Zelo se reía mientras Yongguk lo jalaba a través del bosque. r13;¿Cómo es esto?
Asintió. Podría estar en un pantano y a Zelo no le importaría, en tanto estuviera con Yongguk. —Perfecto.
Yongguk dejó de caminar y giró a Zelo haciendo que la cara se presionara contra un árbol y su espalda contra el pecho de Yongguk. —Eso es lo que esperaba que dijeras. —Podía sentir la erección de Yongguk, dura y lista, contra su trasero. Zelo gimió, rápidamente se había convertido en un adicto a sentir el pene de Yongguk.
Su agujero palpitó al pensar en ser llenado por el duro eje. Zelo había notado que ya no oía más la voz de su madre en su cabeza y estaba miles de veces agradecido por ese milagro. Sólo podía suponer que había desaparecido cuando finalmente aceptó lo que era.
Se paró de puntas, queriendo sentir el pene de Yongguk en la grieta de su culo. Zelo podía sentir su propio pene presionando el cierre cuando creció con necesidad.
—Puedo oler tu lujuria y me está volviendo loco. —Yongguk mordió la oreja de Zelo, su pene saltó ante la acción. Zelo presionó su culo dentro de la pelvis de su pareja, deseando que la ropa entre ellos desapareciera.
Tragó, y entonces jadeó cuando Yongguk desabrochó sus jeans. —Voy a chupar tu pene, Zelo.
Se derritió ante esas sexys palabras. Sus dedos se hundieron dentro del árbol mientras sentía el aliento de Yongguk recorrer su piel. Zelo parpadeó, sus labios se abrieron y su corazón se saltó un latido. —Lo quiero.
—Mmm, ¿qué es lo que quiere mi cachorro? —Las manos de Yongguk desabrocharon sus jeans y se alejaron. Zelo gimió.
—Dile a Yongguk lo que quieres, y lo obtendrás. —Su lengua recorrió un lado de la oreja de Zelo mientras se empujaba entre las piernas de Zelo. Los dedos de Yongguk inclinaron la cabeza de Zelo y sus narices chocaron mientras Yongguk tomaba su boca en un húmedo beso.
Zelo frotó su culo arriba y abajo de la pierna de Yongguk, sintiendo la fricción contra sus bolas. Los dedos de Zelo encajándose duro en el tronco del árbol. Sus pies dejaron el suelo cuando Yongguk levantó sus piernas.
—Haces que mi pene pulse al frotar tu culo contra mi pierna. ¿Por qué no lo haces desnudo? —Yongguk acunó la parte de atrás de la cabeza de Zelo mordiendo sus labios antes de apartarse y mover sus piernas.
Zelo se bajó los pantalones, se quitó los zapatos y se quitó el resto de la ropa. Se apoyó en el tronco mientras deslizaba su trasero sobre la pierna de Yongguk, gimiendo cuando sus testículos se rozaron contra los fuertes músculos, sintiendo que el material de los jeans de Yongguk hacía cosquillas en sus bolas.
—Diría que nosotros combinamos perfectamente —Yongguk dijo en su oído mientras acomodaba su pierna debajo de Zelo. Se inclinó hacia adelante y su pene escurría en la pierna de los jeans de su pareja. El guerrero pasó sus manos sobre Zelo, apretando su trasero y haciendo que gimiera. Zelo se empujó hacia atrás, su cabeza cayó a un lado mientras su agujero se presionaba contra el musculoso muslo de Yongguk.
—¿Estás listo para mi? —Yongguk levantó con sus manos a Zelo, dejándolo de pie mientras se desabrochaba sus jeans, liberando su pene—. Envuelve tus piernas alrededor de mí.
Zelo lo hizo mientras Yongguk colocaba sus manos en el árbol, Zelo se inclinó hacia atrás mientras Yongguk se enterraba en él. Su cabeza giraba mientras su pareja lo jodía contra el árbol. Zelo colgado a él. La pequeña incomodidad del árbol era minúscula comparada con el placer que su pareja le estaba dando.
—Combinamos perfectamente —dijo Yongguk antes de tomar la boca de Zelo en un demandante frenesí. Yongguk se empujó dentro de él, sus dedos se hundían en los lados de la cara de Zelo cuando jaló la cara hacia atrás, siseando, entonces se tensó y se corrió.
Zelo gimió cuando Yongguk lo liberó, pero sus gemidos rápidamente murieron cuando Yongguk lo dejó de pie y se arrodilló. Zelo se estremeció con la vista. Del grande, fuerte y masculino Yongguk de rodillas, tomando el eje de Zelo dentro de su boca.
Su cabeza cayó hacia atrás, golpeándose contra el árbol cuando Yongguk trabajó sobre su pene con maestría. Zelo podía sentir su pene golpear la parte de atrás de la garganta de Yongguk y entonces Yongguk lo llevó más profundamente por su garganta, trabajando con sus músculos para darle placer, entonces gritó mientras se corría dentro de la garganta de su pareja.
Zelo cayó de rodillas luchando por respirar.
—Te dije que combinábamos perfectamente. —Yongguk se reía mientras ayudaba a Zelo a vestirse. Yongguk se puso de pie, levantó los jeans y metió su flácido pene dentro de los pantalones.
—Vamos, cachorro. ¿Necesitamos caminar, verdad?
Zelo asintió, inseguro de lo que Yongguk había dicho, su mente estaba nublada debido al explosivo orgasmo.
—Te ves hermoso ruborizado —Yongguk bromeó mientras entraban a un claro.
Yongguk estaba en cuclillas examinando un raspón en su motocicleta. No era grande, pero él lo notaba. No le gustaba que su bebé tuviera alguna marca. Quizás el ser el propietario de una tienda de motocicletas era la mejor idea que hubieran tenido.
Podría conseguir que arreglaran a su bebé.
Yongguk pasó un trapo suave sobre el raspón, sabiendo que eso no iba a remover la marca. Uno siempre puede esperarlo.
Había planeado llevársela hoy a Eli para cambio de aceite y lo que pudiera necesitar mientras Zelo y él recorrían los alrededores. También quería ver algún prospecto de tierra, encontrar el mejor lugar para la tienda. El Alfa había dejado claro que si alguien quería su propio negocio, él podía pagar por eso. Esa era una manera de hacerlos sentirse realizados.
Comprar un terreno, construir una tienda y equiparla no iba a afectar la cartera de los Wu. Ellos sólo nunca habían encontrado un lugar donde establecerse. Ahora, lo tenían. La villa Kim era el perfecto lugar para vivir. A pesar de las quejas de Kris, Yongguk sabía que su hermano amaba estar aquí.
Se sentía tan emocionado como un niño en una dulcería cuando pensó en ser propietario de su propio negocio. Bueno propietario de un negocio familiar, eso era.
Yongguk se puso de pie y guardó el trapo dentro de la caja de su motocicleta mientras el raspón lo veía enojado, como si su motocicleta lo acusara de haber sido demasiado rudo. Se rio consigo mismo, preguntándose cómo alguien podía estar enamorado de su motocicleta de esa forma.
—¿Listo? —Kris preguntó mientras él y su pareja Tao, se acercaban. Suho estaba a la derecha con Lay en sus brazos. Yongguk vio a cada hombre y luego a la casa.
—Tan pronto como Zelo salga. —Ellos habían planeado un paseo en la noche, salir y disfrutar del camino abierto. Había pasado mucho tiempo desde que sus hermanos y él paseaban. Lo extrañaba.
—Lo vi platicando con Nana en el estudio —Suho le informó—. Esos dos son como dos gotas de agua.
Yongguk estaba feliz de que su pareja se hubiera adaptado tan bien. Temió que su pareja corriera a las colinas gritando y nunca viera hacia atrás.
Las cosas parecieron haberse tranquilizado durante los pasados dos meses. Ningún otro incidente había ocurrido y la relación de Zelo y él estaba floreciendo agradablemente.
Yongguk cerró la caja de su motocicleta mientras esperaba que Zelo se les uniera. Sonrió cuando vio a su pareja correr llevando la chaqueta y casco bajo el brazo. Zelo vivía para los paseos en motocicleta.
—Lo siento…Estaba hablando con Nana, y ella no me dejaba ir. —Zelo jadeaba cuando llegaba, deteniéndose al lado de Yongguk, una gran sonrisa en su cara. Yongguk nunca tenía suficiente de lo hermoso que su pareja realmente era. Su aliento se quedaba atrapado en su pecho cada vez que veía a Zelo.
—Vamos, cachorro. Demos el paseo. —Pudo ver que los ojos de Zelo se oscurecieron ante esas palabras. Zelo se emocionaba más al montar que Yongguk.
Los hermanos montaron sus motocicletas, sus parejas subieron en la parte de atrás, y los tres salieron del camino de grava y tomaron el camino pavimentado. Yongguk podía sentir a Zelo aferrarse fuerte a su cintura y sabía que era uno de los momentos por los que vivía su pareja.
—Puedo sentir tu pene endurecer. —Se rio en los auriculares. El bulto que presionaba su culo era una prueba de sus palabras.
—Cada vez que monto. —Zelo se rio. Eso era música para los oídos de Yongguk mientras subían a la autopista.
Salieron de la autopista, dirigiendo sus motocicletas hacia la ciudad a un restaurante con bufet de come-todo-lo-que-quieras. El concepto era bueno para grandes familias, pero la franquicia no conocía a los hermanos Wu, cuando entraron al establecimiento. Ellos podrían llevar el negocio a la banca rota. Aunque no lo hicieron.
Se rio cuando Tao sacó su gorra tejida y se la puso, cubriendo sus orejas de elfo mientras entraban al lugar. Tenía que admitir, Kris estaba bien con que el destino le hubiera dado a Tao. Aunque él no estaba muy seguro acerca de sus orejas. Yongguk sentía la urgencia de jalárselas cada vez que estaba cerca de Tao, sólo para sentir si eran reales.
—Tócalas y mueres. —Kris lo miró fijamente.
Yongguk le sonrió a su hermano mayor y jaló a Zelo dentro de la curva de su cuerpo. Sus hermanos lo conocían demasiado bien. Pagaron por sus comidas y comieron hasta que Yongguk sentía que no podía moverse.
Zelo se dirigió al cuarto de baño del restaurante sintiendo que su estómago iba a explotar por tanta comida. Nunca había estado en un lugar como ese y estaba agradecido. Podría pesar una tonelada ahora si lo hubiera descubierto antes. La comida era deliciosa.
Estaba de pie junto al lavabo, lavándose las manos cuando oyó que alguien lloraba en uno de los cubículos. Zelo tomó un puñado de toallas de papel y escuchó más de cerca. No era su asunto y sentía que invadía la privacidad de alguien. Pero no podía irse, así no era él.
—¿Está todo bien? —preguntó. Oyó que alguien sollozaba y entonces el ruido de una nariz siendo limpiada, pero la persona no contestó.
Zelo arrugaba y tiraba las toallas de papel a la basura cuando la puerta del cubículo se abrió.
Esperó, curioso para ser honestos, quería ver quién salía. Él estaba asombrado al ver a una belleza de cabello oscuro salir, limpiándose los ojos y dándole una intensa mirada de cachorrito a Zelo.
—¿Estás bien? —preguntó de nuevo. El hombre se tensó al lado de él y asintió. Zelo no era un hombre robusto ni mucho menos, pero ese hombre era súper delgado y gentil con rasgos angelicales. Le pareció a Zelo demasiado frágil—. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte? —No estaba seguro de por qué le ofreció ayuda a un extraño, sólo que una profunda necesidad en su interior lo obligó a preguntar.
—Estoy bien. —El hombre habló suavemente como si murmurara. Pudo ver que las manos del hombre temblaban mientras abría el grifo. Zelo se sentía inútil, por alguna loca razón quería ayudar al extraño. Su ira salió cuando vio un pequeño moretón en un lado de la cara del delgado hombre.
—¿Cuál es tu nombre? —le preguntó.
—YoSeob. —El hombre abrió más los ojos viendo fijamente a Zelo. Rápidamente tomó toallas de papel y se secó las temblorosas manos.
—Quiero que tomes mi número, YoSeob. Si necesitas ayuda o sólo a alguien con quien hablar, llámame.
YoSeob parpadeó ante Zelo, miedo y curiosidad en su mirada. —¿Pero por qué? Ni siquiera me conoces.
Zelo no podía contestar a eso. No estaba seguro de por qué se lo había ofrecido a YoSeob. Sólo sabía que tenía que ayudar a ese extraño. —¿Puedes aceptarlo?
YoSeob rápidamente sacó su teléfono celular y se lo dio a Zelo. Sus manos temblaban frente a él, mientras esperaba que Zelo registrara los números. —En serio, puedes llamarme de día o de noche.
—Gracias. —YoSeob hablaba tan suavemente que Zelo no estaba seguro si realmente le había oído. Zelo tamborileaba sus dedos en el lavabo preguntándose qué debería de hacer.
¿YoSeob tenía ese moretón de una pelea con un extraño, algún tipo de accidente o alguien estaba abusando de él? Odiaba dejar a YoSeob a su suerte.
—¿Estás con alguien en casa? —preguntó curioso.
—Me tengo que ir. Gracias…
—Zelo. Mi nombre es Zhang Zelo. Llámame, YoSeob. —Se oyó un poco forzado como si le ordenara pero odiaba ver que YoSeob o alguien más fuera abusado.
—Lo haré. —YoSeob le dio una débil sonrisa antes de apresurarse a salir del cuarto de baño. Zelo lo siguió, quería ver con quién estaba. Quizás podía decirles a los hermanos y ellos podrían ayudar a YoSeob si él estaba siendo abusado aquí.
Desafortunadamente, YoSeob caminó directamente hacia la salida del restaurante. Suspiró profundamente, sabiendo que había hecho lo mejor, considerando las circunstancias.
—¿Podemos hablar? —Zelo le preguntó a Yongguk una vez que ellos llegaron a casa. Se quitó la chaqueta, la guardó en el armario y luego se quitó las botas. Zelo no podía dejar de pensar en YoSeob y lo que podría estar atravesando justo ahora.
—Claro. —Yongguk se quitó las botas cerca de la cama y se sentó. Zelo estudió a su pareja por un momento, bebiéndose los hermosos rasgos de su pareja. Nunca se arrepentiría de su decisión de estar con el fuerte y sexy hombre.
—Creo que sé lo que quiero hacer.
—Te sigo, cachorro.
Zelo se puso de pie y comenzó a pasearse mientras ordenaba sus pensamientos. —Oí a Xiumin hablar con otra de las parejas acerca de convertirse en consultor en el centro recreativo. —Se detuvo y vio a Yongguk antes de continuar—. Creo que puedo ayudar a mucha gente a salir de esa manera.
Yongguk pareció considerar las noticias por un momento antes de hablar. —Es una noble profesión. Puedo ver cómo Xiumin puede contribuir con su experiencia con las drogas a ayudar a los adictos, pero ¿cómo ayudarías tú?
Zelo había estado pensando mucho y duro acerca de eso de camino a casa. La situación en el cuarto de baño le había molestado, tanto que fue en lo único que pensó todo ese tiempo.
Zelo conocía los diferentes programas que Seungri, uno de los consultores del centro recreativo, había establecido y los había recorrido en su cabeza. —Quiero ser un consultor contra el abuso. Quiero ayudar a quienes han sufrido abusos. Esa gente busca una guía. Creo que Jongin debería de construir algún tipo de refugio para que puedan escapar de ese tipo de vida y ayudarlos a iniciar de nuevo.
Yongguk levantó la mano. Su cara estoica mientras lo veía fijamente. El corazón de Zelo se aceleró. Yongguk iba a decirle que era una estúpida idea, discutiría con él sobre que no tenía idea de lo que hablaba. Sintió la ira construirse en su interior, y también un poco de resentimiento.
Zelo sabía desde el momento que salió del cuarto de baño cuál era el propósito de su vida y Yongguk estaba a punto de destruírselo.
—Tranquilo, cachorro. —Bajó la mano y tomó una profunda respiración—. Creo que deberías de tratar esa idea con Jongin. Me parece que has estado pensando mucho sobre eso.
—Lo he hecho.
—Entonces creo que es algo que deberías seguir.
—¿En serio? —Zelo se había preparado para la discusión que sabía podría venir al ver la cara de Yongguk. Él no estaba preparado para que su pareja estuviera de acuerdo. No cuando había visto al principio que él quería discutir.
—¿Por qué te oyes tan sorprendido? —Yongguk preguntó mientras se ponía de pie, cruzaba el cuarto y jalaba a Zelo a sus brazos—. Creo que es una maRavillosa idea.
—¿Lo crees?
Yongguk inclinó la cabeza de Zelo hacia atrás y le dio un suave beso en los labios. —Todo aquel que quiera ayudar a otro a salir de eso, a un extraño, tiene mi respeto y aprobación.
Zelo sabía que no necesitaba la aprobación de Yongguk, pero ayudaba saber que su pareja estaría detrás de él todo el camino. —¿Crees que Jongin podría hacerlo? ¿Construir el refugio?
—Creo que haría cualquier cosa por esta comunidad. Sé que él odia el abuso. No puedo pensar en ninguna razón por la que no estuviera de acuerdo con tu idea. —Yongguk besó el cuello de Zelo—. Eres sexy cuando te apasionas por una causa.
Zelo gimió dejando caer la cabeza hacia atrás, su piel se erizaba en piel de gallina con el toque de Yongguk. Zelo tomó el frente de la camisa de Yongguk, la levantó hacia su cabeza y tomó uno de los pezones de Yongguk dentro de su boca y gimió.
—Maldición, bebé. —Yongguk acunó la parte de atrás de la cabeza de Zelo, y sus dedos atravesaron el cabello de Zelo—. Se siente tan bien.
Zelo mordisqueó el disco café antes de dirigirse al otro. Sus manos recorrían la piel de Yongguk, sintiendo los duros músculos de su abdomen mientras desabrochaba los jeans de Yongguk.
—Joder, ¿alguna otra causa a la que quieras unirte? —Yongguk preguntó mientras bajaba sus jeans y exponía su duro pene. Él comenzó a acariciar su eje mientras Zelo besaba, lamía y chupaba el torso de Yongguk.
Zelo se rio ante las palabras de su pareja. —Creo que con una es suficiente.
—No te detengas.
Zelo no planeaba hacerlo. Cayó de rodillas y lamió el presemen que drenaba del pene de Yongguk. Su pareja siguió acariciándose mientras Zelo lamía y chupaba, siendo indulgente con el erótico sabor del cuerpo de Yongguk. Su pareja tomó su cabello mientras alimentaba a Zelo con su pene. Era tRavieso y excitante tener a Yongguk masturbándose dentro de su boca.
Zelo abrió más la boca, atrapando el líquido claro que bajaba por un lado de la mano de Yongguk. —Nǐ kuài bǎ wǒ bī fēngle
r13;Yongguk gruñó.
—Mmm, eso se oyó raro. ¿Qué dijiste? —Zelo preguntó mientras chupaba la cabeza del pene de Yongguk entre sus labios.
—Me estás volviendo loco.
Esa era la meta de Zelo. Quería a su pareja rogando para que Zelo lo dejara joderlo. Zelo se apartó y le sonrió pasando su lengua sobre Yongguk una vez más.
—Eres un diablillo. —Yongguk tomó a Zelo de sus brazos, lo subió a la cama con loca lujuria mientras desabrochaba los jeans de Zelo y los bajaba por sus rodillas—. Te enseñaré a provocarme, cachorro.
Zelo se rio y entonces gimió cuando Yongguk comenzó a lubricarlo y entonces se hundió profundamente. Sus piernas atrapadas en sus jeans impedían que las levantara. Yongguk levantó sus caderas entrando más profundamente mientras jodía a Zelo.
—Jódeme mas duro, Yongguk —Zelo gritó.
—Oh, una boca sucia. Me gusta eso —gruñó mientras jodía a Zelo mas rápido, golpeando duro su culo—. Dilo de nuevo, cachorro.
—Jódeme duro, profundo y rápido. Has que sienta tu pene.
Yongguk se reía mientras hundía sus dedos en los costados de Zelo, dándole por lo que rogaba. Zelo se aferró a las sábanas, su cerebro se volvía loco con la fuerza de los empujes de Yongguk que lo llevaban a otro mundo.
Sus piernas se presionaron contra sus jeans, anhelando la libertad para así poder subir por la cama. Pateó haciendo su mejor esfuerzo por liberar sus piernas de la tela. Se enredó en ellos sin poder salir.
Zelo dejó de luchar mientras el pene de Yongguk hacía magia en su culo. Nunca, ni en un millón de años, hubiera pensado que el ser jodido por un hombre se sentiría tan bien. Zelo estaba agradecido de no haber luchado tan duro, de que finalmente había cedido a su deseo y permitido que Yongguk lo reclamara.
Su culo se oprimía mientras Yongguk se empujaba en su culo, golpeando el dulce punto de Zelo repetidamente. Rodó los ojos hacia atrás y su pene pulsaba mientras Yongguk lo jodía.
Zelo tomó su pene y lo apretó duro, una onda eléctrica instantáneamente lo recorrió.
Gritó cuando Yongguk se salió y lo giró. Su pareja siguió acariciándose rápidamente mientras tomaba el cabello de Zelo con la otra mano. Sabía lo que su pareja quería, así que Zelo se abrió más.
—Oh joder —Yongguk gritó cuando chorros de su semilla salieron de su pene y pintaron la cara de Zelo. Lamió tanto como pudo alcanzar con su lengua, antes de que Yongguk levantara a Zelo y lo lanzara a la cama y tomara el pene de Zelo hasta su garganta.
Zelo se retorcía y gritaba mientras le chupaba el pene Yongguk igual que un hombre loco. Zelo tomó el cabello de Yongguk y lo jaló mientras sus bolas subían hacia su cuerpo y la onda eléctrica subía por su columna.
—Oh Dios —Zelo gritó cuando sintió su cuerpo explotar. Jodió la boca de Yongguk hasta que pensó que sus caderas podrían salirse de su lugar.
Yongguk se apartó y le sonrió a Zelo mientras lamía el pene limpiándolo. —¿Estás seguro de que no hay ninguna otra causa que quisieras iniciar?
Infiernos, él se uniría a todas si Yongguk lo jodiera de esta manera en cada ocasión.
continuara....