-Maldición. Nunca podre encontrarlo, parece que este lugar lo esconde de mi- En medio de la oscuridad de su habitación se dejó caer derrotado.
Después de toda una tarde más de fracaso, Kiba comenzaba a cuestionarse, si podría entrar al rubio. Muy dentro de, el imagino antes de llegar que tan pronto llegara se toparía con él, en algún pasillo.
-No es como sucedió en mi sueño-
Kiba recordaba que un día antes de ingresar al internado, después de que pudo calmar sus nervios y se quedó dormido. Soñó que lo habían asignado a la habitación del rubio y tan pronto se haba encontrado con este habían tenido una noche picante.
-A quien engaño. Debería marcharme de este lugar. Nunca más volveré a ver a Naruto, creo que me rindo- No es que no quisiera encontrar al rubio.
-Quizá estamos destinados a no estar juntos- Seguía platicando consigo mismo, toda su confianza y fortaleza habían desaparecido.
No muy lejos de ahí. Del otro lado del campus Naruto también conversaba consigo mismo.
-Me pregunto ¿cómo te estará hiendo?. Ni siquiera tengo una foto tuya para llorar sobre ella- Recordaba con nostalgia las bellas marcas faciales de Kiba.
-¿Abras cambiado? ¿Te volviste a enamorar? Tengo tantas preguntas que quisiera hacerte. Pero es imposible- La media sonrisa de Naruto desapareció.
-Nunca pudimos hacerlo porque me quedaba dormido- Aunque estaba solo en la oscuridad de su habitación se sonrojo de pena.
-Kiba por favor no me olvidesss…- Se quedó dormido.
*Sueño de Naruto*
-¿Oye estas bien?- Escucho como alguien le preguntaba luego de caer al suelo.
-Si.- Acepto la mano de la persona que estaba frente a él. Podía ver que llevaba el mismo uniforme que él.
-Apúrate llegaremos tarde- La voz que comenzaba sonarle familiar lo intrigo.
-¿Tarde? – No podía ver el rostro de aquella persona. Un destello de luz le impedía hacer aquello.
-A clases, recuerda que llegamos antes para que darte un beso. De otra forma no podría resistir todo el día- Ahora sí pudo reconocer la voz ¿Sera el?.
El rostro de aquella persona poco a poco fue dejado de iluminar por la luz. Naruto pudo mirar unos anormalmente grandes colmillos que posaban en aquella enorme sonrisa. Seguidos de unos triángulos invertidos de color rojo. Hasta finalmente poder mirar su cabello castaño.
*Fin del sueño*
-KIBA- Fue lo primero que pronuncio seguido de una enorme sonrisa. Mientras apagaba su alarma. La cual sonaba particularmente tarde al ser fin de semana.
Rápidamente recordó todo el sueño. Kiba estaba usando el uniforme del internado.
-Se miraba tan tierno ¿Pero porque?- Ahora que lo analizaba, su sueño fue algo raro.
Eso no le importo, de buen humor comenzó a ordenar su habitación, se colocó su uniforme y lo arreglo particularmente en orden. Estaba feliz, no sabía del todo por qué. Pero algo le decía que este sería un gran día. O tarde pues ya era algo tarde.
-Solo con soñarte- Sonreía.
No recordaba cuando había sido la última vez que había sentido este excelente estado de ánimo, lleno de felicidad y esperanza. Y también se veía en el. Se miraba al espejo y podría ver como su rostro se había rejuvenecido.
-Ho es tarde debo ver al chico nuevo que hace más de una semana me asignaron, pobrecito debe estar desesperado-
Tomo su llave de habitación y se disponía a salir. Se dio un último vistazo en el espejo.
-Espero que ese chico se aguapo, uno nunca sabe. Si tan solo Kiba me escuchara, me mataría- Bromeaba y reía, estaba tan de buen humor, al tiempo que miraba el número de habitación del misterioso chico.
Había decidió dejar la visita para la tarde, no quería ser importuno. Esperaba que el chico no estuviera enojado con el.
-Se supone que hoy me reuniré con el chico que me ayudaría a conocer el lugar. Pero el idiota ni siquiera se presentó el primer día menos hoy-
Despertó de mal humor, triste y desilusionado. Llevaba todo el día tirado miro que la tarde estaba llegando.
-Creo que daré una caminata- Ya ni siquiera se proponía buscar al rubio, ya sabía cuál sería el resultado.
Kiba caminaba distraído, miraba como el sol comenzaba a bajar y aquellos enormes jardines comenzaban a oscurecer. Naruto trataba de mirar el número de habitación, así que iba distraído mirando aquel número.
El tiempo espacio se detuvo, las hojas dejaron de caer, los pájaros dejaron de cantar, el sol detuvo su descenso. Ambos chicos estaban a unos cuantos pasos de toparse frente a frente.
Dicen que la historia siempre se repite. Y Kiba y Naruto estaban destinados a repetirla una vez más.
El rubio cayó al suelo, el moreno reacciono rápidamente al sentir que alguien había colisionado contra él. Pero esta vez no se molestó se preocupó.
Los ojos de Kiba se abrieron como platos. No lo pida creer, una enrome sonrisa y una lagrima que caía de su ojo derecho. Un mundo de sentimientos econtrados al ver a su rubio tirado en el suelo.
-¿Naruto?-
Naruto escucho que lo llamaban por su nombre, pensó que se trataba de Neji, pues era el único que lo conocía. Llevo su vista hasta el rostro del chico. Sintió en carne propia, su sueño. Pus los últimos rayos de sol le impedían enfocar el rostro del de pie. Hasta que poco a poco el sol seguido bajando y pudo mirar aquellos colmillos en esa enorme sonrisa, seguido de aquellos graciosos triángulos.
-No puede ser – Fue tal la descarga que sintió que quedo estático. Como si viera un fantasma se petrifico. Su cuerpo simplemente no reaccionaba.
Pareciera que habían pasado horas, pero no solo habían pasado unos segundos. El tiempo que sentían era un engaño del rápido latir de sus corazones y de la percepción de sus pupilas dilatadas.
-Siempre tan despistado ¿Hee?-
-Tal como la primera vez-Pudo pronunciar a lo bajo, para que solo ellos dos pudieran escucharlo.
Hablaban por inercia, por dentro seguían congelados y no pensaban, o más bien no sabían cómo reaccionar. El tiempo seguía detenido.