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Solamente tú y yo. por hiruma chan

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Notas del capitulo:

¡¡¡Estos hermosos personajes pertenecen a Eiichiro Oda!!!

¡¡¡ALERTA!!! ¡¡¡SPOILER!!! ¡¡¡NO LEAS NOTAS SI NO HAS VISTO EL ARCO DE ZOU!!!

Acabó de ponerme al corriente con el anime de one-piece, había dejado todo Zou para un maratón y apenas vi que van a…. ¡¡¡¡¡¡¡¡IR POR MARCO!!!!!!!!!! ¡¡¡¡KIIIIIIAAAAAAAAHHHHHH!!!! ¡¡GRITE A LAS CUATRO VEINTISIETE DE LA MADRUGADA CUANDO LO ESCUCHÉ!!

Tal vez lo veamos en otro par de años, considerando el ritmo de Oda-sama quien sabe… no haré teorías… pero estoy segura que lloraré cuando Luffy les dé el último mensaje de Ace-chan a Marco y los demás… ¡¡WAAHH!! (TT~TT) *Se tira allorar.*

Sin más, lean: Espero les guste y muchas gracias a todos que han leído y comentado hasta ahora.

Capítulo 5: inusual.

 

 

La noche relucía con las estrellas y la luna en todo su esplendor, las nubes volaban velozmente con la briza de la noche y cubrían los rayos de luz provenientes de la luna durante unos segundos para luego perderse de vista en la distancia sin más.

Una noche de primavera… noche fría.

La frescura del aire congelaba todo a su paso con el roció que poco a poco comenzaba a cubrir las rosas del jardín con una fina capa de hielo, el clima del invierno aún persistía por la madrugada.

El aire movía las heladas hojas de los arboles a su ritmo de un ir y venir con suavidad para luego repentinamente correr ese mismo aire tan deprisa que incluso arrancaba algunas ramas demasiado tiernas que no soportaban la rudeza de la incansablemente danza que eran obligadas a seguir.

El frió entró por las ventanas abiertas de aquella habitación, las cortinas se mangonearon dejando pasar dentro aquel sereno que congelaba hasta el alma esa noche.

Sin embargo… por primera vez… aquel helado viento no alcanzaba a un pequeño felino.

 

Law se removió entre sueños… por primera vez, luego de mucho tiempo podía volver sentir la calidez… aquella misma calidez tan anhelada, cubriéndole por completo al descansar.

Cuando tenía a su familia, ese calor le rodeaba durante todo el tiempo en forma de sonrisas e incontables abrazos otorgados por sus seres amados, podía sentirlo en las clases de medicina que le daba su padre, las tardes de paseo con su madre donde compraban lo necesario para la cena y él ayudaba cargando algunas bolsas demasiado pesadas para que las llevase su madre sola, sin olvidar la felicidad de saberse tan querido por su hermana menor. Incluso los días de clases le eran demasiado agradables aun cuando él no solía ser tan hablador como sus compañeros y que aun así se unían para cazar ranas y poder estudiarlas, siempre ansiosos por seguir aprendiendo.

Incluso recordaba la fotografía de grupo que se tomaron a fin de curso donde él había llevado a la primera rana que operó y sobrevivió luego del procedimiento quirúrgico.

Sí, en aquellos días estaba rodeado de cariño y de bastantes personas que le apreciaban.

Sin embargo, una noche perdió todo ese calor… en aquella masacre… donde solo él logró sobrevivir.

A partir de ahí su vida fue cubierta por el frio, un frio tan penetrante que incluso su alma quedó cubierta de hielo.

Tiempo después, encontró un hogar; Donquixote Doflamingo fue el hombre que le adoptó cuando aquella locura de compromisos y derechos de los omegas inició con la cacería que hacían las autoridades ¨ayudándolos.¨

Ciertamente, la mansión donde vivía ahora era un lugar envidiable, riqueza y cualquier capricho que tuviese le eran concedidos pero, aun cuando Doflamingo y Rocinante le demostraban cuanto le querían, siendo melosos y hasta empalagosos en más de una ocasión con sus exposiciones de cariño, por obvias razones no podía evitar pensar que la mansión no era más que una jaula de oro.

Al ser un omega y aunque ahora con ¨derechos¨, no podía ir más allá del jardín de la mansión sin estar acompañado por Doflamingo o Cora-san, eso simplemente le estaba prohibido; Eso y muchas tantas cosas más, aunque tampoco podía volver a ser un ingrato con las personas que le habían dado un lugar cual llamar: nuevo hogar.

 

-“… Tienes prohibido salir.”

-“Pero…”

-“Law, obedece.”

El recuerdo de aquellas duras palabras hicieron que saltará entre sueños.

 

-¡¡… Ah!!... — Abrió los ojos exaltado, recordar aquella conversación que se había convertido en su primera discusión con los hermanos Donquixote era muy doloroso, sin duda, en verdad lamentaba haber llegado hasta las últimas palabras que gritó aquella tarde y hubiese terminado escapando de no ser por Cora-san que lo cargó en brazos llevándolo a su habitación cerrando con llave ventanas y puerta dejándole en claro que no escaparía de aquella ¨jaula¨ por su propio bien —… Aaahh…~ — Suspirando lentamente tratando de relajarse, se cubrió el rostro con el antebrazo intentando sacar aquellos recuerdos de su mente, no quería volver a sentir aquella opresión en su corazón, no de nuevo, no quería llorar por obligar a ambos hermanos a llegar a tan crueles extremos solo para protegerle.

-Umhg~

-¡¡…!!... — Si Law dijera que su corazón se detuvo por ver a un lobo pelirrojo abrazándolo mientras dormía, estaría diciendo la pura verdad.

 

Por alguna razón su mente terminó olvidando donde estaba, aunque debía aceptar que siempre que tenía ese tipo de recuerdos se olvidaba completamente de todo.

Dejando de lado sus pesadillas se dedicó a tratar de enterarse por completo donde estaba, la habitación era  tan amplia como la suya misma en la mansión, las paredes estaban decoradas con solo un par de cuadros largos quizá un paisaje o algo así pues por la oscuridad no distinguía del todo las figuras dibujadas, un buró a su izquierda con lo que parecían algunos libros y más allá una puerta de madera quizá un cuarto de armario disimulado en la pared y más al fondo algo que parecía otra puerta por su lejanía quizá era el baño. Simplemente admirable la forma en que se distribuían los espacios sin ser invasivos en los espacios, aun así lo que verdaderamente llamó su atención fue el imponente ventanal que se exponía delante de él.

Los cristales cubiertos por las cortinas blancas dejaban pasar un poco de la luz de luna y la abertura en la ventana deslizable dejaba recibir la briza helada de la noche, sin embargo esta vez el aire no logro congelar su alma, se sorprendió al no sentir aquel frio y giró la vista al escuchar como el lobo murmuraba entre sueños, se quedó absorto en aquella visión; La fiera expresión del pelirrojo estaba tan relajada que no podía creer que fuese el mismo que conoció aquella mañana.

Trató de incorporarse aun con los brazos de su pareja rodeándole; Se sentó en la cama dejando caer el abrigo que cubría su desnudez y al sentir el ruido fuera de la habitación agudizó el oído escuchando el sonido de los árboles, se escuchaba que eran demasiados, quizá cerezos por el aroma dulce que se percibía en el aire y más allá algunos sauces fáciles de reconocer por el silbido que producían con el viento.

 

 

-… — No recordaba haber visto cerezos o sauces, solo en el instituto, aunque tampoco era como si saliese demasiado de la mansión —… ¿Qué lugar…?

-¿Sucede algo?... — El pelirrojo había despertado al sentir el movimiento a su lado y sin haber olvidado al moreno en ningún instante, supo que su pareja había despertado del largo descanso.

-… Nada… — Por un instante el felino dudó en hablar, no podía creer cuan normal era la compañía de ese lobo para él y sobre todo no podía evitar sentirse verdaderamente satisfecho cerca de aquel hombre, aunque por lo regular solía ser un poco receloso de su espacio personal al grado de considerarse a sí mismo antisocial pero, ahora incluso podía decir que la presencia de su pareja le era casi irrelevante o demasiado común, tal vez… tan solo tal vez… estar en compañía del lobo rojo era demasiado interesante para él.

-Entonces… — La voz del pelirrojo le sacó de sus pensamientos —… Vuelve a dormir… — Kid levantó las sabanas indicando a Law que se recostara al lado de él.

 

El felino se sonrojó al ver aquel cuerpo tan bien definido esperando por su cercanía, se dejó abrazar descansando en el pecho del pelirrojo, cerró los ojos y se dejó llevar por el relajante latir del corazón del lobo que le guiaba a la somnolencia entre el calor y las caricias sobre su espalda y cintura que le daba su pareja y sonrió suspirando al sentir las caricias de su pelirrojo pasar sobre su cabello delineando suavemente sus orejas.

 

Quizá… tan solo quizá… ya no pasaría frio.

 

 

***

 

 

El sol de la mañana le dio la bienvenida a su nueva vida despertándole con los molestos rayos del astro rey  sobre su rostro lastimando sus ojos, la manera más molesta existente de despertar, quiso cubrirse con las sabanas y volver a conciliar el sueño.

Se giró para tratar de ignorar el sol y extendió los brazos para desperezar su cuerpo por el simple instinto de sentir la calidez del sol sobre su acanelada piel.

 

-Todo un felino… — Escuchó la grave voz del adormilado pelirrojo a sus espaldas, besaba su cuello al tiempo que hundía su rostro en los oscuros cabellos del moreno inhalando el aroma de su pareja, mismo que ahora inundaba completamente su habitación. Si con una sola noche durmiendo en su cama ya le embriagaba aquella esencia, no deseaba ni imaginar en qué condiciones despertaría luego de aparearse como era debido con su moreno.

-¿Por qué no cerraste las cortinas? Es molesto despertar con el sol en tu rostro… — Law se removió ocultándose bajo la almohada tratando de evitar la luz del amanecer.

-Habría sido un desperdició no poder verte claramente al despertar… — Concedió juguetón el lobo pasando un dedo por el costado del moreno, yendo desde el hombro acanelado, pasando por las costillas y delineando la figura curva de la esbelta cintura del felino para terminar apoyando la palma entera al llegar a sus caderas y terminando su recorrido en la pierna derecha del felino que le daba la espalda, acariciándole una y otra vez pasando la mano por entre las piernas del moreno sin tocar la intimidad del felino y terminar posando una de sus piernas sobre las de Law ahora casi quedando sobre el felino.

 

-¿Qué haces?... — Algo nervioso al sentir la piel desnuda del lobo sobre su cuerpo expuesto e igual desnudo desde que le sacó de la enfermería del instituto.

-Tranquilo, no haré nada que tú no desees… — Insinuó el pelirrojo frotando su pelvis contra el trasero del felino sintiendo como la cola de Law se negaba a apartarse de entre sus piernas dejando en claro que no pretendía ceder a la lujuria.

-No hagas eso… ¡Umhg!... — Law terminó mordiendo sus labios al sentir los dedos del pelirrojo dando suaves carisias sobre su pelvis jalando suavemente algunos vellos púbicos suavemente estimulándole poco a poco.

-Solo un poco… — Suplicó el lobo —… Solo déjame escucharte un poco más… Law.

-Amhg… ah… awmhg… — Los gemidos contenidos del moreno eran minimizados aún más por la almohada en que hundía su rostro tratando de acallar lo más posible su voz —… ¡¡Aaahh!!... — Sin embargo terminó concediendo su cuerpo a los deseos sexuales del lobo rojo a sus espaldas.

-Ya estás muy mojado… mis dedos pueden entrar en ti si causarte dolor ¿Cierto? — El pelirrojo sonrió lascivamente sobre el cuello del moreno erizando la acanelada piel con su cálido aliento.

-Ca… cállate… — Inminentemente con el placer que experimentaba, efectivamente, las falanges del pelirrojo se adentraban una a una en su culo sin causarle ningún dolor, al darse cuenta que su resistencia era demasiado poca para evitar lo que seguía, Law terminó moviendo su cola a un lado para poder balancear libremente su trasero contra los invasores dedos del pelirrojo y seguidamente la aumentada erección del pelirrojo.

-¡¡Ngh…!! Si haces eso… no podré… no podré detenerme… — Kid sintió la sangre dentro de las marcadas venas de su erección arder ante el despliegue de sumo erotismo con cada movimiento de las caderas de Law.

-Eustass-ya… aaah… — Susurró el felino girando el rostro con la mirada repleta de insatisfacción, él deseaba sentirse lleno aun con el constante temblor de su cuerpo causado por el miedo a lo desconocido —… Se gentil… ah… umhg… — Enrojeció completamente al terminar sus palabras y ver la expresión sonrojada de su amante, era como si toda la sangre del lobo hubiese pasado a sus mejillas denotando la clara excitación que su felino le proporcionaba con su cuerpo y palabras.

 

Viéndolo, escuchándolo en primer plano pero, sobre todo, siendo a él a quien le demandaba complacerlo.

Estaba bocabajo, con el culo levantado, meneándose el mismo felino para excitar más al lobo que le rompería el culo e incluso suplicando por un poco de consideración que dudaba fuera necesaria con lo ansiosamente que se abría y cerraba su culo casi suplicando ser llenado de una vez.

Era extraño pero estaba demasiado mojado, incluso sus muslos eran recorridos por el constante y espeso goteo que emanaba de su interior, estaba sobre-lubricado lo sabía… Law lo sabía muy bien porque escuchaba el lascivo ¨chapoteo¨ causado por la frote de ambos cuerpos pues en ningún momento había dejar de restregar su culo contra el miembro del pelirrojo cual puta en celo.

 

-Law… — El pelirrojo se inclinó hasta poder susurrar al oído de su pareja con voz áspera a causa de la excitación provocada por el momento, pasó ambas manos por los costados del moreno hasta poder sostenerle por la cintura inmovilizando el indecente contoneo del felino —… Con calma... No quiero herirte… ah… — Aquella frase había sido demasiado dolorosa para el lobo que ya deseaba hundirse en el cuerpo acanelado de su felino.

-¿Qué harás…Eustass-ya…?... — Law miró atentamente los ojos a su pareja viendo como el pelirrojo se relamía los labios sin dejar de observar cómo se contraía y expandía su entrada desesperada por ser profanada por primera vez.

-… — La única respuesta que escuchó Law fue el sonido de las sabanas siendo retiradas de ambos cuerpos cubiertos de una suave capa de sudor.

-¡¡AAAHH!!... — El felino gritó estrujando fuertemente las sabanas con ambas manos y apretando los dedos de sus pies trató de mantener las piernas abiertas e incluso de no patear al pelirrojo que lamia su culo introduciendo su lengua cada vez más dentro de su cuerpo.

 

Aquella carnosa invasora se deleitaba con su calor interno tan lascivamente que Law juró que estaba siendo verdaderamente violado pues se abría paso entre sus ajustadas paredes casi sin consideración, incluso podía jurar que perdió el sentido por un par de segundos cuando logró golpear aquel punto tan sensible y deleitante dentro de él.

El cuerpo del moreno se estremecía con cada descarga de placer que experimentaba, mordía sus labios tratando de no ser tan escandaloso, no sabía si había alguien  más en aquella casa o no y aun siendo pareja del pelirrojo no quería ser juzgado como un ¨gato calenturiento.¨

Por su parte Kid disfrutaba del sabor de su pareja, al ser el felino un omega producía su propia lubricación íntima y era prácticamente innecesario lo que hacía pero, desde que conoció al moreno y más aún la noche anterior que pudo sentir su piel, su aroma e incluso el sonido de su respiración mientras dormía; Sin duda había sido demasiada tentación para su cuerpo.

Podía admitir que ya noto era capaz de pensar en nada que no fuese el poseer aquel cuerpo tan perfecto que poseía su pareja y con solo ver al moreno retorciéndose de placer sentía deliciosos espasmos recorrer su abdomen y aumentar la rigidez de su polla que derramaba gruesas gotas de viscoso y blanquecino semen.

 

-… — Al sentir los temblores espasmódicos en el cuerpo del moreno, el pelirrojo se incorporó posicionándose sobre el cuerpo de su pareja pegando su pecho a la morena espalda que relucía con la luz del sol reflejada en la delgada capa de sudor —… Casi te corres ¿No?

-Ah… n-no digas… eso… — La respiración del felino era demasiado irregular, no podía terminar ni una frase sin tratar de respirar.

-Así será más fácil… — El pelirrojo mordió levemente la oreja de su moreno rodeando la cintura del felino con un brazo y llevando situando con la mano libre su rígido miembro delante de la humedecida entrada del moreno y sin contenerse más empujó dentro del felino comenzando a entrar lentamente sintiendo la placentera tensión ejercida por las paredes intimas de Law alrededor de su pene.

-Ahg… es… muy grande… ¡¡Eustas-yaahg!!... — El felino arqueó su espalda al sentir como la cumbre del miembro de Kid entraba por completo en él —… Aaahh…~ — Suspiró al sentir que el pelirrojo no se movía, dándole tiempo a calmarse y amoldar su interior para disfrutar tanto como el pelirrojo lo hacía. Un pequeño respiro que agradeció deleitándose con cada centímetro que le desfloraba por primera vez, creía delirar con solo sentirse  invadido por su pareja.

-Tan estrecho… y caliente… — Susurraba el lobo rojo adentrándose cada vez más en el moreno —… Estas succionándome sin dejar de apretarme, Law estas por derretirme… tu culo está muy caliente… Aaahh~

-… Umhg… ah… — El felino contraía su interior sin ser capaz de contenerse a causa de las obscenas palabras que el pelirrojo le susurraba al oído.

 

Al hundirse por completo dentro del moreno, Kid inició un lento y desesperante vaivén que no satisfacía al felino ya desesperado por sentirse sometido y violado por el salvaje lobo rojo, un deseo sexual enfermo pero, era lo que él en realidad ansiaba.

Las manos del lobo pasaron al pecho de su pareja, acariciando los pezones del moreno y pellizcándolos de un momento a otro, erizando la piel de Law con cariño.

 

-Más… — Susurró quedamente el felino sintiéndose irritado porque el lobo no le violase de una vez tal como ambos querían, porque ya se había dado cuenta de lo desesperado y tenso que se mantenía el pelirrojo tratando de no envestirle cual fiera en celo.

-¿Eh…? — Por un segundo Kid pensó que había escuchado mal.

-Muévete… más… rápido… aumhg… — Law pudo sentir claramente cómo se hinchaba cada vez más el miembro dentro de él.

-… — El pelirrojo creyó que moriría desangrado Law estaba pidiéndole por más contoneando sus caderas penetrándose a sí mismo hasta tocar los testículos del pelirrojo con su culo.

-¡¡Aaahh!!... — El cuerpo de Law casi convulsionó al advertir el exquisito placer provocado por el golpe directo que dio el pene de Kid a su próstata.

 

La visión del pelirrojo fue sumamente deleitable, el moreno retorciéndose de placer y buscando más de su polla, se relamió los labios incorporándose y pasando sus manos en fantasmales caricias sobre las caderas del felino terminó por tomar fuertemente la cintura del moreno e inició las salvajes envestidas siempre golpeando el interior de su pareja y su próstata.

Los gemidos incontrolables del moreno se habían convertido en gritos delirantes de satisfacción, ya ni siquiera le importaba si alguien le oía, solamente deseaba sentir ese efímero dolor dentro de su cuerpo cada vez que el pelirrojo golpeaba hasta el fondo.

Kid mordía sus labios tratando de contener su voz y las palabras que deseaba soltar, no creía que llamar ¨caliente puta¨ al felino fuese buena idea por más que lo pareciera en aquel instante mientras pedía le diese más duro.

 

-¡Ah!... — Law se quejó al sentí como el pelirrojo sacaba su pene de su culo y le daba vuelta levantando sus piernas hasta pegarlas a su pecho.

-Sostenlas… no creo resistir mucho… — Sin terminar la frase el lobo envistió dentro del felino nuevamente ahora inclinándose sobre Law tomando sus labios en un sofocante beso que reprimía todos los gemidos del moreno.

 

Law cerró fuertemente los ojos tratando de reprimir el inminente orgasmo, su pene goteaba manchando su abdomen y el del pelirrojo que se frotaba con cada envestida al moreno.

Una mano de Kid estrujó el pene de Law impidiéndole correrse justó cuando Law había arqueado la espalda declarando que no podía aguantar más, con las caderas levantadas se acomodaba para que el pelirrojo golpease directamente su lastimada próstata, pues solo con sus propias con sus propias contracciones deliraba de placer.

Kid pasó un brazo debajo de la espalda del moreno y llegando hasta el cuello del moreno le tomo fuertemente casi arrancándole el poco aire que difícilmente le llegaba a los pulmones debido a lo irregular que era su respiración.

 

-Aun no… aun no te corras… — La voz del pelirrojo era un gruñido.

-… — Inmediatamente Law comprendió que era una orden pues un omega ni siquiera tenía derecho a sentir placer, solo debía ser usado en un apareamiento para tener una digna descendencia con aquella pareja ¨comprada.¨

-¡…!... — Sintiendo el cambio en el poco movimiento de Law, el lobo buscó con la mirada el rostro del felino.

-… — Law estaba con el rostro ladeado pero aun así el pelirrojo pudo distinguir claramente el par de lágrimas que se derramaban de los ojos del moreno y comprendiendo lo que había hecho soltó al felino e indicándole que dejara de sostener sus piernas entrelazó sus pálidos dedos con los del moreno.

-… No pienses eso… lo siento… — Susurró Kid tragando saliva intentando que su garganta se refrescase —… Te lo he dicho… yo quiero que me ames tanto como yo a ti… — Terminó Kid apoyando su frente contra la del moreno obligándole a mirarle a los ojos.

-… — Law no contestó y se dejó hacer cuando el lobo llevó ambas manos a ambos lados de su cabeza con sus dedos aun entrelazados —… Umhg… ¿Por qué… lo haces… lento?

-Ya habrá tiempo para ser salvajes, ahora quiero sentirte… — Terminó susurrando mientras besaba la mejilla del moreno.

 

Las suaves envestidas continuaron hasta que ambos llegaron al orgasmo al mismo tiempo entre besos y mordidas ligeras a los labios de ambos.

Law se corrió copiosamente sobre su abdomen y mojando el pecho de Kid cada vez que el pelirrojo le besaba nuevamente.

Por su parte el lobo había inundado el interior del felino con su orgasmo.

Luego de calmar su respiración y morderse los labios hasta dejárselos hinchados, en ese momento Kid pasó a lamer la marca en el cuello de Law y soltando las manos del moreno repartió caricias sobre su cintura y piernas dando un suave masaje a su pareja.

El felino al sentirse libre llevó sus manos al cabello del pelirrojo y enredó sus dedos en las hebras rojizas.

 

-Eustass-ya…

-¿Mhh?

-¿…Cuando…vas a…salir?

-Por ahora no puedo hacerlo sin lastimarte… — Kid se incorporó mirando el abdomen del moreno, Law llevó su mirada a la misma dirección que el pelirrojo observaba con una sonrisa satisfecha.

-¿Eh…?... — Las mejillas de Law enrojecieron completamente.

 

En su abdomen se veía un abultamiento, era obvio que el lobo había terminado anudando dentro del moreno y llenándolo aún con el abundante semen que seguía derramando dentro del felino.

 

-¿Crees que te halles en cinta?... — Susurró el pelirrojo acomodando su rostro en el pecho acanelado paseando su lengua sobre los pezones morenos de Law —… Estoy seguro que lucirás hermoso con un par de cachorros creciendo dentro de ti.

-¡¡…!!... — El corazón de Law había dado un salto con solo imaginarse a sí mismo esperando un par de cachorros del lobo —… ¡Umhg!

-Tranquilo… pronto se librará el nudo… — El lobo le tomó de la cintura inmovilizándole y evitar que se lastimase, hasta ahora no había sentido el aumento de tamaño del pene dentro de él y si por alguna razón se movía bruscamente podría desgarrarle internamente provocando al moreno una hemorragia interna con la que seguro terminaría muerto en pocos minutos, ahora el lobo agradecía que esa fuese una de las clases más explicitas y completas en el instituto.

-… — Por su parte, Law estaba demasiado nervoso, ni siquiera había leído debidamente sobre el tema y ahora estaba anudado a su pareja con bastantes probabilidades de morir desangrado.

 

A juzgar por lo hinchado de su abdomen, parecía incluso tener unos cuatro meses ya en cinta, eso le hizo preguntarse qué TAN grande debía estar ahora mismo el miembro del pelirrojo y sobre todo, ¿Cómo es que se había inflamado tanto sin que él lo notara?

Fue difícil darse cuenta que incluso su mismo cuerpo estaba más listo para tener una vida al lado de un alfa, sobre todo comparado a su mente que no dejaba de asustarle todo tipo de experiencias nuevas, el aún quería seguir asistiendo al instituto, no solo por las clases, también deseaba seguir conviviendo con sus amigos, Penguin, Shachi e incluso aquel monito que siempre se colaba en el colegio buscando a su hermano mayor y a un pato rubio que siempre le alimentaba. Joder, hasta sentía extrañar al profesor Shanks que siempre les abrazaba llamándoles ¨cachorros¨ y al profesor Buggy con sus gritos sobre la  ¨normalidad¨ de su nariz, hasta extrañaría las visitas de Crocodile siendo obligado por Doflamingo para cenar en ¨familia.¨

El temor a ser aislado ahora en casa del lobo era latente, no quería creer en verdad que solamente sería expuesto como una adquisición más para un alfa, por mucho que ambos prometiesen intentar llevar una relación libre de ataduras, siendo sinceros y dando todo de sí para que funcionase sin tener que lavarle el cerebro, esa posibilidad seguía siendo aterradora para Law.

Tratando de controlar su miedo rodeo con ambos brazos el cuello de su lobo y se dejó estrechar fuertemente por su pareja dejando que el tiempo pasara y pudiese desechar esos pensamientos, se mantuvo quieto hasta sentir que el miembro dentro de él disminuía cada vez más dándole libertad de moverse al menos un poco sin sentir dolor.

 

-Aah~ — Suspiró cuando el pelirrojo salió de su interior seguidamente sintió como el semen con que le había llenado el lobo resbalaba entre sus glúteos. Se estiró desperezando su cuerpo como si acabase de despertar de un delicioso y reparador sueño, permaneciendo completamente expuesto ante el pelirrojo que le miraba aun sentado entre sus morenas piernas completamente abiertas.

-Eres demasiado sensual… — Concedió Kid pasando sus dedos por el abdomen de Law que aún tenía rastros del semen derramado por el felino.

-… Tú también… — Devolvió el cumplido al lobo recorriéndole con mirada lujuriosa y relamiendo sus labios al ver los definidos abdominales del pelirrojo y los fuertes brazos que tan bien se sentían al cubrirle en un posesivo abrazo.

-Sí sigues mirándome así terminaré rompiéndote el culo… — Kid tomo una de las piernas de Law elevándola hasta sus labios y beso el tobillo del moreno acariciándole con suma delicadeza.

-No creo lamentarlo del todo… — Law siguió con el juego llevando dos dedos a su boca y respectivamente a uno de sus pezones jugueteando con este, gimiendo y girando el rostro para morder los dedos de su otra mano simulando no poder contener el placer, aunque no estaba lejos de la realidad pues su cuerpo seguía demasiado sentible al tacto luego de tal experiencia sexual.

 

Aun así las palabras y acciones de Law por supuesto que no concordaban con el verdadero miedo que había pasado momentos antes y estaba seguro que no superaría aquel temor al sexo tan pronto como su propio cuerpo lo deseaba.

De más está decir que ya no podría refutar en su defensa si alguien le llamaba ¨gato caliente.¨

 

-Entonces será la próxima… — Sonrió el lobo dejando la pierna de Law sobre las deshechas sabanas y levantándose de la cama  caminando en dirección a lo que el moreno había reconocido como el baño, sin preocuparse dejó que el felino le mirase completamente desnudo, aquella amplia espalda de piel pálida con líneas rojizas de los arañazos que Law le había hecho sin darse cuenta en pleno delirio de placer, sin embargo, lo que embelesó al moreno fueron tres amplias cicatrices que cruzaban desde el hombro izquierdo hasta el talle de la cintura del pelirrojo, no las había sentido en el momento en que abrazó a Kid, aún con lo grande que eran las marcas más oscuras que su piel clara.

-Fufumh~ todo un lobo rojo feroz… — Law se había girado recostándose de lado sintiendo las piernas un poco entumidas, aunque el masaje que le había dado el pelirrojo había ayudado mucho a sus extremidades, aunque el constante goteo de semen saliendo de su culo no le dejaba relajarse del todo, esa sensación le hacía rememorar lo ocurrido, besos, caricias y la disculpa de Kid reafirmando que no iba a utilizarlo como un objeto de placer.

 

Ciertamente, el lobo le había ordenado además de someterlo por la fuerza pero, luego se había arrepentido e incluso había sido suave con él demostrándole que no era simple lujuria la razón de sus caricias, incluso ya antes se había arrodillado ante él suplicando por una oportunidad a sabiendas del riesgo que corría Law de ser llevado a una inminente muerte conductual, el felino no sabía que pensar luego de lo sucedido.

¿Seguía en peligro o estaba a salvo con el lobo?

¿Era correcto permanecer a su lado o debía huir ahora que aún podía?

Estaba por suspirar nuevamente cuando el lobo se paró delante de él aun desnudo y mostrándole lo bien dotado que estaba su cuerpo era definido y macizo obviamente lograda esa complexión física con incansables horas de ejercicio, no fue sorpresa para el moreno sentir la cálida piel del lobo al ser levantado con delicadeza y sin más esfuerzo que el de no lastimarle entre sus brazos llevándole hasta dicho baño.

El cuarto era demasiado amplio, podía ver la ducha con paredes de cristales opacos y grabados de distintas formas, el escusado detrás de una pequeña puerta de cristal igual en diseño y opaco pero, lo que más le agradó ver más allá al fondo, fue una tina a medio llenar con agua perfumada donde el pelirrojo le dejó sentado mientras el mismo entraba posicionándose detrás de Law dejándole entre sus piernas flexionadas.

Con los cuerpos de ambos dentro, un poco de agua se derramó fuera de la tina inundando el aire de la esencia relajante que había puesto el pelirrojo, durazno reconoció Law al instante.

Casi al instante el felino pudo ver las manos del pelirrojo tomando una esponja y derramando jabón líquido para mojarla en la tina y estrujarla haciendo espuma, comenzó a pasarla sobre la piel del felino lavando su cuerpo con suma delicadeza, deteniéndose especialmente en el interior de sus piernas repartiendo caricias y mimos especialmente en la morena piel. Law casi suspiro con el deleite de las sensaciones, aunque su cuerpo no dolía si podía sentir un inmenso sopor y percibiendo el descanso en cada caricia se dejó hacer cuanto el lobo quisiese.

 

-Umhg… — Mordió sus labios conteniendo un gemido al sentir dos falanges de Kid adentrándose en su culo, con ambos dedos llevando bastante jabón líquido so percibió incomodidad alguna el felino que termino elevando su cola hasta mojar el rostro del lobo.

-¿Qué haces…?... — Se quejó, pues había tragado un poco de agua, aunque la esencia de durazno la hacía dulce al gusto.

-Eso debería preguntarlo yo, ¿No has quedado satisfecho luego de mojarme todo el culo?... — Law giró el rostro mostrando sus mejillas infladas en un tierno puchero.

-Por eso mismo… — Alegó Kid adentrando más sus dedos —… Yo fui quien te mojó aquí dentro...

-¡Aaahh!... — El moreno comenzaba a reaccionar con aquellos dedos.

-… Por eso debo asegurarme de que quedes bien limpio… — Terminó el lobo mordiendo levemente el cuello de Law.

-Creí… aah… que querías… cachorros… umhg…

-Aún es pronto…

-¿Eh?

-Aunque por supuesto que los aceptaré dichoso si se da la ocasión en este momento.

-… — Law comprendió que el lobo era mucho más consciente de lo que él mismo había entendido hasta ahora, quizá Kid había pensado mucho más que él mismo respecto a su relación.

 

Ninguno de los dos dijo nada durante todo el resto del baño pero, las sensaciones provocadas en sus cuerpos eran demasiado cálidas para hacer falta palabras.

El felino no sabía que creer o sentir en aquel momento.

Perdido en sus pensamientos no se percató cuando el pelirrojo besó su cuello y levantándose salió de la tina para secarse y amarrando una toalla a su cintura dejando su rojiza cola fuera de la tela y colocándose una toalla más pequeña en sus hombros volvió para quitar el tapón de la tina dejando correr el agua y poder levantar al felino, de paso devolviéndole a la realidad.

Las atenciones de Kid eran demasiado melosas e inmensamente dedicadas al bienestar de su pareja, el lobo dócilmente secó el cuerpo de Law con una enorme toalla que le cubría por completo desde los hombros hasta llegar bajo sus rodillas, ni siquiera hizo falta que Law dijera que podrían mojar las sabanas de la cama cuando el pelirrojo le dejó sentado sobre esta, pues ya tenía una toalla extra y un secador conectado y listo para que Law pudiese evaporar la humedad que prevalecía en su cola y orejas con calma, fue sorprendido por el lobo cuando este le tomó suavemente el rabo y le secó con una toalla pequeña mientras él mismo movía el secador con aire caliente, en poco rato el pelaje de su cola estuvo seco y esponjoso, desprendiendo un dulce perfume de durazno.

El vestuario fue algo más problemático pues en la euforia de no perder a su pareja, Kid ni siquiera había recordado tomar la ropa del felino, con la promesa de conseguirle un catálogo de ropa y que podría escoger todo lo que le gustase para que no saliese desnudo, ya luego irían personalmente a todas las tiendas que desease Law, así que por el momento el lobo rojo  terminó prestandole una camisa manga larga de cálida franela, estaría desnudo bajo la tela pero era suficiente por ahora para cubrirle, pues debido a la diferencia en físico la prenda le llegaba casi a las rodillas al moreno.

Por su parte Kid uso una remera de algodón manga larga en tonalidades grisáceas y un pantalón algo suelto de color negro. Por supuesto, también dejó que Law le ayudase a secar su cola que terminó con demasiada estática por lo que hubo que cepillarle un buen rato en que Law se divirtió comentando lo lindo que lucía su pareja con un ¨esponjoso rabo de conejo.¨

Cuando Law pensó que todas esas atenciones habían terminado cuando Kid se dedicó a cambiar las sabanas de la cama y llevándolas a lavar, el felino suspiro relajándose al verse entado en un sillón al lado del ventanal donde alcanzaba a ver algunos árboles reverdecidos, cerezos y efectivamente, más allá se distinguían algunos sauces agitando sus ramas al son del viento.

 

-¿Quieres desayunar, qué te gustaría?... — Preguntó el pelirrojo tomando nuevamente al felino en brazos.

-¿Podemos desayunar fuera?... — El felino comenzaba a sentirse preso, aunque con las vestimentas obviamente no podía salir a la calle sin correr riesgo de ser violado a media calle.

-Por supuesto… — Concedió el pelirrojo inhalando el aroma del cuello del felino.

 

Sin más el pelirrojo salió con Law en sus brazos, cruzaron un amplio y corto pasillo, seguidamente llegando a un balcón desde donde se veía un amplio y hermoso salón con enormes ventanales, cortinas rojas de velos blancos que impedían la vista de curiosos, las paredes de un blanco puro con una hermosa lámpara de araña con decoraciones de cristal colgada en medio del techo, los sillones de terciopelo blanco resaltaban con carpetas tejidas de hilos de seda en color vino, la mesilla de centro adornada con un adorno de rosas rojas y blancas estilo los pisos libres de cualquier alfombra y bien pulidos.*

Law recordó las palabras del lobo: “… no es mucho pero, te ofrezco todo lo que tengo” si eso era ¨poco¨… no quería ni imaginar lo que sería ¨suficiente o demasiado¨ para el lobo.

Sin detenerse en el salón, salieron por una puerta a un lado de la estancia, hasta llegar a lo que parecía la parte de atrás de la casa, la luz del sol y un jardín repleto de rosas de todos colores recibieron a Law, aboles de cedro soltaban su fresca fragancia y las rejas blancas limitaban los pasillos y el jardín, fue ese detalle que hizo notar al felino que por el contrario a lo que pensó, eso no era ni por asomo un ¨jardín trasero¨ pues todo era rodeado por un amplio pasillo que conectaban a incontables habitaciones en un perfecto rectángulo, los tragaluces en el techo denotaban claramente que aquello no era una ¨casa bien ambientada¨ como lo había pensado en su momento el moreno, eso era una mansión casi tan grande como la de Donquixote Doflamingo y eso que aún no veía ni la mitad de la propiedad.

El felino fue sentado en un camastro al lado de una mesilla donde una chica rubia (¨felina¨ dedujo Law por las orejas) colocaba una charola con un desayuno completo, leche, jugo, tostadas con mermelada y chocolatina líquida en unos recipientes al lado, también había cereal y yogurt en un par de pocillos de cristal dispuestos a servir al gusto de sus comensales.

 

-Ella es Kaya, ayuda una vez a la semana, aunque ahora creo que serás necesaria para ayudar a Law en todo lo que necesites… — Dijo el pelirrojo mirando a la chica con una sonrisa de alguien que aprecia como es debido a las personas, seguidamente el lobo miro a Law para sonreírle cuestionando con la mirada si le parecía bien que la chica permaneciese con ellos.

-… — Ignorando al pelirrojo Law examinó con la mirada a la chica, era una gata demasiado linda podía decir y comprometida, si es que no casada considerando la dominante marca sobre su blanco cuello.

-Mucho gusto, espero servirle en todo lo que requiera… — La chica se inclinó en una educada reverencia delante del felino demostrando los buenos modales con que había sido educada.

-Sí… un gusto conocerte… — El moreno dedujo que no debía ser grosero con una chica obviamente omega al igual que él, no había razón siquiera para sentirse celoso de ella pues eran puntas opuestas en cada polo del mundo. Incluso sonrió al considerar que la chica sería considerada vainilla mientras él era definitivamente chocolate.

-Kaya cocina delicioso y conoce todos los rincones de la casa, no dudes en preguntarle todo lo que quieras saber… — Kid sonreía al igual que la chica.

-¿Sabes la talla de ropa interior de Eustass-ya?... — Cuestionó tranquilamente Law inclinándose para tomar un poco de jugo.

-¡¿Por qué preguntas eso?!

-Sí, es talla media… — Sonrió la chica felizmente al ver a su señor en una faceta menos seria de la que siempre mostraba incluso con ella que era de su confianza.

-¡¿PORQUÉ CONTESTAS?!... — Gritó completamente sonrojado el lobo tomando una tostada con dulce de fresa y comiéndola en su berrinche.

 

Tanto Law como Kaya rieron a la actitud del pelirrojo.

-Le diré a Ussop... — Murmuró el pelirrojo aun masticando el bocado.

-¡Eso es injusto, yo debía contestar, usted mismo me lo ordenó!

-Son las consecuencias de tus propias palabras.

-Pero…

 

Kid y Kaya siguieron discutiendo, disfrutando de una charla poco usual entre ellos. Era casi como un par de hermanos peleando por un dulce que debían compartir.

Era casi palpable la calidez que emanaban ambos… casi… como una alegre familia.

 

-… — Bebiendo jugo, Law se escudó en el líquido néctar para no comentar más.

 

Una mansión, un jardín interno techado y repleto de luz donde se podía disfrutar un delicioso desayuno al tiempo de una tranquila charla, simplemente era perfecto, incluso el clima parecía unirse a aquella perfecta escena de final de cuento.

 

Y aun así… Law no sentía encajar en aquel lugar.

No importaba cuanto lo hubiese anhelado, simplemente ese ya no era su mundo.

No había sitio para él en ese cuadro…. No podía estar ahí.

Tenía que huir antes de que el calor de esa familia reabriera sus heridas.

 

 

Continuará…

Notas finales:

*Si quieren saber cómo “imaginé” (de hecho lo copie pero no le digan a nadie xP) el salón de la “casa” de Kid, vean el video oficial de Versailles: ASCENDEAD MASTER. ¡Simplemente hermoso! :3 y si quieren conocer el jardín vean el video oficial igual de Versailles: Serenade.

¡¡¡Asi es, AMO VERSAILLES Y A YUUJI KAMIJO-SAMA!!!

 

Por cierto, alguien me pidió q apareciera ya el KillGuin, no coman ansían para ellos tengo reservado algo realmente genial (U¬w¬) *Miente, no sabe ni que escribirá en el próximo capítulo*

Sin más, ¡¡¡Cuídense mucho!!! ¡¡¡Mata-nee!!!

posdata, me acabo de dar cuenta de q publiqú el capitulo 4 dos veces. perdón!!!


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