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The Time por Ash_Ashford

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Notas del capitulo:

Espero les guste c:

The Time.

Capítulo 7. Nada Realmente.

Martes 4:15 pm

Estaba cansado, cansado de tener que hacer 100 lagartijas todos los días, de sacar la basura, de hacer el aseo de su salón, de tener que ponerse al corriente con los apuntes, cansado de fingir que Cavendish no le gustaba cuando era todo lo contrario.

A Usopp le costó tiempo darse cuenta, tardó un semestre y medio para ser exactos, un semestre de observar al joven de rubios rizos pensando que sería genial ser cómo él, una admiración meramente masculina, de macho a macho, luego empezó a dudar con pensamientos vagos de que tal vez, sólo tal vez el oji-azul le atraía más de lo que pensaba, sin embargo el encuentro que había tenido esa mañana lo había dejado todo claro. Ahora que lo tenía todo claro se dio cuenta de que se enamoró del Príncipe de Paradise desde la primera vez que lo vio. Desde que vio esa cara perfecta, esos rizos preciosos completamente contrarios a los suyos, ese cuerpo atlético pero sobre todo esa confianza Usopp quedó completamente flechado del rubio, él sólo pensar que esa misma mañana habían tenido por primera vez contacto directo lo hacía sonrojar y sonreír, pero al mismo tiempo recordar que fue porque Cavendish estaba buscando a una chica. Usopp sentía celos de Keimi y ni siquiera estaba seguro de si eso tenía sentido. Pero más que celos, era envidia. El pensar que Cavendish probablemente era heterosexual y tenía todo tipo de chicas lindas alrededor lo hacía sentir sumamente mal, lo hacía sentir aun peor de lo que se sentía normalmente. Ahora no sólo era un flacucho, narizón, feo que no destacaba en algo que valiera la pena, una simple sombra de lo geniales y únicos que eran sus amigos,  sino que ahora además era gay… Aunque el narigudo no sabía realmente si era gay, bisexual o hetero-flexible, pero sabía de sobre manera que Cavendish le fascinaba y que eso estaba mal y lo hacía peor a él.

4:35 pm

“Maldición” –pensó mientras abría la puerta de su casa.

:-Buenos días Usopp. –Saludó cortésmente una alta calavera mientras se asomaba al pasillo de la entrada.

:-¡Aaahhh! –Gritó Usopp con los ojos fuera de sus orbitas por la impresión.

:-Oh, te asuste de nuevo Yohohoho ¿cuándo te acostumbrarás a mi disfraz?

:-¡Broook! ¡Maldito! ¿Cuántas veces te he dicho que no andes así por la casa? –Regañó Usopp mientras dejaba su morral en el sillón.

:-Yohohoho, lo siento pero mi camerino sigue en reparación, así que tengo que maquillarme aquí por ahora.

:-Sigo sin entender la gracia de ver a un esqueleto en un musical. –Expresó mientras habría el refrigerador.

:-¡Que cruel! Pues está siendo un éxito de ventas, si esto sigue así la obra tendrá una gira.

:-Me alegro. ¿Ya comiste? –preguntó mientras sacaba dos huevos del refrigerador.

:-Oh, yo ya me voy, la próxima presentación es a la seis y Sancrin nos quería ahí a las cinco. –Contestó Brook mientras tomaba su sombrero y las llaves del auto- Regreso como a las once, provecho, nos vemos.

:-Oe, Brook…

:-¿Qué pasa?

:-No, nada realmente, luego te cuento.

:-Yoho, vale, nos vemos.

:-Hasta luego.

La idea de decirle a Brook sobre Cavendish había jugueteado en su mente, sin embargo tenía miedo. Brook era una persona de mente abierta, pero Usopp a lo largo de su vida había visto infinidad de gente de mente “abierta” sumamente intolerable: Chicas que gritaba su apoyo a los gays pero que casi vomitaban al ver una pareja de lesbianas. Señoras diciendo que “Dios ama a todos por igual” al mismo tiempo que discriminaban a personas de otras religiones. Muchachas diciéndole a las chicas que son hermosas tal y como son, pero al mismo tiempo dando consejos sobre cómo bajar kilos y kilos hasta ser un palillo. Sí, la gente era de mente abierta, de mente abierta para llenarla de mierda. Usopp tenía miedo de que en el fondo Brook tuviese algo de eso.

Terminó de comer y se quedó parado. Ahí, en medio de la cocina el pelinegro se sintió realmente solo. Pero bueno, eso era algo a lo que ya se había acostumbrado; la soledad era una de las consecuencias de tener por hermano al mejor actor y músico de la ciudad. Se dirigió a su cuarto, lavaría los trastes después.

:-Nami seguramente debe de estar conectada, mejor le pido los apuntes ahora antes de que me dé más flojera. –Dicho esto sacó su teléfono, puso música y se conectó a Facebook. Tenía tres notificaciones, dos mensaje y una solicitud de amistad, lo cual, no era muy común.

“Vaya, ¿quién será?” –pensó mientras la abría. Su corazón se detuvo. “Hakuba Cavendish quiere ser tu amigo”

~~~*~~~

Martes 9:00 pm

Luffy salió del departamento de Law y Monet corriendo tan rápido cómo podía, bajó a la primera planta por las escaleras, atravesó la avenida (en donde casi lo atropellan por no usar el puente peatonal), corrió las dos manzanas que separaban su casa de la avenida, saludó a Franky quien estaba en su patio arreglando el motor de una moto y finalmente entró a su casa.

9:07 pm

:-¡Luffy!

:-¿En cuento llega?

:-10 minutos, Sabo lo convenció de venir caminando.

:-Hay tiempo, hay tiempo.

:-Ya limpie la sala y lave los trastes, iré a recoger mi pieza, tú recoge la tuya y saca la basura de los baños y la cocina.

:-Vale.

9:17

La puerta de la casa se abrió, primero lentamente, luego de golpe por una patada.

:-¡AAAACEEEEEE! ¡LUUUFFYYYYY! ¡Vengan a saludar al abuelo! –Gritó a todo pulmón un hombre alto, fornido, canoso y con una gran sonrisa que invadía la mitad de su cara. El señor, de nombre Garp se acercó a la estancia que funcionaba como comedor y sala, seguido de un Sabo completamente agotado, quien cargaba una maleta gigante.- Venga, Sabo, no me digas que te cansaste – Sabo miró a su abuelo, dejó la maleta en el suelo, levanto ambos pulgares y se tiró en el suelo- Neee ni aguantas nada, sólo corrimos de la central de autobuses hasta aquí y eso fue porque tu quisiste. ¡Aceee! ¡Luuuffy! Vengan a saludarme, no sean malcriados. –Ace salió de su habitación y se dirigió a dónde su abuelo.

:-Hola viejo, ¿qué le pasó a…

:-¿¡Viejo!? –interrumpió Garp dando un zape en la nuca de su nieto- Tenle más respeto a tu abuelo Maleducado. Sabo está de llorón, ¿dónde está Luffy?

:-Luf… Luffy… el abuelo… llegó- dijo Sabo con dificultad, sin despegar la cara del piso.

:-¡Ya vooooy! –gritó en monito desde su habitación.

:-Ya entiendo, está escondiendo algo- dijo el abuelo mientras se dirigía a la habitación de Luffy. Sabo y Ace se miraron el uno al otro preocupados. -¡Te encontré! –gritó el abuelo al mismo tiempo que abría la puerta de una patada, encontró a Luffy sentado frente a la computadora sacándose los cascos a punto de ponerse de pie.

:-Hola abuelo –dijo Luffy con una sonrisa.

:-¿Qué clase de habitación es esta?

:-¡Pero está ordenada!

:-Exacto, demasiado ordenada…-el abuelo se encaminó al armario y lo abrió; todo estaba en orden.

:-¿Qué haces abuelo?

:-¿Dónde metiste todo tu desorden?

:-Hoy no nada realmente. –Mintió el pelinegro mientras ponía la boca en forma de 3 y miraba al piso.

:-Ajá –contestó mientras se dirigía a la cama, se arrodilló y levanto la sabana; tampoco había nada debajo de la cama. –Vale, de verdad está en orden todo, vamos a cenar Luffy- Garp se giró y se dirigió a la puerta sin notar que arriba de ella había una bola gigante de ropa y otros artefactos pegada al techo con cinta americana. Salió de la habitación y cerró la puerta.

:-Ufff –La puerta se abrió de repente.

:-¡LUFFY SERÁS IDIOTA! ¡¿CÓMO CREES QUE NO ME DI CUENTA?! ¡LAVA YA ESA ROPA GUARRO!

:-¡Aahh! –Luffy salió corriendo esquivando los ataques de su abuelo, quien le aventaba toda cosa que encontraba a su alcance.

En la sala  Sabo y Ace se miraron de nuevo y luego suspiraron. Sería una larga noche.

~~~*~~~

Martes 09:00 pm

Ese había sido un largo día para el flamenco, quien en el transcurso del mismo no había podido dejar de ver a escondidas la foto de su “nuevo objetivo” incluso había cometido la imprudencia de sacar el teléfono delante de los directivos:

:-Doffy, ¿estás bien? –Había preguntado Diamante –Te noto algo distraído –Doflamingo guardó de inmediato el teléfono.

:-Fu fu fu fu, claro, me duele algo la cabeza, eso es todo.

Aunque lo que realmente tenía Doflamingo era la urgencia de volver a verse con Crocodile.

Se sirvió una copa de vino, prendió su computadora y se puso manos a la obra. La tecnología no era lo suyo, pero siempre que algo que le interesaba Doflamingo olvidaba su enemistad con esta. Abrió su cuenta de Facebook por primera vez en tres meses, tres solicitudes de amistad, dos mensajes (de Trebol y Diamante) y cincuenta y nueve notificaciones:

“Pica te ha invitado a jugar Dragon City”

“Pica te ha invitado a jugar Criminal Case”

“¡Pica necesita ayuda! Dona un par de vidas!

:-Fu fu fu fu, maldita sea Pica, consíguete una vida. –Dijo Doflamingo molesto. Cerró las notificaciones y en el buscador colocó el nombre que últimamente tanto había pronunciado: Zero Crocodile, dio enter y cientos de resultados aparecieron, sin embargo no encontraba el que estaba buscando. Borro lo anteriormente escrito para poner Crocodile Zero.Nuevamente aparecieron cientos de resultados pero sin lo que él quería encontrar. Y así probó más veces con nombres parecidos al de Crocodile: “Cero Krokodile” “0 Crocodile” “Cocodrilo Cero” “kRocO0DhiLLe” “el del culo bonito” pero nada aparecía. Cansado de tanta estupidez se rindió; abrió una nueva ventana en el navegador y se puso a ver una película de mafiosos, películas que le apasionaban bastante. La película trataba de dos Jefes uno de la mafia alemana y otro de la mafia francesa que entraban en guerra por ver quien distribuía todo tipo de drogas en la mayor parte de Europa. En la película los dos jefes utilizaban estrategias como sobornar autoridades, aliarse con bandas de delincuentes pequeñas, amenazar a figuras importantes de diferentes países, etc “como si la cosas fueran tan fáciles” pensaba el rubio.  En determinada parte de la película alguien mencionó la palabra “Sir” una palabra elegante utilizada para referirse a un hombre de manera cortes, inmediatamente Doflamingo pensó en su más reciente (Y muy candente) amante. –Vale, realmente nada pierdo intentando- dijo con resignación. Abrió de nuevo Facebook y en el buscador tecleó Sir Crocodile; aparecieron 35 resultados, entre los que se encontraba un perfil con la foto del apuesto hombre que lo tenía loco. –Fu fu fu fu, te encontré.

~~~*~~~

Miércoles 6: 00 am

Zoro despertó al mismo tiempo que sonaba su despertador, llevar toda una vida despertándose a esa hora le había regalado esa habilidad.

Se levantó, cambió y peinó para luego dirigirse a desayunar; encontró a su padre cocinando un omelette de Jamón y queso: su especialidad. El lunes, cuando se le informó que el club de Kendo había cerrado Zoro se sintió mal, había dejado de practicar Kendo en alguna escuela desde hacía 5 años y el no hacerlo limitaba de muchas formas la oportunidad de participar en algún torneo y por ende obstaculizaba el objetivo de ser el número uno. El peli-verde tenía la esperanza de volver a practicar Kendo de forma profesional ese año y pensaba que sería genial hacerlo en la escuela.

El darle la noticia a su padre no lo había hecho sentir mejor. Un gran suspiro salió de la boca de su padre quien cuestionó a la juventud actual por no mostrar interés en algo tan hermoso como el kendo. Después de discutirlo acordaron buscar una escuela aparte ya fuera los fines de semana o después de la preparatoria para que así Zoro no tuviera que preocuparse por sus estudios.

:-Buenos días

:-Hola

:-Hoy es el gran día, ¿verdad?

:-¿Gran día?

:-Hoy eliges club

:-Oh, sí. Iré a cocina.

Mihawk apagó la estufa, dejó la espátula a un lado y miro seriamente a Zoro.

:-¿A cocina?

:-¿Qué?

:-Dijiste que ibas a entrar a cocina.

:-¿Qué? No, no, voy a entrar a baloncesto. -Los penetrantes ojos del pelinegro seguían observando al menor. Después de un breve periodo de tiempo, Zoro agregó:- Sólo tengo hambre- Sin embargo Mihawk sabía que eso era una mentira; conocía bastante bien a su hijo.

06:45 am

Zoro salió de su casa para dirigirse a la escuela, Mihawk había insistido en llevarlo, pero el testarudo peli-verde se negó; “Si me sigues llevando me volveré un flojo, iré por mi cuenta esta vez, ni que fuera a perderme” había dicho.

Giró a la izquierda, luego a la “derecha” y posteriormente a la “izquierda” de nuevo. No vio la avenida en donde se supone que debería de tomar el bus. En su lugar se encontró con una zapatería, en una calle bastante pequeña; ningún auto pasaba por esta.

“Vale, sólo tengo que regresar por dónde vine” –pensó. Giró a la izquierda, luego a la “derecha” siguió recto por la calle y finalmente vio la avenida en donde se tomaba el bus. Se subió al primero que pasó, pagó y se sentó al lado de la avenida. Por alguna razón, la avenida le parecía diferente a lo que usualmente veía cuando Mihawk lo llevaba, pero ahí estaba todo; el Mcdonalds, la peluquería, la mercería, todo estaba ahí pero tenía algo diferente. Sin tomar mucha atención a ese sentimiento de que algo era diferente Zoro se tomó un tiempo para reflexionar sobre los clubs. Su padre (quien se puso sumamente triste al saber que el club de Kendo había cerrado) le recomendó el de baseball, pues en sus tiempos era el mejor club de Paradise, sin embargo a él no le llamaba tanto la atención. Luego estaba el club de baloncesto que era el que más llamaba su atención, además de que ese chico Luffy le caía bastante bien. Lugo pensó en los talleres, no sabía dibujar ni le interesaba aprender, leía un libro muy de vez en cuando, el equilibrio de colores, formas etc tampoco le llamaba, ni siquiera estaba seguro de que era, por lo que pintura, literatura y diseño estaban descartados. Sólo quedaba cocina. Zoro sabía cocinar uno que otro plato, pero no era algo que disfrutara especialmente. Pensar en cocina inevitablemente lo hizo pensar en Sanji. La forma en que se movía dentro de su espacio, la leve sonrisa que se marcaba en su rostro eran cosas que Zoro no comprendía del todo ¿Qué lo hacía tan ágil? ¿Qué le provocaba tanto placer? ¿Por qué a pesar de ser alguien que parecía disfrutar de la actividad física prefirió un taller tan ameno? Muy pronto él mismo se contestó esas preguntas: Porque Sanji amaba tanto a la cocina como él amaba el kendo.

El autobús se detuvo, esperando a que el semáforo volviera a estar en verde. Zoro veía por la ventana mientras escuchaba música con sus audífonos, la misma canción se repetía una y otra vez; era mezcla de dubstep-rock-metal, entonces vio por la ventana a Luffy caminando de la dirección contraria, hacia donde él estaba. Luffy parecía distraído, más bien cansado; tenía unas grandes ojeras debajo de sus ojos, no parecía que hubiese dormido bien. Cuando el peli-negro pasó al lado del camión, Zoro se quitó los audífonos y toco la ventana; Luffy volteo y vio a Zoro, entonces el semáforo cambió a verde y el autobús aceleró.

:-¡Vas a la diversión precaria! –Escuchó gritar a Luffy.

“Diversión precaria” –pensó Zoro- “¿Qué habrá querido decir?” –El peli-verde no le tomó mucha importancia hasta que finalmente entendió el mensaje.

~~~*~~~

Miércoles 7:45 am

Sanji había llegado temprano (al menos en comparación a la hora a la que siempre llegaba) debido mayormente a que una pesadilla lo despertó poco antes de que sonara la alarma. Recordaba vagamente el mal sueño, había empezado con él mismo acariciando un perro muy grande que, sin darse cuenta, se terminaba transformando en parte de la barba de ese horrible hombre. Para cuando Sanji se daba cuenta de que el perro ya no era más un perro la cabeza era tan grande que simplemente abría su boca y se tragaba a Sanji. El joven había despertado sudoroso y con un grito atorado en la garganta que le quito por completo las ganas de volver a dormir.

Sacó de su mochila el nuevo manga que había comprado, estaba a punto de leer cuando un portazo lo distrajo; era Usopp, parecía bastante alterado.

:-¿Todo bien? –preguntó Sanji algo preocupado.

:-No. No, no o sea sí, sí, sí, sí todo excelente –Contestó Usopp bastante nervioso.

:-¿Seguro?

:-¡Oh compraste el manga que te recomendé!

:-Oye, no cambies el…

:-¡Shishishishi! ¡Diversión precaria! ¡SHISHSISHISHSISHI! ¡Zoro eres todo un caso! –interrumpió la risa de cierto peli-negro.

:-Ya cállate, llevas riéndote todo el camino –regañó Zoro mientras atravesaba la puerta.

:-Hola chicos, ¿qué pasó? –preguntó Usopp, quien seguía algo nervioso.

:-Hola –saludó Sanji

:-¡DIVERSIÓN PRECARIA! ¡SHISHISHSISHISHISHISHSIHSISHISHISHSHI!

:-¡QUE YA TE CÁLLES! Nada, realmente nada pasó.

:-¡Shishishishi! Ho… hola shishishis, lo que pasa es que, shishishishi

:-¡Si vas a contar la historia cuentala bien, idiota!

:-Va… shishishi vale –Y así, entre carcajadas y con lágrimas en los ojos Luffy contó la anécdota, ocasionando que todos se rieran, todos a excepción de Zoro quien, sonrojado, miraba con orgullo hacía otro lado, al poco rato llegó Nami, a quien también le contaron la anécdota provocando que las burlas revivieran.

9:30 am

La primera hora había pasado con relativa tranquilidad; Luffy había vuelto a reírse de vez en cuando contagiando la risa a todo el salón, pero a excepción de eso nada más había pasado.

Los cinco amigos hablaban animadamente, cuando, de repente, Vivi llegó corriendo al salón, llamando la atención de todos.

:-Vivi, ¿qué pasa? –preguntó Nami intranquila

:-La escuela…

:-¿Qué pasa con la escuela?

:-¡Alguien grafiteó la escuela! ¡TODA LA ESCUELA! ¡ES HORRIBLE!

Todos quedaron shock. Sólo cierta escuela rival sería capaz de hacer algo así.

Notas finales:

Por si no lo recuerdan Sancrin es el tipo que hacía de Manager de Brook durante el timeskip
cinta americana= la cinta gris de secuestrador 

Lo que Luffy le dijo a Zoro realmente fue:

:-¡Vas en dirección contraria!

¿Ustedes le encuentran sentido a mis títulos?

Capítulo con contenido extra a la versión original.


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