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Encuentros... en el antro de la perdición por Ghost princess Perona

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Notas del capitulo:

Espero que les guste...

“¿Por qué todos están mirándome?” preguntó Madara cuando entró en la oficina ese día. Sus empleados rápidamente volvieron a sus cosas, tratando de meter sus narices donde les incumbían y no tener problemas con la persona que podía acabarlos inmediatamente. “¿Acaso tengo algo en la cara?”

“No…. Emmm, señor” Yugao le puso sus mensajes en frente. “Tiene… tiene una reunión a las doce hoy y el resto del día hasta las tres están las reuniones con sus editores y…”

“¿Por qué me estás viendo así?”

“Por nada” terminó con su agenda y se fue corriendo, tratando de escapar de su presencia antes de que se enterara de lo que había descubierto sobre él. Se metió en los brazos de Hayate cuando salió de ahí, asustada. Lo que ese tipo podría hacerle si se enteraba de lo que había visto con su novio.

“Yuri” el pelinegro se acercó a los tortolitos, que se quedaron tiesos. “Y novio de Yuri” ni siquiera se acordó de corregirle su nombre. “Díganme inmediatamente lo que sea que está pasando”

“Señor…” ellos soltaron la sopa inmediatamente, lo que resultó en un lloroso Genma Shiranui siendo escoltado a su oficina. El tipo inmediatamente se puso de rodillas delante de él, rogando por su trabajo. Era su sueño trabajar en la industria mediática y si MADARA UCHIHA te despedía, entonces eras RADIOACTIVO.

“Por favor, no…”

“En el futuro” tras divertirse un rato el mayor comenzó a hablar. “Me gustaría que no metiera las narices en mi vida privada. Si estoy saliendo con alguien es mi problema, no de ustedes. ¿Me entendió?”

“Sí, señor”

“Ahora vaya a hacer su trabajo” Genma se volteó “Y borre esa dichosa foto de su celular o le prometo que no voy a dejarlo trabajar en ninguna revista por más barata y populachera que sea” sacó su teléfono e inmediatamente la foto fue cosa del pasado. “En fin, me parece que ya no tenemos nada más de qué hablar.” Levantó unos documentos, leyéndolos lentamente. “Espero esos informes de contabilidad hoy mismo”

“¿Qué no eran para la próxima semana?”

“Los necesito hoy” un dedo del Uchiha tocó la superficie de su escritorio y Genma supo que era su justo castigo por haberse metido en la intimidad de su jefe. Maldiciendo su estupidez fue directo a su escritorio a terminar los malditos informes antes de que el Uchiha firmara su carta de despido y sentencia de muerte. Se pasó una mano por el largo cabello castaño, abriendo una hoja de Excel.

“Veo que te castigaron”

“Métete en tus asuntos, Raido” su amigo se apartó, muy sonriente. Cogió un par de balances y comenzó a tipiar. “¿Por qué no te has ido aún? ¿Es que te estás regodeando con mi caída? ¿Acaso piensas que me voy a…?”

“No, sólo veo que has recibido lo que mereces” se sentó, cogiendo otros. “Venga, te ayudaré. Soy economista también. Y si fallas también falla el sector de economía.”

“Gracias” se pusieron a trabajar, logrando terminar a tiempo el trabajo. “Todavía no puedo creer que me haya mandado a hacer todo esto sólo porque le saqué una foto durante una cita con un…”

“Lo que no puedo creer es que te atrevieras a sacársela, es como si hubieras apostado tu carrera” Raido se rió. “Dime, ¿Qué tal era el chico con el que estaba saliendo? Nunca tuve ocasión de ver la foto. ¿Acaso era algún tipo de supermodelo ruso? ¿O era más del tipo intelectual, como formal? ¿Le gustaba de verdad?”

“A mí me parecía que sí” Genma se estiró. “Y yo diría que era del tipo… naturalista”

“¿Naturalista? ¿Un hippy?”

“No, más bien… un empresario con miras a la conservación, que también dona grandes cantidades a Green Peace…” su colega lo miró extrañado. “Es una persona conocida, ¿está bien? El jefe en verdad sabe escogerlos.”

“Oh, ¿Quién era?”

“Prométeme que no lo dirás en voz alta”

“Dudo que haya alguien en este edificio que no haya enterado ya de que el jefe ha estado saliendo con un chico de la alta sociedad y que se lo ha estado tirando. Además está la…”

“Eliminé esa foto” dijo firmemente. “Pero tienes un punto” le hizo un gesto para que se acercara y susurró a su oído. “Es Hashirama Senju”

“¡NOOOOOOOOOOO!” el grito se escuchó en toda la oficina, por no decir por todo el piso. Se cayó de espaldas, haciendo que todos lo miraron como si fuera un bicho raro. “¿Estás hablando en serio?” se paró. “¿El CEO de las empresas Senju? ¿Dueño de aquellas secciones que son all natural? ¿El que todos conocen como el rey verde? ¿Ese Hashirama Senju?”

“Por favor baja la voz”

“No inventes” Raido negó con la cabeza. “El jefe no sólo sabe escogerlos bien, sino que… woow, incluso para el amor ese hombre es un genio. Se ha ligado al soltero número uno de la jodida ciudad.”

“Más bien dirás al divorciado número uno”

“Y de vaya mujer se divorció” los dos se rieron. Habían visto un par de veces la película de Mesalina vs Escila y tenido sueños un poco perturbadores con la actriz principal, que incluían horribles enfermedades venéreas. “Nunca pensé que alguien podría acostarse con tantas personas en tan sólo una noche”

“Yo tampoco… supongo que por eso el matrimonio terminó”

“Sí” los chicos suspiraron e imprimieron todos los informes. “Ahora fíjate si ese pequeño demonio que nuestro jefe llama hijo y nosotros incordio venido del infierno está por ahí. Su última gracia es hacer tropezar a los empleados para que tiren sus papeleos y poner unas cuantas hojas en la trituradora para…”

“Tiene sólo tres años”

“¿Y? Tú sabes lo horrible que puede ser” los dos asintieron y uno de ellos asomó por una puerta para ver si Sasuke no estaba a la vista. En eso hubo un gran ruido.

“Camino libre. El chiquillo está muy ocupado torturando a su prospecto a padrastro”

“¿Cómo sabes que fue él?”

“¡MADRE!!!!!!!”

“Es él” corrieron a toda prisa mientras Sasuke estaba ocupado tratando de sembrar enemistad entre los dos novios. Depositaron los informes en el escritorio de su jefe y volvieron con la misma rapidez a su oficina. En medio de la huida vislumbraron al niñito siendo regañado por su madre por haberle ocasionado una caída a su novio. “Qué bien que no nos lo topamos”

“Sí, creo que me hubiera dado algo” los dos se creían a salvo… pero se equivocaron.  Un escarmentado Sasuke deambulaba por los pasillos con pegamento y orejas de burro. Untó la base con él y entró en la primera oficina que se encontró, que por desgracia fue…

“¡AHHHHHHHHHH!”

“¿Y ahora qué?” se preguntó Madara cuando terminó de aplicarle los primeros auxilios a un quejoso Senju, que en realidad quería simplemente estar cerca de él. Abrió la puerta cuando escuchó un alboroto de risas en los pasillos y en seguida se arrepintió de haberlo hecho. Lo que vio era tan ridículo.

“Madara, ¿Qué…?” cuando lo vio el castaño se echó a reír ante la bizarra imagen. Por ahí se acercaba un deprimido Genma Shiranui, con unas largas orejas de burro pegadas a la cabeza con lo que parecía ser pegamento industrial. “¡Jajajajajajaja!”

“Hummmm…” el rey de los medios intentó contener la risa, dejándolo entrar en su oficina. “¿Sasuke de nuevo?”

“Sí” hicieron silencio. “Señor…”

“No importa, retírate” hizo un gesto. “Y Genma” él se volteó y un flash le dio en la cara proveniente del teléfono de Madara. “Gracias”

“Sí, señor”

“¡Jajajajajaja!” Madara comenzó a reír también cuando pudo. Se la pasaron carcajeándose un buen tiempo. “¡No lo puedo creer! ¡Ni a Obito le ha hecho eso! ¡Es como…  jajajajaja! ¡Esto va a estar en los facebooks de todos!”

“No seas tan malo” Hashirama se limpió las lágrimas. “Aunque tienes razón en que era ¡jajajajajaja!”

“¡Tú también te ríes!”

“¡No!”

“¡Claro que sí!” se la pasaron jugando hasta que ya fue un poco tarde. El pelinegro se centró en su trabajo, intentando olvidarse de la ridícula imagen. “Creo que mañana estaré libre para almorzar”

“Sí, hay que hacerlo” consultó el calendario. “Vaya, ya se acercan las navidades. ¿Qué dirías si te pidiera que las pasáramos con mi familia?”

“Que no, sería una horrible manera de pasar mi cumpleaños”

“¿Eh?”

“Mi cumpleaños es en la víspera de navidad” le dijo, como si ya fuera de conocimiento público. “No me digas que no lo sabías”

“No, yo… supongo que sufrí un lapsus” se disculpó el Senju, buscando una forma de escape. “Claro que no la pasaremos con mis padres, aunque tendremos que ir al día siguiente” rodó los ojos. “Tienes bastante suerte, cumplir años en la víspera de navidad… ¿Qué cosas te regalan? ¿Globos de nieve, juguetes?”

“Odio la cumplenavidad”

“Yo también lo haría” mentalmente el castaño repasaba la lista de cosas que podían ser un buen regalo y, sobre todo, que en época de fiestas no estuvieran relacionadas con la navidad. Para Mito solía conseguir algún bolso de diseñador o un traje nuevo… no, eso no funcionaría. Quizás tendría que ser un poco más imaginativo… sí, eso funcionaría. Tendría que pensar en qué hacer con los pequeños, pero podría funcionar. “¿Te gustan las Bahamas?”

“Nunca he estado ahí, estoy un poco ocupado y no tengo negocios ilegales que tengan esa magnitud” el teléfono de la oficina sonó. “¿Por qué preguntas?”

“Por nada”

-Un tiempo después-

“¡Feliz Navidad!” todos brindaron, los niños con vasitos de jugo y los adultos con copas de champaña. Más temprano ese día le habían cantado el cumpleaños al Uchiha mayor, pero por alguna razón Hashirama se había negado a darle su regalo antes de que tocaran las doce. Sasuke se quedó ratito parado frente al árbol antes de ir a por los regalos, sacándolos uno por uno.

“¡Este es de mamá! ¡Por su cumpleaños! Y este… ¡También de mamá! ¡por navidad!” el pequeño se lo entregó. “¡Son del tío Izuna!”

“A ver lo que ese hermanito mío me ha…” rasgó un poco los regalos y en seguida los volvió a cerrar, con la cara roja. “Se ha pasado, esta vez se ha pasado” rápidamente desapareció los regalos en su cuarto. “Ese chiquillo…”

“Mami, ¿Qué te…?”

“Nada, hijo” acarició la cabecita de su pequeño, tratando de distraerlo de los regalos. No quería que viera lo que el descarado de Izuna le envió. “El tío Izuna sólo bromeaba”

“¿Sí?” Hashirama se acercó, deseoso de ver lo que había dentro de esos paquetes. “A mí me parece que tenía otras intenciones más…”

“Eh, espera, alto ahí” levantó las manos. “Todavía no me has dado mi regalo de cumpleaños”

“Claro que no, aquí está” le entregó un pequeño sobrecito. Sorprendido, Madara lo abrió y vio unos pasajes de avión. Eran a las Bahamas. “Pensé que necesitábamos un poco de tiempo a solas y que tú tienes que relajarte. Así que creí que regalarte un viaje sería lo mejor”

“¿Tú… quieres que viajemos juntos?”

“En el verano”

“¿De verdad?” pasó la mirada por sus pequeños, que corrían por el cuarto. “No sé, mis hijos me necesitan y yo…”

“Creo que conozco un par de personas que podrían cuidarlos mientras no estás” trató de tranquilizarlo. “Sólo te digo… merecemos un poco de tiempo juntos y… supuse que te gustaría ir a algún lugar bonito conmigo”

“Sí me gustaría, pero…”

“Tú piénsalo, no te voy a presionar” el Uchiha se sonrojó un poco, aunque todavía estaba un poco renuente a dejar a sus hijitos solos por tanto tiempo. Si sus parientes siquiera escucharan que él estaba lejos… ¡no iba a dejarlos acercarse siquiera a sus pequeños! “Tranquilízate, tus parientes no harán nada.”

“¿Cómo estás tan seguro?”

“Porque haré que mi hermano los lleve a Disneylandia” se frotó las manos. “Kawarama me debe un favor, a Minato también. Van a viajar este verano con Naruto a Disney y pueden incluir a tus tres angelitos en el paquete” ahora estaba más asustado. “No te preocupes, Kawarama sabrá como mantenerlos lo suficientemente lejos el uno del otro para que no tiren el avión.”

“¿De verdad estará dispuesto tu hermano a cuidarlos?”

“Más bien no tendrá otra opción” ahora se sentía muy bien por haberle hecho ese pequeño favor a su hermano para aligerar su situación financiera. Kawarama haría cualquier cosa para que nadie supiera que lo había ayudado a solucionar un problema. “Sólo si tú accedes a irte de viaje conmigo.”

“Lo… lo pensaré”

“Tómate el tiempo que necesites”

-Más tarde el día siguiente-

“¿En serio? ¿Un viaje a las Bahamas? ¿Y justo por la mejor fecha?” Izuna bostezó, cansado por la fiesta de la empresa a la que tuvo que ir. “Ese hombre tiene que ser muy atento. Me pregunto qué será lo siguiente que te regalará”

“Cosas mejores que tú, espero”

“La verdad, creo que te van a ser muy útiles en ese viaje” el menor parecía estar disfrutando mucho con esa situación. “¿No vas a un bonito hotel con tu pareja? Y esa lencería me salió muy cara, era de marca fina de París…”

“¡No es gracioso!” Madara estaba todo rojo mientras su hermano se moría de la risa. Para alguien tan workahólico, Izuna sin duda sabía cómo divertirse. “En fin, incluso les consiguió un niñero a los niños, pero no quiero dejarlos solos” se revolvió inquieto. “Ya sabes cómo pueden ser los niños”

“Ajá… ¿te preocupa algo más que los servicios de adopciones crean que los estás descuidando o que nuestros parientes traten de hacerles algo mientras no estás?”

“Bueno, yo…”

“Ajá… nii-san, escucha esto. Has estado viviendo prácticamente para esos chiquillos los últimos seis años de tu vida, tanto que esta es tu primera relación estable desde que los adoptaste” el abogado dijo con voz suave. “Como madre, eres perfecto. Nadie puede tener ninguna queja” el pelinegro mayor se tranquilizó. “Querer tener un poco de tiempo para ti no significa que los estés descuidando en lo absoluto.”

“Yo…”

“Además no sabes cuanto durará, así que mejor disfruta mientras todavía lo tengas” terminó el más joven. “Así que ve a pasar una semana a las Bahamas con tu novio”

“¿No sé cuanto durará? Hasta ahora nos ha ido bien”

“Por favor, nii-san, nunca has sido bueno con las relaciones. Te puede estar yendo bien por ahora, pero quien sabe dentro de un mes o dos… ¡o incluso antes!”

“Eres la esperanza personificada, ¿lo sabías?” colgó para ya no escuchar esas palabras tan desalentadoras de su hermano. ¿Acaso creía que estaba condenado a tener relaciones super cortas? Debían haber alternativas. Aparte Hashirama y él funcionaban juntos muy bien… por el momento. “Ah, sí, tengo que llamarlo” marcó.

“¿Hola?”

“Sí… ehhhhh… lo he pensado bien y… sí quiero ir a las Bahamas contigo” del otro lado del teléfono Hashirama estaba saltando de alegría. No es que le molestaran los pequeños, pero quería pasar tiempo con su madre sin interrupciones. “Pero tendrá que ser un viaje corto y si mis niños vuelven de ese viaje a Disney con un solo rasguño…”

“Me quedo sin hermano, sí, te entendí” sonrió. “No te arrepentirás, será el mejor día de tu vida”

“Eso espero”

Notas finales:

¿Qué les pareció? Review!!!!


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