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The Time por Ash_Ashford

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Notas del capitulo:

Espero les guste :D 

The Time.

Capítulo 15. La fiesta.

Viernes 09:00 pm

La fiesta había transcurrido de una forma un poco extraña. Bastante extraña en realidad. Robin sabía que tenía que despedirse e ir a casa, pero todos los hechos que se habían suscitado dentro de aquella casa gigante la dejaban intrigada con lo que podía pasar después. Aproximadamente dos horas antes, Usopp regreso al grupo después de una pequeña ausencia, esto hubiera sido completamente irrelevante de no ser porque estaba notablemente ebrio. Eso de por sí ya era raro puesto que al narigudo no le gustaba en lo absoluto el sabor de ningún licor, pero eso no era todo: estaba sin camisa, platicando muy alegremente con una pelirroja en traje de baño que Robin había visto en los salones de segundo año, pero no sabía su nombre; Usopp la sujetaba de la cintura con un brazo y con el otro sujetaba una botella de lo que después se supo era un vodka raro de importación que Bonney había conseguido para la fiesta.

Su repentina aparición llamó la atención de todo el grupo quienes confundidos se miraban entre sí extrañados sin saber muy bien que decir, todos menos Luffy, quien después de ver a su ebrio amigo unos segundos se levantó de un salto y empezó a cantar a todo pulmón la música mientras se acercaba a Usopp: El narigudo le siguió la corriente de inmediato así que dejo de lado a la pelirroja y empezó a cantar a todo pulmón, mientras tanto Luffy tomó la botella y se la dio a Franky, su líder no era tan tonto después de todo. La pelirroja se sentó al lado de Nami y antes de que pudiera abrir la boca para decir palabra, Sanji ya estaba sentado a su lado con sus ojos en forma de corazón preguntando cual “era el nombre de tan bella dama que ha dado un golpe a mi corazón con tan increíble belleza” acción que ocasionó una mueca de disgusto en el nuevo integrante del grupo: Roronoa Zoro. Robin había empezado a tener una opinión mejor forjada de él, sin embargo debía de hablar con él para conocerlo mejor. Pero si había algo de lo que no le quedaba la menor duda era de las observaciones de Nami: Definitivamente Zoro y Sanji se atraían. Además de ellos dos Robin sentía que algo raro pasaba con Luffy y Usopp, no quiso hablar de ello con Nami, pues eran conjeturas muy pobres hasta el momento, pero el hecho de que Usopp se comportara tan raro ese día sólo hacía crecer sus sospechas. Y con Luffy sólo necesitaba hablar para saber que pasaba: El monito era bastante fácil de leer la mayoría de las veces.

Al poco tiempo la anfitriona de la fiesta y su gran amigo Bartolomew Kuma de tercer año, habían llegado con dos recipientes bastante grandes que dejaron en la mesa. Todo el mundo (menos Luffy y Usopp quienes seguían cantando a todo pulmón) vieron el interior con curiosidad.

:-Son Fresas borrachas –dijo en voz alta Bonney con una gran sonrisa en su rostro- Son fresas bañadas en alcohol.

:-Mis felicitaciones a quien le puso nombre –dijo Zoro mientras (al igual que el resto) tomaba una.

:-¡CÁLLATE! –Gritó Bonney –No soy muy buena con los nombres

:-Espera un momento, esto no sabe para nada a alcohol –Señaló Franky

:-Oh, es cierto, sabe a una fresa normal –contestó Nami

:-¡EXACTO! –Gritó con una sonrisa malévola la pelirrosa –Fueron hechas exactamente con ese propósito, el sabor a alcohol es tan imperceptible que deben de tener cuidado si no quieren caer con ellas. ¡Buena suerte! –exclamó mientras se dirigía al jardín.

:-Será mejor tener cuidado con esas Suuuper fresas –dijo Franky

:-Sí, que un alcohol no tenga sabor lo hace incluso más peligroso, no quiero que nadie se intoxique por algo así –Dijo Sanji serio.

:-Será mejor devolverlas –dijo Robin tomando uno de los recipientes de cristal con las fresas, pero ya era demasiado tarde

:-Oh, qué bueno que trajeron algo, ¡Se ven muy bien! –dijo Luffy mientras sujetaba a Robin y veía las fresas con ojos radiantes.

:-¡Sí, sí, God Usopp tiene hambre! –Grito Usopp mientras se acercaba.

Ah Usopp pudieron sujetarlo entre Franky y Sanji, sin embargo los demás no pudieron detener a Luffy quien a la más mínima muestra de peligro decidió saltar al otro lado de la estancia con uno de los recipientes y tragar sin parar todo su contenido.

Luffy nunca había tomado alcohol con ellos, al parecer lo había probado de niño y no le parecía un recuerdo muy grato por lo que su resistencia al mismo era nula. El monito no tardó mucho en actuar 10 veces más hiperactivo de lo normal. La tarea de cuidarlo recayó en Zoro y Sanji, pero al final ellos terminaron bebiendo también y emborrachándose, además Bartolomeo y todo el barto club se había unido al grupo por lo que todo se había salido de control.

Así es como para la hora de la partida de la pelinegra Luffy, Zoro, Sanji, Usopp, Bonney y algunos otros invitados estaban a punto de caerse de borrachos, Nami, Franky y ella misma estaban en un estado alcoholizado decente y uno o dos personas en la fiesta estaban sobrias.

Era sumamente interesante ver que podía pasar en una situación así, pero finalmente, a las 09:45 pm Robin se despidió de todos y apartando un poco a Nami del resto le recordó que tenía que contarle de todo lo que pasara mientras ella no estuviera y le pidió que no interviniera de forma tan brusca, pues la pelinaraja le había contado de su pequeño error esa misma tarde. Después de esto se retiró acompañada por Franky, pues ya era muy tarde para salir sola.

~~*~~

Viernes 05:45 pm

Hannibal era un completo imbécil. Definitivamente no le serviría para su plan. Cavendish se dio cuenta de esto tras llegar a la fiesta y estar escuchando a Bartolomeo hablar de “Luffy-sempai”por un buen rato. Sí había algo que distrajera al peliverde de la llegada de Luffy y su grupo a la fiesta era el hablar apasionadamente de cómo había conocido a Luffy y su grupo en primer lugar, y en segundo mostrar fotos de su colección privada de cosas relacionadas a los susodichos.

Usopp había llegado antes que el resto acompañado de Rico Robin, en cuanto lo había visto Cavendish arrastró a Bartolomeo al jardín trasero (tenía suerte de que todavía no apareciera el resto del Barto club) y el pequeño sequito de chicas que siempre se formaba alrededor de Cavendish también fue tras ellos. Tal vez su plan inicial de utilizar a Hannibal para darle celos a Usopp había fallado por el fanatismo del peliverde y su estupidez, pero con un poco de tiempo tal vez pudiera idear algo más. De pronto un grito de Luffy se escuchó.

:-¡¿QUÉ?! ¡LUFFY-SENPAI YA ESTÁ AQUÍ! TENGO QUE IRME. –Grito Bartolomeo mientras sacaba una foto para pedir un autógrafo. Esto terminó por sacar de sus casillas al vanidoso rubio quien intentó quitar y romper la fotografía; eso desencadenó en un forcejeo que terminó en el suelo con Bartolomeo encima de Cavendish y el grupo de chicas alrededor gritando divertidas.

:-Quítate de encima -gritó el rubio.

:-¡Ah! ¡Mi foto! –gritó Bartolomeo al ver el pedazo de papel volar por los aires, para posteriormente correr detrás de él.

Las chicas ayudaron a Cavendish a levantarse. El rubio se sentía tonto pues su plan había quedado completamente destrozado, sin embargo, aún quedaba el plan original, que era hablar con Usopp e intentar coquetearle. “Tal vez aún pueda causarle celos, puedo hacerlo con una chica. No tendrá el mismo impacto pero es más seguro” se dijo a si mismo seguro de que podía hacerlo.

~~*~~

Sábado 12:00 am

Estaba algo nervioso. No le gustaba para nada esta situación. Doflamingo había respondido a su mensaje pero como era de esperarse había puesto sus propias condiciones

D: por qué esperar tanto? Este mismo sábado a las 12 de la noche en el hotel que dijiste, trata de pasar desapercibido. Rentaré una habitación. Hablamos y podemos hacer algo más si gustas…

El sólo pensar en él lo hacía sentir una repulsión inmensa. Le dolía la cabeza desde hacía días. Pero se lo merecía, por idiota. Nunca debió de haber salido esa noche y tomar tanto. Parecía un error de puberto. No se podía creer que tantos años de cuidar su reputación y así mismo fueran en vano, pues al parecer seguía siendo un idiota. Como si no hubiera aprendido nada. “Mierda” pensó mientras se sentaba en la cama. Definitivamente no había sido buena idea verse en un hotel, pero ¿a quién quería engañar? Sabía muy bien en su interior y muy a su pesar que deseaba estar en esa situación y eso lo sacaba más de quicio.

~~*~~

Viernes 11:00 am

Estaba cansado. Tal y como lo había pensado no fue a clases ese día. Monet le había contado que de alguna forma el resto de New World descubrió que Kidd, los demás y él fueron quienes habían graffiteado Paradise; por lo que la peliverde contó la escuela estaba dividida en quienes los consideraban héroes y quienes los veían como idiotas. Si Law no hubiera participado y fuese un espectador más, seguramente pertenecería al segundo grupo.

Desanimado, caminaba por la avenida Grand Line, la avenida más antigua de la ciudad donde se encontraban ambas escuelas y además lo que anteriormente era Polar Tang (que ahora era ese estúpido restaurant de frutas) cuando su estómago comenzó a gruñir) la idea de ir al restaurant frutal había jugueteado en su mente por un momento pues, aunque lo negara siempre le había despertado cierta curiosidad odiosa. Como cuando quieres escuchar música de un artista sólo para rectificar lo mala que es. Después de pensarlo un momento, decidió que ese no era el día, ya había sido demasiado malo de por sí, en su lugar se dirigió al este de la ciudad, cerca del museo de biología (que solía frecuentar mucho) pues ahí había un restaurant que le gustaba mucho por su estilo ligeramente similar a Polar Tang.

Viernes 12:00 pm

Después de almorzar y leer un poco (Law siempre cargaba algo que leer en su mochila) salió del restaurante con destino al cercano museo, cuando un niño mendigo lo intercepto.

:-Señor, podría comprarme una paleta por favor, cuestan 50 centavos. –El pequeño tenía el cabello negro, los ojos azules y tenía las ojeras que sólo se marcan en aquellos que no duermen pues saben que podrían no despertar, tenía la ropa sucia y agujerada y emitía un olor agrio. El mayor no pudo evitar recordar viejos tiempos. Law sacó de su bolsillo un billete y se lo dio al pequeño, quien puso una pequeña paleta en la mano de Law.

:-Quédate con el cambio –Dijo el mayor mientras tomaba la paleta- Ah, y si fuera tú, daría las paletas más caras, a este paso no conseguirás ninguna ganancia. –Sentenció mientras se alejaba.

El museo no había sufrido muchos cambios desde la primera vez que lo había visitado, habían agregado unas pocas secciones más, pero en general era el mismo edificio viejo de siempre con el mismo contenido de siempre. Aunque lo suyo definitivamente era la medicina, Law no podía evitar sentir gran admiración y respeto por la biología; le fascinaba la cantidad de seres vivos que existían en el mundo, como cada uno era diferente y como podían coexistir para sobrevivir tomando uno lo del otro. Cuando lo veía de esa forma, toda la sociedad humana parecía también una simbiosis.

Caminó hacía el área de mamíferos que se dividía a sí misma en varias sub-áreas. La primera vez que había visitado el museo Cora-san le había comprado un gorro con orejas de oso polar a la entrada, el pequeño Law había dado vueltas por todo el museo con su gorro puesto sintiéndose niño de nuevo después de mucho tiempo. Aún conservaba las fotografías de ese día. Decidió cambiar de recuerdos, no tenía intensión de sentirse más miserable de lo que ya se sentía. Llegó al área de primates y se detuvo para admirar los ejemplares de taxidermia hasta que llegó al mono capuchino Nombre científico: Cebus capucinus Familia: Cebidae. El pequeño mono negro con un poco de pelaje más claro alrededor del cuello le recordó de inmediato a Luffy: pequeño, travieso, juguetón, hábil, lindo… ¿Acababa de pensar que Luffy era lindo? Bien, no tenía caso negarlo, ahí donde la gente ni lo conocía ni podía juzgarlo podía darse el lujo de olvidar su desprecio por el chico y admitir que era algo lindo, sobre todo su inocencia. Law no confiaba en nadie, ni tampoco le interesaba hacerlo, o eso es lo que quería dejar ver, en realidad le hubiese gustado tener algún cómplice, alguien con quien hablar de lo que fuese, por muy tonto que fuere. Tenía a Monet y aunque su relación fuera muy extraña se querían, pero tratar de abrirse con ella hubiera sido muy extraño y tampoco se imaginaba a la peliverde contándole sus penas. Así que la habilidad de Luffy de poder empatizar y confiar en prácticamente cualquier persona le parecía única. Y la envidiaba. Probablemente Luffy tenía toneladas de amigos. Probablemente sólo le había hablado porque le había causado lástima. Tal vez Monet le había hablado de él “tengo un primo en casa es tan triste se la pasa todo el día estudiando, es tan patético” Pensar estas cosas lo hicieron poner furioso. Y triste. Ojalá Luffy sólo fuera así con él, como Cora-san sólo había compartido el secreto de su voz con él. Pensándolo bien, ellos dos se parecía mucho.  Siempre apareciendo abruptamente, sonriendo por nimiedades, haciendo algo estúpido, siempre tan optimistas, siempre tan brillantes, tan únicos, como si ellos mismos fueran capaces de iluminar su propio camino y el de quienes caminaran a su lado. Ya, ahora comprendía su rechazo inconsciente por Luffy. Era anhelo disfrazado de desprecio.

~~*~~

Sábado 04:00 am

Zoro y Sanji caminaban lentamente con mucho esfuerzo para no caerse mientras reían a carcajadas. Sanji tenía el brazo derecho alrededor del cuello de Zoro y el izquierdo con una botella de vino y Zoro tenía el brazo izquierdo alrededor del torso del rubio y la mano derecha con una jarra de cerveza. Ambos reían, se tropezaban y reían por haberse tropezado de forma escandalosa y torpe. Nami los había mandado a buscar a Usopp pues hace como dos horas que había desaparecido y la pelinaranja estaba empezando a preocuparse.

:-Pero en serio, ¿a quién le importa ese basatardo? –Decía Sanji arrastrando las palabras

:-Bastardo, idiota –Corriojió Zoro

:-¿¡ME ESTÁS DICIENDO BASATARO?!

:-JAJAJAJAJAJA SÍÍÍÍÍÍÍ

:- JAJAJAJAJ BASATARDO TÚ TAMBIÉN

:-JAJAJAJAJA –Ambos jóvenes se habían detenido al lado de la piscina que ya estaba vacía y mientras se carcajeaban se tiraban al pasto.

:-Usopp debe de estar por ahí besando a esa pelirroja –Dijo Zoro una vez que la risa se fue.

:-JAJAJAJAJAJA –Rio incluso más fuerte Sanji- Usopp no es de esos, creo que él nunca ha besado a nadie

:-JAJAJAJA cierto, no es como tú

:-¿Eh? –Preguntó Sanji dejando de lado la risa, Zoro también había dejado de reir, pero no le respondió, sólo lo miraba a los ojos, como si explicarlo fuera innecesario- No soy un mujeriego, a ver, trato a las damas con la admiración que merecen, pero no soy un besucón –dijo entre trago y trago de vino, el ambiente se había puesto algo incómodo por un instante, hasta que el peliverde rompió el silencio.

:-JAJAJAJAJAJA ASÍ QUE EL CEJAS DE DIANA TAMPOCO HA BESADO A NADIE

:-¡OYE ESO NO ES CIERTO! –Alegó el rubio, pues su orgullo de conquistador  había sido herido. Y era cierto, Sanji no sólo había besado a una chica, sino que ya ni siquiera era virgen desde hacía algunos años.

:-Entonces pruébalo –Dijo Zoro mientras se acercaba a su boca.

Los labios de Zoro eran más finos que los labios que había besado antes, no eran tan carnosos y no tenían ese sabor raro a lápiz labial, no, más bien sabía a cerveza. Zoro sabía lo que hacía, definitivamente había besado a alguien antes, abría y cerraba la mandíbula mientras sus labios acariciaban el labio superior de Sanji: En las veces anteriores, era Sanji quien tomaba ese papel pues su pequeño bigote podía incomodar a la otra persona. Como si el peliverde hubiera pensado lo mismo, se separó un momento del rubio, momento que Sanji aprovecho para tomar las riendas: Colocó una mano detrás de la cabeza del peliverde para acercarlo y con sus labios empezó a acariciar el labio superior de Zoro, después de un tiempo uso su lengua para lamer el labio de Zoro y este hizo lo mismo. Inevitablemente sus lenguas terminaron unidas, las cosas cada vez se ponían más calientes. Zoro había pasado su mano detrás de Sanji y acariciaba su espalda, empezaba a reclinarse para quedar encima del rubio cuando un grito les hizo perder la concentración y separase.

:-NAMIIIII SOY MUY FELIIIIIIZZZZZ! –Gritó Luffy a todo pulmón.

Zoro y Sanji se miraron y rieron nuevamente, ese mono siempre tan impredecible. Después de reírse se acostaron y se quedaron dormidos, uno al lado del otro, separados solamente por la botella de vino y la jarra de cerveza ahora vacías.

~~*~~

Sábado 3:00 am

Había sido horrible. Toda la velada Cavendish había tratado de hacer que Usopp lo viera coqueteando con alguien, pero no lo había logrado. A pesar de que el pelinegro se veía bastante ebrio, cada vez que se lo había topado parecía que la sobriedad regresaba a él y de inmediato se perdía entre la multitud. Pasó una vez en la cocina, otra en el jardín, una más en la sala de estar del primer piso, en la terraza del tercer piso y en las escaleras del segundo.

:-Ah, pero que fiesta tan horrible –Dijo desanimado el rubio, sentado en un banco en algún lugar de la segunda planta que ya estaba vacía. La gente había empezado a irse y los pocos que quedaban se amontonaban en la primera planta (pues ahí estaba la fuente de bebida) y otros pocos estaban dispersos coqueteando o teniendo sexo en algún rincón oscuro.

:-¡¿Qué demonios dijiste idiota?! –Gritó alguien detrás de él, Cavendish se dio la vuelta para ver quién era.

:-Ah, Jewelry, hola.

:-¡¿Cómo puedes estar aquí sólo?! ¡Ve a embriagarte o algo! ¿Ya probaste las fresas borrachas?

:-No, la verdad no tengo ganas de emborracharme hoy, además ¿qué mierda es una fresa borracha?

:-Fresas con alcohol

:-Que nombre tan tonto

:-¡CÁLLATE!

:-Oye, Jewelry, de pura casualidad ¿sabes dónde está el grupo del mono? –preguntó en un último esfuerzo el rubio.

:-Mmm, estaban en la planta baja, vi a Nami por aquí en la segunda planta y a ese narizón raro en la tercera, el pobre estaba tan ebrio, espero que no se mate o algo porque mi papá me va a matar si esta fiesta sale en las noticias.

:-¡Ja! Te haré un favor e iré a buscarlo.

:-¡Huy! Bueno, gracias señor buen samaritano, haz lo que quieras pero quita esa cara larga que me da asco –dijo finalmente la pelirrosa mientras se marchaba a buscar comida.

Sábado 3:20 am

Cavendish podía ver a Usopp, estaba sentado en una de las sillas de la terraza, una de las más cercanas al barandal. No tenía camisa y su pantalón estaba roto hasta las rodillas. Sostenía una botella de algún licor en las manos y veía al horizonte completamente perdido. Usopp no notó en lo absoluto la presencia de Cavendish hasta que este habló.

:-Hola

:-Me va a doler la cabeza en la mañana

:-Jaja, sí, eso pasa cuando tomas de más

:-Nunca había tomado antes

:-Pues prepárate porque será horrible, probablemente vomites

:-Ya vomité, cinco veces, creo

:-Diablos

:-Tú tenías algo que decirme ¿no? –Usopp volteo a verlo a la cara por primera vez desde que inició la conversación.

:-Ah, sí. Te lo hubiera dicho desde antes si no me hubieras evitado durante toda la fiesta –Dijo Cavendish mientras hacía un puchero

:-Perdón. Te vi con un tipo y solo… no sé… me quise emborrachar. –Las palabras del pelinegro confundieron a Cavendish, para empezar estaba siendo bastante sincero y ¿a qué chico se refería? Cavendish no había intentado coquetear con ningún chico después de… Bartolomeo.

:-Espera, ¿ese chico tenía el cabello verde?

:-Ajá, Bartolomeo, lo conozco, es fanático de Luffy por alguna razón.

:-Exacto, por alguna razón, la razón es que tiene pésimo gusto –reclamó furioso el rubio- Espera ¿estabas celoso de él? –preguntó pensando que era estúpido que había alcanzado su objetivo y no se había dado cuenta de ello

:-Me gustas –Dijo Usopp de repente, con un tono de voz fuerte y decidido.

:-¿Eh? –Cavendish no se esperaba eso.

:-Me gustas y sé que me arrepentiré de esto mañana pero creo que es mejor decírtelo ahora porque…

:-Usopp, espera un momen…

:-¡NO! Escucha por favor. Tengo que alejarme de ti. Te he visto y admirado desde el primer momento que te vi cuando iniciaron las clases en agosto. El gran Hakuba Cavendish de segundo año, hermoso, confiable, aplicado, inteligente, atlético. Eres perfecto, eres todo lo contrario a mí. Cuando empezamos a hablar fui tan feliz, me sentí tan especial, tan completo. Pero eso no puede ser. No te gustan los chicos y…

:-¿Cómo estás seguro de que no me gustan?

:-Aunque así fuera, te mereces algo mejor. Algo que este a tu nivel, alguien que despida el mismo brillo que tú. No me necesitas a mí, un pobre chico feo, flacucho que miente cada vez que puede porque su vida es igual de patética y aburrida que él. Soy una mierda y tú- Usopp volteo a ver a Cavendish- tú eres lo más hermoso que he visto en mi vida –Cavendish pudo sentir como su cara se ponía roja- Y, yo… por favor Cavendish, no vuelvas a hablarme. –Dijo para después levantarse e irse, dejando a un rubio confundido y sonrojado. Su plan no tenía ni una semana de haber empezado y ya se le había salido de las manos.

Notas finales:

¿Qué les pareció? Las cosas con esta fiesta seguirán en el siguiente capítulo porque sino iba a quedar muy largo. ¿Por qué será que Luffy gritó qué era muy feliz? OwO Dejen sus reviews

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