Tardaron varios días más, la noticia pronto se supo con más detalle, sabían que “un monstruo” había sido el causante de los ataques del Underground pero quedo como una mera leyenda, nadie supo nada mas sobre la bruma, no hubieron más ataques después de aquello, aunque se vea más seguido a Sans en los brazos de Papyrus, suponían (y corrían los rumores) que ahora ambos eran pareja y que Papyrus se había vuelto… un tanto más celoso tratándose de su hermano
-aquí estamos Alphys- saludo Sans a la científica que aun con un leve rojo en sus mejillas (y una grabación en dvd y alta calidad perfectamente guardado entre sus cosas más ocultas) veía a ambos con un saludo nervioso, permitiendo que ambos entraran juntos, observo como Papyrus dejaba con cuidado a Sans en el suelo, haciendo el más bajo gestos de ligero dolor; Alphys tuvo que desviar la mirada y luchar con todas sus fuerzas para no soltar un grito de Fangril; sabia que cuando Sans no podía caminar o caminaba extraño (casi siempre siendo cargado por Papyrus para ocultarlo con mayor facilidad) en todo caso, era por una de sus sesiones en las que Papyrus pedía por “magia” y cuerpo… si, Alphys había comprendido y le había regalado a su amiga Undyne una copia de la grabación que ambas habían hecho el día que descubrieron semejante situación tentadora pero eso era lo de menos
-¿Y bien? ¿Encontraste algo más?- pregunto Sans tratando de desviar la conversación de su cadera casi destruida por tanto movimiento brusco hacia la verdadera intención de la visita, Alphys, luchando por centrarse en su trabajo asiente no muy convencida; dejando de lado la situación que puede presenciar agradablemente como yaoi del bueno delante de sus ojos, también está la situación que llevo a ambos hermanos a donde se encuentran actualmente
-s-si… b-bueno, realmente no mucho…- explica caminando en dirección de su computadora y poniendo su pantalla en la gran pantalla para que los hermanos no tengan que ver en su misma dirección. Mientras Alphys teclea tan rápido como puede en el techado que posee, Sans y Papyrus observan la pantalla gigante donde aparecen los archivos documentados de la chica
-m-me he tomado el tiempo para investigar en todos los lugares que tengo acceso y…- susurra apenada, mostrando su hipótesis y varias páginas de texto que a ninguno de ambos hermanos les interesa por el momento más que la explicación de la científica
-al parecer, el caso de esa criatura llamada Vampiro es una situación única entre sí… no hay informes, no hay nada en la historia, ya sea nuestra o de los humanos que diga que un humano pueda volverse algo llamado Vampiro y mucho menos que un vampiro que alguna vez fue humano pueda convertir a un monstruo en Vampiro- explica Alphys, viendo directamente a ambos hermanos que la miran, sin embargo, aun no ha acabado con su explicación
-del mismo modo, he hecho lo que me pediste Sans- explica ahora buscando entre todo el montón de papales que posee, buscando y sacando un grupo mas que se ven algo arrugados y maltrechos. Entregándolos en las manos de Sans, lo mira tímidamente asintiendo levemente
-tal cual nos ha dicho Papyrus, el parecer él, que ahora es un vampiro no puede convertir a nadie más en vampiro… de algún modo, es como si la enfermedad solo le afectara a él… así que no hay problema, nadie más que haya sido afectado por él será convertido en un Vampiro… aunque también cabe admitir que su cantidad de magia y poder como tal ha aumentado tan considerablemente que podría ser aun superior al rey Asgore- explica tímida y sorprendida por el descubrimiento que hizo al respecto
-¿Y qué hay de Sans? ¿Pudiste hacer algo para su magia?- pregunta Papyrus en su ahora ya común cambio de personalidad, Alphys asiente nerviosa de verlo, desearía poder observar cómo se comporta delante de Sans pero prefiere no ser presa de su furia o de esa manera de ser tan dominante… le gusta ver que Sans se someta ante el… pero ya ser ella… ella solo era de Undyne después de todo, y de nadie más…
-ha-ha si… claro… a-aquí lo tengo- dijo volviendo a su escritorio para sacar de entre sus cajones un bote lleno de píldoras de un color azul cristalino casi como el color de las flores eco, las cuales entrega directamente a Sans viendo en esta ocasión únicamente a Papyrus
-d-debe tomar una cada vez que… b-bebas de su magia… s-si la dosis no es suficiente b-bastara con dos pastillas…- explica nerviosa de recordar tan vívidamente la sesión que vio de magia y sexo… ho si, un gran lemon que aun gusta de ver… tiene que volver a verlo con Undye otra vez… si, apenas se vallan, invitará a su amiga a volver a verlo
-¿Qué hago si no es suficiente?- pregunta Papyrus con un toque molesto y demandante que pone nerviosa a la chica
-t-tal vez t-tres p-pastillas?- se pregunta a ella misma, rascando su barbilla mientras piensa en sus posibilidades, negando de inmediato y volviendo su vista a Papyrus mas que a Sans quien parece haber enmudecido y mostrar un leve azul en sus mejillas junto a sus cuencas vacías “Sans está fuera de servicio” piensa Alphys al verlo
-e-en todo caso… s-si eso llegase a suceder t-tráelo conmigo y y-yo lo examinare para ver cuál es el problema y v-ver si la f-formula que le doy a Sans debe ser cambiada en algo- explica nerviosa ganando preferentemente una afirmativa de Sans y que el mismo se pegue a su hermano para calmarlo con una caricia gentil que pareciera transformarlo de vuelta al viejo Papyrus tranquilo y animado
-bien, si eso es todo entonces…- dice Sans observando el rostro pensante de Alphys, prefiere dejar que el silencio pase para que la chica se arme de valor para poder preguntar o terminar de procesar lo que sea que esté pensando
-¿Sucede algo importante doctora Alphys?- aquel comentario, tranquilo y despreocupado de parte de Sans hace salir de su estado a Alphys quien lo mira fijamente, negando con más tranquilidad, aunque en su mirada se puede ver claramente una duda que no parece tener aun respuestas de su parte
-nada, es solo…- una vez más el silencio se ha apoderado del lugar, Alphys se pregunta si es una buena idea preguntar, pero prefiere hacerlo, después de todo, ella es una científica; tal vez no tan intensa como otros en su rama y mas amante del anime, pero es cierto que tiene dudas, dudas que al final, ha votado por resolver
-Papyrus… perdona mi pregunta pero… habiendo tantas personas en el Underground… ¿Por qué elegiste la magia de alguien tan débil como Sans?- pregunta, notando la mirada de ambos insistente sobre su ser, quiere arrepentirse pero la pregunta ha sido disparada y de verdad quiere saber…
-pudiste elegir a quien fuera… después de todo, deduzco que por eso atacaste a todo el Underground, para buscar la magia más adecuada a tus necesidades ¿no?- pregunta, buscando por la famosa respuesta que quiere escuchar
Sans, quien se había mantenido callado en todo ese rato también mira a Papyrus, esa también es una buena pregunta, pregunta que aunque quisiera una respuesta, el cree conocerla de antemano… Papyrus en algún punto le dijo… ¡Falso! Si algo no dejaba de decir Papyrus cuando estaba poseído por la sed de magia, es que, además de esas frases sucias y libidinosas, no paraba de decir lo poderosa que era su magia, con un sabor único y embriagante que lo volvía adicto… aun así, Sans se preguntaba ¿Realmente su magia es la más fuerte de todas? O solo lo ha elegido por su atracción y amor mutuo?... es algo que el también desea saber. El silencio se prolonga, pareciera que Papyrus busca también la respuesta a aquellas preguntas
-su magia… independientemente de su fuerza física, es fuerte, no solo eso, es grande, como a un oasis sin final… su magia parece no solo fuerte, no solo es especial, también es… única… como la de todos aquí, y aun así, la suya, fue por mucho la que me atrapo- explica por fin, observando únicamente a Sans, perdiéndose ambos en la mirada del contrario, se pierden a sí mismos en su pensamientos, siendo Papyrus quien observe gustoso el sonrojo azulado del mayor
Un carraspeo de Sans ayuda a todos salir del momento, Papyrus se mantiene al margen de la charla mientras Sans y Alphys continúan con su trabajo… al parecer, por mas búsqueda por una cura, no hay nada…
Los días pasaron, la investigación de ambos científicos se intensifico, pero siempre volvieron con la misma respuesta… no hay cura para la situación de Papyrus. Tal parece, se quedará así por siempre…
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-no es tan malo Sans, he aprendido a controlarme ¿No es así?- le pregunta a su hermano, caminando de vuelta a Snowdin después de haber charlado con Alphys y terminado igual que siempre, con la negatoria a una cura para el más alto de ambos hermanos… Sans se mantiene callado, sopesando sus situaciones
-eso es cierto- responde Sans. Es cierto que Papyrus ha aprendido a controlarse. Ya habiendo pasado poco más de dos meses desde el primer ataque de la “bruma” todo ha vuelto como si nada hubiera pasado, ahora no pasa nada mas pero es cierto, que para Sans aun es un problema. No tiene complicaciones con ser el consorte de Papyrus o que le tome la magia o que casi lo viole cada vez que tiene que beber la magia… sin embargo, le preocupa que, en dadas situaciones que él no esté cercas, Papyrus haga una locura y en el peor de los casos, vuelvan con el caos del Underground, más que nada, se preocupa por la situación de Papyrus mas que de nadie
-¿Qué te aqueja Sans?- pregunta Papyrus, con el cambio de voz, aquella que demanda ser obedecido de un modo sumiso, cosa de la que Sans ha aprendido y siempre que la escucha siente un escalofrío trepar por su espalda, estancándose un rato en sus caderas al imaginar que puede volver a suceder “lo de siempre” cuando quiere alimentarse…
-n-no es nada P-Paps- susurra nervioso, continuando con su camino… es mejor no pensar mucho en ello, aun si Sans sabe de antemano que su hermano, aun cambiado por ser un Vampiro, seguirá siendo leal y amable… realmente, no hay cambios en el, y sabe, confía ciegamente en su palabra y en su buen juicio… al menos mientras no tenga hambre el contrario
Su camino continua tranquilo, ahora pasan por Waterfall y las flores eco que a ambos gustan, prefieren quedarse ahí un par de minutos observando la escena, abrazados y compartiendo besos apasionados que de a poco suben de tono hasta que Sans percibe un flujo curioso de magia. Frenando las acciones de Papyrus y dejándolo apenas frustrado, permite a Sans levantarse de su lugar y comenzar a caminar por la zona
-¿Sucede algo Sans?- pregunta el contrario, observando como de a poco se aleja Sans con un gesto serio y tal vez molesto
-algo… no esta-waaaa!!!!!!- el grito de Sans hace a Papyrus saltar y correr en dirección del grito, encontrando al contrario aferrándose a un cristal enterrado en el suelo, sujetándose como si su vida pendiera de ello, en lo que parece un muro, se encuentra un portal abierto y succionando todo lo que encuentra en su camino, por desgracia, en su camino se encuentra Sans
-¡Sans!- grita Papyrus corriendo a su lado, apenas se miran, Sans niega y trata de pedir que se aleje, “pronto” todo acabaría; sin embargo Papyrus no ha escuchado a razones y menos las de Sans así que corre con todas sus fuerzas, llega hasta el esqueleto más bajo, sujetándolo justo a tiempo, Sans comenzaba a resbalarse. Ahora Papyrus lo abraza contra su pecho, el portal parece hacerse mucho más grande por momentos y aun con toda la fuerza y la magia de ambos para crear una barricada alrededor del portal, este succiona todo a su paso…
Papyrus se ha desprendido del suelo antes de poder detenerse, su magia aun continua aferrándolos pero no dura el tiempo suficiente para que ambos se empujen lejos del portal, ahora, ambos han caído dentro y aunque se aferran al contrario, pierden la consciencia antes de lo esperado…
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El dolor en el cuerpo era insoportable he incomodo… se le podría decir que sentía su cuerpo desmembrado después de semejante viaje… sin embargo, al abrir sus ojos lo primero que ve son el suave movimiento de los pinos nevados, moviéndose por el suave viento helado del lugar. Sans se levanta encontrando el brazo de Papyrus estrechándolo aun; suelta un suspiro cansado mientras se toma la cabeza
*ya creo comprender por qué a Papyrus no le gustan mis atajos* se dice sobando el dolor en su cabeza, al girar comienza a mover a su hermano suavemente, lo llama por su nombre y reparte pequeños besos por su rostro y dientes; pronto, el más alto se ha despertado también, viendo a todas partes
-¿llegamos a casa?- pregunta confundido el más alto, Sans suspira tranquilo, casi divertido; no hay mas charla después de eso y una afirmativa no muy segura de parte del mayor; ambos se encaminan, lo primero que encuentran es el portón que da paso a las ruinas, se maldicen por ir en camino contrario y regresan sobre sus pasos. Caminan y charlan de cosas sin importancia hasta que ven el puente, Papyrus parece emocionarse, no estaban tan perdidos, aunque Sans nota ciertas cosas que parecen… “extrañas” y que son acordes a como las recuerda… ahora no sabe si maldecir o bendecir que es un centinela, las cosas no están como él las recuerda
Apenas llegan al puesto de vigilancia que le pertenece a Sans, ambos encuentran una botella de mostaza, Sans no está seguro de que hayan llegado a casa… no a SU casa… de todos modos, prefiere seguir a Papyrus, tal vez y solo hay alguien jugándoles una broma o en el peor de los casos, sea lo que se teme y lo que realmente esta rogando por que no sea
-vamos Sans, quiero llegar y preparar espagueti… recuerda que debes de alimentarte bien… ¿Traes tus medicamentos verdad?- pregunta, ganando un asentimiento repetitivo y tranquilo de parte de Sans, mostrando de entre sus ropas el mismo frasco que le ha dado Alphys días atrás, ahora Sans no puede “por ordenes de Papyrus” salir sin sus pastillas debido a la sed de Papyrus y… tampoco por su propio pie (por las mismas razones)
-¡cuidado!- Sans ha escuchado un ruido, a apegado a su hermano a su lado con ayuda de su magia; rápidamente ambos son rodeados por una jaula de huesos rojos, ambos hermanos se miran, Papyrus carga a Sans celosamente mientras observa el ataque que saben, ninguno de ellos posee, se miran entre ellos y por fin, de entre la maleza salen un par de esqueletos
-hehe, lo que me temía- susurra Sans derrotado, soltando su cuerpo en los brazos de su hermano al observar a la ahora pareja que se les acerca con miradas afiladas
-bueno, bueno… esto será interesante- escuchan el reclamo molesto y cansado del esqueleto más alto, vestido en ropas negras con rojo y grande botas, el esqueleto a su lado, mucho más bajo de igual modo, vestido con ropas negras y rojas, porta un collar de perro y lo más interesante para Sans, es ver las orejas peludas negras y la cola que se mueve tensa detrás… o tal vez sea el diente de oro… no, es el collar de perro… simplemente, todo de él llama su atención curioso
-¿Y tú? ¿Un perro?- pregunta interesado Sans a su copia en rojo y con rostro agresivo
-¡lobo!- ruge esponjando su cola y bajando sus orejas, es adorable delante de todos, pero del mismo modo, Sans puede sentir como es pegado al pecho de su hermano, casi deseando estrangularlo… aun cuando el aire no le haga falta, si no hace reaccionar a su hermano pronto sentirá sus costillas romperse; con un suave golpeteo en sus brazos Papyrus comprende y deja de ejercer tanta fuerza… ahora que se miran fijamente, los más altos y los bajos… un silencio sepulcral se crea entre los 4 presentes
-hehe… ahora hay que ver cómo salir de aquí- se dice Sans con un toque divertido y nada agradable… más problemas en su haber…