Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Naranja y pastel por PsychoOnion

[Reviews - 41]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaaa!!! :D Cómo les va? Espero que muy bien~ Aquí vengo con otro capítulo fresquito de Ana y Mina~

Muchas pero muchas gracias a quienes leen la historia y a quienes dejan sus hermosisiisissimos comentarios: Jude, yuriqueenyuri y Dalila! /'-'/ Muchas graciaaas! Ustedes me dan ganas de seguir la historia xd

Bueno, espero disfruten de este capítulo :D

Veremos una Mina un tanto graciosa xD

Muy bien, esto ya me lo esperaba. No puedo decir que no.

 Mina se había tardado demasiado, para solo estar recuperándose de su sed. Así que fui a buscarla. Tuve que traspasar una cantidad casi exagerada de personas conglomeradas que bailaban con mucha energía  para poder llegar hasta la barra.

-Mina, ¿Qué pasó? Ya tardaste mucho- dije al momento en que vi a la susodicha sentada en la banqueta del bar.

-¿Mmm? Ana~ Ana~ Essta delicioso aquí.-sonrió tontamente. Ah, suspiré. Mina estaba borracha, y mucho.

-Que niña- toqué mi frente, en señal de desaprobación. -¿Todo este rato te he estado esperando y tú has estado tomando como loca?-la regañé. Ya que el banco de al lado estaba vacío, me senté junto a ella. Su blanca mano sostenía una copa llena de margarita. -¿Cuántas de esas se ha pedido?- pregunté esta vez al mesero, que limpiaba un vaso de vidrio con un trozo de tela color amarillo.

-Esa es la segunda margarita que pide, pero antes se tomó dos tequilas dobles de un trago, y si no me equivoco, un shot.-dijo lo más serio que pudo el señor, aunque que no crea que me engaña, sé que se muere de la risa.

-Dios, Mina- suspiré mientras le quitaba unos pequeños mechones de enfrente, que pese a su corto cabello, le cubrían gran parte de su frente.-Después no te vayas a quejar de la tremenda goma que te dará.

-A mmii… no me dará…dará chicle. Jajaja –rió divertida por el “chiste” que acababa de decir. -Oie, Ana. –sus ahora adormilados ojos café oscuro me miraban con potencia.

-¿Qué pasa loquita?-respondí sin mirarla. –Deme una botella con agua, por favor-pedí al mesero, sacando mi monedero. El alto hombre dio media vuelta y sacó una botella con ese fresco líquido, poniéndola frente a mí.

-¿Te gusto?-soltó Mina. Su cara estaba roja, seguramente por todo el alcohol que traía encima, y su hermosa sonrisa, un tanto atontada por esa misma razón. Mi pecho se apretujó cuando escuchó esa pregunta.

-Me encantas –sonreí con un deje de tristeza. –Pero más te vale que solo te emborraches esta vez. Las personas alcohólicas no me agradan. –le di un leve golpecito en su tibia frente. Tomé un largo sorbo a mí agua.

-¡¡Ammm!!-se quejó mientras tocaba el lugar donde acaba de molestarla. –N…no soy una borracha. S...Solo… queía, queíra ..jajaja. No puedo hablar. Jajajajajaja- se carcajeaba. Sus risas seguían pareciéndome burbujas de chocolate explotando en mis oídos. Mina se recostó sobre sus brazos, escondiendo su rostro.

-Está bien. Te perdono esta vez. Pero solo porque eres tú-guiñe mi ojo mientras la miraba con complicidad.

-Tú también me encantas-dijo sin más. Sus ojos  mirándome desde abajo, sobresaliendo un poco del “muro” que hacían sus brazos.

-Jah-reí con algo de vergüenza. ¿Será cierto que los niños y los borrachos dicen la verdad? Mis experiencias con alcohólicos no son muy buenas, así que sinceramente no tengo la menor idea de si ellos dicen la verdad o no. – Ven, acércate- le ordené, aproximándome a su rostro.

En ese instante no pude evitar reírme. Mina se había erguido, había cerrado sus ojos y levantado sus labios en posición de beso. Su cabello estaba un tanto desordenado. Fue la cosa más tierna que jamás vi.

-¿D…de qué ríess, Anna?-dijo cuando me escuchó carcajearme. La linda chica tenía una expresión de pura confusión.

-De nada-le di un rápido beso en la mejilla. Cosa que nunca hubiera hecho si ella estuviese sobria.

-Yo quiero uno en la boca- hizo un leve puchero, arrugó su nariz y encorvó sus cejas. Maldita niña, me vas a hacer mucho mal. Y pensar que Mina hubiera pedido ese mismo beso a cualquier chica con la que hubiera venido a la discoteca.

-Vámonos. Cuando estas borracha no disfrutas estas cosas. –dije con autoridad, levantándome del asiento.

-¡NNOOO! ¡NO QUIERO IRME! –refunfuñaba. Tuve que levantarla, tomándola del brazo y jalándola mientras le decía “No seas malcriada”. Ella se tambaleaba, así que terminó apoyándose sobre mí. Ambas salimos de la discoteca, dejando atrás una muy buena canción.

Ah, si estuviera yo sola, ya hubiera llevado a aquella sensual morena de vestido rojo a la cama. No es que yo fuera particularmente guapa, pero las mujeres “putas” se me pegan como moscas. ¿Una maldición? Probablemente, pero qué se puede hacer. Solo me queda disfrutar de mi “terrible condición”. Jah, y siendo totalmente sincera, eso me desagrada en demasía. Considerarme a mí misma –válgase la redundancia- como una especie de promiscua no me gusta. Es asqueroso para mi propia dignidad. Cuando tenía la edad de Mina fue que comencé en ese horrible mundo. ¿Por qué no paro? Pues por el simple hecho que le temo a las relaciones serias. Sí, lo que leyeron. No me considero una persona digna  que alguien llegue a amarme como se debe. Por esa razón solo tengo encuentros sexuales con mujeres lindas; tengo sexo de una noche, no más; nunca una noche más.

Mina podría ser otro de esos muchos encuentros, pero no quiero. Por algún motivo –muy extraño para mí-, no quiero hacer eso con ella. Solo tener una noche “apasionada” con la chica de cabello corto…no, definitivamente no. Ella es una chica muy tierna, muy dulce, muy todo.

-Anna –dijo Mina. Wow, me gusta cómo suena mi nombre con doble “n”, agregándole la divertida y linda voz que lo pronunciaba, definitivamente sonaba bien. – ¡Anaaa! – se abalanzó la blanquecina chica sobre mí. –N…no me dishte el besho – reprochó. Yo seguía caminando, arrastrándola mientras nos alejábamos del ruido de la discoteca.

-Oh, es cierto- fingí un tono de sorpresa.

-M…me gushtas-dijo con su cabeza apoyada en mi hombro. Pude sentir su caliente aliento chocar contra mi cuello.

-Ahh, gracias. –Me quiero dar un tiro. ¿Por qué no le digo “A mí también me gustas”? Por el simple hecho que esta borracha, y no recordará ninguna de las tonterías que dijo esta noche.

-“Mua” –sonó un sonoro beso en mi cuello. Mis piernas temblaron, y la vergüenza subió a mi rostro en un intenso color rojo. Por favor Mina, no hagas eso.

-Mina, deja mi cue…-no terminé la frase cuando otro beso, solo que esta vez sobre mi mejilla, cayó. – ¡Mi…Mina!

-Jejeje-rió pícaramente. Las miradas de ambas clavadas entre sí; la mía llena de pena y la de ella llena de coqueteo.

Una canción desconocida comenzó a sonar, rompiendo completamente la atmósfera que teníamos. En ese momento Mina sacó su celular de la cartera y contestó la llamada.

-HOLAA~ -canturreó, obviamente con mucho alcohol encima. Tierra trágame, seguramente es su mamá y yo tendría que haber sido la adulta responsable de su hija.- ¿Ah? N…no te enshiendo má.

-Dame eso-le quité el teléfono y seguí la conversación. –Buenas noches, soy Ana.-saludé lo más tranquila que pude, aunque estuviera muriéndome de los nervios por dentro.

-Buenas noches. ¿Usted es la chica que acompañó a mi hija a la discoteca?- un acaramelado timbre de voz sonó tras la línea. Seguramente pertenecía a la madre de Mina.

-Sí, soy yo. Su hija está aquí conmigo-traté de sonar dulce, dentro de lo posible.

-No puedo creer que esta borracha, no puedo creerlo- se notaba que la señora se estaba poniendo enojada.

-Ahh, unas cuantas copitas. Nada más-sonreí, como si eso fuese a solucionar algo.

-¿Pero no ha tomado drogas, verdad? ¿Puedo confiar en usted?-joder, ¿Qué quiere que conteste, señora? Nunca había hablado con la mamá de otra persona con la he salido a “loquear”.

-¡No! ¡Drogas no! No se preocupe, su hija está bien. Dentro de poco saldremos de la discoteca.-dije segura.

-Muy bien. Que no pase de las 3:30 de la mañana-su voz era una mezcla de autoridad y preocupación.

-¡No se preocupe! Allí estará-repetí. Escuché como cortaban la llamada. –Uff-solté un gran suspiro.

-¿Qué…dijoo?-preguntó Mina interesada. Mientras yo estaba hablando ella se había sentado en la acera.

Miré mi reloj, demonios; las 2:56 AM. Que puto asco.

El gran problema es saber en donde vive Mina. ¿Llamo de nuevo a su madre?

-Mina, ¿Recuerdas donde vives?-le pregunté, colocando una de mis manos en mi cintura.

-SIP-soltó un pequeño hipo y continuó- Queda cherca de la cafetería a donde vamos a cwenar…digo…desashunarf-una sonrisa se dibujó en su sonrisa.

¡Bingo!

-Vamos – la levanté y nos fuimos caminando.

Dos chicas caminando. Una normal y la otra tambaleándose.

Notas finales:

Bien, eso es todo por hoy! :D Espero que les haya gustado.

Yo sé que quieren salseo y lemon pronto, pero Ana es (o fue) un personaje que solo pensaba en eso: SEXO. Entonces quisiera reflejar que esta relación es diferente, que Ana no quiere a Mina solo para eso. Quiero que ambas tengan una bonita relación, y todas sabemos que para eso necesitan conocerse un poco mejor antes de tener su 7u7...ya saben xd.

Espero me apoyen en ese punto, y no se aburran de mi historia :C ...

Enserio muchas gracias a todas las personas que leen y comentan! Las amo! Si tienen alguna sugerencia (agregar lemon también cuenta xd), critica o pregunta, son bienvenidas!

Nos leemos pronto! :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).