– ¿Seguro que quiere bajar aquí señor?
YongGuk no se preocupo por lo extraño que era ver a un tipo tatuado acompañado de dos enormes gorilas a las afueras de un karaoke de escolares, se maldijo por haber aceptado la idea de "cita" de JunHong, para él hubiera bastado unos cuantos tragos y una buena revolcada en su cama.
La playera sin mangas holgada que llevaba dejaba ver los tatuajes en sus brazos, por su espalda se asomaba uno pero sin poder distinguirse bien que era, cuando JunHong llegó vistiendo unos pantaloncillos cortos y una playera marcada a su cuerpo no se extraño por la escena que hacia la gente alrededor de YongGuk alejándose de este.
Un saludo tímido por su parte fue lo suficientemente seductor para el moreno, se acercó a sujetar su cadera pero antes de que pudiera hacer algún movimiento JunHong ya había dado media vuelta señalando la entrada del local.
–Hay que buscar un buen sitio – JunHong dio un paso al frente y fue seguido por el más bajo quien con solo un gesto les dio a entender a sus trabajadores que vigilaran la zona, no hacía falta recalcar que los cuidaran especialmente de la presencia de JongUp quien de alguna forma siempre se enteraba de lo que hacía–.
Una ceja enarcada fue el único gesto que YongGuk tuvo en su rostro al ingresar al local, habían algunas mesas llenas y música por todos lados, definitivamente el no pintaba nada en el sitio, se pego a la espalda de JunHong envolviendo su cintura con su brazo.
–Hey, ¿no hay una de esas cabinas privadas? – JunHong se estremeció entre los brazos del moreno que se notaban muy fuertes, por un momento deseo con toda su alma que le apretaran de una vez contra esa gran ver...–
–¡Elly¡ –JunHong salió corriendo hacia la chica, una gota de sudor le recorrió la frente, se recordó a si mismo que él no era un chico fácil y jamás estaría con alguien que no fuera su novio, eso. –
YongGuk no disimuló el gruñido que soltó al ver a los cuatro jóvenes saltando y gritando, se tallo el cuello y caminó hacia ellos solo para ver más de cerca los enormes pechos que se cargaba la chica, hizo una mueca al oírlos hacer planes para entrar los cinco a una misma cabina, solo pudo maldecir a los que le arruinaban el arrimón que pensaba darle al castaño.
–Está bien, vamos. – YongGuk cedió ante los pedidos de JunHong aun no muy convencido de soportar pasar su tarde con un montón de críos culos verdes que le arruinaban sus planes– ¿Qué, todos se conocen?
–YongGuk, ellos son ex compañeros del instituto – lo siguiente que escuchó fueron varios nombres que no se molestaría en recordar, soltó una risa al escuchar que le presentaba como su "amigo" – Si le llamas amigo a alguien que quiere metértela muy al fondo de tu culo, sí, soy su amigo.
JunHong solo le quedo toser ante el ambiente tan incomodo que había creado con sus comentarios, una cosa era que le toleraran ser homosexual y otra que les diera dicha escuchar cómo era incitado por otro hombre, no sabía que era peor si rentar la cabina a solas con YongGuk o haberlo hecho con sus amigos, pues en un principio creyó que si tenían público, la cita seria de lo más normal, pero no, YongGuk no mostraba ni un gramo de timidez al estarle lanzando insinuaciones MUY DIRECTAS.
– ¿Y a que te dedicas? –Uno de sus amigos se animó a hacer la pregunta después de haber repasado los tatuajes en su piel, esto molestó al pelinegro –.
–Soy hombre de negocios, ¿no es obvio?
–Obvio...obvio... pues casi no. – Bang lo fulminó con la mirada, esa escena a JunHong se le hizo demasiada familiar, se acerco hasta el dejando su mano sobre su pecho e intentó sonreír–
– ¿Recuerdas que teníamos otro compromiso? Hay que ir. – sin dar explicación JunHong sujeto la mano del moreno saliendo de la cabina, camino rápidamente con él hasta la puerta del local y suspiró tranquilizándose– Oh dios, sentí como si estuviera viendo a mi hermano antes de meterse en una pelea – comenzó a reírse de la nada haciendo pensar a YongGuk que él no era el único loco presente.
–Tú que te traes, el crio ese me ha visto como si fuera algo menos que el, maldito hijo de pa.. – El silenció reino cuando la suave mano del más alto le cubrió la boca, su rostro tenía el ceño fruncido notablemente molesto –.
–No digas groserías...
Con varias bolsas en mano, JongUp salió de una de las tiendas comerciales en la calle más concurrida de la ciudad, entrecerró los ojos al ver un auto negro polarizado que se le hacía muy conocido, caminando la acera observo desde el otro lado de la calle como uno de los guardaespaldas de YongGuk salía del auto para abrir la puerta a dos personas, la furia le invadió al ver a YongGuk entrar al auto entre risas con un mocoso que seguro no salía aun del instituto.
– ¡YongGuk! – observo como un camión venia impidiéndole cruzar la calle para alcanzar el coche, dio un grito estampando las bolsas en el suelo y provocando que las personas que transitaban la calle se le quedaran viendo–.
–Señor JongUp ¿se encuentra bien? – un hombre alto con traje se acercó a él para tomar las bolsas –.
–No, no estoy bien HimChan –. Tronó la lengua avanzando hacia el taxi que se detenía frente a ellos –Vamos a casa de YongGuk, ahora–.
El enojo emanando del menor era tan obvio, no deseaba perder lo que más amaba así que no pensaba dejársela tan fácil, sabía muy bien lo que YongGuk hacia con sus citas así que pensaba atraparlo en el apartamento y humillar al mocoso con el que se estaba viendo, HimChan al ser solo un guardaespaldas puesto por YongGuk para protegerlo no tenía ni voz ni voto en la acciones del menor.
En cuanto el taxi estaciono frente al edificio donde residía su jefe JongUp salió disparado del vehículo, paso de largo a la recepcionista que con voz chillona le explicaba que YongGuk dio órdenes de no dejarlo pasar al menos que él lo pidiera, restando importancia y con el semblante serio en su rostro subió al elevador con HimChan.
–Voy a matarlos, te lo juro. – El mayor suspiro cuando el elevador se detuvo en el piso de su jefe y usando la llave que tenía el menor abrió la puerta encontrando el lugar vacio. – Deben de estar en el cuarto.
HimChan se quedo en la estancia dando un recorrido por el sitio, era más que obvio que su jefe no estaba en el lugar, cuando escucho un ruido de algo rompiéndose corrió hacia el cuarto soltando las bolsas y tomando en su lugar el arma oculta en su saco.
– ¡Señor JongUp! – el chico se había dejado caer al pie de la cama junto a la lámpara rota, bajó el arma e intento acercarse–.
–No está aquí... ¿Por qué no están aquí?
– ¡Aquí estamos! – JunHong estaba de pie haciéndole señas a uno de los hombres que acompañaban a YongGuk el cual traía un helado en su mano, no hacía falta recalcar que el otro guardaespaldas intentaba ocultar su risa – muchas gracias.
–Joder, cuando te dije que te compraría lo que quisieras pensé que pedirías alguna ropa de marca o que se. – YongGuk estaba recostado sobre la parte trasera del auto, la ansiedad le hizo buscar algo en su bolsillo trasero, tomo un cigarrillo y lo encendió.
–No fumes – el menor se había acercado con el helado en la mano, daba algunas lamidas que a YongGuk le erizaban la piel, sonrió abrazando su cintura y pegándolo a su cuerpo–.
–Anda, dame un beso – antes de que pudiera acercar sus labios sin permiso, JunHong coloco el helado entre ellos comenzando a reírse –
–No señor, yo no beso a cualquiera.
Lo dicho hizo reír a YongGuk, sin embargo llevó su mano hasta el glúteo del más joven provocando que diera un salto e intentara alejarse, YongGuk por su parte no pensaba dejarle escapar de sus brazos.
–Si no me lo das, lo tomare de todas formas. – dicho y hecho, el moreno pego sus labios a los ajenos provocando que JunHong se avergonzara un poco por la presencia de los otros dos junto a ellos – sabes a niño, me encanta.
–Esto no está bien... no te conozco –Sus labios se acercaron nuevamente y no pudo evitar cerrar sus ojos para besarlo– y es la primera cita... –Se mordió el labio antes de volver a besarlo – Yo no soy así...
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