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Una nueva oportunidad. por Ameno

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Notas del capitulo:

Gracias a mi beta por editar esté capítulo.

"Un nuevo Comienzo"

Capi #5

—Se siente un poco nostálgico no crees.

 

— ¿El qué?

 

—El ir a comer con amigos, como si fuéramos una gran familia.

 

—Son tus amigos y de Sasuke.

 

—Vamos Uchiha libérate de esa depresión, parece que llevas una nube negra encima.

 

—No estoy muy optimista en cuanto a lo que respecta a las cenas entre conocidos, no después de haber vivido tanto tiempo sólo escondiéndome de los demás, o sirviendo de doble agente en Akatsuki.

 

—Míralo de esta forma es el momento de aprender a socializar nuevamente, además tienes una ventaja.

 

—¿Hm?

 

—Nos toca cenar con Naruto, él está más lejos de los convencionales que nadie, podrías comer con los pies y no te diría nada.

 

—Aunque pudiera hacerlo, lo considero impráctico y antihigiénico, sobre todo porque nuestros dedos están expuestos a la suciedad al polvo y a otras cosas.

 

—Ma concuerdo, pero sino míralo de otra forma, vas conmigo soy un estupendo conversador.

 

—Un tremendo bromista dirás, deja tus burlas, pobres anbu pedirles que protejan el apartamento mientras no estamos y luego darle órdenes a Pakun de darle una mordida a todo el que entre sea ninja de Konohama o no.

 

—Si no saben esconderse mejor entonces se lo tienen merecido, por cierto a Pakun le agradas.

 

—Él también me agrada, es un ser muy sabio, los Uchihas somos más de gatos y  en mi caso yo prefiero los cuervos, pero he de decir que los perros no están  mal.

 

El peli-plateado sonrió ante el comentario y exclamó.

— ¡Magnifico entonces te presentare a los otros chicos! Cambiando de tema he aquí la pregunta del millón ¿Quién lo invito a él?

 

Señalo viendo hacia atrás al Sanin acompañado de su hijo, el cual parecía tener muchas cosas en la cabeza y ninguna buena por la sonrisa que llevaba.

 

—El jinjuruki dijo que todos estamos invitados, solo le tome la palabra.

 

—Debo decirle a ese muchacho que tenga más cuidado con lo que dice de ahora en adelante, las paredes tienen oídos siempre puede haber una serpiente deslizándose cerca de ellas.

 

—Ku ku ku ¿Aterrorizado sexto? No te preocupes mi interés no tienen que ver contigo o con el séptimo, únicamente quiero ver cómo se desarrolla el encuentro entre mi ex pupilo y su hermano mayor, se por nuestro encuentro anterior  que promete ser muy entretenido e interesante.

 

—Oh sea que nos sigues para reírte a nuestra costa, como si fuéramos un montón de payasos.

 

—Recuerda que tú los has dicho , yo no.

El peli plata entorno los ojos era muy difícil sino imposible discutir con el Sanín serpiente, con un ingenio demasiado  agudo para ponerse a la par, de pronto sintió un toque imperceptible a su lado y dirigió la vista a su compañero quien le señalo adelantándose unos pasos parándose frente a la residencia del Hokage.

 

—No caigas en sus provocaciones Kakashi, de entré los tres Sanín Orochimaru era conocido como  el guerrero con la lengua más hábil capaz de  seducir a cualquiera  con sus palabras para que siguieran sus designios.

 

—Exageraciones, de ser así hubiera conseguido tu cuerpo la primera vez que lo intente.

 

—Hmm, no hay forma en el mundo que eso suene más espantoso de lo que ya lo hace ¿Sabes que se dan muchas bromas por ese, voy a tener tu cuerpo?

 

—Las mismas que se dan con esos libros que tienes de Jiraya y los cuales lees con frecuencia aun con chiquillos presentes, que digan que soy un pervertido o un pedófilo no es nada nuevo para mí.

 

—A mí nunca me han dicho pedófilo.

 

— ¿Nooo? ¿Ni siquiera por ese rubio cabeza hueca que tienes por Hokage? Una serpiente me conto otra cosa, yo por lo menos no le he quitado nunca su segunda virginidad a ninguno de mis sujetos de pruebas ya no digamos un niño de doce años.

 

— ¡Yo nunca he hecho tal cosa!

 

—¿Entonces nunca empleaste el mil años de dolor en ninguno de tus alumnos? Según escuche de labios del propio Sasuke, usaste esa técnica en su travieso compañero de equipo; pensar que un joven e inexperto genin tuviera que enfrentarse con un jounin tan mañoso, que se aprovechara de él apenas lo conoció.

 

—Kakashi Hatake.

 

— ¿Eh?

 

Pregunto el aludido desviando su atención al Uchiha que le dio el célebre resplandor del clan junto con una mirada fría que podía calar hasta los huesos, casi podía jurar que veía sus ojos brillar mientras unas sombras negras se arremolinaban a su espalda tomando la forma de una guadaña, pero nada era más amenazante que la voz carente de emociones, mucho más  (si eso era posible) que cuando pertenecía al  Akatsuki.

 

—Si alguna vez me entero que te atreviste a utilizar esa o  alguna técnica similar en mi otouto...

 

 

— ¡Solo le hice un edema porque Naruto se comportaba como un tonto, nada más, Orochimaru es quien está tergiversando todo!

 

— ¿En verdad lo hago Kakashi kun?  ¿Y por qué estás tan asustado?

 

— ¿Quien no lo estaría ante la posibilidad de ser asesinado en sueños, por su compañero de cuarto?

 

—Yo no haría nada como eso, pero no dudaría hacerte pagar con la misma moneda.

 

— ¿Escucho eso sexto?... Me pregunto si te hubieras permitido el abusar de la estupidez de un chiquillo huérfano, ansioso por lucirse ante una chica y ganar la atención de un adulto, uno al que nunca nadie se molestó el enseñarle a manejar bien un kunai o le ayudo a estudiar y que nunca en su vida recibió nada más que miradas de odio, si hubiera tenido alguien que lo defendiera.

 

—Podrías dejar de añadirle más leña al fuego orochimaru.

 

— ¿Leña al fuego? Pero si yo sólo estoy mencionado algunas verdades insignificantes.

De pronto la puerta se abrió con estrépito y el rubio Hokage saludo a sus amigos con su energía acostumbrada, exclamando alegremente al verlo muy emocionado por la reunión que se avecinaba.

 

— ¡Me alegro que hayan venido, Hinata y los muchachos los esperan impacientes! ¿Pero Kakashi sensei porque esta tan pálido y porque tu papá tiene esa sonrisa macabra en su cara Mitsuki?

 

—Es que papi disfruta recordarle a las personas sus maravillosas memorias pasadas ¿Esta Boruto señor Naruto?

 

—Sí, pasa.

 

—El chico o es ciego y sordo a otra cosa que no sea admirar a su papa o está entrenado para no ver los defectos de cierta persona, decir que torturar a alguien sádicamente recordándole sus errores pasados es maravilloso.

 

—Ku ku ku ku,  pero que melodramático eres Hatake, solo mencioné algunas cosas de tus días como maestro del grupo de siete.

 

—¿De qué están hablando?... ¿Itachi tú lo sabes?

 

—De comportamiento deshonroso y abuso infantil.

 

— ¡Itachi no creerás que yo!

 

—No creo nada, sólo opino que algunos jounin deberían restringirse de aplicar ciertas técnicas inapropiadas en genin inexpertos, sino quiere probarlas en un futuro en carne propia.

 

— ¡Hey! ¡Ya dije que fue solo por correctivo y tu hermano nunca la sufrió!

 

—Afortunadamente para ti ¿Sabes qué gracias a estos nuevos ojos ya no me canso y puedo utilizar el tsukiyomi por 400 horas?

 

Al escuchar esto el Sanin serpiente estallo en carcajadas histéricas esto era demasiado bueno mejor de lo esperado, mientras eran observados por un confundido Naruto  quien veía al azabache y al peli-plata alternadamente tratando de entender cualquier cosa. Por su parte el ex - hokage sabía que el cuervo no echaba sus amenazas en saco roto, el enmascarado solo podía imaginarse lo que sería estar encerrado en el mundo ilusorio por casi veinte días; recibiendo sin parar el mil años de dolor aplicado por una muchedumbre de Itachis, aunque es probable estaría muerto al tercer día.

 

Así los encontraron Sasuke y su familia, por primera vez en años el hombre había optado por quitarse su capa de viajero y lucía una ropa normal aunque de color oscuro, dejando al descubierto la manga vacía en el lugar donde debió haber habido un brazo. Sus ojos tropezaron de inmediato con la persona que quería ver avanzo unos pasos ignorando a las otras personas a su alrededor, pero le gano su hija que con una sonrisa alegre, se adelantó y exclamo al ver a su tío luciendo con orgullo su ropa de entrenamiento mientras Sakura lucía una expresión mezcla de orgullo y enfado.

 

Orgullo porque su hija lucia verdaderamente bonita, con el kimono corto color rojo desmangado con el abanico Uchiha en la espalda junto los guantes negros sin dedos que le llegaban hasta el codo y los pantalones negros flexibles que le bajaban apenas un centímetro de la rodilla y las botas cortas cerradas al frente para proteger los dedos, enfado debido a que un hombre desconocido hasta hace un año y ejercía más influencia sobre Sarada que su propia madre, no importa que fuera el hermano de Sasuke la filiación que tenía la pequeña con el ex - ninja renegado era más fuerte que con su propio padre, no importa cuánto hizo ella para despertar el cariño de la pequeña por este parecía más apegada con su tío que con el hombre que le dio la vida.

 

Por su parte el mayor de los Uchiha estuvo a punto  de darse una palmada en la frente seguro que la ropa que diseño para el entrenamiento de la pequeña, solo enfurecería a la temperamental madre de la niña. Él la había hecho el día que lo convencieron que los ayudara con el entrenamiento, considerando impráctico para alguien que necesitaba permanecer en movimiento todo el día la falda de paletones y la chaqueta de punto y la camisa con manga larga que solo estorbaba el movimiento, la falda era lo más impráctico ya que con cada brinco y salto dejaba ver la ropa interior de la chiquilla y aunque llevara un short debajo solo hacía más abultada está haciendo que corriera el riesgo de quedarse enganchada en la rama de cualquier árbol o arbusto retrasando varios segundos que para un ninja podían ser la diferencia entre la vida y la muerte.

 

Por si no fuera ese suficiente motivo para disgustar más a la ya algo dolida madre, Naruto le echó más sal a la herida al comentar viendo el traje de entrenamiento de la pequeña.

— ¡Es muy bonito ese traje Sarada tu mamá te lo hizo!

 

—No, me lo hizo el tío, mire señor Hokage los guantes tienen una delgadas hojas de metal divida en secciones para permitir una buena movilidad, están hechas de una aleación especial llamado nitruro de boro y son tan duras que pueden bloquear el ataque de un arma enemiga.

 

—Te lo hizo nada más porque siempre ibas vestida de forma ridícula como una nerd.

 

— ¡No seas odioso Boruto, lo dices porque a ti no te hizo nada!

 

— ¡No lo necesito, el mismo lo dijo yo soy genial no necesito protección extra!

 

—Dije que no tengo suficiente material para hacer otras piezas y tú ya llevas ropa adecuada para entrenar, aparte de ocurrir un ataque se concentraría primero en ella ya que es probable que la subestimen por su género así que es conveniente que Sarada sea quien lleve la protección adicional.

 

— ¡Oye nisan eso es discriminación masculina!

 

— ¡Y subestimación femenina!

 

—No, se llama ganas de discutir por cualquier simpleza y si no se detienen, no los entrenaré nuevamente ¿Entendido?

 

—Si...

Replicaron los niños al unísono bajando la cabeza, entonces el cuervo acaricio la cabeza del niño rubio y comento.

 

— No se trata de favoritismo Boruto, o de subestimación Sarada, tal vez en este mundo de paz no lo entiendan pero el enemigo siempre ira primero por la que consideran la presa más débil y en este caso teniendo en cuenta lo machista que son la mayoría de los shinobi varones sería una chica, por lo que algunas ocupan las armas femeninas para distraerlos.

 

— ¿Armas femeninas?

 

—Ma, los seducen o los distraen con vestimenta provocativa.

 

— ¡Mentira yo nunca vi nada como eso en la aldea, mi maestra Tsunade nunca hizo nada igual!

 

El Sanin serpiente entorno los ojos e intervino—Eso es chiquilla porque al igual que tu, ella es demasiado enojona para ejercer una misión tan delicada, tristemente todas las labores de seducción para obtener información recaían sobre mí; hubiera sido mejor si las hubiera hecho en lugar de estar discutiendo con Jiraya, tenía dos poderosas razones que le facilitaban el trabajo…de todos modos no viene al caso ¿Qué estuviste haciendo con estos chiquillos Kakashi kun,  ya crecieron y no tienen ni una pizca de realidad sobre el verdadero mundo ninja, piensas dejarlos en la ignorancia metidos en su mundo de fantasía?

 

—No importa si es cierto o no, dejen de decir cosas como esa delante de mi hija, ella nunca se verá involucrada en ese tipo de misiones, no tiene por qué saber nada de ellas. Sarada se te vez bien el traje, es practico como la mayoría de las cosas que hace mi hermano. Itachi no sabía que podías coser.

 

—Nadie lo sabe, mamá me enseño y como comprenderás no es una habilidad que mi padre apreciaría supiera un hombre.

 

—Dis-disculpen ¿Pero porque todos están parados afuera? La cena ya está lista, pasen deben tener hambre, espero disfruten la comida.

Interrumpió a tiempo Hinata la situación incómoda, invitándolos a pasar con una sonrisa feliz y nerviosa por tener  que cocinar para tanta gente, los gustos de Kakashi e Itachi los conocía bien y aunque a pesar de haber pasado varias semanas aún no había podido conocerlo, pero su hijo le había participado lo que le gustaba aunque había exagerado un poco en lo de anoréxico, el Uchiha era naturalmente delgado y estaba atlético. Movió la cabeza debía explicarle a su hijo lo que quiso decirle a su hermanita al mencionar (cuando la sorprendió una vez hablando con la niña mientras preparaba el almuerzo de su padre) que a un hombre se le llega por el estómago; estaba segura que el niño había interpretado que la manera de congraciarse con su sensei y conseguir que lo entrenara más era darle comida.

De pronto sintió un olor tentador y se sonrojo al recibir de las manos del susodicho una caja y escucharle decir.

 

—Sé que no es la costumbre, pero quiero devolverle la atención que tuvo conmigo al enviarnos a Kakashi y a mí el almuerzo por tanto tiempo, supe por Boruto que le gustan los rollos de canela así que le traje algunos, me gustaría que los aceptara si no le incomoda.

 

—Uuh no-no sé si debería aceptarlos.

 

—Por favor, me sentiría ofendido sino lo hace.

 

—Gra-gracias es usted muy amable Itachi-san.

Naruto en ese momento estaba parado al lado de Sasuke con los brazos cruzados tenía una expresión contrariada en su cara y con los ojos entrecerrados observaba la escena mientras una gota de sudor corría por su cara, comentando con el menor de los Uchiha al ver este intercambio entre el cuervo y su esposa.

 

— ¡Rayos! Tu hermano es un casanova natural ¿Verdad? Ahora me siento nervioso de haberlo invitado a casa, temo que mi mujer vaya a caer por él apuesto que debió ser muy popular entre las chicas.

 

—No seas estúpido dobe.

 

— ¿Mi discípulo está nervioso al ver que su linda esposa está a punto de ser robada, por la deliciososa intervención de unos rollos de canela en todas sus variantes? Sencillos, glaseados, bañados en crema dulce, o con tajadas de manzana. Itachi no supo cuáles eran los favoritos de la anfitriona así que trajo de todos, no creo que nunca la panadera esperaba que le compraran 24 panes de canela.

 

— ¡Oye no te burles Kakashi sensei!

 

— No lo hago, sólo digo que lo que vi y olio mi nariz, por cierto están recién sacados del horno.

 

—No seas maleducado Kakashi, es de horrible mal gusto revelar el contenido de nuestro obsequio.

 

Le advirtió el aludido al escuchar al peli plateado, por su parte Hinata se sonrojo y llevo la pesada caja a la cocina preguntándose cual probaría de las delicias habría bajo la tapa, entre tanto todos los invitados se sentaron a la mesa. Naruto parecía muy feliz de tener tanta gente en casa y de forma imperceptible para este el Uchiha utilizo su sharingan ya que después de las quejas constantes del niño, no sabía si estaba junto a un clon o al verdadero; por fortuna era el verdadero o lo tomaría un poco como un insulto y estaba seguro que el séptimo con lo despistado que era ni siquiera se daría cuenta. Siguió observándolo todo incapaz de controlar la habilidad que se había vuelto parte de su naturaleza en los días de Akatsuki, escudriñar todo para luego mandarle informes a Jiraya sobre la organización y a veces odiaba su capacidad, porque podía ver lo que otros no.

Ahí estaban los hijos repitiendo los errores de sus padres Sarada y Boruto luchando tan desesperadamente por la atención de sus progenitores y estos ignorándolos tal como hicieron los padres de estos en su momento uno por estar demasiado concentrado en su talentoso hijo mayor, olvidándose del aún más talentoso hijo menor y el otro por haber muerto antes de tiempo, demasiado confiado en la capacidad de un anciano  sumamente blando para asumir la oscuridad de una aldea muy herida y llena de rencores para recordar que un niño es sólo eso un niño. Fue sacado de sus cavilaciones por un ligero toque de rodillas y escucho la voz susurrante de Kakashi que sonreía mientras veía a Boruto discutir con su padre.

 

—Deja de estar perdido en tu mundo Itachi, tu hermano te ha estado observando fijamente desde hace un rato y te hicieron una pregunta.

Maldiciendo su tendencia a soñar despierto estos últimos días, el aludido se recompuso y estaba a punto de inquirir que le había preguntado cuando recordó las palabras exactas de Kakashi y lanzándole una mirada de reprimenda inquirió (haciendo sonreír desilusionado al jounin al ver que el azabache no cayó en la trampa)

 

—Disculpen, estaba distraído ¿Alguno de ustedes me pregunto algo?

 

—Si Dattebayo quería saber, cómo le hiciste para estar oculto tanto tiempo.

 

—No tuve que hacerlo nadie me buscaba.

 

—Pero ese tipo raro Shin, que mencionaste...

 

—Eso sólo ocurrió hace unos pocos años, es sólo un fanboy obsesionado conmigo de un modo algo diferente.

 

— ¡Oooh! ¿Así que su admiración se transformó en algo más? Me preguntaba cuando sucedería, faltaba poco para que tal fascinación se tornara malsana y se dirigiera a otras fronteras, sobre todo teniendo a su objeto de culto tan cerca.

 

— ¿Cómo la tuya con los ojos Uchiha, Orochimaru?

 

—Touche, pero mi interés aunque pudiera considerarse espeluznante por otros, no pasaba de mis deseos de obtener un gran poder, los de él rondaban los límites de lo enfermizo.

 

— ¿De qué hablan?—Interrumpió Naruto confundido por la conversación.

 

— ¡Eres un idiota dobe! ¡Ustedes dejen de estar hablando de esos temas delante de los niños! ¡Hermano te vienes para mi casa, estarás más seguro en ella!

 

—No.

Himawari que veía a todos lados inquirió curioso— ¿De qué hablan hermano?

 

—A alguien le gustaba mi ni-san, como a papa le gusta nuestra mama…

 

— ¿Una chica?

 

—Un chico pero al parecer a ni-san no le gustaba, porque el tipo esta re- loco, así que se fue lo más lejos posible.

 

—…

 

—…

 

—…

 

—…Ku ku ku cuantas cosas saben los niños estos días.

 

—¡Naruto es tu culpa!

 

— ¡Oye yo no saque el tópico, fue tu hermano!

 

—¡No trates de culpar a mi hermano por tu idiotez!

 

—Ma en mi opinión los niños de ahora son más listos que los de antes, hay que tener cuidado con lo que se menciona delante de ellos.

 

— ¡Podrían dejar de hablar tantas estupideces, esta no es una conversación para que escuche mi hija, no tiene que saber que existen ese tipo de enfermos!

Grito Sakura astillando sin querer el borde de la mesa el cual estaba apretando con demasiada fuerza, dirigiéndoles a todos una mirada aterradora sostenida solo por un par de personas en la sala, una de ella con el ceño fruncido y la otra viéndola con total indiferencia, entre tanto una tercera sólo se reía burlonamente del despliegue de mal humor, recordando una amiga tan temperamental como la chica.

 

 

La joven madre se froto la frente se sentía un poco excluida en la conversación y había dejado escapar algo de su temperamento pero en cierta forma le dolía que sin pretenderlo su marido luciera más feliz aquí que hace unas horas en casa, por lo menos era más abierto que con ella y eso la enfermaba, suspiro y miro al cuervo que le sostuvo la mirada con indiferencia, debía limar asperezas con su cuñado y tragarse sus celos, de siempre sabía que Sasuke no era el más afectuoso de los hombres, a no ser que se tratara de su hermano mayor y al parecer eso no había cambiado ni cambiaria nunca, así que lo mejor era intentar llevarse bien con  él ya que todo parecía indicar que de ahora en adelante iba formar parte importante en sus vidas. Miro su plato un poco triste no importa cuánto hiciera o cuanto lo intentara al parecer sólo dos personas entendían a profundidad a su esposo y sólo con ellas se mostraba tal cual era, Naruto y su hermano mayor Itachi.

Notas finales:

Por sus comentaroios y revisiones.

                             ¡MUCHAS GRACIAS!


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