—No entiendo como Kyungsoo de día es uno y con alcohol es otro —Poniéndose el cinturón Luhan le sonreía— Me da mucha risa como se entrega al alcohol
—Nadie lo entiende, ni el mismo Jongin
—Mira Hunnie, hay un incendio —Con sus dedos largos apuntaba a la luz provocada por el fuego en medio de la madrugada
—Mientras no sea nuestro apartamento todo estará bien —Sehun bajo la velocidad tras escuchar las sirenas del camión de bomberos y ver las torretas brillar tras el auto, así también para orillarse y darle paso a la unidad.
Las fiestas que Kyungsoo daba eran inexplicablemente fantásticas, su alma fiestera interna solo salía cuando tenía un alto grado de porcentaje de alcohol en su sangre, y Jongin se ponía muy feliz, pues este terminaba tan caliente como el fuego y el único que podía enfriarlo era él y su dotación de sexo con buenos movimientos. Según este presumía.
Y realmente ellos no eran los únicos que tenían su dotación en todas las noches de fiestas, también estaba Chanyeol y Baekhyun, que siempre lograban atrancar la puerta de la cocina y hacían sus fechorías en la encimera sin que nadie los interrumpiera.
Solo Sehun era el tímido que no lograba tener nada con su compañero de apartamento. Llevaba viviendo (y enamorado) con Luhan por tres años y medio, y a lo más lejos que había llegado eran los abrazos de cumpleaños. Podía sentirse envuelto en los brazos del mayor, dándole calor y deseándole muchos años más, los cuales él quería vivir siempre al lado de Luhan, pero todas esas palabras de confesión se quedaban atoradas en la garganta.
Que Luhan tuviera el sueño pesado se había convertido en una gran ventaja para el menor, por las noches, cuando este no podía dormir, simplemente se escabullía por la habitación de su compañero y lo observaba dormir unos cuantos minutos hasta que le contagiara el sueño, por la tranquilidad y la relajación que este portaba.
"Suena mi sirena y siento la sensación de insatisfacción"
Hoy iba a ser la noche donde por fin le diría todo a Luhan, pero su indecisión y verlo hablar cálidamente con un compañero de su clase lo desanimo e hizo que se pasara la fiesta completa sentado, observándolo con enojo y bebiendo jugo de naranja. No podía darse el lujo de beber alcohol cuando tenía que manejar de regreso.
Tenerlo a un lado suyo siempre fue una cosa que lo puso nervioso, pero ya con el paso del tiempo se había acostumbrado lentamente a su presencia y había logrado crear una personalidad fría e indiferente que lograba ocultar todo su sentir. Miraba que Luhan se le había pasado bien en la fiesta en casa de Kyungsoo, y aunque él no le hubiera dicho nada, al menos se sentía tranquilo porque él se había divertido.
La sonrisa de Luhan estuvo presente toda la noche, mientras miraba como Kyungsoo caía en la locura del alcohol y como Baekhyun sin estar pasado de copas se le arrepegaba a Chanyeol muy acarameladamente para así poder atrancar la cocina y no salir en muchas horas. Pasaba su mirada por Sehun pero este solo estaba sentado en el lado contrario de la habitación bebiendo jugo de naranja y miraba como él otro tenía su mirada perdida en algún punto inexistente de ese lugar. Solo que Luhan no sabía que ese punto inexistente era él.
No podía olvidar el día en que le comentaron que tendía compañero de habitación. Se imaginaba que sería alguien gordo, y sucio, que no tendría su cuarto limpio y que sería alguien asqueroso que con solo verlo tendría ganas de vomitar. Pero su vida dio un giro total al ver entrar a una persona con el pelo teñido de rubio iluminando por completo el sombrío apartamento.
Inclusive su sonrisa era brillante mientras miraba quien sabe qué cosa quemarse.
Todo en Luhan era brillante para Sehun.
"No seas tímido Sehun, si sigues callándotelo... ¿Cómo sabrás si Luhan también siente lo mismo por ti?"
"Va a llegar alguien más valiente que tú, le hablara, lo conquistara y tú no podrás hacer nada porque siempre lo callaste"
Casi se pasaba un semáforo en rojo por pensar en los que Jongin y Chanyeol más de una vez le han dicho. Si no hubiera sido porque Luhan grito y paso su mano al muslo formando un puño con la tela de su pantalón, hubieran sido chocados por una camioneta que no media su velocidad.
Con el corazón en la garganta Sehun miro al frente y después a Luhan que tenía sus manos y labios temblando de miedo.
—¿Estas bien? —Luhan con la cabeza asintió. Sehun no dijo nada más y arrancó cuando el semáforo por fin se puso en verde, unas cuantas cuadras más y ya estaba llegando a su edificio.
El menor puso seguro al carro. El estacionamiento solo era alumbrado por unos faroles centrales color rojo, daban un aspecto un poco tétrico, pero al menos él podía distinguir los ojos cafés de Luhan, y como su pupila se dilataba por la oscuridad mientras lo observaba fijamente.
—Tengo que decirte algo Luhan —Sus manos estaban hechas puño, decidió hacer algo en cuanto entraron al estacionamiento del edificio.
Iba a confesarse.
—Si es por lo de ahorita, descuida, estamos bien, no nos pasó nada —El mayor le mostró una sonrisa que de nuevo volvió a paniquear a Sehun
—No es eso, es algo... un poco más complicado de decir
—Y ¿Por qué no me lo dices en el apartamento? estamos a 8 pisos de el —El mayor le sonrió dándole confianza
—Porque ya no voy a poder —Con un hilo de voz logro articular sus palabras, y Luhan solo le sonrió
—Anda, ya dímelo. Aunque no entiendo porque cerraste el carro con llave. No me vas a matar o ¿sí? —Entrecerró el cejo achinando sus ojos
"Solo quiero matarte a besos Luhan, no más"
—Lu...—mordió su labio inferior y se acomodó para quedar frente a frente. El rubio lo miraba fijamente a los ojos, sentía su cuerpo arder, ahora el necesitaba un camión de bomberos. Cerró sus ojos, tomo todo el aire que sus pulmones le permitieron tomar— Me gustas
Cuando Sehun abrió sus ojos vio como el mayor tenía sus ojos más abiertos de lo normal.
—No me estas echando mentiras verdad —Luhan trago duro
—Nunca te echaría mentiras —Pasó su mano acomodando un mechón así como acariciaba su cabello, su corazón latía a mil por hora con tan solo sentir el cabello del contrario.
—¿Cuánto tiempo Sehun?
—¿Qué...?
—¿Cuánto tiempo me lo has estado ocultando? —Sehun podía jurar que Luhan quería gritar pero había algo que lo controlaba, quizás y era por no parecer urgido, o quizás era porque su sorpresa había sido arruinada.
Una semana. Se había tardado una semana entera en escribir esa carta, pero Sehun se le adelantó.
—No sé, desde que te conocí y si...
—Deja de estar diciendo cosas que no comprendo y solo bésame
"Después que ese incendio conseguimos tener todo claro"
No lo dijo dos veces, Luhan ya estaba pegado a los labios de Sehun probándolos por primera vez en casi cuatro años. Por fin podía tener ese tacto que tanto anhelaba, que tanto había querido sentir desde que lo vio por primera vez. Sehun era esa pequeña persona que le atormentaba el corazón y hacía que se estrujase como nada en el mundo. Amaba a Sehun con su vida, adoraba verlo, adoraba sentir su presencia a un lado de él.
Baekhyun fue el primero en insistirle en confesarse a Sehun, su amigo no aguantaba más el hecho de verlo sufrir por ese muchacho. Chanyeol le había dicho a Baekhyun de ese amor oculto, y prácticamente obligo a Luhan a que este se confesara, y el pobre rubio tardo una semana en escribir una carta donde exponía todos y cada uno de sus sentires. Para que finalmente Sehun dijera todo en un arranque de pánico. Al parecer trabajar bajo presión funciona un poco.
Y en una maniobra inexplicable ambos ya estaban en la parte trasera del auto.
Sehun estaba sentado con Luhan ahorcajadas sobre él, las manos de Luhan iban desde cabello hasta el cuello, y sus manos estaban en la cintura de Luhan, abrazándolo y aprisionándolo contra él.
—¿Por qué no me lo habías dicho antes? ¿Cuántas veces hubiéramos estado así? —acariciaba el negro cabello de Sehun y lo miraba con ojos anhelantes
—Es lo mismo que yo te pregunto —Se acercó a besar su cuello marcándolo
"Mi asiento trasero en llamas se agita"
—Sehun, vamos al departamento, aquí está demasiado caliente —Mientras pasaba sus manos por el pelo haciendo que el contrario continuara con lo que hacía.
—¿Es el carro o eres tú? —Le comento mientras dejaba una cadena de besos que llegaba hasta su mandíbula
—Es el carro, eres tú y soy yo —Y el mayor comenzó a moverse en cuanto sintió algo debajo de él.
—No me voy a ir de este carro hasta que esto no se baje —Toco ambas erecciones, que ya estaban punzando dentro del pantalón
La ropa comenzó a sobrar.
Sehun logro recostarse en los asientos traseros con Luhan encima de él, sintiendo como los labios del contrario pedían más. Su corazón latía como en un maratón, y estaba feliz porque el que lo provocaba estaba encima de él demostrándole sentimientos ocultos por años.
La habilidad de ver el tiempo se perdió para ellos. No sabían cuánto tiempo se la pasaron besando, ni mucho menos la hora en la que estaban. Su mundo se perdió desde el momento en el que ambos supieron que sus sentimientos eran correspondidos.
Tanto que al hacerse una sola persona en un espacio tan reducido dejo de ser importante al saber que se tenían el uno al otro. Las palabras también pasaron a un segundo plano, con besos y caricias bastaban para demostrarse todo lo que su corazón sentía.
"Mira el fuego ardiendo, voy a enfriar este calor"
La temperatura afuera comenzaba a descender cada vez más, se comprobaba por los vidries empañados. La calidez que ambos cuerpos llegaban a concebir era mágica
"No te detengas la noche recién empieza"
La diversión para ellos apenas daba comienzo. Su verdadera fiesta recién comenzaba. Disfrutarse el uno a otro de la manera amorosa que ahora estaban descubriendo era lo que les faltaba a su vida para poder llegar a ser completa.
A Sehun le hacía falta Luhan.
A Luhan le hacía falta Sehun
Cuando Sehun sentía las delicadas manos de Luhan rozar sin pudor sus largos brazos, sentía como las llamas eran cada vez más vivas, y todo era porque Luhan lo provocaba, todo era porque amaba a Luhan desde la primera vez que lo vio, y estar así con él hacía que su piel se volviera de papel con tan solo sentir el tacto del rubio, el tacto que tanto había suspirado y ansiado.
Luhan al sentir las manos de Sehun halagar su piel de manera artística, no podía sentirse más agradecido con el destino por haber hecho que le correspondiera. Sus profundos sueños, esos sueños que ni siquiera se atrevía a decirle a sus amigos por el miedo a un "qué dirán". Su enamoramiento a Sehun lo tenía tan guardado así como la NASA guarda la información acerca de la vida en el espacio exterior. Se sentía tan dichoso por tener a Sehun demostrándole su amor por la manera carnal así como por la manera tierna: con caricias y besos.
*
"Se reporta que en el siniestro no hubo víctimas que lamentar"
—Ya viste cariño, el incendio fue en el hotel que esta por la escuela —Señalo Luhan un poco adormilado, cubriendo con la sabana celeste el cuerpo que Sehun había hecho suyo por muchas veces en la noche.
—Tienes frio mi amor —Pregunto el menor abrazando por los hombros al rubio, intentando darle calor al fino cuerpo de su amante.
—Si~
—¿No es ese el hotel donde se quedan tus amigos chinos cuando vienen a visitarte?
—Si —de manera juguetona, Luhan delineaba el erecto pezón de Sehun. Cuando este salía de bañarse, con solo una toalla enredada en la cintura, miraba como pequeñas gotas no se habían ido, y admiraba como la humedad hacía ver a Sehun tan sexy que deseaba poder pasar sus manos para darle calidez a su pecho.
La sonrisa de su cara no la podía eliminar, por fin podía demostrarle cuando amaba a ese gran niño. Paso su pierna rodeando la cintura del menor y beso el pecho que anteriormente acariciaba. El menor beso su coronilla en manera dominante.
Con tiernas caricias Luhan llego a estar de nuevo debajo del menor, mirándolo directamente a los ojos, ambos interpretando esas miradas. Y cuando sonreían, todo comenzaba a cobrar sentido en sus vidas, comprendían una vez más que el destino les tenía planeado llegar a estar juntos de esa manera, comprendieron que el silencio guardado por mucho tiempo solamente era para que ellos pudieran estar más juntos en el futuro.
Con una leve preparación, Sehun logro estar dentro de Luhan, moviéndose lentamente al principio para que este llegara a acostumbrarse. Convirtiéndose en uno nuevamente, besándose sin control mientras el miembro del menor salía y entraba con mayor rapidez de la abertura del mayor.
—Luhan...—El menor logro articular con respiración agitada en el oído del contrario, sin dejar de dar estocadas demostrando el amor que este siente. Como respuesta del contrario recibió un gemido interpretado como afirmación— Quiero preguntarte...—Detuvo sus estocadas y miro fijamente al menor— ¿Quieres ser mi novio?
El mayor quedo estático ante la pregunta que le habían hecho. Había deseado escuchar tal cuestión, pero entre sus imaginaciones de cómo sería, entre esas no estaba el que se lo propusiera mientras estaban haciendo el amor.
Las manos de Luhan se posaron entre la nuca del menor para verlo a los ojos. La posición ante los ojos de cualquiera llegaba a ser la muestra de amor más perfecta que se pudiera desear.
La mirada del mayor era fija en los ojos del contrario, ahora comprendía porque se dilataban cada vez que lo miraba.
—Si...—Respondió el mayor con fuerza para terminar besando a su novio mientras el otro continuaba con sus movimientos previamente pausados por la espera de la respuesta.
El llegar al punto máximo esta vez fue diferente a las demás. Llegaron juntos con los corazones taladrando los pechos de la emoción que llegaban a sentir.
Estar abrazados y desnudos en una misma cama, era el sueño que siempre llegaba a sus mentes cada mañana al despertar, y que creían más imposible que el sol saliera de noche. Pero que ahora era más real que lo azulado del cielo.
—¿Ya viste que Kyungsoo de nuevo no está perdiendo el tiempo? —Luhan le dijo sonriendo mientras le mostraba el mensaje que habían mandado al grupo de Whatsapp que tenían en común
—No es Kyungsoo, es Jongin el que hace eso desde el celular de Kyungsoo para que el día de la fiesta se emborrache y pase lo demás
—Y nosotros que haremos —El mayor se le arrepego al pecho uniendo sus manos y caminando al mismo tiempo
—Pues iremos a divertirnos, pero no lo haremos ni en la cocina, ni en la casa de Jongin. Para eso, nosotros tenemos nuestra habitación —Le sonrió y beso tiernamente su frente para poder envolverlo en su cintura.
Y de pronto esa alarma volvió a escucharse.
Otro camión de bomberos estaba pasando.
Era la señal que ellos necesitaban para volver ir al apartamento y apagar esas llamas que estaban naciendo dentro de ellos por enésima vez.
Los camiones de bomberos correrán en cualquier momento