Los ojos se le cerraban a JunHong cada que tenía oportunidad, se había divertido la noche anterior con YongGuk pero desvelarse era algo a lo que aún su joven cuerpo no se acostumbraba, la campanilla en la puerta sonó y dio un bostezo dando un "buenos días" que no se entendió en su totalidad.
—Estoy buscando a JunHong ¿Eres tu? — Un hombre de unos treinta años entró al lugar y se aproximó hasta el mostrador, confundido JunHong solo asintió — Lo siento, lo siento no quiero asustarte — trato de quitarle importancia al asunto.
— ¿En que le puedo ayudar? — sin querer sus manos se entrelazaron escondidas detrás de su espalda, le ponía nervioso que alguien lo llamara por su nombre sin saber quien era —
—Mi nombre es ByungHee — Hizo una leve reverencia y sacó de su bolsillo una tarjeta la cual dejó en el mostrador, el menor la observó y en grande decía "asesor financiero" — Hace poco un amigo mío me habló de esta florería, YongGuk.
—¡Oh! Lo conozco — se cubrió la boca ya que había tenido una reacción demasiado infantil —
—El dijo que usted podría ayudarme a escoger las flores para el cumpleaños de mi hija — JunHong se sintió avergonzado al pensar que tal vez YongGuk hablaba de él con sus amigos ¿dirá cosas buenas o malas? Era lo que le rondaba en la mente — ¿Que dice?
—¡Claro, yo le ayudo! — Sonrió más animado y aun con el sonrojo en su rostro rodeó el mostrador y salió a su lado, pondría en juego todo su conocimiento para no hacer quedar mal a YongGuk —.
Sin creerlo aún entabló una larga conversación con el hombre, le hacía algunas preguntas y a cambio de ello recibía historias acerca de YongGuk y su niñez, no pudo evitar que su celos no le llevaran a preguntar por el chico del cual le había advertido su pareja y se alivió mucho de saber que su novio no tenía una relación a parte de la suya.
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YongGuk estaba acostado boca abajo sobre el tapiz de madera con una cómoda soportando sus brazos y cabeza, tenso con fuerza la barbilla al sentir como las agujas entraban en la piel de su espalda, no podía mentir que el sudor de su frente era causado por el dolor.
—Esta es la última parte... — Dijo el tatuador de avanzada edad mientras seguía sellando los dos enormes dragones en su espalda —.
La puerta se abrió con fuerza y de inmediato las disculpas de su subordinado llegaron a sus oídos, trono la lengua pensando en que JongUp había corrido muy pronto con su familia, escuchó las pisadas detrás de él y vio los pies posarse delante suya, el hombre se dejó caer en el sofá del lugar y así fue más fácil para YongGuk verle el rostro.
—Escuche que quieres romper la alianza que tu padre y el mio iniciaron — YongGuk levantó su mano hacia el tatuador para que detuviera su trabajo, con señas le pidió que se retirara — Estoy de acuerdo.
—No me interesa si estas de acuerdo o no — El moreno se levantó del suelo y caminó hacia el perchero que sostenía su bata, la vistió y tomó asiento en otro sofá — Lo que pasará entre YongNam y el no es asunto mío, no me interesa ninguna alianza.
—¿Realmente crees que puedes seguir tú solo? Terminaras muerto por esa arrogancia — Al ver lo poco que le importaba no evitó el sonreír presagiando el futuro— No estoy de acuerdo en dejar todo a manos de maricas, si a JongUp no se le hubiera enseñado desde que nació a estar cerca de tu hermano tal vez él hubiera sido un potente líder en la familia.
—Dije que eso no me interesa y si eso es lo que piensas ¿Qué esperas para retirarte? Te recuerdo que el líder de Double Dragon es un marica — trono los dedos y enseguida su subordinado abrió la puerta — No tomare a JongUp como alianza, dile esto de mi parte a tu padre.
—¡Maldito mocoso! — Antes de que pudiera hacer algo otros subordinados se abrieron paso en la habitación dejando en claro quién tenía las de perder si una pelea comenzaba—.
Al ver como se retiraba en silencio tomó eso como una victoria a su favor, observó la puerta y con la mano llamó al hombre que nuevamente había cerrado dejando pasar al tatuador para que terminara con su trabajo.
—¿Que hora es? — tenía una enorme curiosidad por saber que estaba haciendo el adorable chico de tez blanca, una visita no le haría nada mal, de solo recordarlo mientras sonreía la noche anterior un recuerdo de su hermano le vino a la mente —.
—YongGuk... ¿Te dormiste? — Los gemelos estaban acostados en la terraza de la casa huyendo de la cena que su madre les había preparado, YongNam giró su rostro curioso por saber si su hermano se había quedado dormido—
—Claro que no, estoy meditando.. — una risa escandalosa salió de ambos ya que eso era imposible para la forma tan estresante de ser del menor de los hermanos — ¿Que quieres?
—Guk.. Estoy enamorado.
Sin desear saber más YongGuk trono la lengua como gesto único, sin pensarlo giro hasta quedar de lado y evitar a su hermano, le ponía los nervios de punta cuando el controlador y fuerte futuro líder comenzaba con sus cosas sensibles.
—¿No vas a preguntar de quien o como? — YongNam lanzó una patada a la pierna de su hermano y este enseguida comenzó a reírse, era duro que con la única persona con la que podía hablar abiertamente le evitara de esa forma—.
—Uy, quién será... — el tono era sarcástico — Te veo darle obsequios y salir con él a cada rato ¿Realmente crees que no se quien es? Anda, mañana tengo cosas que hacer y tu estas con tus cursilerias.
—YongGuk eres demasiado impulsivo, aprende a dejar que otros hablen — YongNam sonrió y se sentó sobre el suelo — Confio en ti.
Una palmada fue más que suficiente para que una sonrisa apareciera en el rostro de YongGuk, admiraba a su hermano mayor y él parecía mostrarle toda su confianza, en ese momento ser líder de Double Dragon era algo que no le importaba, por eso decidió no entrar a la universidad junto a su hermano, el se haría fuerte, tan fuerte como para proteger a la cabeza de la familia.
—Son las 5 de la tarde señor.
YongGuk asintió ante eso y le pidió que se retirara y dejara al tatuador trabajar, se acostó nuevamente en el suelo no tardando en sentir la agujas entrar a su piel nuevamente, así pasó algo más de dos horas hasta que el tatuador dio por finalizado su trabajo, minutos después ya se encontraba de pie frente al espejo observando su espalda, estaba satisfecho.
Mientras se vestía la puerta se abrió dando paso a uno de sus subordinados, este entró y se colocó detrás de él para hablar alejándose de cualquiera que pudiera escucharle.
—Jefe… ByungHee visitó al chico hoy, creí que usted deseaba que se mantuviera en silencio la presencia de el — YongGuk arrugó el entrecejo y de golpe giró hacia el subordinado —.
—¿Quien demonios se cree? Sleepy, sé honesto ¿Crees que intente traicionarme? — Terminó de abrochar su saco y se aproximó a la puerta — Prepara el auto, quiero saber a que fue.
—Jefe lo haré enseguida.
Tal y como ordenó el auto estuvo listo en unos minutos, lo mejor para su trabajo era que nadie supiera sobre JunHong, por el momento no podía atender el asunto de su hermano y otro más así que le pondría más prioridad a su seguridad, esta vez el chofer fue Sleepy quien le llevó directamente a la florería, por unos minutos se quedaron apartados de la entrada aprovechando lo oscuro de la calle.
—ByungHee le ha servido desde hace mucho tiempo, pienso que hay otra razón por la cual decidió venir — Habló el subordinado tratando de darle una oportunidad más — Debería interrogar al chico para saber de que estuvieron hablando.
—Callate, no me digas que hacer — YongGuk solo recostó su cabeza en el asiento observando fijamente la entrada de la florería, aún estaba a tiempo de pedirle al chofer que se marcharan y no volver a buscarlo—. Sleepy, enciende el auto.
Antes de que pudiera hacerlo el ruido de una motocicleta pasó frente a ellos y subió la banqueta estacionando sin cuidado frente a la puerta del local, de esta descendió un chico quitándose el casco y abriendo la puerta alegremente, estiró su mano al ver que el chofer intentaba arrancar pidiéndole algo de tiempo.
El chico de la moto demoró demasiado dentro de la florería como para solo ir por un par de rosas para su novia, sin pensarlo trono la lengua notablemente molesto, Sleepy observó esto desde el espejo, desde el primer momento en que habían encontrado al chico su jefe había tenido un creciente interés y no lo juzgaba pues él también había convivido con JunHong el cual tenía una adorable personalidad, hace mucho que no veía una persona así.
Pero tal vez se habían equivocado, o eso comenzaba a creer cuando vio como la pareja de su jefe salia del local y era ayudado por el otro chico a cerrar todo, aún desde la lejanía del auto lo vio subir de mala gana y refunfuñando a la motocicleta, deseaba saber a dónde se dirigían así que solo esperaba a que su jefe le ordenara ir detrás de ellos.
—Maldición, vámonos de aquí — YongGuk dio esa simple orden y tuvo que encender el auto tomando una calle opuesta a donde se habían ido los otros dos — Tal vez no es tan inocente y a mi que me puso tantas pegas para abrir las piernas.
—Jefe… JunHong no parecía ir por su satisfacción, tal vez sea su hermano…
—¿Y por qué coño tú estás abriendo la boca, eres su abogado? — Los celos que para el subordinado era notables para YongGuk no parecían así de evidentes.
Había pasado las últimas semanas conquistando al chico como para que un motociclista viniera y en un par de minutos se lo llevara como si nada, estaba tan centrado en pensar lo idiota que había sido al descuidar sus prioridades que no se dio cuenta cuando llegaron.
Al subir y entrar a su apartamento tomó el celular en su bolsillo, tal vez JongUp pudiera bajarle el dolor de cabeza que se cargaba ahora, sin embargo antes de poder marcarle una llamada le entró, era JunHong. Entró a su habitación quitándose el saco y contestando, no lo había pensado mucho solo oprimió el botón verde y lo puso en su oído.
—Guk Hyung… —Después de tantos apodos el menor había optado por llamarlo así — Hoy no vino a visitarme ¿Acaso tuvo mucho trabajo? Lo extrañé. —esa maldita honestidad con la que hablaba era la debilidad de YongGuk—.
—Se me hizo tarde, justo voy llegando a mi apartamento ¿Aun estas en la florería? — Preguntó lo que ya sabía deseando que fuera tan honesto como siempre —.
—No, llegué temprano a casa ya que Hyung me trajo, pero solo será hoy… en la mañana mi dia fue tan aburrido, estaba cansado y no era como que me pudiera poner a limpiar ya que las piernas me dolían de tanto bailar —Al hablar casi se podía imaginar las expresiones que el chico estaría haciendo para apoyar su relato— En fin… tienes que venir mañana, quiero darte un regalo.
—¿Regalo? Creí que habías dicho que los regalos son al cumplir el mes saliendo ¿Cuanto llevamos, 2 semanas?
— Es un regalo de mi parte y si llevamos dos semanas de vernos… ¡No olvides venir mañana! — la llamada no duró más pues enseguida colgó, suspiró dejando caer el celular en la cama.
—¿Quien eres y cómo llegaste a mi JunHong?
Se acostó en la cama observando el amplio techo, habían cosas a las que le debía dar prioridad, vengar a su hermano se haría difícil si el clan de JongUp comenzaba a moverse en su contra, no duraría mucho a la cabeza cuando todo esto llegara a oídos de su padre.