Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

PORTRAIT OF SOMEONE por Himitsu furikou Akira

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

 

 

En mi defensa, estaba demaciado triste cuando escribi esto, asi que me disculpo de antemano y espero que les guste, me costo mucho darles un decente final feliz pero estoy satisfecha con el de todos modos.

 

Notas del capitulo:

El nombre de la cancion es Portait of someone de Daniela Andrade y los personajes de Tadatoshi Fujimaki, creditos a ellos yo solo utilice sus obras y personajes para mi insipiracion en esta pequeña historia.

Y unas gracias enormes a Gise por siempre ayudarme con mis horrores ortograficos.

(/ *.* )/

                                   CARTA DE AMOR.

 

Tal vez yo pueda ser un marco de fotografía alrededor de las caras que te gustan, o una cafetera junto al fuego en la mañana, cuando necesitas algo tibio en tus manos. Yo puedo ser tus guantes viejos y gastados.

 

Lo que siento por ti no es un capricho, ni un enamoramiento que se ira con el paso de los días. Acepte salir contigo cuando ni siquiera tú sabias que era lo que de verdad sentías por mí. Me encontrabas alguien interesante por mi forma de ser, y yo había visto en ti, la soledad y el dolor que conllevaba tu apellido, sin personas a tu lado que fueran completamente sinceras, rodeado de hipocresía.

Me dolía, así que dije que sí, esperando poder llenar ese hueco en tu corazón, con el amor sincero que te ofrecía, el amor que yo si sentía. 

Salimos muchas veces, y con el paso del tiempo, pude ver en tu rostro, sonrisas sinceras. Verte feliz fue mi mayor alegría. Yo de verdad te amaba, amaba ser la razón de tus sonrisas, que pudieras estar tranquilo contigo mismo, con tus demonios. Yo los tome para mí.

Me entregue a ti, amándote intensamente, rebosante de alegría al escucharte decir que me amabas, que era lo mejor que te había pasado. Los te amo, con cada caricia, con cada beso, se grabaron intensamente en mi piel, en mi corazón, en mi alma... Y yo correspondí con más intensidad, llorando y acariciando tu rostro, besándote con pasión, creando ilusiones de una vida juntos, de un por siempre, de una familia.

 

Si yo pudiera ser tu mayor error, el que odias...

¿Eso significaría que tendría un minuto de tu tiempo?

Porque la verdad es que yo sería cualquier cosa por ti, si tú fueras mío.

 

Pronto me di cuenta de que el amor que yo te daba, no era suficiente para ti. Tenías que cumplir las expectativas de alguien más, alguien que también estaba hundido en el dolor. Poco a poco te distanciaste de mí. No llamabas, me rechazabas cuando deseaba verte o hablar contigo, e intente ser fuerte, intente estar ahí para ti... Entonces llegaron las peleas, cuando gritabas, cuando llorabas, cuando decías de nuevo que nadie podía estar por encima de ti, ni siquiera yo. Me dejaste solo y llorando, diciendo que no volverías, que yo era un error que debías arreglar.

Yo no podía más, me derrumbe al ver tu espalda caminar lejos de mí, lejos muy lejos.

 

Tal vez yo pueda ser tu color favorito en paredes descoloridas de ladrillo, o un cuadro colgando en una galería, como un retrato de alguien que te gustaría imaginar en casa, esperando por ti a solas.

 

Y aquí estoy ahora, intentando ver como unes tu vida a alguien más, alguien que no soy yo, por deber, por el mandato de alguien más. Haciendo feliz a las personas a tú alrededor, pero no puedo. Quisiera decir que esperare, que estaré ahí para ti cuando no puedas más, pero me duele tanto, así que fiel a lo que me han dicho toda mi vida, a lo que tú me dijiste aquel día, huiré. Me iré, no sin antes desearte felicidad, que seas feliz, porque todo el amor que siento por ti, se quedara aquí contigo, porque no me creo capaz de amar a alguien que no seas tú.

 Siempre estarás en mis recuerdos, en mi corazón, de mi primer y único amor.

Furihata Kouki

 

 

Si yo pudiera ser tu mayor error, el que odias...

¿Eso significaría que tendría un minuto de tu tiempo?

Porque la verdad es que yo sería cualquier cosa por ti, si tú fueras mío, si tú fueras mío, todo mío.

 

Cuando te vi aquel día, temblando de miedo por mis acciones, no te tome importancia, no eras de mi interés, solo me guiaba el triunfo, el ser superior.

Pasó el tiempo, y te fui conociendo. Algo brotaba en mi interior cada vez que sonreías, cada vez que tu rostro se sonrojaba por una palabra mía.

Siendo sinceros, te pedí que fueras mi pareja sin yo saber bien lo que sentía por ti, y te lo hice saber. Lo mío no son las mentiras, pero tu sonreíste, y me dijiste que me amabas, que habías esperado mucho tiempo para decírmelo, pero que el miedo y el dolor, evitaba que lo dijeras, que yo te rechazara.

Y así paso el tiempo, me enamore de ti, me enamore de tu fragilidad, misma que te hacia enfrentarte a tus miedos volviéndote fuerte, de tu tenacidad a ser mejor, pero sin creer en la perfección. De ese deseo de poderte verte conmigo como mi igual, siempre al lado dándome fortaleza, y sobre todo, un inmenso amor.

Aquel día en que te entregaste a mí, me di cuenta de que no podía dejarte ir, te volviste mi todo. Me aceptaste con todos mis errores, con todo mi dolor, y los hiciste tuyos. Estuviste ahí para mí, cada vez que lo necesite, pero pronto me di cuenta que lo nuestro no podría ser.

El día en que me dijeron que había sido prometido a una mujer que nunca sería como tú, hambrienta de dinero y poder... Cedi, cedi a la presión de ser el hijo perfecto que debía ser, y te grite, te abandone con el corazón roto. Yo que jure que jamás te haría sufrir, que no vería en ti lagrimas por mí.

Mis ojos se llenan de lágrimas que no dejo salir, Tetsuya está aquí, puedo ver en su mirada la desaprobación ante mis actos, llamándome cobarde sin pronunciar palabra. Me dice que ya todo está listo, que debo tomar mi lugar, y sé que quiere agregar más, pero no puede.

Avanzo a donde me esperan, y tomo mi lugar, esperando la llagada de mi futura esposa. Veo la sonrisa de satisfacción de mi padre, y la veo llegar a ella, sonriendo ante las cámaras, feliz de ser pronto una Akashi.

Cierro mis ojos por un momento, y recuerdo tu sonrisa, tu cara sonrojada cuando hacíamos el amor, los te amo sinceros que me dabas, y deseo que seas tú quien camine por ese pasillo, deseo que sean tus manos las que tome entre las mías, deseo que seas tú el que de el sí, de un para siempre.

Mis amigos me miran, Aomine toma de la mano a Kise, susurrándole palabras para calmarlo. Tetsuya baja la mirada, y Taiga le pasa la mano por la espalda. Kazunari en cambio, me ve con odio... Sé que Shintaro le dice que no piense hacer locuras, y les envidio, porque ellos están con las personas que aman.

Perdóname Kouki.

Solté sus manos. 

                                                                                                       &

— ¿En dónde está?

—Se ha ido, probablemente ya está en el avión.

— ¿Crees que hicimos bien?

—Todo estará bien, Taiga-kun. Yo solo deseo que sea feliz, allá en donde este.

                                                                                                     &

Después de un agotador viaje, me dirijo a donde la dirección anotada en el papel me indica. Mi corazón late con fuerza, ya que no sé qué es lo que me espera detrás de la puerta. No sabía que podía estar tan nervioso.

Pongo la llave en el cerrojo, y la giro. Al entrar, me invade una agradable música. Respiro profundamente, pienso en todo lo que deje atrás, y no duele. Algún día volveré, y seré más fuerte que nunca.

Agradezco a los chicos por haberme ayudado, se los recompensare algún día.

Admiro el pequeño recibidor, es cálido. Me gustaría poder ver a un par de niños corretear por aquí en un futuro.

Suspiro, y dejo la única maleta que traje conmigo en la entrada.

Al parecer no he sido escuchado. Camino por un largo pasillo, y llego directamente a la cocina. Puedo oler el aroma de una deliciosa comida.

Te escucho caminar de aquí para allá, murmurando cosas que no entiendo, y mis ojos se llenan de lágrimas que logro contener. Me vuelvo tan débil a tu lado.

Es como si reconocieras mi alma, te quedas quieto. Lentamente das la vuelta, y te llevas las manos al rostro. De nuevo derramas lágrimas por mi culpa. Quiero correr y limpiarlas, pero sé que te hecho sufrir lo suficiente, y me contengo, tengo tantas cosas que decirte, pero ninguna sale de mis labios.

Me acerco. Paso a paso, mi corazón late más fuerte.

Pones una mano en mi pecho evitando más cercanía. Te has vuelto fuerte, pero callas. Limpio tus lágrimas con mis manos, pero evitas mi mirada.

—Perdóname.

No dices nada, y lo entiendo.

Aun si no me perdonas, me quedare aquí. Luchare como nunca antes por ti, no te dejare ir. Quiero decírtelo, pero una vez más, me sorprendes, y te recargas en mi pecho.

—Ya no juegues más conmigo, por favor... —Tu voz es entrecortada por el llanto. Tiemblas, y paso mis brazos por tu espalda, apegando tu cuerpo al mío.

—Estoy aquí para quedarme. Lo he dejado todo por ti, y antes de que digas algo, no estoy arrepentido. No necesito el apellido Akashi, no me sirve de nada si no estás conmigo.

—Tonto, ¿Qué hay de tu futuro? Y-Yo… —Lloras, aferrándote a mí como si fuera a desaparecer de un momento a otro.

Me arrodillo en el suelo, viéndote desde abajo.

— ¿Me harías el honor de casarte conmigo? Estar al lado de este tonto, por el resto de nuestras vidas, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad... Perdóname, por favor.

Caes de rodillas a mi lado, y deslizo temblorosamente un sencillo anillo de plata.

Las lágrimas que había logrado mantener, fluyen raudas bajo en mis mejillas. No puedo verte a la cara, temo por primera vez en mi vida, que me digas que no... Pero siento tus cálidas manos alrededor de mi rostro. Me haces levantar la mirada, y puedo ver tu hermosa sonrisa. Me das un casto beso en los labios, y mi corazón se detiene.

—Oh Sei, te había dicho que dejaría todo mi amor contigo... ¿Lo has traído de vuelta?

—Lo he traído de vuelta.

—Acepto.

Kouki sonríe, y devoro sus labios, los que tanto anhelaba.

Ya hemos sufrido demasiado. Empezaremos una nueva vida juntos. Si no me hubieras dejado esa carta de amor, si no me hubiera decidido a dejarlo todo por ti, ambos seriamos infelices, con vidas planificadas por alguien más.

                                                                                             &

Era para mí un día normal. Hoy es tu boda, Kuroko me hizo el favor de darte mi carta de amor, mi adiós. Sonrío, pensando que quizás eso cambiaria algo, pero sé que no es suficiente. Tu deber es enorgullecer tu apellido.

Y aquí estoy ahora, a un mundo de distancia. Hace semanas que sigo una estricta rutina, una que inicie para evitar el dolor de recordarte. Despertar, ir al trabajo, regresar a esta casa, comer, e ir a dormir.

Ya es algo tarde. Mientras cocino recordando nuestros momentos juntos, maldigo mi corazón que no me deja olvidarte, y lo siento... Un cosquilleo en todo mi cuerpo. Capto un aroma, a pesar de que estoy envuelto en los vapores de los alimentos. Me giro, y te veo... ahí parado, a unos cuantos pasos de mí. No quiero creerlo, que cruel soy conmigo mismo al tener tan vivido sueño.

Caminas hacia mí, tan elegante, y entonces lo creo. Extiendo mi mano tocando tu pecho. Siento los latidos de tu corazón, y me invade el deseo de ser besado hasta terminar sin aliento.

Mis lágrimas no dejan de caer por mis mejillas. Siento tus manos moverse en mi rostro, limpiándolas, pero no puedo verte, no quiero hacerlo. Me pides perdón, y mis labios son incapaces de pronunciar palabra alguna. Me recargo en tu pecho, cansado de mi dolor.

—Ya no juegues más conmigo, por favor… —Tonto, lo has dejado todo por mí. Tus palabras son tan hermosas.

—Tonto, ¿Qué hay de tu futuro? Y-Yo… —Escucho tu llanto, y mi corazón desfallece. Veo cómo te arrodillas en el suelo de mi pequeña cocina. La tarde da paso al anochecer, haciendo que las luces de las farolas se cuelen por la ventana.

— ¿Me harías el honor de casarte conmigo? Estar al lado de este tonto, por el resto de nuestras vidas, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad... Perdóname, por favor.

Es un hermoso anillo, sencillo, tal y como me gusta. Siento el temblor de tu mano, y como lo deslizas en mi dedo. Oh Sei, no estas hecho para bajar la mirada. Levanto tu rostro, limpio tus lágrimas, y te doy la sonrisa más hermosa que tengo, las sonrisas que solo puedo darte a ti, las que hacía mucho tiempo no se presentaban. Te doy un pequeño beso, que me sabe a añoranza, que dice que el amor que siento por ti, jamás se ira.

—Oh Sei, te había dicho que dejaría todo mi amor contigo, ¿Lo has traído de vuelta?

—Lo he traído de vuelta. —Me respondes, y sonrío diciendo las palabras que siempre quise decirte, el para siempre que hemos estado esperando los dos.

—Acepto.

Devoras mis labios, y correspondo con pasión, aferrando me a tu espalda, dejándome sin aliento. Nos miramos, y sonreímos como nunca antes.

—Te amo Kouki, siempre juntos.

—Siempre juntos Sei, te amo.

Notas finales:

Muchas gracias por llegar hasta aqui, espero les gustara, una pequeña historia por el dia del amor y la amistad.

Besos, disfruten de este dia.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).