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The Time por Ash_Ashford

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Notas del capitulo:

Disfruten^^

The Time.

Capítulo 12. Preparados.

 Jueves 06:00 am

Doflamingo se levantó a duras penas, se desvistió y fue al cuarto de baño. Si bien su casa no era tan grande como en sus sueños, de hecho, era bastante amplia. Contaba con tres plantas: dos habitaciones de huéspedes, tres baños completos (uno en la habitación de Doffy), biblioteca, comedor, sala de estar, estudio, cocina y la parte de la casa favorita de Doffy: El cuarto de baño.

Contrario a lo que la gente podía pensar por su estilo tan despreocupado y desaliñado, Doflamingo era un ser bastante limpio. Prueba de ello era esa habitación: Un espacio de 5 metros cuadraos dedicado a la limpieza del cuerpo, en el que se podía dar baños y duchas de cualquier tipo.

Doflamigo entró a la habitación con una toalla en mano; una ventaja de vivir completamente solo era poder bajar de la tercera a la segunda planta desnudo sin que se armara algún escándalo. Abrió la llave del agua fría de la regadera y entró. En realidad, odiaba tener que despedirse del calor de su cama para luego tener que irse a dar un regaderazo con agua fría, pero tenía que hacerlo, ya que era de las pocas cosas que lo espabilaban por completo. Cerró la llave y miró el reloj en la pared (que se encontraba ahí porque en el baño Doflamingo olvidaba frecuentemente que hora era y de y de no estar ahí llegaría tarde) Faltaban 1 hora y 50 minutos para que las clases comenzaran. Tenía tiempo de sobra. Se dirigió a la tina, abrió las llaves y dejó que se llenara, después regresó a la regadera y comenzó a lavarse. No podía dejar de pensar en lo que el día anterior Crocodile había dicho: "Idiota, en el vídeo sales tú también". Eso confirmaba que además de las fotos que poseía el flamenco había un vídeo del encuentro. Menos mal que en el despacho había actuado rápido para no dejar ver su confusión. 

:-Un vídeo- dijo mientras se levantaba para enjuagarse. Pensar en todo lo que podía haber en el vídeo lo hizo sonreír y recordar el sueño de esa madrugada... y en su inesperado final. La tina estaba completamente llena, sumergió primero un pie, y luego el otro. El agua estaba realmente caliente, e incluso la sentía aún más caliente por haber estado en agua fría con anterioridad. Cuando sintió que el ardor era más tolerable se terminó de sumergir. Miró el reloj: 6:30 a.m. todavía podía quedarse 40 minutos más y llegar a tiempo al trabajo.

No le gustaba pensar en Rocinante, ni en su muerte, pero sabía que si no le daba un rato de reflexión al asunto no podría estar concentrado por el resto del día y la distracción del Cocodrilo ya era más que suficiente. Recordó el dolor que había sentido cuando se dio cuenta que Rocinante lo había traicionado. Era tonto que, después de todo lo que había pasado hubiera tenido la esperanza de que Rocinante se quedara a su lado, como familia, como un amigo, como la única persona en la que confiar plenamente. Pero muy dentro de sí lo sabía, sabía que Rocinante nunca había tenido intención alguna de quedarse a su lado y ser su mano derecha. De por sí era bastante sospechoso que hubiera desaparecido y regresado después de tanto tiempo, sobre todo porque el mismo Doflamingo lo había mandado a buscar por todo el país; si Rocinante no había aparecido era porque se estaba ocultando, ocultando de él.

Miró de nuevo el reloj, eran las 6:40 a.m., todavía podía quedarse más, pero decidió salir, de cualquier forma, el recuerdo de su hermano no lo iba a dejar disfrutar de su baño.

~~*~~

Jueves 06:00 am

Se despertó e inmediatamente después sonó el despertador. Comenzaba a tomar en serio la idea de no volver a poner la alarma. Fue al cuarto de baño y se lavó la cara. Vio en su frente, en medio de una de sus entradas un pequeño (GRAN) barro. Buena forma de empezar el día.

:-Buenos días -saludo su padre mientras preparaba el desayuno: Hotcakes.

:-Hola, ¿y ese milagro? -Preguntó el peliverde señalando la pasta de Hotcakes.

:-Es para celebrar tu admisión al grupo de Basquetbol.

:-Vamos, no era para tanto.

:-Tal vez no, pero desde que entraste a esta prepa te ves mucho más contento. -Contestó mientras servía un par de Hotcakes al peliverde.

:-¿En serio? Tal vez porque la última fue un desastre.

:-Sí, demasiados "edificios que se mueven"

:-¡En serio se mueven! -El desayuno transcurrió con tranquilidad. Después de este Zoro terminó de alistarse y a las 06:45 estaba a punto de salir de casa, pero su padre lo detuvo.

:-Oye, no llevas el dinero del almuerzo.

:-Ah, no lo necesito, un amigo perdió una apuesta.

:-Okay, cuídate, no te pierdas.

 :-Sí, sí, nos vemos.

El joven salió de su casa y caminó hacia la derecha, hasta llegar a una casa amarilla, tal como Nami le había explicado a base de screenshots de Google maps en whatsapp. Ahí tomó el primer transporte, que el día anterior no había tomado pues había caminado el transcurso a pie, completamente desorientado.  Después bajó en un semáforo al lado de un restaurante de frutas, bastante colorido, pues ahí es donde tenía que esperar a Luffy. Al cabo de cinco minutos un auto rojo paró enfrente de él, la puerta del asiento trasero se abrió y apareció Luffy, con su típica sonrisa.

:-¡ZO- RO! ¡Sube, sube! -El peliverde hizo caso y subió al vehículo, el cual olía a carne seca. -Zoro, ellos son Ace y Sabo, mis hermanos. 

:-Hola –dijeron al unísono.

:-Hola, un gusto. -Contesto algo confundido, pues no sabía cuál de los dos era Sabo y cuál Ace.

:-Entonces ya estas dentro del club, ¿verdad? -dijo Luffy y sin dar tiempo a que Zoro contestara siguió.- ¡Te va a encantar! Cuando ganamos el entrenador nos invita a comer y puedes pedir toodo lo que quieras.

:-¿En serio? Genial -Contestó el peliverde sin mucho interés.

:-Además el campeonato va a ser dentro de nada.

:-¿Cómo te va en la escuela, ya te aclimataste? -preguntó el rubio desde el asiento del copiloto, sin voltear, pues estaba acomodando unos papeles dentro de su maletín.

:-Ah, sí, me gusta el ambiente. -Dijo el peliverde algo confundido. El cabello de Sabo le recordaba a cierto rubio, y a cierta apuesta.

:-Me alegro, espero que esos cabeza-huecas de New World no te fastidien. -Mencionó Ace mientras veía a Zoro por el espejo retrovisor, para luego regresar rápidamente su vista hacía el camino.

:-Escuchamos lo que pasó ayer. -Mencionó Sabo.

:-Sí, esos tipos están locos. Pero, ¿por qué odian a la gente de Paradise? -preguntó con curiosidad Zoro mientras veía por la ventana, ya que aún no entendía muy bien el pleito entre ambas escuelas, y cuando trataba de sacarle información a su padre sólo conseguía ponerlo de mal humor.

:-Bueno, pues porque somos mejores, eso es obvio. -Contestó Ace con una naturalidad propia de alguien que afirma que el cielo es azul.

:-¿Somos? -Preguntó Zoro aturdido.

:-Ah, Sabo y yo fuimos a Paradise también, incluso nuestro abuelo fue, el papá de Luffy también. -Zoro notó un leve sonido de desprecio cuando el pelinegro mencionó al padre de Luffy, además se sintió aliviado de saber quién era Sabo y quién Ace.

:-Ya veo. -Mencionó finalmente Zoro. A pesar de que la respuesta de Ace no lo hacía sentirse satisfecho supo que no sacaría la verdadera causa del odio entre ambas escuelas de él. Siguió viendo a la ventana, hasta que la figura de Paradise se comenzaba a dibujar, le pareció raro que nadie hubiera seguido la conversación, así que decidió hablar con Luffy, pero cuando volteo a verlo, se encontró con un chico con los audífonos puestos, viendo a la ventana, perdido en su propio mundo. Era un paisaje un tanto extraño; por una parte, Luffy no era ese tipo de gente, el solía tener su propio mundo, claro, igual que todos, pero era más del tipo que arrastraba a las demás personas dentro del mismo para hacer todo más colorido y alocado. El chico que tenía enfrente parecía más el protagonista de un vídeo musical de una banda de rock indie alternativo, alguien que suele ser melancólico e indiferente. Alguien contrario a Luffy. "Las personas suelen ser más profundas de lo que parecen" pensó el peliverde, quien ya no sabía si hablar con Luffy y sacarlo de sus pensamientos era una buena idea.

:-Chicos, ya llegamos. -Anunció Sabo con voz algo alta al cabo de tres minutos.

:- ¡Qué bueno! Casi me duermo. -dijo Luffy mientras se quitaba sus audífonos y los metía en la mochila. Vámonos Zoro.

:-Gracias por todos, nos vemos. -Se despidió el peliverde mientras salía del coche. 

:-Adiós.

:-Hasta pronto.

Luffy y Zoro se quedaron parados en frente de la escuela, observando como toda estaba pintada de blanco, además se encontraba con algunos letreros de "Cuidado pintura fresca".

:-Vaya, lo pintaron muy rápido. -Dijo Zoro. Vio que no obtuvo respuesta y se giró para ver a Luffy. El pelinegro tenía una cara seria, confundida, parecía que estaba comprendiendo algo después de mucho tiempo.- ¿Luffy?

:-¿Ah? -contestó Luffy sin mirar a Zoro.

:-¿Estás bien? -El semblante de Luffy cambio, como si acabara de darse cuenta que lo que estaba haciendo no era propio de él. 

:-No lo sé. No quiero hablar de ello. Tengo hambre, voy a la tienda. -Dijo finalmente para ponerse a correr hacía la esquina izquierda, dónde se encontraba un pequeño supermercado.

:-Okay...-Se dijo a sí mismo el peli-verde para posteriormente entrar a la escuela. 

Cuando llegó al salón, se encontró con Sanji sólo, sentado en su pupitre mientras leía un manga. Antes de entrar por completo al salón y perturbar la paz del rubio, se quedó observándolo un tiempo. Su ojo, (o al menos el único que se alcanzaba a ver) se movía de derecha izquierda rápidamente, su boca pasaba de estar en una posa neutral a sonreír de vez en cuando, tenía peinado el cabello igual que siempre: con un mechón bastante largo cubriéndole el ojo izquierdo. A pesar de ser primavera, llevaba puesta una bufanda azul marino, la cual cubría su corbata, el solía quitársela después de la tercera hora, cuando el sol ya estaba en lo alto del cielo. Ahí, sentado con ese aire tan casual pero elegante que lo caracterizaba, Zoro pensó que el rubio era sumamente hermoso. 

: -Muévete tonto. -Dijo un compañero de aula mientras empujaba a Zoro. Esto provocó que el rubio volteara a verlo.

:-¿Ah? Qué haces ahí parado Marimo? ¿Las raíces de las algas se comieron tu cerebro? -dijo Sanji con una sonrisa en su rostro. Su sonrisa más que sarcástica parecía una sonrisa de bienvenida.

:-Púdrete. -Contestó Zoro molesto por el empujón del tipo.- Por ciento, ¿trajiste el bento? 

:-Por supuesto, yo si soy responsable. -Dijo el ojiazul, Zoro noto como un brillo en sus ojos se encendió. - Hice bastante para que todos comieran, aunque hice el tuyo aparte, eso es claro, no quiero deberte nada.

:-Mi tiro de ayer fue espectacular.

:-Yo podría hacer uno mejor con los pies. 

:-¿En serio? ¿Quieres apostar? -Zoro dijo esto último con un tono más sensual.

:-No veo que... Usopp, ¿estás bien? –dijo el rubio, pues a media oración Usopp entró al aula con una bufanda y unos lentes de sol puestos.

:-God Usopp dsiempre edstá bien -contestó el susodicho con una voz algo ronca y congestionada, mientras se dirigía a su asiento.

:-Sí, por eso God Usopp habla como travesti resfriado. -Dijo Zoro alzando la mano para saludarlo.

:-Quieneds odsan indsultar a God Udsopp tendrán el cadstigo máximo. -Contesto Usopp devolviendo el saludo.

:-Ya, en serio, ¿Qué pasó?

:-God Usopp dejo el aire acondidcionado prendido durante toda la noche.

:-Idiota.

:-Primera vez que dices algo inteligente Marimo.

:-¡Callaos! -El grito que trató de dar el nariz larga era autoritario, pero en su lugar salió un grito agudo y congestionado.

:-Jajajajjaajajaj :-Rieron al unísono todos los presentes, pues todos habían escuchado el intento fallido de Usopp. 

Al cabo de unos minutos llegó Luffy, quien parecía mucho más feliz que antes y después, justo antes de que tocaran el timbre Nami llegó agitada. Sanji se preocupó de inmediato, pero Nami lo tranquilizo rápidamente. Lo que parecía una normal escena era más bien una molestia para Zoro.

~~~*~~~

Jueves 04:00 am

Podía ver todo, podía ver su cuerpo cubierto de sangre, escuchaba unos gritos a lo lejos, todo se tornaba borroso, escuchó el sonido de su alarma y despertó. Law fue directo al baño, pues si se quedaba un segundo más en la cama sería demasiado tarde y no podría levantarse. Al verse en el espejo se dio cuenta de que su nariz se veía incluso peor que ayer, estaba inflamada, en un tono azulado-verdoso que recordaba fácilmente a unas botas que Monet solía usar mucho, además tenía unos rastros de sangre seca. Luffy no era muy bueno en percibir el enojo de las personas, pero era bueno rompiendo tabiques, eso era algo que tenía que admitir. Recordó una noche de su niñez, cuando Corazón regresó en la madrugada; el rubio estaba sangrando por montones de la nariz y de la boca, además tenía un ojo bastante inflamado. Para no alarmar de más al chico le explicó que lo habían asaltado, pero que al tratar de defenderse terminó peleando con el agresor, que había sido un empate y que a pesar de recibir tremenda golpiza estaba contento porque no le habían podido quitar nada. Claro, que ahora, mucho tiempo después Law no se tragaba esa historia. Terminó de arreglarse, desayunó, llamó a un taxi y fue directo a Paradise.

Kidd se lo dijo por mensaje la noche anterior, aunque no le gustara tenía que ir a pintar la escuela, no podía simplemente pagar y librarse.  

Al llegar a Paradise se encontró con los otros tres chicos igual de malhumorados y despeinados que él, quienes hicieron algunos comentarios sobre su nariz. Además, estaba Crocodile, quien a pesar de tener odio en su mirada estaba perfectamente peinado y pulcro, como si fueran las 12 del día. El mayor no dijo nada respecto el lamentable estado de su nariz. A su lado se encontraban varios botes de pintura. 

:-Bien, estúpidos mocoso, dado que usaron pinturas que no se pueden cubrir por completo tendrán que dar algunas capas de blanco primero y después pintar como estaba. Espero que no lo arruinen y la próxima vez que hagan algo contra esta patética escuela lo hagan de forma más organizada. Den la primera capa de blanco y luego vayan a clases. Continuarán mañana viernes y el resto del fin de semana. -Cuando el mayor parecía irse, giró repentinamente y dijo con voz aún más grave y penetrante: -Si hacen algo tonto, no sólo los expulsaré, también haré de sus vidas un infierno. -dicho esto se marchó. 

Law sabía perfectamente que le esperaba una larga mañana. 

A las 6:30 los jóvenes habían terminado de pintar la escuela de blanco, dado que sólo era una capa preliminar, no se esmeraron mucho, se podía apreciar claramente las pinceladas no uniformes y algunos pequeños lugares donde la pintura no había llegado. Law agradeció que acabaran a esa hora, pues hubiera sido incluso más humillante que los alumnos de Paradise los observaran. Decidió no entrar a la escuela, en su lugar fue a una clínica que estaba cerca, el chico sabía de medicina, pero no era un profesional y en esos momentos no tenía ningún ánimo de curar su propia nariz. 

~~*~~

Jueves 11:20 am

Las dos primeras clases habían pasado con total naturalidad. Al toque que marcaba el inició del receso Luffy fue el único que se dirigió a comprar comida, Saji (quien había escondido el bento gigante, pues estaba seguro que Luffy no aguantaría hasta el receso) había tratado de decirle que no era necesario porque había traído comida para todos, pero el pelinegro ya se había ido. 

Al entrar a la cafetería se encontraron con Franky, Robin y Luffy sentados en una de las alargadas mesas. Luffy comía como bendito, mientras Franky hablaba y Robin escuchaba atentamente y soltaba una sonrisita de vez en cuando. Sanji salió corriendo a su encuentro.

:-¡Roooobin-chawn! -exclamó el rubio con los ojos en forma de corazón.

:-Ahí va de nuevo... -dijo Zoro resignado. Nami y Usopp se miraron uno al otro confundidos, después, los tres fueron a sentarse junto al resto. Después de abrir la gran cantidad de bentos y escuchar las quejas de Luffy (nadie sabía de qué se quejaba pues a pesar de haber acabado su comida, seguía comiendo del bento como si nada) apareció Jewelry Bonney, la chica llevaba una gran porción de papas fritas en una mano y una coca-cola en la otra.

:-Espero que no les moleste que me una a su banquete. -dijo sentándose al lado de Luffy. Nadie dijo nada, incluso Luffy empezó a contarle una anécdota que había ocurrido el invierno pasado, antes de las vacaciones de navidad. Cuando toda la comida se acabó y ya nadie se estaba riendo, Bonney habló: -Bien, vine porque su comida olía muy bien -Sanji puso los ojos en forma de corazón en cuanto escuchó eso-  y porque quería invitarlos a una fiesta que haré este viernes. Verán, mis contactos en el consejo estudiantil me dijeron que es muy probable que no haya clases, así que pensaba hacer la fiesta el viernes en la noche, y de paso el after, el sábado, todos ustedes están invitados, obviamente es en mi casa, no creo que no sepan en donde está. Tómalo como una muestra de agradecimiento, niño mono -dicho esto, y sin esperar contestación la pelirrosa se marchó. Nadie sabía qué tenía que ver el que no hubiera clases con la fiesta, la hubiera hecho aunque hubieran clases normales, pero bueno.

:-Yo voy a ir, si ustedes mis dulces damas van.

:-Yo iré, esta semana ha sido un poco cansada -dijo con desgano Nami.

:-Yo ire, shishishis de seguro va a ver comida.

:-Yo voy también.

:- Entonces habrá que pasar por ti para que no te pierdas Zoro.

:-Cállate Luffy.

:-Shishishishi

:-Yo también voy, seguro estará SUUUPERRR

:-Yo iré también, será interesante.

:-Yo también voy, una fiesta sin Dios Usopp no es fiesta. -dijo finalmente Usopp, quien ya se encontraba mejor.

Notas finales:

El final no me convenció, pero les prometo que el próximo capítulo lo compenzará

Estoy pensando en reescribir algunas cosas, no se modificaría nada de la historia, más bien se le agregaría contenido, es algo que haré sí o sí, pero no sé si prefieren que lo haga de una vez o ya cuando acabe el fanfic, dejen su opinión en los comentarios y gracias por leerme


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