“¿Qué tenemos que vernos en persona? No sé, deberíamos… ¿Ah…? ¿Un bebé?” Hashirama estaba que no se lo podía creer. Desconocido para él, su familia estaba escuchando. Ser escuchado por unos meros civiles sin darse cuenta era una gran humillación para un agente de elite como él, pero en ese momento no podía importarle menos su ego. “¿En verdad? ¿Vamos a tener un bebé?”
“Sí…” Namie se puso a dar saltitos, aterrando a sus otros hijos y a su esposo. Actuaba como una autentica lunática. Mito negó con la cabeza. Hashirama tenía un esposo… ¿acaso eso era posible? “Finalmente, un nieto…”
“¡¿Y te fuiste a la misión sabiendo eso?!” ahora estaba furioso. Madara había pasado sólo un par de semanas en su misión, cuando se fue tuvo que haber sabido que estaba poniendo a alguien más en peligro. Y no era el único que estaba molesto, su madre negaba con la cabeza, reprobando ese comportamiento
“La madre es una irresponsable” Namie se marchó molesta, planeando un regaño hacia su desconocida nuera. Butsuma la siguió, no queriendo meterse más. Sabía que el trabajo de su hijo no era nada convencional, por lo que no quería meterse con alguien que podía dispararles.
“Mira, sé que tenías una misión, pero podías rechazarla, ya sabes a los peligros que te exponías si ibas en esa condición” Hashirama estaba molesto, el Uchiha no quería admitir que había sido sumamente irresponsable y lo acusaba de no confiar en sus habilidades como agente de campo experimentado.
“¿Qué? ¿Crees que no puedo cuidar de mí mismo? ¿Qué no puedo cuidar de este bebé? ¡He acabado con células más grandes que esa con una sola mano!” se quejó el pelinegro, tratando de que su familia no lo escuchara. Todavía no quería que se enteraran de que iba a traer un bebé al mundo… él mismo. “Tú sabes lo mortífero que soy”
“Sí, y También lo confiado y sumamente arriesgado que puedes ser” rodó los ojos. “He tenido que entrar detrás de ti a muchos avisperos para sacarte de ahí con vida, ¿recuerdas?”
“Buenos tiempos, ¿no?” sonrió como un gato. “Pero yo he entrado en suficientes guaridas como para hacerte la competencia, sobre todo cuando cometías errores idiotas” el moreno se sonrojó un poco. “Eres un tonto”
“Y tú un desesperado”
“Pero eso te gusta, ¿no?” los dos iban a coquetear más… hasta que recordaron que estaban con sus familias y que no debían coquetear delante de todos. “Como te iba diciendo, tenemos que hablar. Hay una junta secreta hoy en la tarde para ver cuánto han penetrado los hackers en la red de seguridad. Además…” bajó la voz. “sólo han tomado archivos concernientes a ex agentes de campo.”
“¿Ex agentes de campo?” Hashirama pensó en eso. De joven había sido junto con Madara uno de los mejores agentes de campo de la agencia, en un grupo de operaciones especiales. Lo recordaba bien… no había manera de olvidar que era un asesino calificado. “¿Estás seguro de que sólo de ellos? Hay muchos peces gordos involucrados.”
“Todos fueron agentes de campo en su momento” anunció el pelinegro, tecleando con fuerza a juzgar por los sonidos. “Según lo que veo, los implicados participaron en muchas acciones contraterroristas en su momento” entonces otra ventana salió. “Espera… hay otra conexión entre nosotros: participamos en misiones contra un grupo terrorista en particular.”
“¿Uno?” esto desconcertó al Senju, que no podía creer eso. “No recuerdo haber tenido ninguna misión con los altos mandos comprometidos.”
“Porque no la tuvimos, nosotros terminamos su trabajo con una célula resurgente que quedó en Turquía. Fue nuestra primera misión” siguió haciendo esos sonidos. “Mira, tengo que salir del sistema en este momento, si no corro riesgo de que me encuentren por medio del satélite, aparte no estoy seguro de cuanto estoy comprometiendo mi posición siquiera entrando en nuestra base de datos. Busca tú los datos y nos vemos en la reunión con algo que entregar.”
“Sí… pero no vuelvas a hacer nada como eso. Tampoco te conectes y será mejor que no nos hablemos, pueden haber hackeado los teléfonos también. Cuídate” colgó y tiró el celular al piso, rompiéndolo en mil pedazos. Tenía cortafuegos, más no iba a tomar riesgos. Sacó los papeles de las misiones pasadas que tenía almacenados en su casa y se puso a rebuscar. La información era calificada, pero a él le gustaba todo en físico. Revisó su caso más antiguo “Demonios, conque esto es a lo que se referían con el primer caso nunca se deja atrás”
“Hashi, cariño, ¿qué pasa?” preguntó su madre, trayendo una bandeja con café. “¿Estás preocupado por tu esposa? Es natural, tu padre también se pasaba el día pensando en si estaría bien cuando los estaba esperando.”
“No es… bueno…” todavía no descifraba cómo decirle a su madre que tenía un esposo, no una mujer. “Es otra cosa” señaló uno de sus papeles. “Este es el informe de mi primer caso como agente de la CIA. ¿Recuerdas el día que me negué a ir a un examen importante sin razón aparente?” ella asintió. “Me dieron una misión en Turquía ese día.”
“Conque eso fue lo que pasó” Namie puso el café de su hijo donde el muchacho pudiera cogerlo. “Siempre pensé que era muy raro en ti, te tomabas tus estudios muy en serio. ¿Qué tiene que ver esto con eso? Pasó hace muchos años”
“Que todos los agentes que participaron en operaciones contra ese grupo terrorista en algún momento han sido comprometidos, como si el hacker hubiera hecho una lista negra basándose en el desmantelamiento de esta red” no podía creer que estaba compartiendo información clasificada con su mamá. “Ha pasado tanto tiempo que lo había olvidado.”
“Owwww, el primer trabajo de mi pequeñito. Debería haberlo puesto en un marco y exhibido en la sala” Hashirama la miró como si estuviera loca. “Si tan solo no fuera clasificado” entonces recordó algo. “¿Estuvo tu esposa contigo en ese viaje?”
“Ehhhh… sí, éramos los únicos novatos del equipo en ese entonces y era una buena opción para entrenar principiantes, estaban casi desarticulados. Solo hacía falta el golpe de gracia, capturar al cabecilla y a la última célula antes de que planearan algún tipo de represalia por las detenciones en Madrid ese mismo año.”
“¿Qué se supone que querían hacer?”
“Una especie de bomba biológica en los trenes del subterráneo, posiblemente ántrax. Nunca lo verifiqué después de asegurar las cepas” suspiró. “Tras esa misión comenzaron a llamarnos a los dos el rayo mortal, por lo rápido que finalizamos la misión” negué con la cabeza. “Ganamos un poco de reputación en el área del espionaje.”
“¿Y?”
“Que esto tiene alguna relación con el hacker que comprometió la agencia, aunque no puedo verla en este momento” se rascó la cabeza. “Tampoco recuerdo haber dejado a nadie escapar de ahí”
“Tobi seguro que podría ayudarte, siempre ha sido bueno con estas cosas” Namie se volteó. “¡Tobirama! ¡Cariño! Ven y ayuda a tu hermano con algunas cosas de su trabajo.”
“¿No se supone que todo este material debería ser clasificado?” preguntó el albino con desgano, aunque no tenía nada más que hacer, por lo que se puso de lleno a hacer lo que su madre le pedía. “No puedo creer que tengas toda la tecnología del mundo a tu disposición y sigas haciendo todo en papel.”
“La base de datos está comprometida y el hacker puede haber dejado uno o dos troyanos para rastrearme si intento entrar en ella”
“Entonces tu idea ha sido genial, puedes tener acceso a la información sin tener que entrar en la base de datos” siguió repasando los archivos y apuntes personales de su hermano, buscando una manera de encontrar algo que se les había escapado a los servicios de inteligencia. “¿Alguna vez interrogaron a las familias de los miembros?”
“No, sólo les hicimos seguimiento encubiertos para asegurarnos de que no estaban en la misma organización. Un par de ellos fueron arrestados.”
“¿Niños entre ellos?” Hashirama negó. Hacer pasar a niños por la experiencia del interrogatorio era algo a lo que se oponía por lo inhumano que era. “Pues supongo que sí debieron. Este de aquí…” señaló a los sospechosos. “Tenía un hijito pequeño que lo acompañaba periódicamente a las reuniones. Al parecer le lavaron el cerebro, empezando por su padre.”
“¿Sí?” miró la foto del chiquillo. “Le hicieron seguimiento un par de semanas. Tras determinar que su madre y él estaban limpios no se interesaron más por el asunto, pero… el niño los está viendo directamente en la foto. Significa que quizás los habían detectado.”
“Es evidente” tomó la computadora. “Sé que es un peligroso, más tenemos que investigar a este niño de inmediato” tecleó el nombre. “Tiene un historial de lo más sospechosos. Después del arresto de su padre tuvo muchos problemas de disciplina, incluso algunos por escaparse de clase para ir al laboratorio de computo”
“¿Algo más?”
“Sí, se licenció en informática en la universidad de Hong Kong, una de las mejores en su rubro” se frotó la nuca. “Ha sido fichado un par de veces por ciber crímenes.”
“Fichado, ¿eh?” observó la pantalla con cuidado. “¿Cómo diablos salió después de haber tratado de quebrar las defensas cibernéticas del pentágono? Supongo que era menor de edad, sino no hay manera de que haya salido.” Siguió revisando la página. “No puede ser, ¿también pudo hackearnos hace unos años para recoger los detalles de la misión que acabó con la vida de su padre?”
“El chico debe tener muy buena mano con la informática” el albino desconectó la computadora inmediatamente. No quería que encontraran las casas seguras, no con su familia dependiendo de ellas. “¿Tienes una junta o algo así? Los superiores deben estar buscando a alguien a quien culpar.”
“No será a mí, tengo suficiente poder como para hacer que se arrepientan si intentan algo. Y hay una armada de jóvenes agentes que le deben un favor a la persona que los salvó del demonio Uchiha…” bajó la cabeza, deprimiéndose. “Ojalá hubiera tomado mi apellido cuando nos casamos.”
“Tu esposa parece ser alguien muy independiente… y terrorífica”
“No tienes idea”
-En la casa Uchiha-
“Siento que alguien está hablando de mí” dijo Madara tras estornudar, mirando amenazador a todas partes. “Y no precisamente bien” siguió buscando. “¿Quién podría ser?”
“Los superiores, los políticos, los terroristas… incluso uno o dos de los agentes que has entrenado a lo largo de los años” Shisui contó con los dedos, trayéndole un poco de leche a su tío. “Elije uno, tengo más.”
“¿Más qué?”
“Más personas peligrosas en la lista de tipos que el demonio Uchiha ha cabreado” señaló el joven, observando los papeles que su familiar había estado revisando. “¿De dónde has sacado todo eso? Pensé que ya no se usaban papeles en la CIA”
“Y tú deberías saber que hay algunas cosas que están más seguras en papel, guardadas en alguna parte, que almacenadas en una nube que cualquier idiota con un teclado y un libro de programación pueda entrar… aunque es más difícil que eso, pero no nos vamos a arriesgar” siguió buscando. “En fin, Hashirama tiene una muy útil manía de guardar todos sus archivos en papel, en las casas seguras. Por seguridad la información está encriptada y sólo se puede resolver con un libro de códigos que sólo existe en nuestras cabezas.”
“¿Cómo saben que no está en ninguna otra parte?” Shisui se asomó, curioso. Repasó mentalmente todos los códigos que sabía… nada. “Este no es standart de la CIA”
“Claro que no, lo inventamos él y yo nuestros primeros años en la academia de jóvenes agentes de la CIA” señaló, aburrido. “Él y yo, solos en nuestra compartida habitación en medio de la noche, utilizando como base el pupiletras de atrás de una caja de cereal que fue descontinuado hace años.”
“Con razón nadie lo entiende, nadie tiene la clave… como esperaba de los dos niños prodigio de la academia” el mayor sonrió ante las memorias. “¿Fue cierto eso de que les dieron su primera misión a los dieciséis años?”
“Sí, claro. Todo un honor”
“Ni siquiera yo e Itachi éramos tan jóvenes cuando comenzamos” se interesó por el tema. “¿Puedo ver el archivo?”
“Claro, tiene que estar por… ¡aquí está!” lo abrió en la primera página, leyendo la información que estaba escrita. “Los entrenamientos no fueron nada comparado con esta, realmente eran unas expe…” entonces cayó en la cuenta. “Espera…” revisó de nuevo todo el archivo. “Eso es. Los agentes comprometidos trabajaron todos en la contraofensiva contra un grupo terrorista. Esta misión fue contra la última célula de ese grupo.”
“¿De verdad?” él no podía ver nada… sobre todo por el bendito código de la caja de cereal.
“Y de los comprometidos, aquellos que participaron en este último golpe la han pasado peor. Toda su hoja de servicio se ha visto publicada y expuesta para que sus enemigos la vean” se mordió los labios. “Alguien tiene que guardarnos mucho rencor.”
“Me encargaría de investigarlo para ti, pero la red está comprometida, así que…”
“No te preocupes, con esto será suficiente para que los idiotas que tengo encima encuentren al maldito hacker antes de que más grupos se enteren de mis antecedentes” suspiró cansado. “Aunque pensándolo bien, tendré que encargarme yo mismo de eliminar a los que ya la han obtenido.”
“Dudo que lo hagan” Itachi entró en ese momento, con un plato de galletas recién hechas de su madre. “Mis padres están muy inquietos, piensan que en cualquier momento pueden encontrarnos… creo que están listos para cortar todo lazo contigo.”
“No los culparía, yo los metí a todos en esto. Y tú y Shisui han terminado comprometidos porque están relacionados conmigo” agarró su computadora. “Me gustaría poder empezar con el rastreo cuanto antes, pero con la red de la agencia en ese estado no debo arriesgarme” se paró “Debo irme”
“¿De verdad? En tu estado no deberías siquiera salir de la casa” la comadreja le lanzó una mala mirada a su primo, que se encogió. “Me importa un comino que hagas trabajo de oficina, siempre y cuando no exageres, pero por tu bien debes mantener la calma. El estrés no es bueno para…”
“¿Crees que no lo sé? Es que…” se pasó una mano por la frente. “Es demasiado. Todo lo que está pasando es demasiado para mantener la calma.” Se dejó caer de nuevo en la silla. “Ya sabía que Hashirama y yo no podríamos tener una familia normal, más… un bebé… en estas circunstancias… es peor de lo que podría imaginar.”
“Y que lo digas” Shisui coincidió con él. “Por eso todos estamos intentando mantener a la familia lejos de ti, donde no puedan molestarse con su estupidez, y trayéndote dulces, que eso sí que saben hacer” mordió una de las galletas. “Deberías probar una de estas”
“No te comas las galletas” su primo lo golpeó la mano cuando lo vio tratando de coger otro dulce. “Son para él y para nuestro sobrinito, que con todo el estrés que su irresponsable madre le hizo pasar, seguro que las necesita.” Arrastró otra silla para sentarse. “Dios, yo también necesito un poco de azúcar.”
“Toma algunas”
“Son para ti”
“No me molesta, en este momento preferiría un pie de manzana” cogió el archivo y se levantó para ponerse la chaqueta. “Supongo que pueden tener uno listo cuando regrese, esos idiotas de los altos mandos seguro que hacen que mis antojos empeoren.”
“Es lo de menos” Madara les sonrió antes de salir a la pequeña casa de playa. Miró a ambos lados, metiéndose rápidamente en el auto. Dio algunas vueltas para perder a los posibles perseguidores antes de dirigirse a la base temporal de la CIA, escondida en un gran complejo subterráneo. “Buenos días, caballeros”
“Buenos días, señor” todos los jóvenes que estaban guardando el lugar se pusieron firmes, tanto que parecía que se habían convertido en palos.
“Veo que después de completados los entrenamientos sigo dando miedo” bromeó para sí mismo el Uchiha, caminando hacia la sala de junto. Ahí lo esperaban su esposo y otros de los hombres más poderosos del servicio de inteligencia. El moreno traído un folder en las manos. “Supongo que has llegado a la misma conclusión que yo al revisar los archivos”
“Sí, incluso tengo un posible nombre para el hombre que nos ha hackeado” todos levantaron las cejas. “Está muy bien formado en electrónica e informática, además de tener una relación directa con la célula terrorista que desactivamos hace años. Matamos a todos los miembros, entre ellos el padre del sospechoso.”
“¿Cómo pudo esquivar la vigilancia?”
“Era un niño en ese entonces, no le dieron la atención debida” explicó Madara. No era la primera que subestimaban niños, cuando él estaba en la academia a menudo los agentes mayores se burlaban de él… hasta que los mandaba a la colchoneta tras un combate a puño limpio. “Su madre posiblemente notó la vigilancia también”
“Mandaremos a un equipo a traerlo e interrogarlo… aunque primero tenemos que dejar que los informáticos se encarguen del virus con el que infectó nuestros sistemas…” uno de los informáticos entró a toda prisa con cara de alarma. “¿Qué diablos pasa ahora?”
“Señor, alguien acaba de entrar en el programa de control de los drones” este informó, haciendo que la alarma corriera por todas partes. No podían creerlo, los drones… con ellos podría hacer cualquier cosa, incluso exterminarlos donde estaban o comenzar una guerra. Debían detenerlo ya. “Estamos haciendo todo lo que…”
“¡Pues no es suficiente! ¡Hagan algo ya!”
“Hashirama” el moreno volteó cuando su esposo lo llamó, tendiéndole la mano. “Sé a dónde va a atacar. Hay que parar esa maldita cosa”
“Como digas”
“Ahhh, y cuando todo esto termine, espero que ambos salgamos vivos de las reuniones con nuestras familias”
“Eso también”