Todo se convertirá en el ayer de todas formas, así que ¿De que sirve?
Quería ser feliz y fuerte pero ¿Por qué estoy haciéndome débil?
BTS- Tomorrow
Mi casa no era muy grande y estaba seguro que el niño que tenia en mis brazos no era de este lugar y esperaba que no se molestara por mi diminuta casa.
Su ropa a simple vista se veía que era cara y en estos lugares era raro ver personas con ropa ta fina como la que llevaba puesta. Era una suerte que nadie se halla atrevido a hacer algo. Puede que seamos pobres pero con mujeres y niños los del barrio no se meten con ellos, pero no puedo decir todos; siempre hay sus excepciones.
Yo he sido testigo de las cosas que han pasado por este lugar y que no quisiera ver en mucho tiempo y si fuera por mi no dejaría que pasaran.
Acuesto al niño en mi cama la cual no esta muy recogida que digamos pero al menos esta limpia y olorosa.
Puedo ser un prostituto como muchos me llaman y no lo niego, vengo mi cuerpo al mejor postor y no me avergüenzo de ello pero nunca he traído a una de mis clientas a mi hogar; ellas ni siquiera saben donde vivo y espero que así siga siendo ademas al ser menor de edad no les conviene venir donde estoy, muchas de ellas podrían ser acusadas de Pedofilia pero tampoco creo que eso suceda.
Son mujeres de la alta sociedad, mujeres que buscan un pasatiempo fuera de su monótona relación la cual ya no soportan pero están con ellos por lo que mueve a este mundo...el maldito dinero.
La vida no era color de rosa y el niño que tenia acostado en mi cama se había dado cuenta de eso muy temprano y me preocupaba lo que le pudiera pasar en un futuro.
A pesar de lo que la gente hablara de mi ''trabajo'' si era así como se le podía llamar era una persona honrada y con unos buenos sentimientos lastima que estos estén manchados por lo que hago.
Fui a hacerme algo de comer a lo que el dormía sin dejar de pensar en esos ojos tan profundos y negros como la misma noche sin estrellas, esos ojos que no lograba sacar de mi mente y me hacia sentir cosas extrañas, algo raro sabiendo que eran los ojos de un niño de apenas diez años.
Sin darme cuenta me había quedado dormido y solo pude despertarme cuando sentía como alguien caminaba hacia donde estaba.
Era el...con sus ojos hinchados de tanto llorar y su ropa toda sucia pero que no lo hacia ver nada mal para estar en esas condiciones, todo lo contrario lo hacían ver adorable pero a la misma vez tan destruido.
-¿Ya te sientes mejor?- me atreví a preguntar al ver que no había dicho ni una sola palabra desde que llego a mi lado.
-Si- fue lo único que murmuro sin despegar su mirada de la mía; mirada que me ponía extraño y no sabia porque la razón, nunca me había sentido así por una simple mirada.
-¿Dormiste bien?- esta vez solo recibí un movimiento afirmativo de cabeza.
La mañana llego rápidamente y me preguntaba si había gente buscando al niño que tenia a mi lado, según había entendido sus padres habían muerto y esa era la razón por la cual quería acabar con su vida, pero me imagino que tiene a otras personas las cuales se preocupan por el y debían estar preocupados.
-¿Como te llamas?-
-Sasuke- me contesto esta vez mas tranquilo.
-Bonito nombre- me atreví a decir, el solo alzo sus hombros como si le diera igual, sabia que hablar con el no seria fácil pero haría mi mejor intento.
-Sasuke, yo me llamo Naruto- dije con una de mis mejores sonrisas de esas que podía hacer que cualquier mujer cayera rendida a mi pies solo que me olvide que lo que esta afrente mio no era una mujer si no un hombre y uno muy pequeño.-Puedes llamarme Naru- dije pero esta vez con una sonrisa sincera.
-Naru- vi como murmuraba mi nombre y lo que hizo a continuación me dejo sorprendido- Gracias por salvar mi vida Naruto- dijo esto mientras hacia una reverencia de noventa grados.
Nunca nadie me había dado las gracias y mucho menos una reverencia pero aquí estaba un pequeño niño quien le había una reverencia a un prostituto. Sin querer sonreí de solo pensarlo y esperando que no se diera cuenta, no es que me estuviera burlando de el solo que me tomo por sorpresa.
Me acerque a el y le desordene los cabellos nuevamente, ahora me que daba cuenta su cabello era suave e igual de negro que sus profundos ojos.
-Espero que seamos buenos amigos Sasuke- Dije con una sonrisa extendiendo mi mano quien gustosamente acepto y por primera vez vi una pequeña sonrisa en la cara de aquel niño al cual había salvado.