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Ese ángel y el caído por Princess Nemesis

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Notas del capitulo:

Espero les guste. Gracias a los que se tomaron el tiempo en comentar.

VI

 

Había concluido todas sus lecciones, desde matemática, literatura lírica, lenguas extranjeras y arte, pensó que no le quedaba más por hacer, pero se equivocó. Cuando llegó a su casa, su abuelo, le pidió que tocara el piano. Le hubiera encanta, si esta proposición fuera para relajarse, amaba tocar el piano, pero sabía que su abuelo lo hacía para saber si no se equivocaba, siempre quería hacerle errar y reprenderle por algo.

 

Sonó sus nudillos para relajar sus manos, observó las teclas del piano, las tocó, pero estaban frías, como todo lo que tocaba de esa casa. No le dio importancia a ese hecho y comenzó a producir música con sus manos. Sutil, hermosa, así era la melodía, sus ojos se fueron cerrando, acariciaba las teclas del piano tan suavemente, como si tocara la piel de un amante, con la misma delicadeza.

 

El sonido repulsivo del teléfono sonando le saco de su transe por lo que dejo de tocar, no le prestó atención a la mirada de su abuelo y se levantó para contestar. No podía culparle, era el teléfono de la casa después de todo, si fuera sido su propio teléfono, las cosas fueran totalmente diferentes.

 

—¡Buenas! Residencia Ichijo. Con quien desea hablar –dijo cuando tuvo el teléfono en sus manos.

 

—¡Takuma eres tú! Te importaría pasar una semana en mi casa. –preguntó alguien desde la otra línea.

 

Le reconoció inmediatamente, era Kaname.

 

—Déjame hablar con mi abuelo, y luego te llamaré.

 

Tendría que convencerle de alguna forma, comenzó a pensar, pero como lo haría, que le pediría su abuelo a cambio, seguramente las notas más altas, o los mejores promedios.

 

La voz de Kaname le saco de su trance momentáneo.

 

—Pásamelo, yo hablare con él.

 

Pensó en decirle que no, pero conocía bien a su amigo. Con su mano, llamo a su abuelo y le entregó el teléfono. Cuando este comenzó a dialogar con Kaname por teléfono, Takuma se alejó un poco, era una conversación privada. Minutos más tardes observo como su abuelo colocaba el teléfono en su lugar, y se acercaba a él.

 

—Máximo dos semanas Takuma –dijo mirándole, luego se marchó.

 

Sin poderlo evitar sonrió, dos semanas con su amigo, con eso ya se alegraba. Sus ojos esmeraldas brillaron cual piedras preciosas.

 

*
*
*

 

Entro en el auto tranquilamente, y escuchó como el chofer cerraba la puerta y ponía en marcha el carro. Todo ya estaba listo para irse a la casa de Kaname. No podía mentir estaba ansioso.

 

Contemplo el paisaje por la ventana, su mente comenzó a divagar, que le habría dicho Kaname a su abuelo, como lo convenció tan rápido si a él le tomaba horas por lo menos. Pero no le extrañaba que lo hubiera hecho tan rápido.

 

Recordaba que cuando era pequeño, su abuelo le decía que tenía que hacer todo perfecto, ser perfectamente cordial, perfectamente educado, perfecto en los estudios, simplemente en todo. No podía manchar el buen prestigio de su familia. Al ser educado de esa manera, siempre se esforzaba demasiado, en muchas ocasiones no dormía, el momento de comer lo pasaba por alto y lo dedicaba a ensayar cualquier tema. Todo lo hacía para mantener el buen apellido de su familia.

 

Pero como siempre la vida da demasiados giros. Un día su abuelo le dijo que conocería a un socio suyo y al hermano menor de este. Ese día de primavera conoció a un pequeño niño 7 años, (la cual era su misma edad), pero ese niño se veía diferente a él, tenía los cabellos castaños oscuros un poco largos, sus grandes ojos borgoñas brillaban, y sonreía dulcemente a su hermano. En ese momento pensó, “Seremos buenos amigos”.

 

Pero meses después, odiaba a Kaname Kuran, le odiaba porque él no tenía que esforzarse para ser perfecto, simplemente era bueno en todo lo que hacía, siempre sacaba perfectas notas en todo, cada vez que eso sucedía Rido le acariciaba los cabellos y le decía “Bien hecho, lo hiciste bien Kaname” mientras él sonreía inocentemente.

 

Meses aguantándolo, por lo que día reto a Kaname, para ver quién era el mejor. Quien sacara mejor nota en los exámenes que tenían en esa semana seria el ganador. Ganó Kaname, quien desde el principio no quería hacer esa competencia, pero acepto. Ese día se sintió tan desecho, después de todo siempre se esmeraba, por lo que no aguanto y lloro, en ese momento sintió unos brazos rodeándolo, y unas manos pequeñas le acariciaron la cabeza y escuchó “Bien hecho, lo hiciste bien Takuma” por primera vez escuchó lo que su corazón anhela oír. Desde entonces se convirtieron en mejores amigos.

 

El carro se detuvo y salió, vio la gran mansión que se alzaba frente a sus ojos. No podo evitar pensar que él fue su salvación en aquel entonces, era su luz, pero sabía que para él su mundo era Rido.

 

Kaname era como un cuadro, una obra de arte, creado por los más destacados y esplendidos maestros antiguos. Una obra de arte que se podía apreciar, pero no tocar.

 

Sé dirigió a la entrada de la mansión y tocó, esperando que le abrieran. El chirrido de la puerta abriéndose se escuchó, al entrar sintió como unos cálidos brazos le rodeaban.

 

—Bienvenido Takuma.

 

Sonrió, porque su luz le daba la bienvenida, porque Kaname era la luz y Takuma quien la reflejaba.

Notas finales:

¿Que les parecio? Un poco aburrido quizas, se los recompensare subiendo el proximo capitulo.


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