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24. El viaje de Yoseob (20) por dayanstyle

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Doo Joon se apresuró a su camioneta para llegar a casa esa noche. No podía esperar para conocer a su pareja. Lanzó el cinturón de herramientas hacia el asiento de pasajeros, encendió la camioneta y salió.

El camino a casa pareció más largo de lo normal y finalmente llegó a la entrada. Los gemelos, Lee Joon y Seung Ho, estaban sentados en el columpio del porche hablando cuando él cerró la  puerta de la camioneta y  caminó  hacia el   porche.

r13;¿Dónde  está  Yoseob?

 

—Mira a nuestro hermanito —Lee Joon lo provocó—, listo para entrar y reclamar a su pareja.

—Cállate —Doo Joon gruñó apoyándose en el barandal del porche—. ¿Dónde está?

—Esa pequeña pareja tuya está llena de sorpresas. —Los grises ojos de Seung Ho brillaban con diversión. Todos los hermanos Moon tenían el cabello negro y los ojos grises, un fuerte rasgo familiar en todos ellos.

Los gemelos eran buenos chicos, pero a ellos les gustaba demasiado jugar. Doo Joon podría ser el más joven de la camada, pero era más maduro que esos dos cabeza duras. —¿Qué es lo que quieres decir?

—Seguro que será una linda esposa. —Lee Joon se carcajeó saliendo corriendo del porche evadiendo la mano de Doo Joon.

 

—Si tú no lo reclamas, yo me casaré con él —Lee Joon lo provocó desde el jardín.

—No si quieres reproducirte —Doo Joon lo amenazó.

 

—Mala suerte. Soy gay, tonto. —Lee Joon corrió hacia la parte de atrás de la casa mientras Doo Joon entró por el frente, tratando de llegar con Yoseob antes que su hermano. Siguió el maravilloso aroma que salía de la cocina y vio a su pareja con delantal y tarareando mientras ponía la mesa.

Maldición si eso no era una hermosa vista. El cabello rubio de Yoseob que caía a los lados era como el de la familia Moon pero sus ojos eran verde musgo. Su delgada figura y su pálida piel hacían que Doo Joon quisiera gemir y rogar para llevar a su pareja arriba y tenerlo de traviesas maneras.

Sabía que tenía que ser paciente. Primero que nada, Yoseob era humano y no tenía ni idea de que estaba en una casa llena de shifter-osos. Segundo, su pareja fue víctima de un imbécil que lo había golpeado según Yongguk, el lobo Timber. Si alguna vez se encontraba con el abusador de Yoseob esperaba encontrarse detrás del volante de su camioneta.

Entrecerró los ojos cuando Lee Joon entró por la puerta trasera y se acercó a Yoseob, con una enorme sonrisa en su cara.

—Huele bien, Yoseob —dijo en lo que Doo Joon asumió era una sexy voz. Su hermano necesitaba subir y practicar frente al espejo durante años. Eso apestaba.

—Lee Joon. —La voz de advertencia de su Pa llegó a la cocina antes de que su padre llegara—. ¿Quieres que patee tu trasero? Lee Joon gruñó y se alejó de Yoseob. —No le hago ningún daño. Sólo estoy provocando a Doo Joon.

 

—Doo Joon no va a querer hacerte daño cuando arranque la piel de tu trasero por acercarte a su no reclamada pareja —Pa le dijo tranquilamente al  juguetón  oso.

Doo Joon los ignoró y se acercó a Yoseob. Su pareja olía mejor que las más dulces bayas. Doo Joon quería lamerlo de la cabeza a la punta de los pies y luego repetir el proceso unas cientos de veces más. Él podría ser el más pequeño de la camada, pero se sentía como un gigante al lado de Yoseob.

—Está casi listo. —Yoseob le sonrió, y Doo Joon tenía una rabiosa erección. Esa sonrisa iba a ser su perdición.

—¿Cocinaste? —preguntó sorprendido.

 

—Si. Espero que les guste la carne al horno con vegetales. Hice ensalada de fruta de postre. —Yoseob sonrió mientras abría el horno y sacaba la carne.

Doo Joon estaba perdido en esa sonrisa. Tomó la cacerola para ayudar a su pareja y se dio cuenta demasiado tarde que la cacerola estaba caliente. Dejó la cacerola arriba de la estufa y corrió al fregadero y metió sus enrojecidos dedos bajo el agua fría. Su pareja estuvo a su lado en segundos. —¡Oh mi Dios! ¿Estás bien?

—Hazlo de nuevo. Me lo perdí la primera vez. —Lee Joon soltó una carcajada desde el otro lado de la cocina. Doo Joon entrecerró los ojos hacia él antes de volver a ver a Yoseob.

—Estoy bien. No duele —le aseguro a Yoseob, quien se veía preocupado mientras sacaba la mano de Doo Joon de debajo del  chorro del agua para examinarla.

—Me corté con papel hace un rato. ¿Puedes revisarme, Yoseob? —dijo Lee Joon desde el otro lado de la mesa. Doo Joon vio esta vez a su papá que palmeaba la parte de atrás de la cabeza de su hermano.

 

Cuándo los dedos de Yoseob tocaron los suyos, el mundo de Doo Joon se inclinó. Esas manos eran las más suaves que hubiera sentido. Las manos de su pareja se veían delgadas y delicadas. Gimió cuando Yoseob las apartó. —¿Tienes un botiquín de primeros auxilios?

—Él está bien —Pa le dijo—. Es más fuerte que eso.

 

Yoseob vio a Doo Joon desde debajo de sus largas pestañas, sus labios  formaron  una  sonrisa. —Él  se ve  así.

Doo Joon sintió su cara arder con las palabras de su pareja. Maldición si no estaba haciendo el tonto. Sintió los ojos de toda su familia en él pero los ignoró. Jugar al herido con su pareja haría que lo tocara de nuevo. —Realmente duele. ¿Podrías ponerle algo de crema para las quemaduras?

Lee Joon gruñó desde el otro lado del cuarto y giró los ojos cuando Doo Joon pasó por el botiquín de primeros   auxilios.

r13;¿Celoso? —le preguntó cuando se acercó lo suficiente para murmurarle.

—Eso  es  malditamente  cierto.

 

Doo Joon sonreía de oreja a oreja mientras tomaba el botiquín y se lo entregaba a su pareja. Estaba en el paraíso cuando Yoseob lo abrió y destapó la crema para quemaduras aplicándola suavemente con sus dedos. Él no lo necesitaba. Los Shifters sanaban rápidamente de algo como eso, pero él no iba a dejar pasar la oportunidad.

—Ya está —dijo Yoseob mientras soltaba la mano de Doo Joon—. No vuelvas a sacar cacerolas del horno sin guantes r13;su pareja  le  advirtió.

—No lo haré. —Doo Joon se puso de pie y sacó la lengua hacia Lee Joon cuando Yoseob se giró. Eso era una acción infantil, pero él y su hermano eran extremadamente cercanos y se amaban y se molestaban uno al otro. Sabía que nadie de  su familia tocaría a Yoseob, pero ellos se asegurarían como el infierno de torturar a Doo Joon haciéndole creer que estaban siendo demasiado amistosos.

—Ustedes niños, lávense mientras ponemos la cena en la mesa —dijo Pa sacándolos de la cocina. Doo Joon no quería irse pero era una orden de su padre. Se apresuró a lavarse y estuvo malditamente cerca de quebrarse el cuello cuando él y Lee Joon se apresuraban a bajar las escaleras para regresar a la cocina. Los trillizos, Hoon, Chansung, y Soo Hyun, rodeaban a Yoseob, haciéndole mil y una diferentes preguntas.

Doo Joon tomó a Yoseob de la cintura, alejándolo de sus curiosos hermanos. Presentó a Yoseob con ellos, pero le dio a cada uno de ellos una enojada mirada antes de sentarse al lado de su pareja. Pa entró a la cocina con Seung Ho detrás de él.

—¿Dónde está LEO? —preguntó Doo Joon mientras ellos empezaban a pasar la comida.

Su Pa tomó lo que parecía un delicioso panecillo. —Vendrá pronto. Bella está cerca de foaling.

—¿Qué es foaling? —Yoseob preguntó mientras se llevaba su tenedor con papas a la boca. No había suficiente comida en el plato de su pareja. Doo Joon tomó el platón de puré de papas y sirvió más en el plato de Yoseob.

—Es cuando un caballo va a parir —su Pa contestó mientras Yoseob veía con ojos más grandes su plato. Doo Joon agregó dos panecillos más y le sonrió a Yoseob, orgulloso de ayudar a su pareja a poner algo de peso en su delgado cuerpo.

—Malditamente bueno, Yoseob. —Lee Joon palmeó la mesa con su mano—. Está tan bueno como el infierno. —Señaló la carne horneada con el tenedor—. Estás contratado.

 

Todos los hermanos estuvieron de acuerdo, haciendo que Yoseob se enderezara y sonriera orgulloso. Doo Joon estaba golpeado de amor al ver el brillo en los ojos verdes de su pareja. Palmeó la pierna de Yoseob por debajo de la mesa y le dio un guiño al pequeño diablillo.

 

 

Doo Joon salió de su cuarto después de que todo el mundo se fue a dormir. Caminó hacia la puerta del cuarto de Yoseob, escuchando por un momento. Cuándo no escuchó nada, cambió y se acurrucó en el suelo fuera de la puerta del cuarto de Yoseob.

No era sólo que fuera la pareja de Doo Joon, sino que era la primera vez que estaba enamorado, y él no estaba seguro de cómo manejarlo. Olfateó el escaso centímetro bajo la puerta del cuarto de Yoseob, inhalando el dulce aroma de su pareja.

—Él está bien —dijo su Pa mientras salía de su recámara.

 

Doo Joon estaba avergonzado de ser atrapado. Su padre caminó por el pasillo y se arrodilló al lado de Doo Joon. Pasó su mano por la cabeza de Doo Joon dándole el ánimo que necesitaba para manejar sus emociones fuera de control.

—Él te aceptará. Sólo ve despacio. Estoy orgulloso de ti, hijo. Encontraste una pareja con buena apariencia. —Su padre le rascó la cabeza y se puso de pie—. Sólo no lo asustes para que quiera salir como el infierno en la mañana. Cambia antes de que despierte.

 

Doo Joon gruñó y apoyó la cabeza en sus patas. Gimió ante su padre.

—No hay una respuesta fácil, Doo Joon. Sólo recuerda que tienes una familia aquí para ti. Si alguien trata de lastimarlo, tendrán que tratar con ocho enojados osos.

Doo Joon gruñó aprobándolo mientras su padre regresaba a su recámara. Él podría ser el más joven, pero era un oso adulto. Si alguien trataba de acercarse a su pareja, él podría comérselos.

Doo Joon olió el aroma de su pareja de nuevo, llenando sus pulmones con el olor de Yoseob mientras se quedaba dormido.

 

 

Doo Joon despertó con el grito de alguien y el ruido de una puerta al cerrarse. Parpadeó y abrió los ojos dándose cuenta que seguía en su forma de oso. Mierda. El grito era de Yoseob. Puertas se abrieron y sus hermanos corrían por el pasillo hacia la habitación de Yoseob.

—Eres un tonto. Si quieres causarle un ataque cardíaco, por qué no sólo te levantabas sobre tus patas traseras y le rugías r13;dijo Seung Ho sacudiendo la  cabeza.

Doo Joon cambió, pasó entre todos y se dirigió a su habitación, tomó unos jeans y se los puso. Se subió el cierre de regreso a la habitación de Yoseob. Todo el mundo seguía en el pasillo cuando él tocó a la puerta de la habitación de Yoseob.

r13;Tigre, soy Doo Joon.

 

—¿Tigre? —Soo Hyun preguntó con una divertida expresión—. Me gusta eso.

 

Doo Joon les gruñó a sus hermanos mientras esperaba a que Yoseob abriera la puerta. Yoseob lentamente abrió la puerta y se asomó al pasillo.

—Hay un oso frente a mi puerta. —Frunció el ceño, viendo al pasillo.

—¿Podemos hablar? —Doo Joon le preguntó, Yoseob se apartó abriendo más la puerta y permitiéndole entrar.

Doo Joon presionó los labios y les frunció el ceño a sus hermanos que seguían cerca de la puerta del cuarto de Yoseob.

—Váyanse —murmuró irritado.

 

Ellos se encogieron de hombros pero no se movieron. Doo Joon cerró la puerta en sus caras y se giró hacia su pareja.

r13;Puedo explicarlo.

 

—O tienes una mascota extremadamente grande o eres un shifter —Yoseob lo declaró como un hecho y se sentó en la cama.

Doo Joon estaba impactado. —Se supone que no sabes sobre los shifters.

—¿Por qué no? Uno de los chicos en la escuela cambió frente a mí cuando estábamos en la preparatoria. Afortunadamente estábamos solos en los vestuarios. Dijo que era nuevo en eso y algunas veces sólo sucedía. Claro que cuestioné la lógica de que fuera a una escuela llena de humanos, pero él dijo que eso era raro que sucediera y que él tenía que ir porque sus padres…

Doo Joon veía fijamente a Yoseob que seguía parloteando. Podía decir que su pareja parloteaba por los nervios. —Yoseob, está todo bien. —Doo Joon tomó sus manos—. Nadie aquí va a lastimarte.

 

Doo Joon gruñó cuando alguien tocó a la puerta de la habitación de Yoseob.

—Hay gente aquí buscando a Yoseob. Uno de ellos es un lobo Timber y el otro algo de humano.

—¿Lobo Timber? —Yoseob se puso más pálido y miró a Doo Joon.

Esto se estaba convirtiendo en una jodida fantástica mañana, pensó Doo Joon enojándose consigo mismo.

—Si. Este pueblo  está lleno de shifters y  de humanos.

r13;Doo Joon se puso de pie y caminó hacia la puerta con su pareja, pasaron entre sus hermanos y bajaron las escaleras. Su padre estaba en la cocina con una escopeta acunada en sus brazos. Doo Joon inclinó la cabeza y lo vio fijamente.

—No estaba seguro de quienes eran dado que no los había visto antes. No lastima tomar precauciones.

—Déjame hablar con ellos. —Yoseob colocó sus manos en el pecho de Doo Joon.

Asintió, inseguro de qué hacer. Doo Joon y sus hermanos se amontonaron tras la ventana de la sala y la puerta de malla mientras Yoseob salía a hablar con los visitantes.

El pecho de Doo Joon se infló de orgullo cuando Yoseob dijo que prefería quedarse aquí en lugar de en el refugio. Al menos no había asustado a su pareja tanto como para que huyera.

—Es leal —Lee Joon comentó con orgullo en su voz—. Después de todo, él ajustara bien aquí.

 

—Quiere trabajar conmigo —dijo Doo Joon a nadie en particular. Sabía que su pareja quería ganar su propio dinero. No lucharía con él por eso, pero Yoseob no tenía que preocuparse por ganar su manutención aquí.

 

Ellos se apartaron cuando Yoseob abrió la puerta de malla.

—¿Quisiste decir eso? —Doo Joon preguntó.

 

—¿Decir qué? —Yoseob preguntó. Había un débil tinte de humor en su mirada. Los gemelos comenzaron a reírse.

—Él tiene sentido del humor. Eres bienvenido a nuestra familia, Yoseob. —Pa se rio, palmeando el hombro de Yoseob. Los gemelos levantaron a Yoseob y lo lanzaron al aire. Doo Joon gruñó mientras tomaba a su pareja del maltrato de sus hermanos.

—¿Quieres que terminemos nuestra conversación?

 

Yoseob sacudió la cabeza negando, se ruborizó y le sonrió a todo el mundo. —Podemos hablar de camino al trabajo.

—Bien. —Doo Joon corrió escaleras arriba y terminó de vestirse antes de reunirse con su pareja en la puerta del frente.

—No trabajes tan duro —cada uno de los trillizos le advirtió—. Realmente apreciaríamos si no estás muy cansado para preparar la cena.

La cara de Yoseob se iluminó. —¿Realmente les gusta mi cocina?

—¿Los osos cagan en los bosque? —La carcajada de Lee Joon que salió de su garganta, retumbó en la sala—. ¿Lo captaste? Se carcajeó.

 

La suave risa de Yoseob atravesó el aire. —Lo entendí, pero puedes retractarte.

Doo Joon rugió carcajeándose mientras el  resto  de la familia se reía.

—Vamos, tigre. Tiempo de ir a trabajar.

 

 

—¿Te  gustaría que te  dé  un  tour  antes  de empezar?

r13;Doo Joon preguntó mientras salían de la camioneta. Yoseob asintió mientras se reunía con Doo Joon en la banqueta.

—Seguro. —Siguió detrás de Doo Joon, viendo ese bien formado trasero mientras caminaban a la tienda de motocicletas. Sus dedos hormigueaban por agarrar algo de Doo Joon. Cualquier cosa que pudiera tomar ahora. Infiernos, se conformaría con tomarle el codo. El olor del oso lo hacía desear cosas que oraba por tener.

—Wow, esto es asombroso. —Yoseob entró a un área abierta, viendo las paredes expuestas de la tienda de motocicletas. El piso tenía polvo, sobre el que se marcaban sus huellas cuando caminaron.

—Será asombroso una vez que terminemos —dijo Doo Joon mientras guiaba a Yoseob al cuarto del fondo—. Éstas serán las oficinas de los hermanos Wu. —Señaló tres cuartos vacíos—. Una vez que terminemos de colocar los cables eléctricos y coloquemos las paredes interiores.

Yoseob nunca había visto algo desde que se estaba construyendo. No le importaba lo que Doo Joon decía. Ahora era asombroso. Se sobresaltó cuando la mano de Doo Joon tocó su espalda. —Lo siento. —Sus  nervios  estaban  alterados.

No era el hecho de que Doo Joon fuera un shifter oso. Era el hecho de que nunca se había sentido tan fuertemente atraído antes por alguien. Ni siquiera del imbécil de Hyeong Kon.

—No te disculpes. —Doo Joon le sonrió y entonces le señaló algunas cosas, hablando sobre lo que necesitaban terminar  del proyecto, pero en todo lo que Yoseob podía pensar era en ese toque. Quería que la mano de Doo Joon lo tocara de nuevo.

Ellos caminaron de cuarto a cuarto, Doo Joon actuaba como guía de turistas, explicando lo que habían hecho y lo que faltaba por hacer.

Yoseob absorbía todo. No era que lo que Doo Joon estuviera diciendo lo tuviera hechizado. Era ese profundo timbre de voz lo que lo tenía hipnotizado. Yoseob podría escuchar hablar a Doo Joon todo el día y nunca se cansaría de eso.

Doo Joon tomaba casualmente la mano o el brazo de Yoseob o le daba una sutil mirada, causando que el corazón de Yoseob se acelerara a mil por minuto con cada toque o mirada. No era un profesional en el coqueteo pero seguro que sentía que Doo Joon lo era.

¿Qué podría ser mejor que estar en esos fuertes brazos mientras le hacía el amor? Hyeong Kon también era un hombre grande. Los hombres grandes lo hacían sentirse protegido. Pero Hyeong Kon había abusado de la confianza que Yoseob le había dado. ¿Lo haría Doo Joon?

—Hay otro proyecto que JongIn quiere que hagamos cuando terminemos aquí. Él quiere que se construyan nuevas edificaciones y algunos cottages. Hay mucho trabajo por hacer.

Eso emocionó a Yoseob. Le gustaba la idea de trabajar lado a lado con Doo Joon. Aun no creía que pudiera hacer mucho viendo al gran hombre todo el día. —Realmente debes de amar lo que haces.

Doo Joon asintió mientras caminaba con Yoseob hacia el frente del cuarto principal. —Lo hago. No hay nada que me guste más que apartarme un poco y ver las cosas que creé con las  manos.  Es  una  maravillosa  sensación,  una     sensación   de realización.

Yoseob nunca había tenido esa sensación antes. Ni en gran escala como construir algo. Siempre se sintió realizado cuando podía pagar sus cuentas a tiempo. ¿Eso contaba?

—Hey, primo. —Un pequeño y engreído hombre cruzó la puerta del frente.

Yoseob inmediatamente reconoció al hombre. «Oh infiernos no». No había manera en el mundo que fuera ese pequeño. Podía sentir su garganta cerrarse y sus manos comenzar a temblar.

—Buenos días. Necesito que empieces por las oficinas de atrás esta mañana. El cableado necesita terminarse así el resto podrá poner las paredes interiores. —Doo Joon siguió hablando, pero Yoseob mantenía sus entrenados ojos en sus zapatos.

Quizás el primo no lo reconocería. Había una oportunidad en un millón de que no lo reconociera, la suerte de Yoseob nunca estuvo a su favor. Centímetro a lento centímetro, Yoseob dio pequeños pasos hasta que finalmente quedó detrás de Doo Joon.

Sus palmas comenzaron a sudar mientras los escuchaba hablar. Yoseob desesperadamente quería tomar la camisa de Doo Joon, necesitaba algo que lo ayudara a sentirse seguro.

Doo Joon tomó la mano de Yoseob y le dio un ligero apretón mientras seguía hablando. Yoseob tomó la gran mano entre las suyas, agradecido por el ancla. ¿Realmente esos dos hombres eran primos? Esperaba que no.

—Regresaré a la hora de la comida. Tengo algunas cosas que hacer —dijo Doo Joon. Eso hizo que Yoseob levantara la vista a la espalda de Doo Joon. ¿A dónde tenía que ir? ¿Cuánto estaría afuera? A Yoseob no le gustaba ni un poco la noticia.

 

Realmente se sentía seguro en presencia de Doo Joon. Era como si estuviera envuelto en una manta segura en presencia de Doo Joon.

—Puedo encargarme de la gente mientras estás fuera. —El engreído hombre gruñó mientras se colocaba el cinturón de herramientas.

—Pasaré gran parte de esta mañana con JongIn discutiendo sus ideas sobre los cottages que él quiere construir.

r13;Doo Joon pasó su pulgar por el dorso de la mano de Yoseob. ¿Por qué el tipo no se iba a trabajar, así Yoseob podría salir de un infierno de aquí?

—Asegúrate de decirle a uno de los hermanos Wu qué necesitamos acerca del área de reparaciones que ellos quieren atrás.

Doo Joon asintió. —Planeo encargarme de eso mientras esté fuera. —Doo Joon comenzó a caminar hacia la puerta del frente, jalando a Yoseob con él. Mientras ellos caminaban, Doo Joon mantenía a Yoseob en tal ángulo que su primo no pudiera verlo.

Yoseob estaba agradecido de que Doo Joon  hubiera captado la indirecta. Él estaba tratando de empezar de nuevo. No necesitaba esa mierda.

Caminaron hasta que alcanzaron el otro lado del centro de ayuda. Doo Joon lo jaló a un lado del edificio, viendo hacia la calle antes de que esos ojos gris metal finalmente vieran fijamente a Yoseob.

—Bien, ¿qué sucedió?

 

El estómago de Yoseob se oprimió. Sentía como si fuera a vomitar. Sus nervios estaban  alterados. Se apoyó atrás, exhalando agitado. —Lo conozco. —Movió la mano hacia la tienda de   motocicletas.

 

—¿De dónde conoces a mi primo? —Los extraordinarios ojos grises de Doo Joon ardían y brillaban. Así que sí eran parientes, sólo genial. Yoseob no estaba seguro de lo que debería de hacer. Nada de esto tenía sentido para él.

¿Si ellos eran primos, podría confiar en Doo Joon?

 

Yoseob levantó el mentón, viendo directamente a los ojos a Doo Joon. Le habló con un valor que no sentía en su interior. —Él estaba junto a Hyeong Kon.

Doo Joon inclinó la cabeza, estudiando a Yoseob por un momento antes de preguntar. —¿Y quién es Hyeong Kon?

—Él es el hombre del que estoy huyendo.

 

 continuara...

Notas finales:

aja... Lee Joon es el chistocito de la familia....kkkk

 

oh oh problemas problemas... 

nos leemos

dejen rw


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