Cuddling together
Cuando el Sol entra por la ventana, filtrando sus cálidos rayos a través de las claras cortinas de tu habitación, tú te remueves inquieto entre mis brazos. Trato de colocarme de manera que cubra los molestos rayos con mi espalda, pero la inesperada luz ya te ha despertado.
Abres tus ojos despacio, tratando de acostumbrarte a la claridad. ¿Cuántas veces te habré dicho que deberías poner cortinas más oscuras en la habitación? Pero sé que no lo vas a hacer. Eres demasiado perezoso para cambiarlas. Eres demasiado perezoso para ir a comprar unas cortinas nuevas.
ㅡ¿Qué puede ponerte tan feliz tan temprano en la mañana? ㅡpreguntas bajito al ver mi sonrisa, aún estás medio dormido y sólo me has mirado con un ojo antes de cerrarlo otra vez y esconder tu cara en mi pecho, tratando de huir de la luz.
ㅡEsto ㅡrespondo.
ㅡ¿Uhm? ㅡmurmuras sin comprender.
ㅡTú ㅡcontesto dándote un beso en la oreja que te hace temblar levemente.
Y sonrío, porque sé que es tu punto débil y adoro besarte y morderte la oreja para ver tu reacción, para verte temblar y oírte suspirar mientras tus mejillas se ruborizan.
Acaricio suavemente todo tu costado. Tus costillas se marcan levemente. La curva de tu cintura parece hecha a la medida de mi mano, pues ésta encaja a la perfección en el lugar. Los huesos de tu pelvis sobresalen un poco en tus estrechas caderas. Y tu trasero redondo es la prueba de que los milagros en la tierra existen.
Cuando coloco mi mano en una de tus nalgas, percibo una pequeña irregularidad en la suavidad de tu piel. La acaricio unos segundos antes de darme cuenta que se trata de un arañazo.
ㅡCulpa mía ㅡcreo que lo he dicho en mi mente, pero al parecer he pronunciado las palabras en voz alta porque tú ríes suavemente.
Oh, cuánto he extrañado tu risa. Tu risa, tu sonrisa, tus ojos, tus labios, tu cuerpo. A ti.
ㅡTe he extrañado tanto.
Separas la cabeza de mi pecho y la echas hacia atrás para mirarme. Tus ojos ahora completamente abiertos son más hermosos de lo que recordaba.
ㅡY yo a ti ㅡaseguras afirmando el brazo que mantienes alrededor de mi cintura.
Sonrío, porque sé que lo haces para asegurarte que no me marcho sin que tú lo sepas. Demasiadas han sido las noches en las que he tenido que marcharme dejándote solo en la cama. Pero ya no más. Ya no.
Me sonríes en respuesta, esa sonrisa tan hermosa, tan sincera… Esa que sólo me muestras a mí en la intimidad. ¿Cuánta gente la habrá visto alguna vez? Ni siquiera sé cuántas o quiénes, pero ya las odio. No soporto la idea de que alguien antes que yo te haya visto de este modo.
ㅡ¿No tienes que marcharte a trabajar? ㅡpreguntas.
Sé que no te gusta pensar en ello. No te gusta que esté tan ocupado últimamente, no te gusta que apenas tenga tiempo para verte, para estar contigo, a veces siquiera para una corta conversación telefónica. Pero no me lo dices y sé el esfuerzo que te supone no echármelo en cara.
ㅡHoy no ㅡte respondo acariciando todavía tu trasero. No me has dicho que retire mi mano, así que no lo he hecho, pero en realidad sé que te gusta que te toque, te gusta que no pueda mantener mis manos apartadas de ti aunque a veces te quejes de que soy un sobón.
Alzas tus cejas sorprendido un segundo, y al siguiente éstas se han fruncido en un adorable gesto de confusión que acompañas ladeando tu cabeza ligeramente.
ㅡ¿No? ㅡpreguntasㅡ. ¿Cómo que no?
Parece que no entra en tu cabeza la idea de que no vaya a trabajar un día. Es comprensible, creo que no me he tomado nunca un día libre, siempre tanto trabajo…
ㅡMe enteré que hoy tienes el día libre, así que decidí tomármelo yo también.
Tus cejas se juntan todavía más, incredulidad veo en tu rostro. Estás esperando a que diga que es una broma, pero yo no bromearía con eso.
ㅡ¿Es en serio? ㅡpreguntas al ver que no añado nada más, veo una pizca de esperanza en tus ojos.
ㅡEs en serio ㅡafirmo.
Tus cejas se alzan en sorpresa y tus ojos se abren emocionados y no puedo evitar sonreír ante lo fácil que es hacerte feliz.
Me encojo un poco y agacho mi cabeza para besar tu frente, pero tú alzas tu mano, colocándola en mi cuello, bajo mi oreja para impedir que me aparte. Y me besas. Es una de esas pocas veces en las que me besas tú primero, por lo general eres demasiado vergonzoso para ello, acostumbras a ocultarlo bajo una apariencia arisca, pero sé que en realidad se trata de vergüenza. Te conozco demasiado bien como para que me engañes.
Tus labios son tan suaves. Y tan dulces. Tu sabor me enloquece como no tienes idea. Soy adicto a tu fragancia, a tu sabor, a tu cuerpo, a ti.
Cuando te separas de mí, tus mejillas están rojas, pero tus ojos brillan de emoción y tu sonrisa es tan amplia que parece que nunca vayas a poder dejar de sonreír. No puedo creerme que seas tan feliz sólo por esto.
ㅡ¿Qué quieres que hagamos? ㅡte preguntoㅡ. Me tienes todo el día a tu servicio ㅡbromeé.
Ríes divertido por mis palabras, pero en seguida haces ese pequeño puchero con tus labios que se ha vuelto un hábito en ti mientras te concentras en alguna cosa. Te veo pensar durante varios segundos mientras yo me contento con acariciar tu espalda con suavidad. Mis caricias parecen calmarte, porque dejas caer tu cabeza otra vez en la almohada, aunque no dejas de mirarme. Tus ojos sobre mí se hacen tan penetrantes que sentirme observado de ese modo me pone nervioso.
ㅡ¿Por qué me miras así, Kyuhyun? ㅡno puedo evitar la pregunta, llevas más de tres minutos mirándome casi sin parpadear.
ㅡ¿Podemos quedarnos así? ㅡpreguntas.
ㅡ¿Así cómo? ㅡdigo curioso deteniendo mi mano en tu cintura, en aquel hueco en que ésta se acomoda perfectamente.
ㅡAsí ㅡrepites colocando una mano sobre mi pechoㅡ, como estamos ahora ㅡaclaras.
ㅡ¿Quieres que nos quedemos todo el día desnudos en la cama? ㅡcomprendo.
Te muerdes el labio y asientes nervioso.
ㅡMe gusta que estemos así ㅡdices apartando la vista avergonzado, escondiendo tu rostro en mi cuello.
Sonrió ante lo lindo de tu actitud. ¿De veras te estás sonrojando por decirme que te gusta estar conmigo abrazados en la cama?
ㅡ¿Te parece una pérdida de tiempo? ㅡpreguntas nervioso.
Quizá estás esperando que te diga que deberíamos aprovechar el día juntos en lugar de perderlo tumbados en una cama. Mi fama de deportista y trotamundos me precede y parece que te asusta.
ㅡNada es una pérdida de tiempo si estoy contigo, Kyu ㅡrespondo besando la cima de tu cabezaㅡ. Y también me gusta tenerte abrazado por horas ㅡconfieso.
Alzas la cabeza y me sonríes. ¿Cómo he podido sobrevivir toda mi vida sin ti? ¿Sin esa sonrisa que ilumina mi día?
ㅡAunque… quizá sí es una pérdida de tiempo pasar nuestro tiempo en la cama sólo abrazados, ¿no? ㅡcomentas con esa pícara sonrisa tuya que acostumbra a preceder tantos buenos momentos.
ㅡEres un niño travieso ㅡbromeo riendo.
Eres la única persona que conozco capaz de despertar en mi tal dispares sentimientos. En un segundo quiero comerte a besos y al siguiente lo que más deseo es arrancarte la ropa y hacerte mío hasta que grites basta.
Y ríes, con esa musical risa tuya que ilumina mi día.
ㅡPero podemos ser traviesos más tarde ㅡdicesㅡ, ahora quiero dormir un rato más contigo ㅡañades mirándome con tus preciosos ojos castaños.
Casi parece que me estás rogando por un beso de buenas noches cuando son las siete de la mañana.
ㅡEstá bien ㅡte contesto agachándome un poco para besar tus labiosㅡ. Durmamos un rato ㅡaceptoㅡ. Tenemos todo el día por delante para hacer travesuras.
Y te oigo reír divertido otra vez mientras te recuestas contra mí, con un brazo rodeando mi cintura y tu cabeza sobre mi hombro, mientras mi mano se posa de nuevo en tu trasero. No sólo tu cintura parece el hogar de mis manos, tu trasero encaja perfectamente en el hueco de mi mano. Y me gusta que así sea, porque es una prueba más de que me perteneces. Tu cuerpo se acopla de tal forma al mío, que parecen hechos el uno para el otro. No, están hechos para encajar el uno con el otro. Estoy convencido de ello.
Tu respiración acompasada me sorprende segundos después, parece que realmente estás más cansado de lo que creí. Tus exhalaciones son como un arrullo y siento el sopor envolverme. También tengo sueño y tu calidez junto a mí hace que esté tan a gusto…
Pocas cosas me provocan tanta paz como tú. Estos momentos tan escasos los atesoro como no te imaginas. Debería decirte cuánto te echo de menos cuando estoy trabajando fuera, lo largos que se me hacen los días sin ti, lo mal que me siento cuando el trabajo me impide siquiera llamarte para ver cómo estás…
Procuraré acordarme de decírtelo cuando me despierte, siento que los ojos ya se me cierran, el sueño me vence a tu lado. Estoy tan a gusto contigo Kyuhyun. Te quiero tanto…