The Time.
Capítulo 13. Esperar.
Jueves 07:35 am
Había estado pensando en Luffy mientras pintaba. Más precisamente en si se tenía o no que disculpar con él. Law tenía como una de las premisas fundamentales de su ética una conversación que tuvo con su padre cuando era pequeño: “Tu problema Law es que dejas que tus emociones se acumulen y después, cuando no puedes más y estallas, lastimas a los que están a tu alrededor. Debes de reflexionar si las personas que heriste se lo merecían o no y en vaso de no merecerlo, tienes que disculparte con ellas”. Pensaba y pensaba si Luffy se lo merecía o no. Por un lado odiaba que lo molestaran, por el otro el chico le ofreció comida y parecía que había entendido que Law quería estar solo. De pronto, en medio de sus cavilaciones, sonó el celular de Law: era Monet.
:-¿Sí?
:-Vaya forma de contestar ¿Cómo estás? ¿Ya fuiste al doctor? No te vi entrar a clases.
:-No necesito una niñera.
:-Vamos Law, me preocupo por ti –dijo la peli-verde con una risa que Law no supo identificar entre irónica o maternal.
:-Sí, ya fui al médico.
:-¿Qué te dijo?
:-Lo que yo ya sabía.
:-Bueno, y ¿Cuándo vas a decirme que te pasó?
:-Tal vez nunca.
:-Okay okay, sólo llamaba para saber cómo estabas.
:-Bueno, nos vemos en casa.
:-Oh cierto, si quieres invita a Luffy a comer hoy para agradecerle por lo de ayer.
:-¿Qué? ¿Por qué?
:-¿Qué? ¿No lo viste ayer? Cuando salí me lo topé. Preguntó por ti y aunque le dije que saldrías muy tarde insistió en que te esperaría, pero si no lo viste probablemente se desesperó y se fue a casa antes. Como sea, tengo que irme, cuídate, nos vemos en un rato.
Después de la plática con Monet Law se quedó sorprendido. Para su mala suerte tenía una obligación ética que atender.
~~*~~
Jueves 09:00 am
Crocodile estaba sentado en su escritorio enfrente de su portátil. Leía y releía el mismo mensaje una y otra vez. A pesar de que el mismo lo había escrito seleccionando las palabras más precisas que encontró el mensaje aún no lo convencía. “Hotel Arabasta, el sábado a las 5:00 pm, lleva todas las pruebas de lo que pasó el martes. No te confundas, quiero negociar”
Su plan era bastante fácil: Hablar con Doflamingo para llegar a un acuerdo en el que las pruebas de ambos se destruyeran, después de todo a ninguno de los dos les convenía que algo como eso saliera a la luz. Al principio pensó en llevarlo a cabo en un restaurant, pero era posible que alguien los viera. Sucedía lo mismo con otros lugares de la ciudad y, definitivamente no quería estar en un páramo a las afueras de la ciudad con alguien como Doflamingo. A pesar de todo, conocía a Doflamingo en los negocios: Era un desgraciado que sólo buscaba su propio beneficio (como él) pero que al final de cuentas resultaba ser hombre de palabra (como él). Repasó el mensaje un par de veces más hasta que finalmente presionó «enter». Estaba cansado de todo eso, se sentía estúpido, como un indefenso niño de 13 años que no sabe qué hacer al que acosan, le dolía la cabeza desde el martes y se sentía cansado como si el peso de los últimos años le callera encima. Probablemente necesitaba unas vacaciones. Pero por lo pronto, sólo quedaba ver como saldría su plan.
~~*~~
Jueves 02:45 pm
Un par de horas antes, como Bonney había predicho se dio el anuncio de que las clases del próximo día quedaban canceladas por junta de consejo escolar.
La campana sonó anunciando el fin de la jornada escolar. Una hora antes, Usopp y Luffy salieron a hacer sus deberes diarios por lo que en el aula sólo estaba Nami, Zoro y Sanji quienes estaban guardando sus cosas. El peli-verde estaba a punto de guardar sus cosas cuando Nami habló:
-Sanji-kun, Bellemere requiere de tu ayuda, ¿puedes venir a Cocoyashi por favor?
:-Claro que sí mi bella dama.
:-Gracias, Zoro –dijo ahora dirigiéndose al peli-verde- tú también puedes venir si quieres.
Zoro se lo pensó un poco. La idea de ver a Sanji coqueteando con Nami cada 5 segundos sin él tener a nadie más con quien hablar no le atraía mucho.
:-Vamos Marimo, sirve que conoces Cocoyashi, es un lugar increíble.
Zoro terminó por aceptar.
A diferencia de otros días, el calor estaba más tolerable por lo que los jóvenes decidieron ir caminando. Cocoyashi estaba considerablemente lejos de Paradise, aproximadamente a unos 25 minutos caminando pero entre bromas, carcajadas (sobre todo de parte de Nami y Sanji riéndose de Zoro) y anécdotas los tres llegaron más rápido de lo que creyeron. Zoro se quedó viendo un poco la fachada del restaurante la cuál llamaba bastante la atención: era básicamente frutas.
Entraron y de inmediato se toparon con una mujer: Era alta, de unos 30 y tantos años de edad, con un peinado mohicano pelirrojo muy raro. Zoro se sorprendió un poco al verla.
:-Ah Nami, Sanji Bienvenidos. Veo que trajeron a un nuevo amigo.
:-Hola mamá –dijo Nami despreocupada mientras entraba despreocupadamente al establecimiento para después escabullirse por una de las puertas traseras.
:-Bonjour madame –contestó Sanji con una reverencia- permítame introducir a Sir. Marimo.
:-Hola, mucho gusto. Soy Bellemere, dueña de este lugar y madre de Nami. También soy como la segunda madre de Sanji. –Después de decir eso, Zoro empezó a ponerse algo nervioso.
:-Un gusto. Soy Zoro, no le haga caso al cejas de… a Sanji, no le haga caso a Sanji.
:-Jajaja me alegra que se lleven tan bien, pasen, pasen, siéntense. Ahora mismo les traigo una bebida y algo para comer. –Mientras ella se alejaba Nami regresaba: se había cambiado y había amarrado su cabello en una coleta- Ah Nami, Nojiko me avisó que tuvo que quedarse más tiempo en la universidad por lo que tendrás que cubrir su turno, el mandil y el gorro están en la cocina, ve por ellos. Lo siento muchachos –dijo ahora dirigiéndose a Zoro y Sanji- voy a tener que robárselas un poco.
-No se preocupe Madame, no hay nada más bello que ver a Nami-chwan con el uniforme de Cocoyashi.
-Lo haré –dijo Nami- pero solamente sí me quedo con sus propinas.
-Vale vale, esperen un poco chicos, en un momento les traigo su comidas. –Dicho esto tanto madre como hija se retiraron.
Zoro y Sanji se sentaron en una mesa para 4 al lado de uno de los ventanales que daba a la avenida.
:-Entonces… aquí vive Nami –dijo Zoro para empezar una conversación.
:-Sep. Llevan viviendo aquí desde que se mudaron hace ya bastante.
:-Oh, ya veo.
:-¿Qué te parece?
:- Es un lugar frutifero.
:-¿Sabías que tus chistes son pésimos?
:-Muérete. –Sanji sonrió a modo de respuesta- Pues para serte franco me parece que es algo raro, todo está lleno de frutas, pero es fresco y el menú de la entrada se veía muy variado, a pesar de que todo tenía que ver con frutas.
:-A mí me encanta, a los muchachos y a Robin-chawn también. Nos trae buenos viejos recuerdos.
:-¿Por qué?
:-Empezamos a venir aquí desde pequeños, cuando recién nos conocimos todos. Por eso Bellemere siempre nos trata con cariño a todos.
:-¿Desde cuándo se conocen? –La pregunta sorprendió un poco a Sanji, quien abrió un poco los ojos tratando de recordar-
:-¿Desde cuándo?... A ver… yo llegué aquí cuando tenía 8 años, pero perdí un año, así que
:-¿Perdiste un año?
:-Sep. Por motivos familiares me atrasé un año y terminé entrando a segundo de primaria cuando nos mudamos. Así que Luffy, Usopp y Nami tenían 7 años, yo 8, Franky y Robin 10 y Brook 15.
:-¿Brook?
:-El hermano mayor de Usopp, solíamos juntarnos mucho con él pero como es mayor se volvió adulto más pronto y por ello desde hace años que no lo vemos tan seguido.
:-¿Cómo se conocieron todos?
:-¿Por qué tanto interés de repente? Digo, no es que me moleste, pero me parece raro que te importe.
:-Porque son un grupo muy raro. Es decir tenemos a un niño hiperactivo, un mentiroso preocupón, un cocinero mujeriego, un fisiculturista escandaloso, una intelectual tranquila, una tacaña de primera y no sé cómo sea Brook, pero seguramente es un tipo extraño también.
:-Jajajaja, cuando los ves todos los días te acostumbras a sus rarezas y no le tomas tanta importancia, pero tienes razón. Nos conocimos en la primaria. Yo conocí a Usopp porque íbamos en el mismo salón. Aproximadamente dos meses después Luffy entró a la misma primaria, él iba en el salón de Nami y conocía a Franky porque son vecinos, además de que tanto Robin como Franky iban en la misma primaria que nosotros, pero obviamente dos años más arriba. Una vez en receso Usopp y yo estábamos buscando escarabajos cuando nos topamos con un niño muy bajito y con una fea cicatriz en el ojo buscando lo mismo. Empezamos a hablarle y sin darnos cuenta de cómo, terminamos en un espectáculo de escarabajos en el que Usopp se encargaba de la música, yo de presentador, Luffy de domador de escarabajos y Nami-chawn se encargaba de cobrar las entradas. Después Luffy nos presentó a Franky y Franky nos presentó a Robin. Poco después en una pijamada en casa de Usopp conocimos a Brook. Nos cayó bien porque a pesar de ser tan mayor tenía y sigue teniendo una de esas personalidades maduras que al mismo tiempo son infantiles y congenian muy bien con todo el mundo.
:-Vaya historia.
:-Lo sé, siempre que la cuenta Luffy nos partimos de la risa.
:-Muy bien chicos, aquí tienen las nuevas bebidas “Banana flash”, un vaso de agua y el nuevo platillo “pierna de pavo en salsa de arándanos” es un platillo que pienso sacar hasta el otoño, pero quería que lo probaras de una vez Sanji, para mejorar la receta
:-Muchas gracias Bellemere –Dijo Sanji con una gran sonrisa.
:-Muchas gracias –Dijo a su vez Zoro
:-De nada, disfruten la comida chicos. –Dijo la mayor mientras se alejaba
:-Así que, además de Chef eres un crítico de comida.
:-Más o menos. Es la habilidad de criticar que te da la experiencia, ya sabes, si juegas fútbol vas a saber dar una crítica de un partido porque tu práctica te da los conocimientos –explicaba el rubio mientras partía su platillo con sus utensilios.
:-Entiendo, me pasa con el kendo.
:-¿Prácticas kendo?
:-Sí, desde muy pequeño.
:-Vaya, y ¿no has cortado a alguien por accidente? –Zoro quitó sus ojos del plato un momento para ver seriamente a Sanji.- Jajaja vale, ya no bromeo con eso. Por cierto, ¿te gustó el bento?
:-Me encantó
Sanji sintió cómo algo en su pecho se inflaba.
:-Me alegro. Dijiste que tenías un hermanito ¿no? ¿qué tal si algún día le preparo algo?
:-Vale, le gustan mucho las cosas dulces. Pero tendrá que ser hasta las vacaciones.
:-¿Por qué?
:-Él no vive conmigo y mi papá. Cómo nos mudamos a mitad del ciclo escolar, mi papá decidió que era mejor dejarlo con un viejo amigo de la familia mientras se acababa el año escolar.
:-Oh, ya veo. Pues supongo que tendrá que esperar.
:-Sep.
:-¿Planeas ir a la fiesta de Bonney?
:-Tal vez, no sé dónde vive.
:-De hecho ella vive más cerca de tu casa que de la mía. Si vas podemos ponernos de acuerdo y llegar juntos.
Zoro sintió de nuevo esa sensación de alivio.
:-Vale.
Y así los jóvenes continuaron charlando y probando bebidas por un par de horas hasta que finalmente dejaron Cocoyashi para ir cada uno a sus respectivos hogares.
~~*~~
Jueves 07:45 am
Si había algo que un ser como Luffy odiaba es que sus amigos lo vieran enojado o triste. Por eso decidió dejar a Zoro solo e ir a la tienda a comprar alguna golosina para aliviar su mal humor.
Sintió un espasmo en el pecho al ver a Trafalgar en frente del estante de las frituras viendo muy seriamente cual elegir, su nariz tenía una especie de parche. Luffy se sintió mal por él, pero no le habló.
Tomó las primeras galletas que vio, preguntó el costo, pagó y se fue. Le dolió que Torao no hiciera algo para detenerlo, estaba empezando a considerar no entrar a clases pues seguramente estaría de mal humor todo el día cuando sintió una mano en su hombro. Se giró molesto y entonces vio esos irises grises viéndolo directamente a los ojos.
:-Hola
:-Hola
:-Soy muy malo para esto, así que sólo lo diré. Perdón por lo que pasó ayer. Adiós. –Dijo Trafalgar con un tono de voz aún más seco de lo normal, para después alejarse dejando a Luffy completamente confundido y feliz.
~~*~~
Jueves 03:15 pm
El blanco a penas salía de la escuela. Al parecer, estaba castigado.
Vivía a unos 40 minutos de la escuela caminando, su tipo de sangre era A+, le gustaba pintar, estar con sus amigos y escuchar música, sus mejores amigos eran Monkey D. Luffy, Kuroashi Sanji, Nico Robin, Cutty Franky, Doroboneko Nami, y recientemente se le había visto con Roronoa Zoro. Tenía un hermano mayor llamado Brook, su madre había muerto hacía tiempo y su padre vivía en otra ciudad, como parte del escuadro de servicios especiales de los bomberos. Era socialmente torpe, tanto con chicas, como con chicos, como con profesores, el sujeto simplemente no tenía la capacidad de crear una conversación normal.
Sabía todo o casi todo de él, además, empezaba a observarlo tanto en la escuela como fuera de esta. Cavendish se estaba tomando el pan en serio.
Decidió que ese día no hablaría en persona con él para que las cosas no se vieran tan forzadas y así la víctima no sospechara nada.
Una vez afuera de la escuela, la victima siguió su camino habitual, al cabo de 15 minutos pasó por un portón donde un gran perro empezó a ladrar sacándole un gran susto (Cavendish tuvo cuidado de no pasar tan cerca del portón), posteriormente, unos 7 minutos después un auto casi atropellaba al objetivo, quien salió corriendo evitando los reproches del conductor. A los 5 minutos un pájaro hizo sus necesidades encima de él. Sí, definitivamente el objetivo padecía de mala suerte crónica.
Finalmente a las 04:00 pm el objetivo llegó a su casa.
Tal vez el llevar a cabo su plan sería más complicado de lo que pensaba.
~~*~~
04:00 pm
Usopp llegó a su casa, le envió un mensaje a Brook, comió y luego fue a su cuarto a tumbarse en su cama.
Ese día no había visto a Cavendish.
Desde que había aceptado su atracción por el joven lo buscaba con la mirada aún más que antes, se sentía aún más nervioso de pensar en él que antes y su ausencia le afectaba muchísimo más. Eran las desventajas de estar enamorado. A falta de nuevas interacciones, Usopp se puso a repetir en su memoria una y otra a vez los contactos pasados, cada vez analizando hasta el más mínimo detalle, como Cavendish había reaccionado a todo, cómo había fruncido su ceño, abierto sus ojos o sonreído.
Pensar en su sonrisa era uno de sus más grandes placeres.
Para fortuna de Usopp Cavendish era alguien fotogénico en exceso. Así que Usopp sólo tenía que entrar en el perfil de instagram del rubio para toparse con hermosas y diferentes fotos de Cavendish.
Emocionado entró en su perfil y pasó de foto en foto, admirando a su amado. Lentamente sus pensamientos iban subiendo de nivel, cada vez empezaba a ver más y más la figura del rubio, pensando en lo fuerte que debería de ser, en lo fornidos que eran sus brazos, en lo marcado que estaba su abdomen. La cara del moreno empezó a sonrojarse, su imaginación lo llevaba a situaciones absurdas cada vez más y más sexuales, su respiración se empezaba a agitar y su entrepierna comenzaba a endurecerse cuando un sonido de notificación quitó el encanto. Y cómo si de karma o castigo divino se tratase era el mismo Cavendish.
C: Hola ¿cómo estás?
U: Hola, bien y tú?
C: Excelente. Oye, ¿vas a ir a la fiesta de Bonney?
U: Sí, ella en persona fue quien me invitó, tú vas a ir, verdad?
C: No lo sé, las fiestas de Bonney suelen ser muy salvajes y creo que ninguno de mis amigos a ir.
Usopp se quedó pensando por un momento. Es cierto que Cavendish siempre estaba rodeado de chicas lindas y que había michos chicos que o le admiraban o le odiaban, pero Usopp nunca se enteró de que Cavendish tuviera amigos como tal.
U: Oh, que mal. Si quieres puedo estar contigo, claro, eso si no encuentras alguna chica con quien estar.
C: Alguna chica?
“Mierda, mierda, mierda, la cagué” -pensó el narigudo.
U: Sí, bueno, las veces que te he visto en la escuela (y aclaro que es ver de casualidad, no de acoso o algo así) estás con chicas, entonces pues pensé que a lo mejor habría alguna de ella por ahí o algo así, no te molestes por favor no quise hacerte enojar o algo así
C:Ah, ellas? No jajajajaa son sólo amigas o conocidas. Verás, a mi realmente no me interesan ese tipo de personas.
U: Qué tipo de personas?
U: Digo
U: Es que una amiga
U: Quiere saber
U: jaja
C: Creo que estoy pasando por una etapa de auto descubrimiento
U: Qué quieres decir
U:??
C: Usopp, ve a la fiesta de Bonney, quiero decirte algo. Nos vemos mañana ahí.
Usopp se quedó atónito. “¿Autodescubrimiento?” –pensó. Estaba totalmente confundido y emocionado al mismo tiempo. No sabía que creer, pero definitivamente no se quería crear falsas expectativas.
Pero, sólo por si acaso, se paró y fue a su armario. Vio todo lo que tenía dentro y empezó a crear oufits que según él se le veían bien.
Mientras tanto, al otro lado de la pantalla Cavendish sonreía. Todo iba de acuerdo al plan.