-Siempre tan despistado ¿Hee?-
-Tal como la primera vez-Pudo pronunciar a lo bajo, para que solo ellos dos pudieran escucharlo.
Hablaban por inercia, por dentro seguían congelados y no pensaban, o más bien no sabían cómo reaccionar. El tiempo seguía detenido.
El viento volvió a soplar y el cabello castaño de Kiba reboto contra su cabeza. Sacándolo de su crisis de parálisis.
-NARUTO, SI ERES TU NARUTO- Comenzó a gritar mientras se inclinaba para tomar entre sus brazos y cargar al rubio, el cual seguía sin decir nada.
-¿Kiba?- Miraba como el moreno lo cargaba y daba vueltas con su preciada carga.
Era tanta la felicidad de Kiba, que no noto que comenzó a retroceder y sus piernas toparon con algo, haciendo que perdiera el equilibrio. Cayendo al césped con el rubio en su pecho.
-KIBA, KIBA, KIBA- Por fin pudo pronunciar palabra, comenzando a gritar el nombre del moreno.
Naruto no lo pensó ni un momento más. Tenía mucho que quería hacerlo así que no le importo si alguien los miraba. Aprovecho que tenía los labios del moreno tan cercas. Y decido unirlos con los suyos en un cálido beso, que subió de intensidad cuando el moreno llevo sus manos a la cabellera rubia.
Se tomaron su tiempo en alargar dicho beso. Como si pudieran recuperar todo el tiempo perdido, pero sintieron la necesidad del oxígeno.
-Ya extrañaba tus bellos ojos azules- Pudo pronunciar tan pronto aquel mágico beso termino.
-Yo extrañaba tu piel, siempre tan sexy-
Kiba se incorporó y abrazo al más pequeño, este disfruto recagrar su cabeza en el fornido pecho del moreno.
-¿Qué haces aquí?-
-Vine a buscarte-
-¿Buscarme?- Una lagrima corrió en los ojos del moreno.
-Sí, vine a limpiar tus lagrimas- Paso su pulgar sobre aquella lagrima.
-Gracias Kiba- Se aferró al pecho del chico.
-Sabes Minato, mañana iré a visitar a Naruto- Kushina despego los ojos de la laptop.
-Creí que saldrías del país, para cerrar tratos-
-Si, pero justo en este momento cancelare todo. Eso puede esperar- Tomo su celular.
-Bien, entonces vayamos juntos quiero ver a mi hijo. Sus notas han subido mucho- Miraba el historial académico de Naruto.
-Si, me han dicho que se junta con un chico muy aplicado-
-¿Qué habrá pasado con su amigo? ¿Cómo se llamaba? Kiba, ya lo recuerdo-
-Ni me lo menciones-
-¿Por qué? A mí me agradaba, se miraba sincero, inteligente apuesto que con algo de empeño podría ser mi mano derecha en los negocios-
-¿Qué estas tratando de decirme Minato?-
-No, nada solo digo que me agrada. Y Naruto perecía muy feliz cundo estaba con el-
-¿Tú crees?-
-Si-
-Tonterías, estoy segura de que jamás lo volveremos a ver. Llamare a Sasuke para que nos lleve mañana-
-No estés tan segura, no lo estés- Minato reía tomando el periódico.
-¿Cómo ingresaste?-Sentados bajo un árbol, en la profunda noche, abrazados ya más calmados.
-Estudie y presente el examen-
-JAJAJAJA ¿En verdad’ te pusiste a estudiar- Naruto reía, al escuchar, como Kibaa había logrado ingresar.
-Oye, mi puntaje fue de los más altos, con todo que llegue tarde-
-Estoy tan orgulloso de ti Kiba- Se emparejo para darle otro beso.
Los besos eran constantes, algunos ligeros y otros más apasionados, todos seguidos de enormes sonrisas y una pequeña guerra de cosquillas sobre el césped.
-¿Cómo sigue Shikamaru?-
-Digamos que ahora él va a la ópera y galerías de artes. Es gracioso verlo en smoking JAJAJA-
-Eso me suena a obra de Sai, el aburrido Sai.-
-A este paso, ese par pronto estarán comprometidos-
-Hacen bonita pareja-
-Pero nosotros hacemos una mejor y más linda pareja-
-Los quiero mucho a los dos, pero tienes razón. Los extraño mucho-
-¿Me extrañaste?- Mordió el lóbulo de la oreja del rubio.
-Pero claro-Naruto se sonrojo al sentir la profunda y cálida respiración del moreno.
Trataron de buscar un árbol lo más lejos posible de la gente. Y para su fortuna lo encontraron cercas del lago. Habían decidió saltarse el timbre que les indicaba regresar a los dormitorios.
-Mira, no sabía que hoy abría luna llena- El rubio se emocionó al mirar la enorme orbe salir entre las montañas, tanto que se levantó de golpe dejando caer un papel.
Kiba sonreía el ver de nuevo a su pequeño rubio, con esa energía de vida. El simple hecho de contemplare esta escena hacia valer, todo el esfuerzo, todo el sacrificio y el dolor.
-¿Esto es tuyo Naruto? ¿No. 415? – decía al leer el papelito que recogió del césped.
-Si, es mío, es el número de habitación de un… No puede ser lo olvide por completo. Qué pena- Se tapó sus ojos.
-¿De qué hablas?-
-Se supone que vería a un chico esta tarde y ese es el número de su habitación, justo me dirigía hacia allá pero me topé contigo. Y no es que me moleste NO, NO. Pobre chico lleva una semana que no me reporto con el- Entro en nervios y se dejó caer sobre el césped.
-Conque eres tú. Hay Naruto debí haberlo sospechado JEJEJE-Reía mientras rascaba sus cienes.
-Soy un guía terrible-
-Si, ese chico debe estar molesto. De hecho si lo estuvo el primer día, pero tienes suerte de ser hermoso-
-mmmmm-
-No te preocupes, te perdono. Claro que tendrás que disculparte como es debido-
-¿De qué hablas?- No entendía de que habla Kiba, solo miraba que se reía entre dientes.
-Bueno pues sobres que el No. 415 es mi habitación. Yo soy ese pobre chico que espero a que le mostraran la escuela. La verdad nunca imagine que mi guía fuera tan despistado, pero tan lindo-
-¿Qué? ¿TU? ¿TU?- Se echó hacia atrás, nunca se imaginó que se tratara de Kiba.
-Si, era yo. Soy yo. Pero eso es agua pasada-
Naruto llevo sus labios hasta los de Kiba. Bañados bajo la luz de la luna este se prolongó más de lo debido.
-¿Estoy perdonado?- Pregunto tímido el rubio.
-NO aun no, te hace falta mucho para perdonarte del todo-Fingía indignación.
-Bueno mi habitación no queda muy lejos de aquí. Podríamos tratar de solucionar ese pequeño detalle esta noche-Trataba de usar su mejor voz seductora.
-Me parece bien, hoy es una fría noche. Me vendría bien algo de calor- Sonreía con una sonrisa media llena de lujuria.
-No se diga más, andando que hace frio-
-Muéstreme el camino señor “guía”- Dio una nalgada al rubio.
-Oye-
Así tomaron rumbo a la habitación del rubio. De algo estaban seguros, sería una noche larga.