25 de agosto de 2007
JunSeo se dobló para tomar la maleta que había a sus pies, incómodo arregló el pantalón que llevaba puesto, siempre detesto el uniforme pero ahora se le hacía difícil saber qué ropa llevar, sus labios se curvaron en una sonrisa ya que la ropa que llevaba ese dia fue elegida por su hermano menor, era pequeño pero tenía mucho mejor gusto que él, abrió la puerta de su habitación y caminó por el corto pasillo hasta llegar a las escaleras, detestaba esa lujosa casa, un día la haría arder.
—¿Ya es hora? — DaeHyun estaba en el sofá con los pies sobre la mesa de juego leyendo alguna revista— el jefe me dio órdenes de llevarte, además es necesario que me dé una vuelta para saber si es seguro.
—Baja los malditos pies de la mesa, no necesito una niñera — El moreno giró la cabeza para observar con una ceja arriba asegurando que no era para su seguridad, si no para la del resto — Date prisa que voy tarde, aún no entiendo por que me hacen asistir a la Universidad con todos esos críos cagados.
—Bueno, no es como si tu fueras muy mayor, tienes 18 apenas cumplidos — Se burló dejando la revista de lado y levantándose del cómodo sofá pasó a su lado discutiendo de cualquier cosa que se le viniera a la mente—.
DaeHyun y JunSeo crecieron juntos por lo cual se llevaban tan bien que solían discutir de cualquier tema sin terminar peleando, en el camino el moreno no dejó de burlarse por que el seguiría recibiendo clases en la gran casa del líder de Siete estrellas mientras JunSeo tenía que ir a la Universidad, la Universidad era muy buena pero el chico aún sentía que no terminaba de encajar del todo entre toda esa gente, pero por el bien de su hermano menor él se esforzaría por el futuro de JunHong. Tal y como imaginaba el lugar era repleto por adolescentes y adultos jóvenes que creían todo giraba en torno a ellos, en cuanto llegó al primer salón de clases las miradas le llegaron y molestamente tuvo que poner una sonrisa en su rostro que agrado a las damas a su alrededor.
Para JunSeo fue muy fácil ganarse al salón de clases, solo un molesto pelinegro sentado en las silla de atrás fue el único en negarle una sonrisa, antes de que llegara el profesor se dieron una seria mirada que delataba lo mal que se caían al resto de los presentes, rompieron el contacto inmediatamente tronando la lengua en respuesta a la actitud del otro.
YongNam llevaba varias horas de clases sin saltarse ninguna, eso ya era un gran logro para él, discretamente observó al chico sentado en los primeros puestos que era rodeado por varias señoritas, ¿Era posible que sus horarios fueran similares? De todas las personas con las que había hablado en esas 5 horas al único que volvía a ver una y otra vez era al molesto chico que le dirigía una mirada altiva.
Le restó total importancia a sus pensamientos y volvió a presentar su opinión en clases, a diferencia de su hermano a él se le daba muy bien los estudios, seguro que si lo intentaba a YongGuk también, suspiró y observó cualquier otro lugar que no era la pizarra o el profesor, la ventana le pareció tan entretenida, conforme sus pensamientos se perdían comenzaba a cuestionarse qué estaría haciendo su hermano, JongUp y HimChan, y la respuesta le vino inmediatamente, problemas, eso hacían.
Las clases de ese día terminaron su rotación y pudo tomar sus cosas para irse, los chicos que se sentaron cerca de él le invitaron a salir antes de ir a sus casas, el pensamiento directo en la mente de YongNam era una negación pero de reojo observó como aquel chico de blanca piel aceptaba salir con unas chicas a lo cual inconscientemente también aceptó.
—¡YongNam, nos vemos mañana! — Los chicos se terminaron de despedirse de él, a lo cual hizo un gesto con su mano para despedirse sin armar tanto escándalo—.
—Sí — Respondió con la seriedad que fue tomada como su carisma por aquellas personas—.
YongNam dio la vuelta para caminar de regreso a su casa, no tenía ninguna prisa ya que nada bueno pasó ese día, justo cuando caminaba cerca de un callejón el grito de una chica le hizo girar la cabeza para ver a los cuatro chicos que rodeaban a una pareja, alzó su ceja al ver a su compañero de clases con la cabeza agachada mientras los gritos delataban los celos del novio de aquella chica que no paraba de llorar pidiendo que le dejaran explicarse.
Desde que se conocieron JunSeo mantuvo una mirada arrogante por lo cual le pareció patético verlo agachar la cabeza en cuanto cuatro tipos le encerraron, suspiró y pensó en ignorar aquello pero el sonido de un fuerte golpe alzó su curiosidad para quedarse a observar más.
—¡QUE CIERRES LA MALDITA BOCA! — JunSeo estampó su puño en la cara del chico que intentó sostener su camisa para amenazarle — ¡No me interesan tus estúpidos reclamos! — Enseguida los otros tres chicos al ver que inició la pelea estaban dispuestos a romperle la cara al arrogante chico — ¿Y TU BASURA, TE VAS A QUEDAR VIENDO?
YongNam abrió sus ojos cuando la mirada de los cuatro chicos se posaron sobre él, pensó en la gran mala suerte que tenía, bajó la cabeza y suspiró soltando su maleta, los fuertes golpes que se comenzaron a dar entre ellos fueron opacados por los gritos desgarradores de la chica quien no tardó en salir corriendo abandonando a su suerte a los seis maniáticos que se golpeaban con todo.
—Mierda, le prometí a mi hermano que no me metería en problemas — JunSeo se limpió la mejilla con el dorso de su mano observando a YongNam que se levantaba del suelo con un notable moretón en la mejilla— entonces si sabes pelear, eh.
—Joder, callate — YongNam se acariciaba la mejilla causando una gran risa en JunSeo — Me duele el tobillo— El moreno alzó la pierna moviendo en círculos su pie, sintió el fuerte golpe en su cabeza que le hizo mirar enfadado al otro chico —.
—No lo muevas idiota, ven aquí pasaremos a la farmacia — JunSeo le observó con una sonrisa pasando su brazo detrás de su espalda para que lo usara de bastón mientras caminaban — Creía que eras un inútil sin cerebro… ahora me caes mejor.
Ambos se sonrieron amistosamente, desde ese momento comenzaron a llegar juntos a la Universidad, ahora la atención de los alumnos se mantenía a su alrededor ya que difícilmente encontrabas ambos separados, JunSeo era muy coqueto e impulsivo, casi le recordaba a su hermano menor, en cambio YongNam era más sereno, se evitaba problemas y pensaba las cosas más pero desde que esa amistad inició se veía envuelto en ridículos problemas que solo podían pasarle al chico de ojos cafés.
Enero del 2009
—Nammie ¿Me escucha? — JongUp se colocó de pie frente a él para ver si de esta forma ya lograba ganar su atención — ¿Pasa algo? Está tan distante estos últimos años.
YongNam al escucharlo solo le sonrió, ahora tenía 20 años y JongUp solo 14 años, estiró su mano para dejarle una pequeña caricia en la mejilla consolando la soledad en la que vivía, a pesar de ser el segundo hijo de una fuerte família sólo tenía permitido salir bajo órdenes de su padre o en este caso en compañía de YongNam, JongUp se acercó más intentando besar al mayor el cual en ningún momento se negó, el moreno trazó su vida de tal forma que solo se veía unido a JongUp, pero los sucesos de la semana anterior volvieron a su cabeza, mientras JunSeo le ayudaba a estudiar terminó robándole un beso al cual no había tenido oportunidad de corresponder ya que el chico salió huyendo, los recuerdos le hicieron confundir lo sucedido en ese momento así que sujetó con más deseo las caderas de JongUp atrayendo más su cuerpo y guiando un beso mucho más intenso que todos los que le había dado, por descuido permitió el roce de sus cuerpos hasta que el suave jadeo que salió de los labios ajenos le hizo reaccionar.
—No se detenga — pidió aún con los ojos cerrados — Se que desahogas tus necesidades en el pub de Hana, así que yo quiero ser el único que tenga esa oportunidad, solo quiero estar contigo así que no tengo miedo de perder la virginidad contigo.
JongUp pasó sus brazos a los costados de YongNam y se acercó aún más apoyando su cabeza en el pecho del moreno, cerró sus ojos olvidando que se encontraban en la esquina de una calle que a pesar de no ser tan transitada aún seguía poblada, YongNam entrecerró sus ojos al sentir como su miembro era apretado entre ambos cuerpo siendo estimulado por el inexperto chico, su solución fue aceptar lo que JongUp quería, aun cuando conquistara a JunSeo era imposible mantenerlo a su lado, ese lugar solo podía ser reservado para el sonrojado adolescente entre sus brazos.
JunSeo se apoyó en la pared mientras observaba su reloj una última vez, estaba cansado de esperar a que YongNam finalizara su clase de ingles, el no tenía la culpa de que tuviera que repetir, como pedido del cielo los chicos comenzaron a abandonar el salón de clases pasando uno tras otro frente a él, YongNam salió sonriente del salón y se acercó a él con una cara victoriosa que decía “No que no me ibas a esperar”
—Cállate, solo quería ir a tomar contigo — Ladeo su rostro intentando ocultar un inevitable sonrojo que se había vuelto común en el — Este fin de semana ire con mi hermano, necesito algo de caos.
—Ese hermanito del que tanto hablas, me da curiosidad conocerlo y saber si es más precioso que su hermano mayor — El sonrojo en JunSeo era evidente pues no apartó su vista de los ojos de YongNam y este a su vez se dio cuenta de que acababa de llamar precioso al chico por lo que sus mejillas también adquirieron un tono rojizo —
La escena se tornó tierna cuando ambos huyeron a su mirada, decidieron caminar tratando de olvidar un poco lo que había pasado, sin embargo no le funcionó a ninguno de los dos pues entre coqueteos, piquetes y romance se perdieron uno en el otro comenzando una relación que traería más caos del que pudieran controlar.