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Tainted Love [BAEKYEOL/CHANBAEK] por kaze_min

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Notas del fanfic:

Bueno... Tengo este fanfic escrito a la mitad xd Pero no sé, me apetecía dejar por aquí el principio, porque si os gusta, quizás me vuelva la inspiración y lo termine jajajaja x)

Lo disfruté mucho al escribir lo que tengo, espero transmitir lo mismo ^-^

Sabéis, me gusta leer vuestras reviews, no dudéis en dejarlas! Sois todxs adorables! <333

xoxo~

Notas del capitulo:

Y... Aquí vamos! :D Ni se os ocurra acostumbraros a que suba tanta cosa seguida, es que prefiero hacer esto a las mierdas de la universidad... x)

Pero bueno, ya me diréis qué tal :3

Nos leemos!

xoxo~

El infierno. Un lugar aterrador y sombrío en el que ninguna criatura quiere acabar bajo ningún concepto. Sus habitantes son completos monstruos de misteriosas habilidades que sirven obedientemente a Kai, el Líder supremo. Un ser sobrenatural, espeluznante y sin escrúpulos que se alimenta de almas para adquirir el poder que ansía para controlar el universo, empezando por la Tierra. Desafortunadamente, solo requiere una más, la de una persona completamente pura e inocente, y ya la ha encontrado.

Congrega a todos sus secuaces en la sala de reuniones para revelarles su preparado discurso acerca del futuro de su poder y de las conquistas venideras. Antes de terminar, les da la espalda, acariciando una de las paredes de la estancia, creando un abrumador suspense

-Y para ello solo me falta una cosa – Todos los presentes murmuran entre ellos, curiosos por descubrir qué necesita su Líder y proporcionárselo de inmediato. Este les encara de nuevo y, con un suave movimiento de manos, crea una imagen en el aire, mostrando un chico de facciones serenas pero alegres, pelo castaño y pronunciadas orejas que asoman divertidas por entre los mechones.

-Park Chanyeol, 23 años. Universitario – Enuncia con severidad – Solo preciso de su alma para poder obtener el máximo poder – Sus ojos viajan de un asiento a otro, estudiando a sus subordinados, meditando a quién elegir para tan importante misión. Su vista se frena en un joven de pelo negro y nívea piel, que mantiene aún la vista fija en la víctima.

-Byun Baekhyun – Le llama alzando la voz, atrayendo su atención, y este no tarda una milésima de segundo en dirigir su mirada al Líder y asentir sumisamente – Tú serás el encargado de conseguir lo que quiero – El corazón del chico comenzó a latir más deprisa, jamás le habían ordenado una misión tan decisiva. Solo se limitaba a encargos menores, de escasa importancia. ¿Por qué yo? Se preguntaba angustiado, y su líder no tardó en esclarecer sus dudas.

-Necesito tu poder de atracción para encandilar al chico y que no oponga resistencia. Has de ganarte su confianza y afecto y, una vez conseguido, atraerlo hasta aquí para sacrificarlo – El moreno tragó saliva, se veía incapaz de conseguir tal cosa. Él era más de colaborar, no de ser el único en el plan – Tienes un mes para cumplir tu cometido – Sus ojos se abrieron como platos al escuchar el poco tiempo del que disponía para ello. ¿Cómo pretendía que lograra semejante misión? Se preguntaba mordiéndose las uñas. Notando su inquietud, un muchacho que se situaba cerca de él, de nombre Jongdae, fuerte temperamento, misma estatura que su compañero y el pelo castaño oscuro y revuelto, comenzó a hablar repentinamente

-Señor, Byun no está capacitado para hacerlo. Yo sería perfectamente apto para… – Kai levantó un brazo en su dirección, callándole automáticamente

-Lo lamento, Jongdae, pero él es el único que puede proporcionarme los resultados adecuados – El apelado gruñó en respuesta y se revolvió en su sitio, pero no se atrevió a hacer la más mínima queja. Al fin y al cabo, le amedrentaba su superior.

Tras el pequeño incidente, el Líder se retiró de la sala, dejando solos a sus vasallos, que ya se juntaban en grupos, comentando lo ocurrido. Todos excepto Baekhyun, que abandonó la estancia, pretendiendo dirigirse a su habitación cuando fue interceptado por Yixing, su mayor confidente en aquel lugar. Rubio, algo más alto que él, muy amable y comprensivo y siempre tenía las palabras perfectas para todas sus inquietudes, preguntó con un ápice de preocupación en sus palabras.

-Hunnie, estás bien? – Sabía perfectamente la respuesta, pero no iba a importunarle si Byun no tenía ganas de hablar

-Umm… Solo algo asustado. No tiene importancia – Murmuró el más bajo de los dos entrando en su dormitorio con su compañero y sentándose ambos en su pequeña cama – No sé si voy a ser capaz de hacerlo, hyung – Este le palmeó la espalda con suavidad, esbozando una cálida sonrisa

-Lo harás bien, Baekkie. Eres más fuerte de lo que piensas – Y alargó sus brazos para envolver al moreno en ellos, reconfortándole para lo que le esperaba al día siguiente.

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Se levantó al impactar contra el suelo y sentir las frías tablas de madera de su superficie pegarse a su mejilla. Miró a todos lados, intentando orientarse, y se revolvió el pelo con la mano mientras bostezaba. Apenas había pegado ojo en toda la noche: demasiadas inseguridades acerca de su próximo trabajo como para mantener la calma. Se incorporó por fin, abriendo su vestidor y agarrando una camisa blanca y unos vaqueros oscuros ajustados. Se vistió rápidamente y delineó sus ojos con un grueso trazo, dándoles un aire más sofisticado. Finalmente, se dirigió al comedor comunal, encontrando allí a varios de sus compañeros, entre ellos a Yixing, quien le hizo un gesto con la mano para que se sentara junto a él.

-Qué tal has dormido, Hunnie? – Preguntó con su animada voz antes de llevarse una manzana a la boca. Baekhyun apoyó los codos sobre la mesa y se llevó una mano a la sien, suspirando pesadamente.

-Ha… Como si hubiera podido conciliar el sueño… - Su amigo frunció los labios, dándole un suave empujoncillo en el costado.

-Vamos, anímate. Ya verás que no te resultará tan complicado como te parece – Mientras masticaba la fruta, añadió gesticulando – Te envidio, nosotros nos quedamos sin hacer nada, esperando órdenes. Y se me acaban los libros para leer, ¿sabes? Es muy duro… - A Baekhyun le pareció muy tierna la inocencia de su compañero. Pero siendo sincero, prefería estar ahora mismo en su piel. Tomó la taza de Yixing y le dio un sorbo al amargo café de su interior, levantándose después.

-¿Ya te vas? – Preguntó el rubio haciendo un mohín

-No tengo hambre, y necesito algo de tiempo para pensar en cómo empezar la misión – Su amigo asintió con una sonrisa y, antes de que abandonara la sala, le dijo.

-¡Fighting! – Acompañándolo con una de sus manos en un puño, alzándolo al aire. Baekhyun le devolvió el gesto e hizo el camino de nuevo a su habitación.

-Va a fracasar. Es un debilucho – Ladró Jongdae desde la otra punta de la mesa mientras masticaba un pequeño bollo – Tenía que haberme escogido a mí…

-Cierra la boca – Terció Junmyeon, otro de los presentes, de mediana estatura y corto pelo azabache que sostenía una taza entre sus manos, enfriándola con leves soplos de aire – No puedes saberlo – Y bebió lentamente mientras clavaba los ojos al muchacho quejica, haciendo reír a Yixing.

 

Baekhyun se colocó su reloj de muñeca y miró la hora. Las diez, aún era pronto, se dijo. Pero cuando empezó a pensar en el chico al que debía seducir, se dio cuenta que no tenía apenas ningún dato sobre él. Como de costumbre, cada vez que se le presentaba una duda, su líder lo intuía y rondaba cerca de él, entraba en su habitación y resolvía sus problemas. Y esta vez no fue una excepción. Se colocó en la espalda del moreno y aspiró en la zona de su cuello antes de susurrar.

-¿Qué te perturba, pequeño? – Su sensual tono de voz hizo estremecer a Baekhyun, que dio un respingo mientras cerraba los ojos. Era habitual esa confianza entre ambos, pero aún no se hacía a la idea, seguramente porque su superior no le atraía en exceso. Era atractivo, sí, pero no era como si se sintiera desfallecer por él.

-Ni siquiera sé qué horario sigue la víctima, Líder. ¿Cómo voy a introducirme en su vida entonces? – Kai rió contra su cuello antes de responder.

-12 a 4, lunes a viernes. Procura acecharle a la entrada y salida – Deslizó un pequeño papel por uno de los bolsillos de Baekhyun – Ahí tienes un plano del transporte que toma. Intenta atraer su atención el mayor tiempo posible – Mordió la superficie de su piel y el bajito sintió un escalofrío recorrerle la espalda – Además, con la maestría con la que tocas el violín, estoy seguro de que no tardará en caer a tus pies – Le dio un corto beso cerca de la comisura de sus labios - Te veo esta noche – Y desapareció antes de que Baekhyun pudiera darse cuenta, dejándole un tanto confuso. Se miró al espejo fugazmente, tomó la funda con su instrumento y se puso en camino.

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-Línea 4, andén 1… -Murmuraba mientras observaba los diferentes carteles del metropolitano, intentando orientarse. Cuando encontró el lugar que buscaba, se situó en una esquina, abrió la funda del violín, dejándola frente a sus pies, tomó su instrumento y se colocó en posición. Estaba un poco nervioso, no podría negarlo, pero todo fuera por satisfacer al Líder. Comenzó a pasar delicadamente el arco por las delgadas cuerdas, creando una suave y dulce melodía que no pasó desapercibida a los pasajeros que se encontraban allí. No tardaron en acercarse a él; unos para echarle monedas, otros para grabarle, y otros simplemente para quedarse mirando y comentando. Baekhyun esbozó una tierna sonrisa y algunas de las presentes femeninas suspiraron soñolientas, llevándose una mano a la mejilla. El moreno sabía el efecto que causaba en los demás, pero lo que le interesaba era atraer la atención de Chanyeol, a quien buscaba con la mirada cada vez que los vagones abrían sus puertas, vomitando personas de su interior.

-Yaahh… Debería pasar por aquí de un momento a otro, ¡vamos…! – Se decía a sí mismo tensándose, temiendo que su víctima no apareciera. Tras algunos minutos de espera, uno de los trenes dejó paso a un joven alto de pelo castaño, orejas grandes y gruesas gafas, que llevaba una mochila y se encaminaba a la salida, pero cuando vio un notorio bullicio en una de los extremos del andén, se acercó para descubrir qué era aquello. Se encontró a un muchacho de baja estatura, pelo negro, bien vestido y maquillado, tocando el violín mientras sonreía con dulzura a sus admiradores. Sintió una fuerza sobrenatural que le pegó al sitio y le hizo fijar sus ojos en aquel chico, observando cada movimiento como si fuera lo único para lo que estuviera destinado a hacer. Baekhyun supo entonces que él era el elegido, y con un movimiento ligero de cabeza, consiguió que todos los presentes se fueran retirando uno por uno excepto el castaño, que permaneció estático, completamente embelesado con aquel pequeño hombre. Cuando quedaron los dos solos, el más alto tuvo el valor de comenzar una conversación.

-Es hermoso – Dirigió sus ojos al instrumento para volverlos a posar en el moreno – Hace cuánto que tocas? –Quiso saber, y el bajito cambió su posición: ahora sostenía el violín en una mano y el arco en el otro, laxos a sus costados.

-Desde que tengo uso de razón – Bromeó encantador, batiendo sus largas pestañas – Tú, ¿tocas algún instrumento? – Preguntó mientras se aproximaba un poco más a Chanyeol.

-La guitarra, la batería, el piano… Me encanta la música – Sentenció con una sonrisa, y Baekhyun sintió algo menos de peso en su interior. Al menos tenían cosas en común. Haría más sencilla su interacción con aquel individuo, y eso le alivió en parte.

-¿Vas a trabajar? – Tanteó el bajo señalando la salida, y Chanyeol se ajustó las gafas.

-Oh, no, voy a la universidad. Estudio historia del arte, pero merece la pena llegar un poco tarde – Comentó con sorna, y a Baekhyun  le gustó viéndose ganar terreno sobre el otro.

-Qué bonito – Recogió las monedas que habían dejado en su estuche y le tendió unas cuantas – Toma, por las molestias – Y le guiñó un ojo que consiguió hacerle estremecer – Deberías irte o llegarás tarde.

-Um… Sí, esto... ¡Adiós..!- Tartamudeó, queriendo continuar, pero se vio con falta de información, que fue rápidamente completada por el otro.

-Baekhyun es mi nombre – Musitó curvando sus labios hacia arriba.

-¡Chanyeol! – Gritó estando ya algo lejos del otro, notando como una amplia sonrisa se formaba en sus labios y de la que no sería capaz de despojarse en todo el día.

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-¿Cómo fue? – Le asaltó Yixing nada más puso un pie de nuevo en su “hogar”.

-Hmm… No he empezado mal – Murmuró satisfecho mientras se dirigía a paso tranquilo a su habitación.

-¡Eso son buenas noticias, Hunnie! – Exclamaba el rubio siguiéndole – Poco a poco lo conseguirás, ¡estoy convencido! – En medio de su felicitación, Jongdae se cruzó en el camino de ambos, sin importarle propinar un empujón voluntario al moreno, que le siguió la vista con los ojos entrecerrados

-No le hagas caso. Está cabreado porque no le han escogido a él – Aclaró Yixing pretendiendo continuar el paso – ¿Quieres que te lleve algo de comer? Te he guardado pizza – Susurró confidencial mientras le guiñaba un ojo.

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La noche llegó más rápido de lo que Baekhyun esperaba. Llevaba algo más de media hora tumbado en su cama escuchando música tranquilamente cuando sintió una presencia tras él.

-Hola, pequeño – Jamás sería capaz de confundir esa voz, por muy alta que tuviera puesta la música.

-Mmmh… - Gruñó mientras se quitaba los cascos, apartándolos de su lado.

-Qué tal ha ido tu primer día? – Ronroneó en su oreja y Baekhyun se giró para quedar frente a él.

-Llamé su atención. Conversamos durante largo rato, sobre todo a la salida – Kai asintió, pasándole el índice por la mejilla.

-Ese es mi chico – Se detuvo en sus labios, palpando la suavidad de estos antes de acercar su boca y unirla con la de Baekhyun en un profundo beso, introduciendo su lengua urgentemente, recorriéndole por dentro y jugueteando con su saliva. El bajito le correspondió, más por cortesía y sometimiento que por deseo, pero se mentiría si dijera que le disgustaban los labios de su Líder. Él tendía a separar lo físico de lo sentimental, por lo que sentirse deseado por otro nunca era una molestia para él. Fue Kai quien terminó haciendo espacio entre ambos una vez hubo saciado su apetito.

-Que duermas bien – Y besó su frente, abandonando la habitación segundos después. Baekhyun quedó tumbado en la cama unos instantes, intentando ordenar todos los sucesos del día. Antes de cerrar los ojos, divisó una figura que le fulminaba con la mirada desde su puerta, esfumándose al segundo siguiente, dejándole una sensación incómoda en el cuerpo.

Notas finales:

Si os gustó o disgustó dejádmelo en una review, bebis ^3^

¿De quién serían esos misteriosos ojillos? ¿Qué le deparará a Baek al día siguiente?

Nos leemos pronto!


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