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El pastel perfecto ~*[AdriNath]*~ por TiffanyNya

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Nathanaël, nunca espero verse a sí mismo gimiendo como prostituta en la cama de Adrien, mientras era embestido duramente.


Había quedado con Adrien para cocinar aquel exquisito pastel, pero estaba seguro que su pastel se estaba calentando de más, la temperatura de cocción no era la adecuada y el tiempo que lo tenían dentro ya había rebasado el límite de la receta.


Ya a pesar de todo, Nathanaël no quería que el horno terminara la cocción nunca.


¿Qué cómo había sucedido esto?


Empecemos desde aquella mañana que Nathanaël se levantó, se vio a sí mismo arreglándose para ir a la mansión Agreste a preparar su segundo pastel.


Nathalie tenía instrucciones para dejar pasar al chico pelirrojo sin hacer preguntas, pero aparte, debía dirigirlo a la habitación de Agreste Junior y cerrar la puerta.


Nathanaël lo miró en su cama, leía un libro o algo y cuando escuchó el ruido de su puerta se ensanchó su sonrisa y aventó el libro a quien sabe donde.


"Tomatito"


Se acercó a él y echó el pestillo en la puerta para dejarla cerrada y a su gusto.


"Bien, me dijiste que prepararemos tu pastel de cumpleaños, vamos a la cocina"


Adrien detuvo su brazo cuando quería irse y susurró en su oído.


"Ya estás en ella"


Lo dirigió a la cama y lo tiró ahí.


"¡¿Que haces pervertido?!"


Adrien, recitó la receta, se la había aprendido al pie de la letra para sorprender a su ingrediente. Perdón. Su pinche de cocina.


"Se necesitan cuatro cucharas de harina, pero no importa si son más"


Besó su cuello y le quitó la chamarra para subir su camisa dejando a la vista su pecho.


"Otras cuatro cucharadas de azúcar para la diabetes"


Lamiendo uno de sus pezones mientras apretaba el otro con sus dedos y lo movía levemente.


"A-Adrien..."


Adrien pasaba sus manos por su cuerpo, tocando cuanto quisiera. Desabrochó su pantalón y lo quitó junto a su ropa interior y zapatos con calcetas. Dejándolo desnudo a disposición de Adrien.


Masajeando su miembro, sacó de su buró un bote amarillo de tapa azul. Nathanaël no lo vio, pero estaba seguro que lo regañaría cuando se enterara.


Se acercó a su oreja y mordió su lóbulo levemente.


"¿Sabes? Faltan los huevos y la leche ¿quieres hacerme el honor de traerlos?"


Nathanaël, sabía perfectamente a que se refería Adrien. Hizo sentar a Adrien en la cama y desabrochó su pantalón para bajarlo junto a su ropa interior, sus mejillas tenían un gran sonrojo, aparte de la excitación que recorría su cuerpo, no esperaba nunca ver ni tocar, el miembro de Adrien.


"Mientras más frescos mejor ¿no tomatito?"


Sonrió de lado con un brillo exquisito en sus ojos, Nathanaël pasó su lengua por el glande, lamiendo un poco y luego introduciéndolo un poco en su boca.


"Mmm... Nathanaël"


Tomó el cabello de Nathanaël, acariciando un poco, Nathanaël metió todo el miembro en su boca y empezó a lamerlo como acariciarlo, haciendo ruidos obscenos que eran como música para Adrien.


Tomando los testículos de Adrien y masajeando levemente mientras lamía su miembro.


"Tomatito, ya quieres agregar los huevos... como gustes"


Su voz tan excitante y demandante. Nathanaël empezó a lamer más rápido, provocando que Adrien jalase todavía más su cabello, gimiendo por lo bajo, cerró sus ojos dejándose llevar por el ritmo de Nathanaël.


"Ngh... Nathanaël... no importa s-si la le-che está caliente ¿cierto?"


Adrien se vino en la boca de Nathanaël, el pelirrojo no hizo más que tragarlo y relamerse los labios.


"Está perfecta Adrien"


Sentándose en el regazo de Adrien besando sus labios.


"El plátano no estaba en la receta"


"Tampoco el tomate, pero dos ingredientes más no hacen la diferencia"


Adrien se desvistió rápidamente y besó el cuello de Nathanaël, mordiendo levemente y succionando un poco de su piel. Nathanaël rodeó el cuello de Adrien y lo atrajo más hacia sí.


"L-los ingredientes... deben estar b-bien mezclados"


Gimió por lo bajo mientras Adrien ensanchaba una gran sonrisa.


"Pongamos el aceite de una vez"


Tiró a Nathanaël en la cama de tal manera que terminó en cuatro. Tomó el bote amarillo y embarro dos de sus dedos con la crema. Depositándolo en el ano de Nathanaël y aprovechando a meter un dedo.


"¡¡Ngg... t-tenías todo pre-parado!!"


Adrien sonrió de lado.


"No te amagues tomatito, el pastel debe ser delicioso y dulce"


Besando su nuca introdujo un segundo dedo. Nathanaël se aferró a las sábanas. Pasando a un tercero y sacándolo recibiendo un gruñido de desaprobación por parte del pelirrojo.


"Está listo para meterlo al horno"


Lo penetró, Nathanaél dejó caer su torso a las almohadas y las mordió con fuerza mientras callaba su dolor. No le sirvió de mucho, Adrien empezó con embestidas lentas, que más que dolerle lo volvían loco.


Y aquí es donde volvemos al principio, donde Adrien, preso del placer, empezó a embestir rápida y brutalmente a Nathanaël. El pelirrojo, sin poder callar por mucho tiempo su voz, empezó a gemir un poco alto entre cada embestida.


"Ahh, A-Adrien..."


Nathanaël estaba seguro que el horno explotaría en cualquier momento por lo caliente que estaba. Su pastel llevaba al rededor de dos o tres minutos dentro, debía estar súper quemado y deshecho, y aún así, no quiso parar la cocción.


"Más adentro..."


"Está... está muy a-adentro Nath"


"No se está... i-inflando lo su-suficiente"


Mierda, que lo estaba pasando de maravilla. Adrien metió aún más el pastel en el horno, lo que hizo gritar a Nathanaël por la excitación de su cuerpo.


"Se va a que-mar Nath"


"D-dorado sabe ¡¡m-mejor!!"


Y aunque el horno estaba por explotar, Nathanaël no quiso que se detuviera, a fin de cuentas el horno si explotó con un gemido grave por Adrien y un grito de placer por Nathanaël.


"T-te dije que... explotaría"


"S-se d-derramó todo ¿qui-res ha-hacer otro?"


Adrien se tiró encima de Nathanaël abrazándolo por la cintura y mordió su cuello.


"Todos los que quieras"


~~~~~


La mañana siguiente Nathanaël no podía ni siquiera moverse. La había pasado de maravilla aunque sufriera las consecuencias en ese momento. Pero claro, si se trataba de Adrien, podían hacer repostería las veinticuatro horas del día. 


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