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31. Do Young (06) por dayanstyle

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JinYoung rápidamente caminó por el pasillo del hospital, Changjo y Gong Chan siguiéndole de  cerca.  Él  no  pensaba que fuera  a ser  capaz  de venir y ayudar a Jae Min gracias a las fuertes protestas que Gong Chan  había dado, pero su pareja había cedido finalmente, después de decirle a Changjo y a JinYoung que iba a presentarse.

 

Esa fue la primera vez que su pareja había luchado por él, y a JinYoung le encantó cada minuto de ello. Lástima que no pudiera abrazar a Gong Chan y agradecerle que estuviera atento por él. Lástima que no pudiera tocar a Gong Chan y mostrarle lo mucho que lo apreciaba.

 

Muy mal momento.

 

Dio un  salto  cuando  oyó  un  ruido  que  venía  desde  el  pasillo. No era que no se les permitiera estar dentro en el cuarto de Jae Min, fue el hecho de que algunos lobos renegados, habían sido divisados antes y estaba todo el mundo preocupado por el hecho de que el Omega JinYoung fuera descubierto. Era muy buscado por muchos alfas. Cualquiera de ellos mataría por poseer a JinYoung.

 

Esto no era algo de lo que él ni estaba orgulloso ni se jactaba de ello. Había causado muchos dolores  de  cabeza  a  muchas  personas,  y  JinYoung no olvidaría quién era realmente y tener la oportunidad de tener una vida normal.

 

Empujó los sombríos pensamientos de su mente mientras se acercaba a la habitación de Jae Min, en el hospital. Sabía que era humano porque había un guardia en la puerta.

JinYoung asintió con la cabeza al guardia y luego empujó la puerta de la habitación de Jae Min, Changjo a sus espaldas. Echó una mirada al hombre que era pareja de Do Young. A pesar de que Do Young le había advertido constantemente que JinYoung se alejara de su propia pareja, JinYoung no albergaba malos sentimientos. Iba a hacer todo lo necesario para tratar de ayudar a Jae Min.

 

Caminó hacia el lado de la cama de Jae Min, sintiendo el dolor salir del humano en ondas. Jae Min podía estar inconsciente, pero su  dolor vibraba fuera de las paredes. JinYoung tiró atrás de sus mangas, mientras tomaba una silla y la puso al lado de la cama. Tomó asiento y puso sus manos en la espalda de Jae Min.

 

JinYoung sabía que la curación de Jae Min iba a hacer mella en él. Siempre fue así. Pero ayudar a otras personas con su don/maldición era lo que JinYoung estaba destinado a hacer.

Incluso si el precio era su pareja y la felicidad.

            

Ji Sung parpadeó unas pocas veces cuando lentamente se despertó. Él gimió y se agarró la cabeza. Estaba golpeando a un ritmo entrecortado mientras esperó a que su visión se aclarara.

 

Vio a Do Young dormir en una silla, en el rincón más alejado de su habitación del hospital. Ji Sung levantó la barbilla, aspirando el aire para calmarse cuando recuerdos inundaron su mente. Kei y Hyo Seok habían llegado a su tienda y lo atacaron. Ji Sung recordó a Kei patearle y a Hyo Seok arrojarle alrededor, golpeando la pierna de Ji Sung con el pie y haciéndole doblarse en una posición no natural.

 

Volvió  la  cabeza  y miró a la cama  situada  junto a él. Junsu estaba acostado durmiendo. Yoochun y Changmin inclinados sobre la  cama a   cada lado, firmemente dormidos. Ji Sung   era  el  único despierto.

 

Jae Min.

 

Ji Sung tenía que averiguar lo que había sucedido a su pareja humana. Los recuerdos parpadearon en su mente sobre Jae Min tendido en su propia piscina de sangre. Ji Sung sabía que su compañero no estaba muerto. Él sería capaz de sentirlo si Jae Min lo estuviera, pero el dolor de no saber qué había pasado con él tenía su pecho apretado.

 

Retiró la colcha  y maldijo por  lo que  vió.  Su   inútil pierna estaba en un gran y blanco molde de escayola.

 

Tanto para escabullirse.

 

Ji Sung  sabía  que  todo  lo  que  tenía  que  hacer  era  cambiar  y qsanaría el hueso roto, así que ¿por qué lo escayolaron? No tenía ningún sentido.

 

Él colocó sus dos manos en el yeso blanco, empujándolo hacia el borde de la cama.

 

Ji Sung se aseguró de que no hiciera un sonido cuando cojeaba desde la cama y escapó de la habitación. Sabía que si él despertaba a Do Young y le pedía ver a Jae Min  se  vería  obligado  a  volver  a  la  cama.  Ji Sung estaba en una maldita misión para localizar a su otra pareja y ver con sus propios ojos que Jae Min estaba bien. Le molestaba que compartiera una habitación con Junsu y no con Jae Min. Ji Sung no podía entender ese enigma más de lo que podía entender la gran y torpe escayola.

 

Mierda era todo raro por aquí.

 

Él miró sobre su hombro para asegurarse de que no había despertado a  nadie   antes   de   abrir   la   puerta   y   salir   cojeando   hacia   el pasillo. Ji Sung tuvo que aferrarse a la pared, su estabilidad se fue al infierno con esta pesado yeso envuelto alrededor de su pierna. Esta misión estaba llevándole más  tiempo  de  lo  que  le  hubiera  gustado.  Gotas  de  sudor se  formaban  en  el  labio  superior,  y  sólo  caminó  veinte  malditos pasos.

 

 

Ji Sung caminó lentamente por el pasillo, con los dedos presionados contra con el feo verde de la pared del hospital. Sus ojos comprobaron la  zona,  preguntándose  dónde  estaría  Jae Min.  Ji Sung   trató   de agacharse  cuando  vio  a  Changjo  de  pie  frente  a  una  puerta,  otros  dos con él, pero la maldita escayola se lo impidió. Ji Sung se dio cuenta de que uno se parecía un poco a Do Young. Bueno, está bien, él tenía el mismo tatuaje en su cuello como el que tenía Do Young, pero el otro parecía un policía.

 

Esa debe ser la habitación de Jae Min.

 

Buscando un lugar para esconderse, Ji Sung vio un armario de suministros.

 

Rápidamente cojeó hacia allí, tan rápido como la escayola se lo permitió y luego se deslizó por un lado. Él se asomó. Sus cejas se  juntaron cuando vio a Changjo y el hombre con el tatuaje alejarse.

 

¿Por qué dejarían a su pareja? Eso no tenía sentido.

Ji Sung estaba aún más confuso cuando el policía miró a su  alrededor y luego se deslizó en la habitación de Jae Min. Algo no estaba bien. Podía sentirlo en sus huesos. No debería haber ninguna razón para que la policía tuviera que estar en la habitación de Jae Min.

 

Ji Sung caminó alrededor del armario, cojeando tan rápido como pudo. Era su pareja la que estaba allí, probablemente inconsciente y sin duda, indefensa.  Él  no  se iba  a quedar  sólo sentado y no  investigar. Se  detuvo  cuando  el  policía  salió,   tirando   de   un   hombre delgado con el pelo corto y negro de la habitación. Ji Sung no estaba muy seguro de quién era el tipo, pero tenía que ayudar.

 

—¡Alto! —Gritó Ji Sung con la parte superior de sus pulmones mientras corría tan rápido como su escayola se lo permitía. No había manera de que fuera a permitir a otra persona hacer daño, mientras él estuviera cerca.

 

La cabeza del policía saltó con brusquedad con un gruñido encrespando el labio cuando sacó la pistola de su funda y la lanzó contra Ji Sung. Él estaba bastante malditamente cansado de ser asaltado, Ji Sung pensó al golpear el suelo.

 

Todo sucedió tan rápido que Ji Sung sólo podía mirar con total asombro mientras estaba acostado en el suelo de linóleo. Changjo y el hombre con el tatuaje venían rodando por el pasillo, los colmillos expuestos cuando el policía puso la pistola en la cabeza del joven.

 

—No te acerques o el Omega muere.

 

—Tú sabes que no vas a salir de aquí, —gruñó  Changjo  cuando sostenía al hombre con el tatuaje en la espalda—. Vas  a  seguir  y  te bajarás como el chucho que eres. Este es su pareja, Gong Chan, y  no  te permitirá descansar.

 

—¡Déjale ir! —Gong Chan gritó mientras arañaba a Changjo para llegar al pequeño hombre.

 

Ji Sung tenía que pensar. No había manera de que fuera a dejar que el policía sólo entrara derecho aquí, como si nada, con otra pareja. Se dio la vuelta más cerca de la sala de enfermeras, permaneciendo fuera de la vista mientras cambió.

 

Santo infierno como dolía. Ji Sung tuvo que morderse el labio inferior para no gritar. No estaba seguro de lo que Kei había hecho con él, pero su pierna parecía peor. Incluso en su forma de zorro, Ji Sung salió cojeando.

 

Ji Sung se coló en torno a un carrito de suministros, detrás de una máquina portátil, y luego colocó una pata delante de las otras cuando él se arrastró lentamente detrás del hombre pequeño. Se moría por investigar la habitación y comprobar a Jae Min, pero Ji Sung sabía que no era el momento.

 

Ji Sung  bajó  la  cabeza,  preguntándose  qué   iba   a   hacer  ahora que él había conseguido llegar. No era como si fuera un lobo. Él era un maldito zorro por el amor de Dios. ¿Qué iba a hacer, rascar los ojos del policía?

 

Vio a Gong Chan observándole muy de cerca cuando el policía agarró al hombre más fuerte. —Salgan del camino para que podamos salir de aquí. Si haces  un movimiento hacia mí, le dispararé a matar.

 

—¿Hay alguna otra jodida manera de pegarle un tiro? —Changjo gruñó—. Eres más tonto de lo que pensaba.

 

El policía sacó la pistola  de  la  sien  del  hombre,  apuntando  a Changjo. —Te lo mostraré tonto.

 

Ji Sung se abalanzó. Saltó sobre la espalda del joven, cambiando tan pronto como entró en contacto. Ambos fueron abajo con un  estrépito, Ji Sung y el joven hombre alejándose del peligro.

 

Cerró los ojos cuando vio a Gong Chan cambiar, atacando al  policía. Ji Sung no quería ver lo que el soldado estaba haciendo. Era suficientemente malo que tuviera que oírlo.

—¡Ji Sung! —Do Young gritó mientras corría por el pasillo—. ¡Maldita sea, Ji Sung!

 

Ji Sung podía sentir su cuerpo levantado del  suelo y acunado contra el enorme pecho de Do Young. Él empezó a contarle a Do Young que consiguiera al doctor por el dolor en la pierna, pero eso fue cuando Ji Sung notó que su pierna estaba sin dolor.

¿Qué demonios?

Jae Min podía oír el  ruido  que  venía  desde  el  pasillo  justo afuera de su habitación del hospital. Se esforzó por levantarse, pero estaba demasiado cansado para moverse. Se preguntó qué pasó con el pequeño hombre que había llegado a visitarlo.

 

—Enfermera, —graznó Jae Min cuando trataba de alcanzar el botón rojo en el lado de su cama, pero su mano no quería levantarse correctamente. Tenían que ser los medicamentos que le dieron. No había forma en que debía ser esta locura.

 

—¿Jae Min?

 

Jae Min, una vez más trató de levantar la cabeza, pero no tuvo éxito. Él quería desesperadamente ver la cara de su pareja. —¿Do Young?

—Soy yo, bebé. ¿Cómo te sientes?

 

Jae Min sintió una mano pasar por el pelo, emparejándolo a través de ello cuando Do Young entró en la línea de visión de Jae Min. Nunca había sido tan feliz de ver a una de sus parejas. —Do Young. —Jae Min no estaba seguro de dónde vino, pero comenzó a llorar.

 

—Calla, bebé. Vas a estar bien. —Do Young utilizó los pulgares para barrer  a un lado las lágrimas de Jae Min.

—¿Qué me pasó? ¿Qué hay de malo en mí?

—Fuiste apuñalado, bebé. El médico dice que la cirugía salió bien.

 

Jae Min pudo oir la vacilación en la voz de Do Young. No hubo más. Él estaba seguro de ello. —Cuéntame.

 

Podía ver a Do Young tragar antes de  responderle.  —Hay  una posibilidad de que no puedas volver a caminar.

 

La cabeza de Jae Min hiló las palabras de Do Young. Su corazón dio un vuelco y su cabeza empezó a doler con la posibilidad de no volver a caminar. Antes de que su ira se apoderara de él, el hombre que lo había visitado anteriormente volvió a su habitación del hospital. Se quedó allí un momento,mirando inseguro mientras miraba a Do Young y  a Jae Min.

 

—¿Qué? —Le espetó, no sintiéndose capaz de entretener a los invitados en ese momento.

—Yo vine a terminar, —dijo el hombre mientras daba un tentativo paso hacia adelante.

—¿Terminar qué?

—Tu curación. Mi nombre es JinYoung. Sólo mantente quieto y dejame hacer todo el trabajo.

 

Jae Min miró a Do Young, preguntándose de lo que el hombre chiflado estaba hablando. Fue entonces cuando se dio cuenta de que Ji Sung estaba de pie detrás de Do Young, y tenía su culo desnudo. —¿Qué demonios?

 

Ji Sung movió sus dedos en dirección a Jae Min, diciendo hola.

 

—Te explicaré la desnudez de nuestra pareja tan pronto como JinYoung acabe, —se quejo Do Young cuando robó una sábana de la cama de Jae Min y la envolvió alrededor de los hombros desnudos de Ji Sung. Jae Min tenía que estar todavía inconsciente. Nada de esto podría ser real.

 

Miró con impotencia a Do Young y a JinYoung que puso sus manos sobre la espalda de Jae Min. Él oyó a alguien entrar en la habitación, pero estaba demasiado preocupado por lo que estaba pasando para molestarse en averiguar quién era.

El calor que venía de las manos en la espalda quemaba en su piel. Jae Min gritó cuando flashes de su pasado comenzaron a volar a través de su cabeza, mezclándose con el dolor en la espalda.

 

No estaba seguro de lo que estaba pasándole, pero las visiones de sus padres y su vida en casa comenzaron a desfilar en su mente. Era como si alguien pulsara el botón de avance rápido, pero cada escena espantosa pasaba por su cabeza. Jae Min estaba allí como un bebé y lloraba mientras su padre le golpeaba en la pared, diciéndole que él nunca llegaría a ser nada.

 

Jae Min en realidad sentía  el  dolor  en  su  rostro.  Él  no  quería hacer esto. El hombre que lo tocaba necesitaba dejarle ir.

 

—¡No! —Trató de liberarse, pero el hombre esperó.

 

—De todos modos, si te dejo ir o aguantar, vamos a volver a revivirlo, Jae Min. Es mejor si yo te guio a través de esto.

 

Jae Min no quería ser guiado a través de cualquier cosa. Quería olvidar, para no recordar el dolor que sus padres le habían hecho pasar.

 

«Nunca  llegarás  a nada, Park Jae Min . No sé por qué perdí mi tiempo cuidándote.  Debería  haberte  dejado  en  la puerta de la iglesia, dijo su madre mientras ella le propinaba un revés.

 

Eres un inútil.

 

Te lo juro, yo no he robado a la señora Trenton. ¡Ella miente! gritó Jae Min mientras se tapaba la cabeza, tratando desesperadamente de no sentir otro golpe.

¡Hijo de puta desagradecido. ¿Cómo te atreves a difamar su nombre!  gritó su madre cuando ella empezó  a  darle patadas.

 

Jae Min se enrolló en una bola, haciendo todo lo posible para impedir su asalto. Su padre se sentó a la mesa, leyendo el periódico mientras sorbía su café. Jae Min sabía en ese momento que odiaba a sus padres más allá de las palabras.

Iba a hacer todo lo necesario para salir de su casa»

 

—¡No! —Exclamó Jae Min mientras una multitud de recuerdos lo asaltaban.

Su cuerpo se rompió en un sudor mientras yacía en los brazos del hombre y gritó deseando que las pesadillas de su pasado se alejaran.

 

Ji Sung sintió las lágrimas deslizarse por su rostro mientras Jae Min gritaba. Quería arrancar al extraño lejos de su pareja, pero él sabía que estaba curando a Jae Min. Sin embargo, Ji Sung estaba casi seguro que ver a Jae Min pasar por el infierno fue lo más difícil que había presenciado.

—Él va a estar bien cuando todo esto termine, —Do Young le susurró al oído de Ji Sung mientras envolvía sus brazos alrededor de él—. He visto lo que JinYoung puede hacer. Si bien es doloroso al principio, va a curar a Jae Min de manera que incluso tu no puedes imaginar.

—Le está perjudicando mucho, Do Young. Si JinYoung le está curando entonces ¿por qué duele tanto?

—JinYoung no sólo cura las heridas físicas, —dijo una voz a través de la habitación.

Ji Sung miró para ver a otro hombre en la puerta. Era el mismo que había   visto en el pasillo con Changjo.    —Eres  Gong Chan, ¿verdad?

 

El hombre asintió con la cabeza. —Al tocar a tu pareja para que lo cure físicamente, JinYoung lo tiene que sanar emocionalmente. Eso es lo que hace JinYoung.

Ji Sung frunció el ceño ante la angustia que podía ver en los ojos de Gong Chan cuando miró a JinYoung. —He oído a Changjo decir que JinYoung es tu pareja.

—Él lo es, —respondió Gong Chan. Ji Sung inhaló el dolor grabado en la cara de Gong Chan cuando él levantó la cabeza—.   Tengo recuerdos que no puedo volver a vivir. Debido a esto, JinYoung y yo nunca seremos pareja. Nunca podremos tocarnos.

La boca de Ji Sung se quedó boquiabierta. Ahora que se había acoplado a Jae Min y a Do Young, no podía imaginar no ser capaz de tocar a uno de ellos. Él estaba bastante seguro de que se retorcería como un ovillo y moriría primero. Su corazón estaba con los dos hombres.

—Lo siento.

—Yo también, —dijo tristemente Gong Chan dando un paso atrás, quedándose de pie contra la pared como si tratara de pasar  desapercibido en el fondo.

Ji Sung lo estudió por un momento y luego se volvió hacia Jae Min, viendo a su pareja calmarse poco a poco. Su respiración parecía nivelarse cuando un ligero ronquido salió de sus labios.

—Ha completado su viaje, —dijo JinYoung cuando se puso de pie.

Ji Sung podía ver el cansancio en el rostro del hombre mientras él esbozaba una sonrisa a Ji Sung y a Do Young. —Él siempre tendrá los recuerdos. Sólo que estará en paz con ellos ahora.

Ji Sung quería preguntarle si JinYoung había visto recuerdos de Jae Min, pero desde la mirada en la cara de Gong Chan, mantuvo los labios cerrados.

El   hombre  ya  sufría bastante con la curación  de Jae Min y ser negado por su pareja. Ji Sung no iba a agregar nada a eso. Vio a Gong Chan abrir la puerta, manteniendo una distancia de JinYoung cuando los dos salieron de la habitación.

 

continuara...

Notas finales:

dejen rw que me tienen abandonada

 

T_T


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