-¿Q-Qué…? –Pudo apenas pronunciar al oír las palabras salir de la boca de su amigo. ¿Tal vez había oído mal?
-Que… lo siento mucho, Aomine. –Se disculpo nuevamente para ver el rostro sorprendido de Daiki. Esté no pudo contenerse más y se lanzó a donde Kagami para brindarle un fuerte abrazo y acariciar con su mano su cabeza.
-¿De verdad? –Murmuro mientras acercaba su rostro al hombro contrario.
-Sí… anoche, estuve pensando, recordando, todos los momentos en que pasamos juntos… quería encajar las cosas… la mayoría tuvo sentido y… lo que te dije ayer, pensé que me sobrepase y quería disculparme… -Se detuvo solo para tomar un poco de aire. –Pero… eso no cambia el hecho de que… hayas asesi-
-Shh… -Detuvo el hablar de Kagami colocando su dedo índice sobre sus labios. –Lo sé… pero eso me dejo de importar hace mucho. –Confesó para tomar con sus manos el rostro de Taiga y acercar sus frentes. –Ahora que se que a ti en verdad no te gusta… lo dejaré de hacer, ya… tú por fin estás conmigo, ya no hay nada más que nos pueda separar. –Pronuncio con una sonrisa viendo solo el intento de sonreír de Kagami.
-¿En serio? –Cuestionó esperando la respuesta esperada.
-Sí. –Con una sonrisa lo liberó del abrazo para colocarse en pie. –En verdad, estoy feliz de que hayas comprendido un poco más mis sentimientos, Kagami. –Con una sonrisa tomo las mejillas del otro para besar su frente. –Te traeré el almuerzo, he preparado algo delicioso.
Solo observo como el otro salió de la habitación para hacer el estúpido intento de liberar sus manos.
Flashback
Aquella noche recordó cada momento junto con el oji azul. Sus celos, cuando se enfadaba porque alguna niña o compañero se le acercaba, siquiera lo mirara alguien Aomine actuaba mal. Cuando regreso de América y ambos se encontraron en un partido con sus respectivos equipos. Ambas miradas habían chocado, cuando él lo sujeto por detrás solo para alardear que le iba a ganar.
Pero después de eso fue cuando nuevamente ambos se reunieron como amigos y no como rivales en la cancha, había sido una junta divertida solo entre ellos. Kagami no podía creer como había cambiado su amigo, ya no era celoso, al contrario, era burlesco, engreído y terco.
-“¿T-Todo eso… había sido planeado?” –Pensó solo para seguir recordando, se estaba destruyendo la cabeza el mismo. –“¿É-Él… actuaba así para que no sospechara?” ” ¿Él tenía planeado todo esto?” –Pero luego por su mente paso el cadáver de la chica.
Sus pupilas se habían contraído y mordió sus labios.
-“¡¿A cuántas personas habrá asesinado?!” “-No… el… no lo hizo” “¡Si lo hizo!” –Una parte suya peleaba contra él, una parte que no quería aceptar lo que estaba sucediendo, contra otra parte que trataba y luchaba para permanecer en cordura. –“¿F-Fue… mi culpa, Cierto?” “¿Fue por mí que el… la asesinó?” –Apretó lo más que pudo sus manos contra sus uñas haciendo que un leve sangrado se liberará. –“Yo… también… ¡Si no fuera por mi culpa ellas no estarían muerta!” –Sacudió su cabeza mientras trataba de mantenerse al margen. –“T-Tengo que entregarlo a la policía… pero para eso tengo que escapar de aquí”
De repente, para su sorpresa, una idea paso por su cabeza tranquilizando un poco más al peli rojo y haciendo que una sonrisa apareciera sobre sus labios.
Fin del Flashback
-Kagami, preparé unas hamburguesas. –Con una sonrisa entro Aomine junto con una bandeja donde traía numerosas de estas junto con una gaseosa. –Pensé que… querrías comer esto. –Esperando una respuesta del otro solo vio como una pequeña sonrisa aparecía por fin en el rostro del peli rojo.
-Gracias, Aomine ¿Lo has hecho tú?
-Sí, he… practicado mucho para… cuando tuviera que cocinarte. –Confesó pero quedo curioso al ver temblar las piernas de Kagami, el efecto de la anestesia había pasado pero ¿Por qué temblaban?
-Aomine, necesito orinar. –Casi suplico su amigo.
-¡Oh! Sí, perdona. –Dejo la bandeja en el mueble para dirigirse a uno de los cajones de ropa y sacar al parecer una pequeña manta. –Te pondré esto. –Coloco la manta entre sus ojos para atarlo detrás de su cabeza y luego de eso pudo presentir como Aomine se alejaba.
-“¿Q-Qué hará?” –Escucho al parecer el cerrojo de la puerta cerrarse con cerradura. –“Va a esconder la llave”…
Flashback
De repente, para su sorpresa, una idea paso por su cabeza tranquilizando un poco más al peli rojo y haciendo que una sonrisa apareciera sobre sus labios.
-“Confianza” –Una de las palabras claves. –“Si hago que Aomine confíe en mí, él comenzará a liberarme poco a poco, seguro me sacara las esposas, luego de eso hasta pueda poder caminar por toda la casa, aún así sin poder salir de esta, pero… en cuanto la oportunidad se dé puedo escapar” –La sonrisa poco a poco se formaba. –“Si hago eso… tendré que tener paciencia y tratar de no escapar, tengo que hacer que confíe en mí pero… que tampoco se haga obvio”
Con este pensamiento solo se dispuso esperar el mañana y empezar con su nuevo plan.
Fin del Flashback
-Bien. –Saco la manta de sus ojos para liberar sus manos. –Kagami… no trates de escapar. –Advirtió recibiendo solo la mirada lamentosa de Taiga. –Pondré las esposas detrás –Tras dicho esto llevo sus muñecas sobre la espalda para esposarlo y caminar ahora hacía el baño. -Kagami. –Ya estando frente al excusado, lo miró un poco apenado, tenía que… -Tengo que… tomarlo. –Vio el sonrojo de Kagami y lo tomo como un “si” bajó los pantalones hasta la altura de sus rodillas junto con sus bóxers para, tímidamente, sujetar el miembro de Taiga y dirigirlo bien.
-Mm… -Dio un leve quejido. Sus mejillas ardían por el sonrojo, podía sentir la pequeña presión en su miembro, se mordió el labio al ver que su cuerpo reaccionaba en su contra –Aomine… -La vergüenza era inimaginable ¿Por qué rayos había pedido eso?
-No… mirare. –Con todas las fuerzas del mundo trataba de controlar su mano, no quería hacer algo que asustara a Kagami. Escucho el sonido del agua del excusado sabiendo que ya estaba orinando y supo también cuando paro. Pero… giro a ver esté… su miembro.
-Aomine… déjalo, ya pasara. –Kagami estaba más avergonzado que antes, estaba excitado, excitado del toque en su miembro, no quería que el peli azul lo viera.
Anonado mirando el falo erecto del peli rojo, presentía que ya no se podría controlar.
-Kagami ¿En cuánto tiempo… pasara?
-C-Como en una hora…
-Eso es mucho, te dolerá. –Limpio con papel el miembro para dejar a un sorprendido Kagami, lo sentó en el suelo junto a la pared para que se apoyase y le dio una última mirada a Taiga. –Será más rápido. –Con la cara igual de roja que Kagami se sentó sobre sus piernas por si intentaba escapar y se acerco al falo para dar una lamida en está.
-¡A-Aomine!
Besó la uretra y prosiguió a lamer todo el cuerpo del pene hasta bajar a sus testículos.
-¡Ahh!
Los gemidos de Kagami solo empeoraban las cosas, tomo con sus manos el falo y de una entro todo este sobre su boca para subir y bajar, chupando, succionando y lamiendo.
Mientras Kagami solo se retorcía del placer, tiritando y respirando rápidamente, no podía evitar mirarlo, por más que girara su cabeza, verlo subir y bajar… no podía estar de esa forma.
-¡Ah! ¡Nnhh!
Aomine seguía en lo suya, esforzándose y lamiendo de vez en cuando los testículos de este, lamiendo cada parte como siempre había soñado.
- M-Me vengo.
Ignorado, sin poder soportarlo más, liberó la esencia para poder por fin tomar un poco de aire y sentirse aliviado pero sus ojos quedaron como platos al escuchar el sonido… miro fugazmente al oji azul y admiro como bebía su esencia con el rostro completamente sonrojado y con una sonrisa tan perturbadora como excitante.
-Qué… delicioso.
“¿Dónde está Kagami?”