¡Yo te quiero! –Gritaba a todo pulmón como si de un niño pequeño se tratase.
-Shh, calla. Te podría escuchar Kagami. –Se movió de donde estaba para caminar hacía una de las mesas y una herramienta desconocida para el rubio. Cuando se dio cuenta de lo que el moreno tenía en manos comenzó a tiritar. Era una tenaza.
-¡Aomine! –Sus suplicas y quejidos cada vez aumentaban haciendo molestar al peli azul. –Por favor… -Por último comenzó a sollozar despacio para mirar al suelo y caer sus lágrimas. Pero abrió los ojos como platos cuando sintió la tan horrible presión en uno de los dedos de su pie. -¡Aahh! –Miro rápidamente para ver que sucedía cuando observo que Aomine estaba lastimando este con la misma tenaza haciéndolo sangrar. -¡Para! ¡Para, por favor! ¡Ah!
Lo presionaba cada vez, presionaba y retorcía haciéndole sacar una que otra lágrima a Kise.
Paró sacándole un suspiro de alivio a su amigo para tomar el teléfono celular del rubio.
-Kise, esto es fácil. –Mencionó sentándose a su lado. –Tienes que hacerme una llamada y… fingir que te están secuestrando. –El rubio le dio una mirada espantado por lo pedido ¿Para qué pedir eso? –Tienes que simular que me pides ayuda, eso es todo.
Aun con la sonrisa impregnada en su rostro, se borro al ver que el rubio no hablaba al ya colocarle su celular para que comenzara a pedir ayudar.
-¡Tsk! Tú lo pediste. –Tomó nuevamente la tenaza para presionar su otro dedo y comenzar a retorcerlo sacándole más sangre.
-¡Ah! ¡No, para! ¡Lo haré! ¡Lo haré! –Se detuvo para colocarle otra vez el celular y esperar el show que iba a interpretar su gran amigo.
-… -Dio una última mirada al moreno para empezar a sollozar. -… ¡Aomine! ¡Por favor, ayúdame! ¡Aah! ¡Me-Me están…! ¡Ayúdame Aomine! –Cortó la llamada para reírse a toda voz de la actuación del rubio. Su risa se escuchaba tan burlesca y despiadada.
-¡¿Qué mierda?! ¡En vez de ser un asqueroso modelo deberías de ser un actor, jaja! –Se detuvo al ver que Kise solo estaba sumido en su llanto, vio su cuerpo temblar y sus ojos miedosos. Le dio pena… o eso era lo que mostraba. –Kise… -Se coloco delante de él para acariciar los cabellos rubios de este pero ocasionándole más miedo. –Kise, hagamos un trato.
Espero, espero y espero, cuando al fin pudo escuchar, como pudo, la puerta abrirse para levantarse rápidamente viendo que era Aomine.
-¿Eh? ¿Esto todavía hace ruido? –Habló para darle una sonrisa amable al peli rojo y acercarse al lavarropas. –Solo tienes que darle un ligero golpeo. –Golpeó el aparato haciéndolo callar y viendo que funcionaba ya a la perfección. –Me olvidé del perfume. –Mostro el mencionado para sonreírle.
Kagami solo pudo sonreír ante esto, no podía preguntar por qué lo había encerrado, no se lo permitiría si es que no quería ver a sus amigos morir.
-Vamos abajo. –Ambos bajaron de las escaleras para ir a la cocina. –Kagami ¿Puedes traerme los condimentos que están al lado del almacén? Quiero cocinarte algo delicioso. –Dicho esto el peli rojo obedeció para ir hacia donde debía.
La estantería de los condimentos estaba algo desordenados por lo que tuvo que buscar los condimentos correctos moviendo algunas cosas. Al ya tener todo se percató de que la puerta del almacén estaba semi-abierta. Dio una paso para ir hacía la cocina pero algo le decía que había algo allí…miró por un instante donde se encontraba Aomine para decidirse finalmente por echar un pequeño vistazo al almacén sin que este lo viera.
-Kagamicchi… -Escuchó la voz apagada de este, sus pupilas se contrajeron cuando vio al rubio atado en un fierro todo ensangrentado.
-Kise… ¿Qué…? –Entre tiritos empezó a acercarse al rubio pero este le interrumpió.
-¡No! Kagamicchi, no te acerques. –Decía entre lágrimas deteniendo los pasos del oji rojo. –Yo… desobedecí a Aominecchi… -Menciono llorando. –El se dio cuenta y… y… ¡Kagamicchi! ¡No intentes escapar o si no el te hará lo mismo que a mí! ¡No lo desobedezcas… por favor! –Suplicó. –No lo hagas… -Lo miro entre las lágrimas. –Vete, si no se dará cuenta de que me viste.
Kagami no podía siquiera moverse, pero como pudo, sin siquiera el saberlo, cerró la puerta para soltar los condimentos del impacto… también así cayéndose al suelo él.
-¡¿Kagami, estás bien?! –Observo a Aomine venir corriendo hasta él para ayudarle. -¿Qué pasa? –Lo tomó del rostro viendo que este no respondía.
Kagami al salir del shock observo los orbes azules del moreno que con tanto cariño y cuidado lo tomaba del rostro. –“¿Cómo…cómo pudiste…?”
Flashback
¡No intentes escapar o si no el te hará lo mismo que a mí! ¡No lo desobedezcas… por favor!
Fin del flashback
-“¿Cómo… el niño que me gustaba… el chico vanidoso con el que solía pelear… se convirtió en esto?” “Me gustabas…” –No podía entenderlo, solo escuchaba las suplicas del peli azul para que le respondiese. “Me gustabas…”
Mientras tanto el rubio escuchaba todo ello solo pudo recordar lo que ahora sería su salvación.
Flashback
-Kise, hagamos un trato. –Lo miro dispuesto a oír al moreno que tan convencido se mostraba. –Si tú te portas bien y… le dices a Kagami que no debe escapar ni desobedecerme, te mantendré vivo sano y salvo. –Decía aun acariciando su cabello. –Pero si tienes el maldito error de desobedecerme y decirle a Kagami todo lo contrario, no solo te mataré, sino que también voy a estar dispuesto a violarme a Kasamatsu y después matarlo. –Finalizó.
Lo último fue como una daga a su corazón. Si él no lo hacía Kasamatsu corría peligro.
Asintió sin dudar para aprobar el “trato” sacándole una gran sonrisa al peli azul.
-Oh, no te preocupes, te cuidaré bien. –Decía en tono burlesco. –Kagami vendrá en unos momentos, le haré venir así que… ya sabes que hacer.
Dicho esto salió para dejar con tan solo una luz poco brillante a un triste y adolorido Kise.
Fin del Flashback
-... –El silencio lo perturbaba, solo podía oír su respiración y gemido producto del dolor que aun poseía. -…Aomine…
“Confesión.”