-¡Corte! Buen trabajo chicos. - Les dijo el director. - Esta es la última toma, vayan a cenar antes de que la comida se enfríe.
Una vez dicho aquello, Sehun abandonó la locación en la que había estado grabando desde hacia tres horas. Se fue directo a la sala donde se encontraba la comida, realmente estaba hambriento.
-Creí que nunca escucharía al director decir la palabra 'comida'. -Bromeó Yixing, el compañero de reparto y mejor amigo del rubio.
-Ni yo. - Dijo el Sehun con dificultad mientras devoraba un panquecito de chocolate. - Estaba a punto de utilizar mis dotes actorales para fingir un desmayo por falta de comida. - Sonrió a su amigo mientras tomaba un plato para llenarlo de lo que el buffet ofrecía.
- Lo que me tranquiliza es que hoy no tenemos que cambiar de locación como ayer. - Yixing imitó a su amigo y comenzó a servirse comida. - Me desorienta demasiado.
Sehun rio por el comentario del más bajo.
- Vamos Xing Xing, tú te desorientas con sólo cambiar de vestuario.
-¡No es verdad! - Se quejó el pequeño. - Lo de la última vez fue tu culpa. - Entrecerró los ojos para después caminar hacia una de las mesas seguido por el rubio y así comer tranquilamente. - 'Alguien' cambio el número del vestuario que debia usar.
Miró acusadoramente a su amigo.
- Bueno, fue una bromita. - Sehun palmeó el hombro del más bajo. - Por cierto, Baek me dijo que te recordara que mañana estará promocionando en la estación de radio de la KBS que tanto les gusta.
-Lo tengo agendado desde que me lo dijo. - Sacó su celular para mostrarle al pelinegro. - Lo ves, no soy ningún despistado.
-No te enojes, ya sé que no lo eres. Sólo que Baek no paró de repetirmelo tantas veces como pudo. -Suspiró. - Ayer llegué con ganas de dormir hasta que llegara el invierno y me encontré con la dulce presencia de mi novio esperándome en la cama.
Yixing se atragantó. A veces su amigo solía ser demasiado abierto con respecto a su vida amorosa.
- No me digas en qué momento te lo dijo...
- Ya lo sabes, mientras lo tenía encima mon...-
-¡Te dije que no me dijeras! - El pequeño frunció el ceño. - Ahora no podré sacarme de la cabeza la imagen de Baek sobre tí. - Se sonrojó con sólo imaginarlo.
- Yo no tengo la culpa de que tu vida sexual sea un asco y tu imaginación una ociosa. - Se rio el pelinegro. - No es como si Suho no te quisiera joder. - Yixing le dio un manotazo en el hombro. - Eso dolió. - Se frotó con una mueca de fingido dolor. - Sólo digo que es normal que dos personas que se aman follen como conejos, pero Baek a veces suele llegar en momentos en los que no tengo muchas ganas.
- Pues no creo que el amor se base en follar como conejos. - Se defendió. - No todo es sexo con el pretexto de no verse seguido.
- ¿Entonces qué es? ¿Tomarse de la mano y salir por un helado? ¿Mirar las estrellas y darse besitos inocentes? Lo olvidaba, tu novio todavia usa las invitaciones al cine para ver películas de terror y así poder abrazarte.
Yixing se limpió elegantemente la comisura de los labios y se giró a mirar a su amigo.
- Pues sí, así se ha ido cimentando nuestro amor. Los pequeños detalles y las salidas al cine han hecho que me enamore cada vez más de Suho. Él podrá tener todas las ganas de joderme como dices, pero me respeta. El día que nosotros tengamos intimidad se dará sin haberlo planeado, sólo sabremos que es el momento indicado. - Miró orgulloso a su amigo que lo miraba serio. - Ese día no tendremos sexo, haremos el amor. - Suspiró como colegiala enamorada.
- Antes pensaba que eras un cursi pero escuchandote hablar lo confirmo. - Sehun se rio por la inocencia cargada de fantasia de su amigo, aunque en el fondo tal vez es lo que a él le hacía falta.- No sé de donde sacas tanta miel.
-Pues le robe sus tarros a Winnie Pooh. - Bromeó. - Hablando en serio. - Se acomodó la camisa. - No todo es sexo y tal vez esa sea la razón por la que tus relaciones no han durado mucho.
-No creo que sea del todo cierto. - El pelinegro bostezó. - Con Baek llevo casi ocho meses y es la relación más larga que he tenido hasta el momento.
Yixing sabía que estaba de más seguir desperdiciando saliva con su amigo. No iba a hacerlo cambiar de opinión. Pero sabía de alguien que tal vez podría hacerlo dudar. Miró su reloj de mano y esbozó una sonrisa de alegría, la suerte estaba de su lado.