Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Never be the same. por Almaschmetterling

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes de este fic son de Tadatoshi Fujimaki autor de Kuroko no basquet y no me pertenecen.

Basado en las canciones: Never be the same y All right de Christopher Cross.

Notas del capitulo:

Capítulo inspirado en canciones que escuchaba en plena madrugada. Espero sea de su gusto.

Aquel era un día muy frio, allá afuera corría viento, no insoportable pero bastante helado. Algunos decían que nevaría ese día en Tokio.

Furihata se había quedado mirando las ventanas amplias de aquella casa donde vivía con su pareja. Era Akashi quien se la había comprado para que viviesen juntos, no era muy grande y en verdad a Furi poco le importaba el tamaño, lo que si le importaba es que al parecer a su pareja si le estaba incomodando vivir con esa vida tan simple. A pesar de que eran felices sabía que Akashi no estaba acostumbrado a ello. Y justo lo que el castaño temía pasó cuando Seijūrō llamo su atención  para que se despegase de la ventana para hablar  con él. 

—Yo he decidido arrancar la página de esto. En verdad pensé que funcionaria, pero… ambos tenemos estilos de vida muy diferentes.

Akashi había sonado así de tajante frente a Furihata después de tres años de relación, bastante amorosa, pero también con muchos problemas, más que nada por el padre de este, su situación económica que era diferente a la suya.

 Kōki podía entenderlo, pero al mismo tiempo no quería entenderlo. Sabía que tal vez era verdad, pero ¿Así de drástico? Sonaba bastante cruel la verdad pero al menos Akashi era sincero.

Al mismo tiempo, en ese preciso instante un dolor taladrante se instalaba en su pecho sintiendo como su corazón se estaba haciendo pedazos al saber que el amor de su vida lo dejaba ¿Cómo podría vivir de ahora en adelante? Sentía un hueco en su pecho tan profundo que se sentía morir allí mismo, en verdad la sensación de que quien amaba se iría era asquerosa.

Ya nada podría volver a lo que era, sentía que hasta el aire le faltaba, no pudo responder casi porque se sentía ahogado. Conocía a las personas como Akashi, no le valdrían nada unas lágrimas ni nada similar, aunque este fuera muy dulce cuando este se lo proponía, era una persona bastante racional y un par de pucheros no lo harían cambiar.

—Yo ¿Hice mal al ser tan celoso? —Hablo de pronto Kōki como teniendo una pequeña esperanza de poder cambiar lo malo o lo que creía que era malo, tener algo que hiciera que esta decisión no fuese tan drástica. En verdad no quería que se fuera, pero era algo casi inevitable que pasara, ya ambos sabían que esto no duraría y quizás el separarse sería lo mejor para ambos.

—Si es por eso, creo que yo fui muy controlador contigo, no es que me arrepienta tampoco. —Lo miro a los ojos, siempre iba a ser sincero con él, aunque sonase arrogante a veces. —Solo creo que ambos debemos tomar rumbos distintos.

Akashi dicho esto, empezó a guardar por sí mismo sus cosas, no quería en verdad que Furi le ayudase pues sentía que el proceso sería aún más doloroso si era de esa manera.

 Kōki no podía decir nada en ese momento lo dejo hacer aunque tenía rabia. Rabia consigo mismo de no haber sido una mejor  pareja para él. Le gustaría haber sido un novio con talento innato como los milagros, pero jamás podría ser tan genial como ellos.

Furihata trato de repetirse mentalmente que era lo mejor para ambos.

Que Sei fuera feliz  en otros lados era algo que no le molestaba. Por su parte él no podría volver a enamorarse. Pasarían otras personas por su vida, pero no podían llegar a él como lo había hecho Seijūrō, ni tampoco es eso lo que quería. No, nadie podría entrar a él. Nadie podría entender el amor que sentía por el pelirrojo. Era el amor de su vida, su único amor.

Sin embargo era una poca cosa, pero no quería que ninguna persona lo tocara más que su Sei, ahora solo Akashi Seijūrō. No podría entregar su corazón a nadie más ¿Cómo entregaría a alguien algo que ya le pertenece a una sola persona? Para algunas personas es tan fácil olvidar, sin embargo para él  no era tan fácil.

Furihata se dirigió a su pareja que estaba por irse, tomándolo del brazo suavemente.

—Aunque te vayas, aunque conozcas a otras personas yo, yo quiero que sepas que eres el único que estará en mi corazón. Viviré solo porque no creo poder tener el ánimo de estar con alguien más, nunca podré volver a ser el mismo…aunque pasen los años. Tu eres a quien yo amo Sei, digo Seijūrō… eres el amor de mi vida. —Trato que sus emociones no explotasen allí mismo, pero no pudo resistir más  aquella bomba de sentimientos que acumulaba en ese momento y las lágrimas se hicieron presentes. —Adiós Seijūrō...o mejor dicho Akashi-san.

—Creo que yo tampoco podre ser nunca más el mismo sin ti Kōki—Le contesto el pelirrojo sincero. —Adiós Furihata Kōki.

 Akashi fue saliendo con aquella despedida  dándole un beso fugaz en la mejilla a Furi de esa casa con una enorme maleta sin mirar a su ahora ex pareja, no quería mirarlo. Este quería empezar de nuevo como siempre cuando había salido de una relación  que le lastimaba. Aunque Kōki no lo había lastimado la verdad, Seijūrō solo se había sentido ahogado por la presión de los suyos.








----

Empezó a nevar justo en ese momento cayendo algunos copos en su cabello rojo, sintiendo algo de frio en el cuello por el viento que empezó a soplar, mirando a algunas parejas que paseaban por allí como ajenas a lo que pasaba pero al mismo tiempo como restregándole en la cara su felicidad.

 ¿Curioso no? Justo en el día de San Valentín decidía esto, miro a las parejas felices, pero no podía retroceder en lo dicho. Apretó la maleta decidido a alejarse, decidido a que no podía quedarse allí. 

Sin embargo. Kōki había dejado huella en su corazón, lo había marcado. No era una marca que podría sacarse como las otras, era como un tatuaje marcado a fuego en su pecho. Una huella que jamás se iría. ¿Realmente importaba tanto su posición social ahora que lo pensaba? ¿Importaba tanto que su padre lo despreciara por estar con alguien así en vez de cualquiera de los milagros? Importaba…

No.

No.

Claro que no.

Pero era una decisión tomada, lo era. No podía dejar de lado su orgullo.

¿Oh si?












----------------------------------------------
Kōki  aun después de horas pasadas se abrazaba de las piernas llorando sin cesar como si no importase nada más en ese momento, se sentía muerto en vida ¿Qué pasaría ahora en adelante? No quería saberlo. Solo deseaba desaparecer un momento y que nadie lo encontrase, no quería hablar con nadie. Sabía que su amado lo superaría más rápido que él, pero a él le costaría mucho asimilar algo así.

Pero era lo mejor…

Estaba a punto de quedarse dormido entre lágrimas cuando de pronto escucho el timbre de manera estruendosa, no quería atender a nadie quería estar solo ¿Qué no entendían que acababan de romperle el corazón en miles de trozos que tardarían en sanar? O probablemente nunca sanarían.

No quería vivir si no era con Akashi.

Sin embargo los timbrazos no paraban si no que seguían aún más insistentes.

Gruñendo de mala gana abrió la puerta para decirle a quien fuera que se retirase de una vez, solo para encontrar un peluche enorme frente a su cara y unas rosas. Akashi aparto los obsequios para mostrarse.

—Ya sé, sé lo que dije, pero Kōki ¿Podemos recomenzar otra vez? ¿Quieres ser mi pareja otra vez? —Tomo su mano suavemente.

Y es que en su interior Akashi está seguro que esta vez puede funcionar, que con Furihata nunca se había sentido mejor que con nadie. Si había terminado era por una causa externa, no por él realmente y consultándolo con su otro yo lo supo en verdad: No quería apartarse de Kōki, no quería que por su padre o porque la sociedad que le imponía ser un hombre de cierta manera le impidiera estar con su amado. 

Kōki se desmayó en primera instancia, pensando que todo había sido un sueño hermoso y que nada en verdad de eso había ocurrido en verdad

Pero era real, era tangible.

Apenas abrió los ojos y se encontró con Akashi. Al verlo se aferró a él como una garrapata como si fuera necesario así como respirar, pero luego lo soltó preocupado de que si en verdad lo había soñado. Sin embargo esta vez fue el pelirrojo quien lo abrazó con fuerza besándolo apasionada y cariñosamente. Furi en un principio no supo cómo responder por el shock y la conmoción de lo que había pasado pero lo hizo. 

— ¿No te iras Sei? Por favor...

—No, no me iré, todo está bien. —Acaricio sus cabellos con ternura.

—Dilo otra vez, no quiero ilusionarme, soy idiota…

Ambos se miraron a los ojos, Furi lo sabía antes que su amado lo repitiese.

—No me voy a ir, tranquilo Kōki—Acaricio sus labios suavemente con la yema de sus dedos. —No va a ser lo mismo, esta vez haré que cualquier cosa que sea un estorbo cambiarla o quitarla del camino.

—Entonces esta vez funcionará. —Menciono Furihata emocionado sintiendo que su corazón renacía así como una rosa que empezaba a abrir sus rojos pétalos mostrando de esa manera sus hermosos colores.

—Yo también lo creo. —Lo besa cariñosamente a lo cual es respondido con tanto cariño cómo es posible. —Entonces ¿Serás mi Valentine?

Furihata asiente, se despega un poco de Akashi y va en busca de algo que tenía por allí, entregándoselo al pelirrojo y sonriéndole: Era un corazón de chocolate.

—Acepta mis sentimientos Sei…—Parpadeo algo melancólico. —Pensé que tendría que comérmelo yo solo.

Su pareja toma el chocolate bastante emocionado y pone a su acompañante a su lado  haciendo que ambos coman del mismo chocolate, aunque Furi se había negado en un principio el pelirrojo le incito a que comiesen juntos.

—Kōki…gracias a tus palabras me has hecho ver que es lo que es importante para mí en verdad. Y eres tú. 

Se mantuvo abrazado a Furihata quien lagrimeo emocionado.

—No hice nada en verdad, solo lloriquee como un idiota.

—Si lo hiciste. Y no quiero que te trates mal ni que llores, esta vez todo irá bien.

Ambos lo sabían, porque esta vez Akashi parecía más libre. Le había dado la espalda a lo que su padre quería, a lo que querían de él. Esta vez sería el mismo y sabía que podía contar con Kōki y este sabía que Seijūrō no mentía, esta vez todo saldría bien.

Todo está bien. 

Fin

 

Notas finales:

Gracias por leer 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).