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Una vida secreta por Ghost princess Perona

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Notas del capitulo:

Espero que les guste...

“Buenos días, aniya” Kawarama de repente estaba sonriendo, muy feliz después de haber despertado a pesar de que había pasado la noche en el sótano de lujo de su hermano y que este hablara con su prometida, que coincidentemente era su ex. No era precisamente algo por lo que estar muy feliz.

“Buenos días” dijo frotándose los ojos. Acababa de tomar una ducha y el pelo castaño todavía estaba chorreando agua. Desde la cocina llegaba el olor del desayuno preparado por su madre, algo que sin duda le abría el apetito. “Pareces muy feliz, ¿se puede saber por qué?”

“Te ves horrible” esquivó la pregunta el castaño claro. El otro gruñó, la CIA no era precisamente famosa por estar llena de personas bien nutridas y sanas. Las operaciones requerían mucho tiempo, esfuerzo y comidas saltadas… además casi nunca tomaba comida casera, él no podría cocinar ni para salvar su vida y su esposo rara vez lo deleitaba con sus delicias culinarias. Eso hacía de esos… ¿eran panqueques, verdad? La mejor comida que había tenido en días.

“Métete en tus asuntos” bostezó con fuerza. “Te advierto que no he podido dormir bien por culpa de este lío… ¡Semanas enteras durmiendo una hora!” volvió a bostezar. “¿Qué te tiene tan feliz?”

“Ah, es que Mito me ha contado eso de que estás casado… no me agrada que la hayas engañado para contentar a nuestros padres, pero… creo que es mejor que tenerte cerca tratando de recuperarla”

“Nunca te haría eso”

“Tenía mis dudas… ya no” su sonrisa se ensanchó. “Ella me lo explicó con lujo de detalles anoche” le tendió la mano. “Sin rencores, ¿no?”

“¿Alguna vez los hubo?” se saludaron.

“Muero por conocer a tu esposo, seguro que hacemos buenas migas” continuó el menor mientras caminaban hacia la cocina, donde todos comían. “Pero si le pone un solo dedo encima a mi novia o dispara un arma apuntándole…”

“No necesita un arma para ser… olvídalo. Será mejor que lo vean por ustedes mismos” se rascó la cabeza, pensando en cómo sería el encuentro de su amado con su familia.

“Por cierto, Mito se ha tomado la libertad de decirles un par de cosas a nuestros padres. No les ha dicho que tu pareja… tiene un par de cosas extra” se rio bajo. “Están un poco dolidos porque no les dijiste que te casabas, ni les dejaste ir a tu boda… cosas como esa” le palmeó la espalda. “Tienes mucho que explicar”

“Demonios” claro, ya les había dicho a los demás que esas bodas ultrasecretas no eran precisamente lo mejor. Cuando dos agentes contraían matrimonio lo hacían sólo en presencia de sus colegas, de manera que sólo quedaba registrado el enlace en los archivos de la agencia. Una manera perfecta de mantener la ilusión de que no se conocían… lástima que también habían sido robados y vendidos, poniendo en peligro a todos. “Una cosa más por la qué preocuparme.”

“Vamos, ni que hubiera sido culpa tuya que robaran esos archivos…”

“No importa, los de arriba están presionándonos a todos” se cruzó de brazos. “Ahora hablaré con ellos, espero que no les haya importado tanto”

“Te sorprenderías” entraron en la cocina, donde la pelirroja conversaba animadamente con sus padres. Tobirama, con la cara avinagrada, comía un pedazo de tocino. Ahora que sus padres sabían que su precioso primogénito estaba casado, el siguiente en su lista de citas a ciegas era él. Itama trataba de hacerse el invisible, agradeciendo en voz baja por ser el más pequeño.

“¡Hashirama!” la Uzumaki se levantó. “Ven únete” él se acercó, con la luz resaltando los círculos negros alrededor de sus ojos. “Vaya, te ves horrendo. ¿Todavía hay problemas con tu trabajo?”

“Muchos, aunque más por… bueno, no importa, quiero olvidar los problemas” suspiró. “Mamá, por favor, sírveme algo.”

“Claro, cariño” Namie puso en su plato una ración muy generosa de panqueques y rociándola con jarabe, formando las siglas CIA. Lo puso delante de él. “Awwww, ahora que sé lo que eres, estoy muy orgullosa de mi pequeño agente” lo abrazó tras ponerle el plato delante, besándolo como cuando era pequeño. “Y ahora estás con una chica que también es poderosa en la agencia, qué alegría… aunque el que nos hayas excluido de tu boda estuvo mal.”

“Bueno…”

“Hubiera querido hacer tantas cosas para el matrimonio de mi chiquito” ella siguió, siendo dramática. “Conocer a tu novia, comprar cosas juntas, planear la boda, ir con ella a comprar el vestido de novia… ¡Oh! ¡¿Por qué me arrebataste esas experiencias?!”

“Pues…”

“Hijo, creo que ahora tenemos que hablar seriamente” Butsuma también se acercó, interesado en la charla. Por primera vez su hijo agradeció que los interrumpiera, así no tendría que decirle a su madre que su esposo no estuvo en lo más mínimo interesado en esas cosas… de hecho su boda fue de lo más simple, sólo ellos, sus colegas, una mesa donde firmaron los documentos delante de alguien y festejaron en la oficina con copas de champaña. De repente se arrepintió. “Has hecho un buen trabajo tú sólo volviéndote importante, incluso te has casado con la chica correcta. Tenemos que hablar acerca del fut…”

“Papá, esp…”

“¡Butsuma! ¡No le hables de trabajo ahora que está tan estresado!” su esposa lo riñó “¿Han planeado tener hijos ya? ¡Yo quiero nietos!”

“Ay, Dios” Hashirama se tapó la cara. Por entre sus dedos vio a Mito, que tenía una amplia sonrisa en el rostro. Se sintió muy tentado a dispararle o algo por no haberle dicho a sus padres que se había casado con un chico, pero se contuvo. Tomó aire, iba a necesitar un buen trago más tarde.

“¡Quiero nietos!”

“Si los tienes, espero que no sea igual con ellos que con sus sobrinos” se tapó la cara. “Como entrenador es terrible.”

-En el aeropuerto-

“Bienvenido, señor Alexander Rodd” Madara le sonrió a la joven que le entregó su pasaporte. Gracias a la bonita idea de la azafata de hacer que los pilotos comunicaran a la torra acerca de lo que había pasado con los terroristas tuvo que cambiar de identidad a toda prisa cuando llegaron, deshaciéndose del disfraz anterior. Suerte que los agentes tenían miles de alias.

“Gracias” salió hacia la calle, tomando un taxi hasta la propiedad de Fugaku, su primo hermano, donde su familia estaba celebrando una reunión. Rápidamente llamó a Itachi.

“¿Sí?”

“No hables en voz alta” le susurró su tío. “Las cosas se han descontrolado, la información ha sido comprada por muchas células que ya se han movilizado para atraparnos” se escondió entre los arbustos. “Esperaré a Shisui aquí, tú encárgate de adentro.”

“Sí…”

“Itachi, ¿con quién hablas?” Fugaku se acercó a su hijo con el ceño fruncido. “¿No será con el vagabundo de Madara, verdad?” el mayor rodó los ojos. ¿Por qué su cubierta para con su familia tenía que ser la de un vago desempleado? Hubiera preferido algo más… fácil de explicar a los demás. “Escucha, vago, deja de molestar a mi hijo. No te daremos ni un centavo, ¿entiendes?” colgó furioso. “Pero qué tipo…”

“Papá…”

“Ya te he dicho que no hables con él” lo regañó el hombre. “Ya es bastante conque los haya contagiado a ti y a Shisui de su vagancia para que ahora te moleste pidiendo dinero” negó con la cabeza. “Uffff, nada más pensar en eso me da una mala sensación”

“¿Estás hablando de mi idiota hijo?” Tajima se adelantó y caminaron hacia la mesa. “No sé qué hice mal con ese muchacho, se descarrió inmediatamente”

“Debiste ser más duro con él. Nada más mira a Sasuke” su primogénito rodó los ojos. Su hermanito estaba bastante orgulloso de por fin haberlo superado en algo. Si supiera que estaba en la CIA… Bueno, no sería lindo.

“Hay que sentarnos en…”

“¡Cambio de planes!” Madara irrumpió en el lugar, muy alterado. Se acercó a su sobrino, susurrándole algo al oído. “Tenemos que irnos inmediatamente”

“Te sigo”

“Espera, ¿Qué demonios haces aquí?” su padre lo encaró, mirándolo con rabia. “Y tu ropa… ¿a quién demonios has asaltado?” se cruzó de brazos. “Si estás metido en problemas, ya puedes salir por la puerta, porque voy a llamar a la poli…”

“Haz lo que quieras, pero hay que…” lo hizo agacharse antes de terminar, disparando por encima de él. Hubo un grito agónico en frente de él y una sombra se derrumbó en la ventana. Todos en la gran sala de la familia Uchiha se quedaron helados menos Itachi, que sacó su arma inmediatamente. Sin duda habrían más.

“Ve, yo lo cubro” dijo el menor, apuntando. El mayor asintió, sabiendo que después del entrenamiento que le dio, la comadreja era más que capaz de hacerse cargo de unos pocos tontos que ni siquiera eran sigilosos. El tiroteo comenzó, con la familia huyendo en medio de las balas. Llegaron a la puerta principal y la abrieron.

“¡¿Qué pasa?!”

“¡Sigue!” gritó Madara, empujando a su padre. Un auto grande viró bruscamente cerca de ellos, estacionándose en frente. Alguien abrió la puerta.

“¡Vengan! ¡Ya, ya, ya!” ordenó Shisui, poniéndose al volante de nuevo. Los Uchiha subieron a toda prisa, abandonando el lugar tan pronto como podían. Estuvieron callados la primera parte de la travesía. “Las cosas se han puesto feas” informó el conductor. “Muchos de los nuestros han sido atacados o eliminados.”

“Diablos” el mayor mordió su labio. “Pon rumbo a la costa, tendremos que salirnos un poco de lo habitual por si conocen algunas de mis casas de seguridad”

“La costa, ¿eh? No hemos ido en mucho tiempo” Shisui comenzó a tomar el rumbo. Pronto llegaron a una casucha que se alzaba precariamente en un risco. Se detuvieron y los tres salieron del vehículo.

“¿Es aquí donde vives?” preguntó Tajima con asco. “Haz caído muy…”

“No hables antes de ver” Madara entró en el cuartucho, dirigiéndose exactamente hacia la pared de en frente. Sus parientes lo vieron hacer un par de cosas en ella que no entendían, pensando que estaba loco, pero en ese momento una trampilla en el suelo se abrió. “Hogar, dulce hogar. Pasen”

“Hummm…” sus parientes entraron y vieron un piso muy bien amoblado con buen gusto, lleno de lo mejor en tecnología. Los tres que creían vagos se pusieron cómodos, al parecer ya estaban acostumbrados a ese lugar. De repente uno de esos ordenadores se prendió, tenía el escudo de la CIA.

“Comunicación. Shisui, enciéndela ahora” este lo hizo. “Aquí reportándose el jefe de unidad Uchiha, junto con los agentes Uchiha” Madara se puso en frente de la cámara. “He logrado reingresar en el país sin…”

“Creo que deberíamos irnos” Itachi sacó a los demás de ese cuarto en particular. “Lo siento, pero tuvimos que ocultárselo. Es el procedimiento habitual.”

“¿Procedimiento habitual? ¡Eres de la CIA!” Sasuke hizo una rabieta. Qué rápido se habían ido al traste sus ilusiones de ser por fin mejor que su hermano en algo. “¿Se puede saber cómo conseguiste entrar en la CIA?”

“Pasó por accidente” admitió la comadreja. “Shisui-kun y yo éramos muy curiosos de niños. Siempre supimos que el tío Madara no era quien decía ser. Soñando con ser detectives, lo seguimos por todas partes y descubrimos que era uno de los agentes de elite. Se sorprendió cuando lo supo… también nos ofreció entrar” sonrió por lo bajo “Nos entrenó personalmente él… lo que por cierto fue un infierno… y nos unimos a la agencia. Mientras ustedes pensaban que estaba vagando yo… era de contraterrorismo.”

“¿Por eso nos persiguen?” preguntó Fugaku finalmente, revolviéndose incómodo. Ahora lamentaba todo lo que le había dicho a su hijo.

“Sí” suspiró el pelilargo. “Hace poco, las identidades de los agentes de la CIA y mucha información valiosa fue revelada a nuestros enemigos. Desde entonces muchos agentes o sus familias han sido atacados. Felizmente las casas de seguridad de algunos todavía son confidenciales y podemos quedarnos aquí”

“Entonces… ¿Es la casa de Madara?”

“Sí, es…” de repente los otros dos entraron. Shisui sujetaba a su tío, que parecía estar enfermo. Lo depositó en una silla. Madara rápidamente se arrojó sobre la papelera, vomitando fuertemente. Itachi se levantó, yendo a su lado preocupado. Cuando terminó se levantó, todavía mareado. “¿Estás bien?”

“Te recuerdo, jovencito, que estás hablando con tu superior” gruñó su tío, limpiándose la boca. Tras unos segundos se sentó. “No me hagas caso, he estado algo enfermo desde hace como tres meses” la comadreja abrió la boca. “Tranquilo, ya fui a un doctor y… ya sé lo que tengo”

“¿De verdad estás bien?”

“Sí, pero… Shisui, tenemos que hablar. Es sobre el virus que los terroristas liberaron hace unos meses” este se puso serio. “¿De verdad es inofensivo? Después de tu misión tuve accesos a los archivos del laboratorio de donde lo robaron y me encontré conque era una agente con una gran tasa de mortalidad y acción rápida.”

“Estoy seguro por dos razones” levantó dos dedos. “Primero, las cepas del virus que iban a robar del laboratorio estaban mezcladas con un agente que les quita su infecciosidad por precaución. El jefe del laboratorio me aseguró que este procedimiento de seguridad fue implantado en todos los virus nuevos potencialmente peligrosos para seguridad de todos en el edificio.”

“¿Qué tan efectivo es?”

“No podría ni matar a un ratón inmunodeprimido, me lo mostró”

“¿Y los procedimientos para quitarlo?”

“Son complicados, dudo que esas organizaciones tengan los reactivos necesarios para hacerlo infeccioso  de nuevo”

“¿Cuál es la segunda razón?”

“Que cometieron un error” respondió el menor en tono oficial. “No llegaron a robar el virus, se llevaron por error un químico que se propaga por el aire, totalmente inofensivo… al menos en teoría.”

“¿Y no informaste esto?” su tío estaba molesto.

“Claro que lo informé, no es mi culpa si sólo los superiores lo leyeron. Además tampoco tenía por qué decirles a todos. Nadie fue expuesto a él, ¿verdad?” de repente los ojos de Madara se dirigieron al suelo. “¿Verdad?” silencio “Oh, no, dime que tú…”

“Cuando se liberó estaba cerca de ese sitio, en una misión de reconocimiento. Uno de los líderes iba a estar presente para la liberación y supuse que, ya que no había ningún peligro, podía ir a sacarle algunas fotos para la lista de los más buscados del FBI” suspiró “Fui expuesto, aunque supongo que no mata o ya estaría muerto.”

“No, pero… ¿Has…?”

“Shisui, ¿Qué hace ese químico?”

“Yo…” pelearon con sus miradas un rato. “Ven, no quiero que los demás oigan” Madara levantó una ceja. “Por favor, en verdad tengo que mantenerlo en secreto. Han sido órdenes de arriba”

“Bien” cuando terminó los ojos del mayor se abrieron mucho. El otro se dio el lujo de lucir culpable. “Lo siento”

“Eso lo explica todo” se levantó de su silla, sintiéndose cansado por nada. “Me voy a dormir, tengo que levantarme mañana temprano para salir. Ustedes se quedan a cargo del fuerte mientras no esto, ¿entendieron?”

“¡Sí, señor!”

“Espera” Tajima trató de detenerlo, más su hijo ya había desaparecido. No lo culpaba, de repente se había visto obligado a descubrir sus más grandes secretos ante su familia, lo que no debió haber sido fácil. “¿Qué le pasa?”

“Clasificado… al menos hasta que termine esta crisis” anunció Shisui, revolviéndose incómodo. “Vamos a acomodarlos, ¿quieren?”

“Esperen, ¿Por qué demonios va a salir?” intervino Fugaku, que estaba enojado. Su hijo era de la CIA y ni siquiera se había dignado a informárselo. “¡Él es el agente más veterano! ¡Se supone que debería cuidarnos!”

“Tiene que hacer otras cosas”

“¿Qué podría ser más importante que su familia?”

“Eso mismo”

“¿Qué?”

“¿No has oído?” Itachi se volteó hacia su padre. “Él es casado”

Notas finales:

¿Qué les pareció? Review!!!!


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