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De rupturas y anillos por keny_shawol

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Notas del capitulo:

¡Hola!


Ha pasado un tiempo, ¿no es así?


Escribí esto por la tarde, y realmente creo que necesito escribir más de nuevo, no lo he hecho por un tiempo.


Es corto como siempre y espero que le guste.


¡Nos estamos leyendo!

Minho realmente no estaba seguro de lo que estaba haciendo frente a la puerta del departamento que una vez compartió con Kibum.


 


Su mente era un mar de ideas locas, algunas más que otras.


 


Sólo que esa mañana después de buscar entre su armario por su camisa negra favorita, había dado con la caja.


 


La. Caja.


 


En realidad, era una pequeña caja, negra. Dentro tenía lo que Minho nunca pensó que terminaría en sus manos. La verdad era que Minho estaba seguro que en algún momento se casaría, tendría una vida feliz a lado de su pareja y todo parecería un maldito cuento de hadas. Sólo que muchos años después; pero cuando Kibum había hablado sobre bodas – específicamente su boda – y sus pequeños y rasgados ojos brillaron de esa manera en que le decía que era feliz, Minho supo que haría cualquier cosa para hacerle feliz y que el momento había llegado.


 


Habían pasado cuatro semanas de eso. Y después de que Kibum hablara sobre su boda él había corrido a la joyería y comprado el pequeño aro plateado con pequeñas piedras brillantes en él.


 


Era ese. Lo supo desde que lo vio. Era justamente lo Kibum representaba, y estaba seguro que Kibum lo amaría.


 


La pequeña caja ahora estaba dentro de su bolsillo y Kibum nunca había visto el anillo. Y tal vez estaba exagerando, pero sentía como si la pequeña caja pesara unos kilos dentro de su bolsillo.


 


¿Era porque estaba nervioso? Minho no estaba seguro.


 


Recordó entonces a Kibum. Ellos habían salido a cenar con el mejor amigo de Kibum, Taemin, y su novio, Kim Jonghyun. Taemin había estado sonriente y Jonghyun había dicho que haría de Taemin un hombre honesto, entonces un anillo había brillando en los delgados dedos de Taemin y así había comenzado.


 


Tendremos una boda enorme, Taemin había dicho, todo sonrisas y ojos brillantes, ya sabes, Jonghyun tiene muchos amigos, la familia es grande, será en ese hotel en el centro de la ciudad, por la noche, habrá luces y una pista de baile en el centro, y por supuesto, Kibum, tú serás el padrino. Todo será a lo grande.


 


Kibum entonces le había mirado y sonreído, ¿por qué no sólo algo pequeño? Pero Taemin había negado con la cabeza y su sonrisa se había extendido, Oh no, será tan grande como quiera, cuando tengas tu boda entonces lo haremos a tu manera.


 


Entonces Kibum había reído y se había inclinado contra él un poco más. Por supuesto que sí, cuando sea mi boda, será pequeña, y al aire libre, vestiremos de blanco, tal vez perla, habrá flores aquí y allá; y velas muchas velas porque la recepción será por la noche, y un hermoso jardín estará tras nosotros.


 


Minho se había quedado boquiabierto después de las palabras de Kibum. Ellos nunca habían hablado de matrimonio, pero después de dos años de vivir juntos, era lo correcto. Y se sentía correcto, era el momento, Minho decidió.


 


Después de eso había corrido a la joyería y cuatro semanas después tenía el anillo, una bonita caja negra, y Kibum había terminado con él.


 


Ahora después de recordar todo eso, Minho estaba seguro que era la idea más loca que había tenido.


 


Kibum y él habían terminado y claramente no estaban por casarse. Entonces, se preguntó, ¿Qué diablos estoy haciendo parado frente a la casa?


 


Kibum y él tenían vidas muy ocupadas, fue por eso la ruptura. El actuaba y tenía agendas en que a veces no veía a Kibum por días y Kibum tenía su propia línea de ropa y a veces llegaba tan tarde que Minho siempre estaba dormido cuando él entraba en la cama.


 


Un día los gritos llegaron, los reclamos se hicieron presentes, las lágrimas habían bañado su rostro, y todo había terminado.


 


Pero el amor seguía ahí. Dios, Minho aún lo amaba y Kibum era lo más precioso que había llegado a tener. Era lo mejor que le había pasado.


 


Tal vez por estaba ahí, decidió. Tal vez quería verle una vez más, decirle que le amaba, que tenía un anillo, que había pensado en todo. Sí, él quería decir eso.  


 


Minho suspiró, mientras sus pasos lo guiaban de un lado a otro del pasillo, palmeando su bolsillo y sintiendo el peso de la caja.


 


¿Él en verdad estaba a punto de hacerlo?


 


La puerta se sentía tan cerca y a la vez tan lejos, y Minho pensó que tal vez sólo debería marcharse e intentarlo otro día, cuando tenga algo mejor preparado, cuando realmente él y Kibum estuvieran en mejores condiciones.


 


Minho miró la puerta y cuando estaba debatiéndose una vez más entre tocar y escapar de ahí, la puerta se abrió.


 


Kibum estaba de pie, tenía un abrigo negro que Minho recordaba como suyo y unas hojas en sus manos. Su mirada le encontró y Minho sintió que realmente el aire escapó de sus pulmones.


 


Dios, Kibum era hermoso. Demasiado lindo, con esos ojos de gato y esos labios que Minho amaba besar. Y le estaba mirando, después de todo ese tiempo, le estaba mirando directamente a los ojos.


 


—¿Minho? —Él pregunto y parpadeó como si no pudiera creer que lo tuviera frente a él —. ¿Qué estás haciendo aquí?


 


Minho tragó, y la caja en su bolsillo se sintió mil veces más pesada. Sonrió, sin embargo y avanzó un poco más hasta Kibum.


 


—Sólo… realmente… —Mordió su labio inferior, y buscó sus ojos una vez más —. Estoy un poco nervioso, yo realmente… Kibum, te he extrañado mucho, y he estado pensando todo este tiempo en ti. Te extraño, cariño. Sólo quiero decir eso, te extraño, Bum.


 


Los labios de Kibum temblaron, pero Minho creyó que el indicio de una sonrisa se asomaba en sus labios. Sus ojos parpadearon una vez más, pero encontró la mirada de Minho, mientras mordía su labio inferior.


 


—Nosotros realmente somos esa clase de pareja rara, que ni siquiera en las rupturas puede ser normal, ¿no?... bueno, éramos —Balbuceó y Minho pudo ver que sostenía las hojas en su mano un poco más fuerte —, pero, te he extrañado también, Minho, mucho.


 


En sus labios bailó una sonrisa y Minho sintió que el peso del mundo dejó de descansar sobre sus hombros.


 


—Hemos sido la mejor pareja, sin duda, cariño, y también quiero decir algo más… reduje mi agenda, no haré más de lo estrictamente necesario —En realidad no estaba seguro de cómo eso había escapado de su boca, pero lo había hecho y quería que Kibum lo supiera.


 


—¿Por qué me dices esto?


 


—¿Por qué? —Minho bajo su mano hasta su bolsillo y sintió la caja contra sus muslos. Miró a Kibum y sonrió —. Porque sé que eso terminó con nosotros, porque mientras estaba en una entrevista, pensé en ti y en qué estarías haciendo y lo mucho que me gustaría estar a tu lado, de nuevo.


 


—Minho.


 


—Porque realmente he extrañado tenerte a mi lado, y he extrañado que me patees por las noches mientras dormimos, pero que después me pidas que te sostenga mientras duermes. Y extrañado que me regañes por las mañanas porque no llevo camisa en el desayuno.


 


—También he extrañado eso… el regañarte y verte sin camisa por las mañanas. —Kibum agregó con una sonrisa.


 


—Y extraño el café, y tus sonrisas. Extraño ver películas como cuando éramos más jóvenes y extraño que bromees y que rías. Dios, extraño tu risa y que te apoyes en mi cuando ríes y que golpees mi brazo. Extraño besarte y abrazarte, te extraño, cariño, y si tengo que dejar de actuar, entonces lo haré, porque te quiero en mi vida de nuevo. No importa qué.


 


—Yo nunca he querido eso, Minho —Kibum se acercó a él y sonrió —. También te extraño y todo eso, y un montón de cosas más. También lo hago —Minho le miró directamente a los ojos y Kibum subió su mano hasta su mejilla —. Y no quiere que dejes de actuar u otra cosa que quieras, yo sólo quería más de tu tiempo, y sé que tu querías más del mío, también, y sé que todo salió mal, y que tal vez debimos hablarlo antes de terminar así.


 


—Te amo, Kibum.


 


—También yo.


 


—Te quiero, y te quiero conmigo siempre. Te amo. Y quiero tus regaños y tu risa. Quiero que uses mi ropa, aunque te quede grande —Kibum rio —. Quiero el café y quiero que cocines. Quiero me digas que me amas y quiero decírtelo muchas veces. Quiero consentirte y quiero verte sonreír —Minho suspiró, entonces buscó en sus bolsillos y tomó la caja —. Kibum, —Minho sostuvo la caja y la abrió. Los ojos de Kibum se abrieron y su mirada cayó de la caja a él un par de veces —. ¿Quieres casarte conmigo, cariño? —Lagrimas brillaron en los pequeños ojos de Kibum, pero él no habló —. Yo puedo caer de rodillas si quieres, —Y lo hizo. Y Kibum le miró desde arriba —. Lo tenía desde hace un tiempo, pero paso, ya sabes y no pude hacerlo, pero te amo, y cuando hablaste de nuestra boda con Taemin, lo supe, te quería por siempre en mi vida —Minho respiró y le miró —. Entonces, ¿quieres casarte conmigo? Sé que ha sido la peor propuesta de matrimonio, pero…


 


Kibum cayó de rodillas frente a él y las lágrimas seguían bañando su rostro cada vez más rápido. Pero sonreía. Sus manos dejaron caer las hojas que sostenía y fueron hasta su rostro, acariciándole la barbilla.


 


—No.


 


—¿No?


 


—Ha sido la peor propuesta de matrimonio, Minho —Él sonrió, mientras sus manos se enredaban en su cuello. Kibum sonrió una vez más y entonces lentamente estrelló sus bocas juntas. Y era como respirar de nuevo —. Y no voy aceptar esto cuando acabamos de regresar.


 


—¿Lo hicimos? —Kibum rio y golpeó su brazo.


 


—Lo hicimos —Le miró de nuevo a los ojos y mordió su labio inferior —. Y…


 


—¿Y?


 


—Y te daré una pista de como una propuesta debe ser realmente.


 


—¿Es así?


 


—Y te daré una pista más —Minho sonrió y le acercó más a su cuerpo.


 


—¿Sí?


 


Kibum le besó de nuevo y le sintió sonreír contra el beso. Y una vez más fue perfecto. —La respuesta será: sí.


 


 


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