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Let It Burn por Anna-chan

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Notas del capitulo:

Perdón por la tardanza, pero es que estuve muy ocupada.

Espero que les guste el capítulo, es corto pero me costo mucho hacerlo.

Gracias por seguir esta Historia *-*

 

El fuego de la chimenea mantenía el lugar caliente, lo miro una vez más. La persona frente a él sonrió, mostrando una victoria indiscutible, arrugo el ceño y tiro lo que él tenía entre las manos. Se sirvió un poco más de chocolate caliente, el frío aún estaba en su punto alto, a esta hora sus padres deberían de haber llegado ya, pero con la tormenta de nieve tal vez se quedarían en la asociación hasta mañana. Era viernes y su nana estaba de viaje. Escucho su nombre y presto atención, el otro ya había barajado todas las cartas y Zero quería revancha. Esto no se quedaría así, se acomodó en su sillón y dejo el chocolate en la mesa de al lado.

Volvieron a jugar una partida más. Su mente estaba al máximo, quería ganarle y aunque el sueño ya le estaba atacando no se iba a dejar ganar por esta persona. Escucho unos pasos provenientes del piso de arriba, miro hacia las escaleras y vio a su hermano mayor bajar por ellas, se tallaba sus ojitos dormilones.

-Ya son más de las doce de la noche ¿Aún siguen jugando póker ustedes dos? – Ichiru no podía dormir, al menos solo en aquella habitación.

-Ya voy Ichi, estamos por terminar esta partida. – Zero le sonrió a su hermano, quien volvió a la habitación.

-Ya tienes sueño, vamos a dormir. – El otro se puso de pie. También se moría del sueño.

Rido no le dio oportunidad de protestar cuando lo cargo entre sus brazos, no se quejó ni intento apartarse, le gustaba que el otro le cargase, aunque también le gustaba dormir con el pura sangre. Subieron las escaleras rumbo a la habitación de los niños, Ichiru los miro cuando ingresaron y cayo rendido en la cama, dormiría hasta tarde, Ichiru tiene el sueño pesado. El mayor lo sentó en la cama, busco un pijama entre las ropas del pequeño Zero, cuando encontró la ropa se la dio y fue al baño. Zero termino de cambiarse y se acostó bajo la pesada brazada que lo protegía del frío, vio como Rido salía del baño, no llevaba puesto su camisa, Zero alzo la cobija dándole lugar al vampiro, quien se acostó a su lado. Se miraban a los ojos, Rido se perdía en el mar violeta que le devolvía la mirada, Zero se acercó más a él, buscando calor. Le gustaba el olor del mayor, vino y chocolate.

-Hueles a menta y lavanda. – Comento Rido entre susurros. – Me excita ese aroma.

-Maldito pervertido. – Gruño Zero con un sonrojo en la cara.

-Solo contigo. – Se rio.

Rido abrazó al pequeño y lo hizo dormir. Sintió un peso en su espalda y volteo, Ichiru se estaba acomodando para dormir, al parecer no podía conciliar el sueño. Y así fue como se quedaron dormidos, Rido en el medio de los dos niños, miro por última vez a Zero, sabía que algo andaba mal en el pequeño. Pensando en muchas posibilidades Morfeo le reclamo y Rido se quedo dormido.

………….

-¿Revisaron toda la mansión? – Haruka miro a su mano derecha.

-Sí, mi señor. – El vampiro se levantó de su escritorio. – No quedo nada.

-Me hubiera gustado que se haya quedado más. – Sus ojos rojos miraban la copa de vino.

-Lo sé mi señor, pero ya empezaban a sospechar. –

-Pero bueno, tarde o temprano volverá. – Diciendo esto, el rey vampiro se fragmento en miles de murciélagos para luego desaparecer.

El vampiro sirviente se quedó en el despacho. Había limpiado la habitación subterránea. Aunque el aroma era tenue, nadie iba allí abajo. Negó con la cabeza, si los cazadores se enteraban, uy no… si ¡Si Rido se enteraba! Ardería el mundo. No daría la vida por su rey, si se armaba una guerra entre los hermanos, solo se sentaría a ver como ellos se mataban. Pobre de Yuuri, tarde o temprano se tendría que enterar que su esposo no la ama, no era sorpresa eso, ya lo había predicho en el incidente de la fiesta de compromiso.

Quería ver quien ganaba esta vez…

……..

Estaba rodeado de lava, miro a ambos lados, veía a las personas, pero no podía distinguir quienes eran. Escucho su nombre a lo lejos, pero cuando se volteo, un susurro salió de sus labios y fue consumido por una explosión.

El sol le dio en la cara, abrió los ojos y sintió que su garganta ardía, volvía a pasar eso, le extraño que estas sensaciones se presentaran con mayor frecuencia. Rido y su hermano aún seguían durmiendo, par de perezosos. Se levantó de la cama y fue a la cocina a beber un poco de agua, el ardor se calmó y volvió a su habitación, suspiro resignado al entrar en el baño, ya no podría dormir. Se bañó y se lavó los dientes, no se sorprendió al ver que los dormilones aún no se despertaran ¡El mundo podría caerse! Pero ellos no se despertarían jamás.

Bajo las escaleras dispuesto a preparar el desayuno. Advirtió que la tormenta ya había pasado, de seguros sus padres estarán llegando. Sin perder el tiempo se puso a cocinar, preparo waffles con crema y dulce de leche, también huevos revueltos, beicons y tostadas. Puso la jarra en la cafetera y el café caliente se derramaba dentro empañando el cristal. Comenzó a preparar la mesa, poner los cubiertos y los platos, en un cuenco coloco varios panes en otro la mantequilla y jalea de ciruela. Se volvió para quitar la cafetera.

-Ara, ara…que rico huele por aquí. – Rido estaba sentado en una de las sillas. 

Zero volteo los ojos.

-No pienso dejarles nuevamente que cocinen ustedes desde la última vez. – Zero recuerda con horror como la cocina termino quemada por culpa de Rido e Ichiru.

-Solo fue un accidente, Ichiru prendió la hornalla y me olvide de eso. – Puso unas tostadas en su plato. – Y yo encendí el fuego.

Zero le miro mal, por culpa del cabeza hueca la cocina se incendió, al menos pudieron arreglar las cosas. Ichiru bajo de las escaleras, sentándose al lado de Rido cogió los huevos revueltos con dos lonchas de beicon. Zero les sirvió el café a ambos. Escucharon a dos personas entrar por la puerta, los padres hicieron acto de presencia luego de una larga noche fuera de casa. Se limpiaron la nieve y se quitaron los abrigos.

-Buenos días. – Saludo la madre de los pequeños. - ¡Disculpen la demora! Pero el tormentón de nieve que se nos vino en sima.

-Rido-san, perdón por tener que dejarte toda la noche con estos terremotos. – Se disculpó el jefe de la familia.

Los padres se sentaron en sus respectivos lugares y Zero les sirvió el café a ambos. Ichiru ya había terminado con su desayuno, Zero se dispuso a comer el suyo. Conversaron amenamente durante unos minutos, para los Kiryuu ya se habían acostumbrado a las frecuentes visitas del sangre pura, que parecía más parte de la familia que un invitado, el año nuevo pasaron en la casa del vampiro, junto con su esposa Shizuka y sus pequeños niños, Maria y Senri, era extraño como todos se llevaban bien, incluso Zero e Ichiru llamaban tía a Shizuka así como Maria y Senri la llamaban a Valeana tía.

Los pequeños bajaron de la mesa y se fueron a preparar para irse a su entrenamiento como cazadores. Cuando desaparecieron por las escaleras el ambiente se volvió algo tenso.

 - ¿Averiguaron algo? – Rido les observo seriamente.

 -Nada, no hay testigos, no hay sospechosos. – Raiser apretó los puños.

 -El consejo de vampiros no sabe quién fue, tampoco los vi muy preocupados por         ello. – Valeana bebió su café. – Tu hermano se ofreció a ayudarnos, pero tampoco encontraron nada.

 -Algo no cuadra en todo esto. – Rido pensó en muchas posibilidades.

- ¿Zero no recuerda nada de lo ocurrido, ni quién fue? – El padre le pregunto al vampiro.

-No, él no recuerda nada, pero está actuando de forma muy extraña. – Miro su taza de café.

-Debemos averiguar lo antes posible… - La madre se levantó de su silla. – Debemos averiguar quién secuestro a Zero…-

Ambos adultos asintieron. Rido estaba furioso, esto no se iba a quedar así, cuando le encuentre al sujeto lo destrozara, no sin antes obligarle a decir que fue lo que hizo con su pequeño Zero.

Notas finales:

Gracias por leer, nos vemos en la próxima.

Anna-chan


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