Hogar
Cuando por fin es consciente de las gotas de lluvia que recorren sus mejillas, se encuentra ya frente a la casa de Siwon.
No sabe cómo ha llegado allí, ni siquiera es realmente capaz de ver la fachada de la casa ni su bonito porche de madera blanca, sus lágrimas se lo impiden por completo, todo el paisaje frente a él no es más que un borrón indescifrable, pero él lo sabe. Sabe que está frente a su casa al igual que sabe que el sonido que oye segundos más tarde de llegar ahí, es el de la puerta al abrirse, y no puede evitar que un sollozo escape de sus labios cuando siente sus brazos rodearlo en un abrazo.
Tampoco necesita verlo para saber que es él, simplemente lo sabe porque si hay una única cosa de la que Kyuhyun puede estar seguro aun cuando su vida no hace más que desmoronarse día tras día, es que Siwon siempre va a estar ahí para él cuando lo necesite, aun y cuando odie sobremanera el tener que depender de alguien, pero en momentos como ese, ya no puede pensar en mantener su fachada, siente su mente desmoronarse, su cuerpo sucumbir bajo las presiones y las situaciones a las que se tiene que enfrentar cada día, su vida es una constante lucha, una pendiente inclinada hacia arriba que cada vez le cuesta más y más escalar. Sabe que si flaquea todo se vendrá abajo y sólo Dios sabe el esfuerzo que le supone levantarse de la cama cada día y tratar de enfrentar un nuevo día de esa miserable vida, pero simplemente hay días en que todo puede más que él y su única vía de escape es huir. Escapar de esa casa que le quita las ganas de vivir y caminar durante horas por la calle sin querer regresar jamás a ese lugar que se supone debe ser su “hogar”. Siempre se preguntó si eso era real o un simple mito. Hogar. Esa palabra tan extraña y desconocida para él. O al menos siempre lo fue así hasta que lo conoció a él. Siwon era el remanso de paz en medio de las turbulentas aguas que eran su vida y sus pensamientos.
Nunca había sido alguien afortunado por mucho que él se empeñara en pensar que su vida podría ser mucho peor de lo que era, sin embargo supo que la mala suerte en su vida le dio una tregua cuando lo permitió conocerlo a él. Porque Siwon era la persona que él necesitaba para calmar su cabeza y sus pensamientos, Siwon era el lugar en que él podía respirar tranquilo sin sentir la necesidad imperiosa de decidir entre la huida o fingir ignorancia frente a todo lo que lo rodeaba. Y en ese momento en que Siwon lo arropa en su cama, en la oscuridad de su habitación y lo abraza mientras le susurra palabras tranquilizadoras al oído y seca sus lágrimas, Kyuhyun sabe que sí existe, que no es un mito. Que Siwon es su Hogar.