Después de desayunar, o más bien tragar el desayuno, se sentó a esperar a sus dos compañeros que se preparaban para acompañarle al psiquiatra. Realmente no quería ir, sabía lo que ocurriría: le culparían por no tomarse sus medicamentos, le retarían por no haber asistido a sus sesiones, le reprocharían su falta de sueño, el evitar sus sesiones de relajamiento y lo peor, el no haberlo dicho antes.
¿Cuánto tiempo llevaba sintiéndose extraño? Con ese malestar general, los dolores de estómago, el vómito que sin que él quisiera se esparcía en el baño cuando debía correr hacia él. ¿Hace cuánto que estaba sintiéndose tan miserable por no poder controlar su propio cuerpo, su propia mente?
Rememoraba temporadas enteras sumido en sus pensamientos, meses pasados en los que le costaba más de lo normal el levantarse de la cama. En el que el sabor de la comida parecía extraño, en el que su rísa le sonaba falsa, en el que el calor humano que sentía dentro se iba consumiendo.
- Vamos - dijo Hoseok sacándolo de sus ensoñaciones. Le entregó su mano para que se levantara y se encaminaron a la puerta la cual estaba siendo abierta por Seokjin.
- No quiero que intentes escapar, Yoongi ah - dijo serio el mayor cuando iban caminando hacia el ascensor -. Tenemos la hora en menos de treinta minutos por lo que debemos apurarnos, el doctor dijo que nos esperaría en la sala de reuniones para que si nos ven las fans no sepan para qué vamos a la clínica.
- Está bien hyung, no iré a ningún lado. - dijo fastidiado de esa actitud del mayor, él no era un niño. Cumpliría 24 en poco tiempo y no tenía tiempo para que le trataran como a Jeongguk.
- Eso espero.
Y juntos los tres entraron al ascensor. Hoseok conversaba animádamente con Seokjin intentando romper ese silencio incómodo que estaba entre los tres. Él sabía que su hyung de baja estatura estaba enfermo, que debía preocuparse más por él pero tampoco comprendía la reacción casi maternal y sobreprotectora que estaba teniendo el mayor de todos, tampoco comprendía porqué le habían pedido a él acompañarlo. Sí, es su mejor amigo y por lo mismo sabe que el más bajo no gustaba de sentirse acompañado cuando se sentía más débil, sabía que Seokjin lo hacía por el bien de éste pero aún así lograba hacerlo sentir incómodo incluso a él. Pobre de Min Yoongi, se decía.
En el auto se repartieron los asientos siendo conducidos hasta la clínica por el mismo pelinegro. Se sentía estúpido conduciendo hacia aquel lugar acompañado. Casi como un bebé. Aún más débil, más frágil. Odiaba eso. El sobrepensar.
Llegaron con 10 minutos de adelanto pero se dirigieron de todas formas a la sala de reuniones del doctor Nim. Se sentaron sin decir nada esperando por el doctor. Yoongi escuchaba música con sus audífonos y observaba a la nada, sus pensamientos se arremolinaban en su cabeza. No sabía si mentir en la revisión o decir toda la verdad. Tenía miedo, realmente estaba asustado de toda esa situación. Observaba como los otros conversaban e intentaba prestar atención a la letra de la música que oía pero no podía. Quería que ellos se fueran. Si querían que asistiera, ya, lo hizo, pero no quería que escucharan lo que diría o no diría. No quería sentirse aún más vulnerable de lo que ya estaba.
- Hyung. ¿Quieres que nos quedemos contigo dentro cuando estés con el doctor Nim? - le preguntó Hoseok quitándole uno de sus audífonos.
- Realmente preferiría que no - le contestó con una lacónica sonrisa mirándolo a los ojos, agradeciendo que por lo menos uno de ellos le tomara en cuenta sus sentimientos.
- Yo quiero quedarme, sé como eres Yoongi, vas a mentir. Lo sé. - dijo el otro con determinación, la mueca que hizo el más bajo fue suficiente para que toda la determinación que tenía se fuera por el desagüe.
- ¡Tú no eres mi puta madre, Kim Seokjin! - le gritó el más bajo, parándos y con ello botando el celular que se encontraba en su regazo - Para, en serio para con tus imbecilidades, para con tu mierda de sobreprotección. ¡Tengo 24 años, no soy tu puto hijo y no vas a entrar conmigo a la puta consulta!
- Está bien - dijo el otro parándose también, caminando hasta la puerta y diciendo antes de abrirla - Hoseok, me avisas cómo les fue. No voy a aguantar insultos cuando lo único que hago es preocuparme.
Y abriendo la puerta salió dando un ligero portazo. Hoseok miró con mala cara a Yoongi.
-No tienes porqué hablarle así, hyung. Él sólo quiere ayudarte - se levantó de donde estaba y se aproximó a la puerta -. Iré a hablar con él, necesito que pienses en todo, no sólo en como tú te sientes sino en como todos nosotros nos sentimos respecto a esto. No sólo tú llevas tus episodios, nosotros igual nos liamos por ellos.
Cerró la puerta lentamente y dejó a Yoongi solo. Se sentía un imbécil. Quería ir a disculparse pero no entendía muy bien el disculparse porqué. Él tenía razón en todo, no era su madre y el que lo sobreprotegiera hacía que todo lo que pensaba sobre sí mismo y su incompetencia se acrecentara. Quizás no fue la forma, definitivamente no fue la forma. Quería sólo desaparecer y volver a ser lo que era hasta hace unos meses.
- Min Yoongi, tanto tiempo - dijo un hombre alto y de cara risueña al entrar, le estaba dando la mano sin que el más bajo se diera cuenta -. Deberías dejar de pensar en voz alta, ¿sabes? Los otros puede que te escuchen y estoy seguro que no querrás eso. ¿O sí?
- Hola, lamento lo anterior. - contestó quedamente Yoongi. Se removió en su asiento que de un momento a otro le pareció el más incómodo del mundo y miró a quien tenía delante.
- Sé que no querías venir pero nunca pensé que te ausentaras por tanto tiempo a tus citas, Min. - le regañó el otro-. Aparte, sabías muy bien que hoy debías venir acompañado, me encontré a Seokjin fuera y a Hoseok también, les pedí entrar pero se negaron. ¿Sabes la razón?
- No quería que entraran conmigo, eso es todo.
- Y aún así vinieron a acompañarte para esperarte fuera durante una hora. Realmente debes ser importante para ellos.
- Sí, como sea. No creo que estemos una hora acá hablando, yo no tengo mucho que decir.
- ¿Hace cuánto que no te tomas tus medicamentos? - le preguntó de lleno el mayor, mirándole a los ojos, desafiándole a que le mintiera.
- No lo sé, unos días quizás - desvió la mirada ante la mentira obvia.
- Meses, claro. ¿Cuántos meses? ¿Cuánto tiempo has estado así? 2? 3 meses?
- 6. - contestó sin tituvear.
- Wow, no me esperaba eso. Creí que eras... - golpes en la puerta le hicieron parar lo que estaba diciendo - Pase.
Entró Seokjin cerrando la puerta tras de sí, sentándose a un lado de Yoongi y sin mirarlo preguntó qué era lo que habían hablado durante su ausencia.
- Yoongi acaba de decirme que lleva 6 meses sin su medicación - contestó el doctor mirándole fijamente, inspeccionando su rostro.
- Me dijiste que eran sólo unos días - le espetó el castaño al menor.
- Es que no es de tu incumbencia, hyung. Yo estoy bien.
- Ese es el punto en esto - dijo el doctor levantándose y cerrando la puerta con pestillo para que nadie más los molestara, se paseaba por la sala mirándole fijamente. Seokjin miraba al suelo sin despegar la vista de sus zapatillas.- No estás bien, si lo estuvieras no habrías dejado de asistir a tus citas conmigo. ¿Por qué dejaste de venir?
- Estoy sumamente ocupado. Se viene el tour de conciertos, los ensayos, los comebacks, todo. Estoy muy ocupado como para preocuparme por nimiedades.
Seokjin iba a replicar pero el doctor le hizo un ademán de que no interrumpiera.
- ¿Nimiedades? ¿Tu salud mental es una nimiedad Min Yoongi? ¿Por qué crees eso?
- Porque hay cosas más importantes, cualquiera puede decirlo. - se estaba poniendo nervioso, quería huír de ahí lo más pronto posible y correr lejos, lejos de todo. Una mano en la suya le hizo mirar a quien se encontraba a su lado. Seokjin le daba la mano y se la acariciaba intentando hacer que se sintiera mejor, traspasarle un poco de calma.
- ¿Haz tenido alguna crisis? De cualquier tipo: de pánico, de angustia, suicida... - dijo la última parte como si no le tomara el peso a esa palabra.
Yoongi se debatía por dentro. La tormenta de emociones que tenía le impedía responder con propiedad. ¿Debía decir la verdad? ¿Debía decir la verdad sobretodo y preocupar al mayor, volver a terapia, completar el tratamiento o sólo mentir y dejarse llevar por todo aquello que estaba maquinando su cabeza para salir de ese lugar? Miró la mano que le sostenía, miró sus piernas largas y delgadas, sus dedos torcidos y suaves. Sus brazos y su espalda ancha. Terminó enfrascándose en los ojos del mayor y soltó un suspiro. Él estaba ahí por su persona, debía recompensarlo de alguna manera.
- Sí - contestó escuetamente.
- ¿Sí? ¿Sí a qué Yoongi?
- Sí a todo, ok? A todo. Sí he tenido ataques de pánico, creo que esta semana he tenido dos, uno de ellos lo presenció Seokjin-hyung. Sí he tenido ataques de angustia, uno de ellos igual fue presenciado por él. Sí, he pensado en suicidarme. No, no lo haré.
- ¡Pero Yoongi! - gritó quien se encontraba a su lado, a medida que él iba diciendo las cosas que pensaba la mano que estaba sobre la suya se iba poniendo más y más tensa hasta que tocó el tema del suicidio -. ¡¿Cómo no me dijiste nada, cómo pudiste ocultarlo?!
- Sólo no quería preocuparlos, hyung. Por eso tampoco quería que entraras.
- Yoongi, ¿hace cuánto que tienes pensamientos suicidas? - le interrumpió el doctor, quien escribía en una pequeña libreta que tenía en las manos.
- ¿10 años?
Los ojos de Seokjin estaban abiertos de par en par, realmente no sabía cómo sentirse, se sentía un intruso en ese lugar. Quería escapar y dejar a Yoongi ahí, contando lo que a nadie le ha contado, diciendo lo que a negado por años. Se sentía un intruso que está robando parte de la privacidad del menor, pero tenerlo ahí, sentirlo ahí, verlo ahí, tan vulnerable, tan abierto, tan increíblemente débil. Con los ojos cerrados, respirando dificultosamente, pensando quizás qué cosa... No podía dejarle, no aún si el menor no lo quería dentro con él. Le abrazó.
El doctor no hizo nada más que caminar hasta el escritorio y sentarse tras él, empezando a trasladar lo que tenía escrito en su libreta para copiarlo luego en la ficha médica de Yoongi dentro del computador.
- No puedes - le susurró Seokjin en el oído, su respiración caliente le puso la piel de gallina, por favor, esperaba que le soltara pronto - No puedes irte y dejarnos, y dejarme. No puedes Min Yoongi.
- Te recetaré nuevos medicamentos Yoongi, y espero que ahora sí te los tomes. También organicé una nueva consulta conmigo para el sábado que viene. Ahora sí puedes venir solo. - dijo el doctor haciendo que los otros dos se soltaran y le miraran. Uno con los ojos rojos aguantando el llanto, el otro con una mirada casi vacía.- Seokjin, también te entregaré una copia a ti para que supervises a Min Yoongi. No queremos que deje de tomarse los medicamentos nuevamente y claro está, mejor prevenir que lamentar.
Entregándoles el papel les deseó buena suerta y les abrió el despacho dejándoles salir.
Hoseok les esperaba sentado con una bolsa con víveres en la mano.
- No quiero contarle lo que pasó dentro, hyung. - le miró con ojos suplicantes, nunca pensó haría eso. Se sentía realmente pequeño.
- Es tu mejor amigo, Yoongi, merece saberlo. Si quieres a los demás no les decimos pero él, él merece saberlo.
Y caminando directo hacia donde el menor de los tres se encontraba llevó de la mano al más bajo, sentándose uno al lado de Hoseok.
- Y bien, ¿qué pasó? Les compré unas donas y un café por si querían.
- Salgamos de acá y te contamos, debemos ir a comprar medicamentos.
Y los tres se encaminaron hacia la farmacia que se encontraba en la clínica. Le explicaron lo que pasó, evitaron comentar el abrazo y sus emociones. Los ojos de Hoseok rápidamente se critalizaron y abrazó a Yoongi sin que le importara botar las cosas que llevaba en las manos o los ojos imprudentes se les quedaran mirando.
- No puedes hacerlo, ¿me escuchaste, hyung? - dijo con voz aguada - No puedes, no debes y no lo harás.
- Ya te dije que no lo haría, no estés así, vamos que luego debemos juntarnos con los demás - dijo pasándole las manos por la espalda y dándole suaves golpecitos.
- No te vas a librar de mi, no puedes dejarme, no puedes dejarnos. - continuaba repitiendo el menor.
- Hoseok, suelta a Yoongi y vamos. Es hora de comprar e irnos - dijo suavemente Seokjin. Le sonrió y le tendió una mano a cada uno luego de recoger lo que estaba en el suelo.
Ya en la farmacia Yoongi tuvo que comprar sus medicamentos: Paroxetina de 20 mgs cada 12 horas, Clotiazepam de 10 mgs cada 12 horas para los ataques de pánico, Quetiapina de 5 mgs cada noche para estabilizar su ánimo. Todo listo y en una bolsa salieron del establecimientos intentando que nadie les hubiera visto llegaron hasta el estacionamiento subiendo a la van para luego dirigirse a la sala de ensayos y reunirse con los otros.
Yoongi sabía que le ametrallarían con preguntas, no los culpaba, sabía que estaban preoupados, pero en ese momento, en ese justo momento no se sentía capaz de estar con gente, de hablar, de moverse, de respirar.
Nuevamente le acariciaban la mano que tenía sobre la manilla de los cambios. Con suaves círculos sobre su piel intentaban calmarlo, logrando totalmente lo contrario. El dueño de esa mano intrusa lo ponía aún más nervioso de lo que estaba.
- Yo los controlaré. Tú no te preocupes y sólo ensaya con Hoseok. ¿Ya? - otra vez esa sonrisa adorable. Otra vez ese vuelco en el corazón, mirada al frente, estoico, un suave "Gracias" salió de sus labios y luego silencio, cómo desearía estrellarse y desaparecer todos esos sentimientos y pensamientos que se arremolinaban dentro de él dejándolo hecho un muñeco de trapo. Todo era demasiado insoportable.